Aunque este no es un blog específico sobre cine, que duda cabe que esta forma de expresión artística o canal de comunicación, es uno de los más aporta al acervo cultural de las sociedades, para bien o para mal.

La Historia o la Literatura, no adquieren verdadera popularidad en nuestros días mientras no se haya representado algún fragmento histórico, no se haya versioneado alguna obra, o no se haya utilizado en la gran pantalla algún recurso o idea proveniente de alguno de estos otros ámbitos culturales menos conocidos o populares.

La cuestión final es que un mismo recurso, en la mayoría de ocasiones proveniente del mundo literario, una vez se utiliza con acierto en el cine por primera vez, resulta difícil hacer algo parecido posteriormente sin recordar a esa primera ocasión, y mucho más difícil resulta hacerlo mejor. Cuando esto sucede podemos decir lo siguiente: ha nacido un clásico.

En otras ocasiones, se recurre a ellos como un recurso fácil para resolver una escena, o para asegurarse un éxito mínimo entre el gran público que se supone demanda un producto determinado. Es en definitiva en estos casos, el uso de fórmulas conocidas y probadas, sin calentarse la cabeza demasiado para lograr productos aceptables. Solo en algunas ocasiones se logra un éxito mayor al reutilizar una idea. A continuación algunos ejemplos:

El Terror en la ciencia-ficción

Alien (la saga) es un referente actual en cuanto a la fusión de los géneros de terror y de Ciencia-Ficción. Situaciones similares se han utilizado posteriormente con diferentes resultados, como se explicaba anteriormente en Pitch Black, y en otras como Event Horizon. La característica principal que las distingue como obras de Ciencia-Ficción, además de simplemente el escenario futurista, es el de utilizar como adversario de los protagonistas y como generador de la angustiosa situación en la que se encontrarán, un ser cuya existencia se explica con un supuesto científico. En el último caso citado, unos experimentos con el horizonte de sucesos dan lugar a la aparición de una serie de visitas con no muy buenas intenciones (supuesto científico muy en controversia), y en los otros casos como ya sabemos, un ser alienígena.

Imágen de la película «Event Horizon» (Horizonte Final)

Sin embargo, el verdadero clásico que originó esta utilización del terror psicológico con buenos resultados en la Ciencia-Ficción es una película de serie B del año 1951, en blanco y negro y basada en una obra de J. W. Campell: El Enigma de Otro Mundo

Uno de los carteles promocionales de la película

En esta película (llamada de distinta forma según el país de habla hispana) se narran las peripecias de un grupo variopinto de personas, en una estación científica (de radar o militar, según interpretaciones) en el Ártico, al encontrar esta expedición una nave espacial extraterrestre (un platillo volante de la época) y dentro de ella a su tripulante, hasta ese momento, en estado de hibernación: The Thing (La Cosa).

Esta es «La Cosa». ¡Feo si que es, el tio!

El estudio psicológico de los personajes (el piloto de avión , el científico, etc.) y cómo se enfrentan al problema en función de sus prejuicios y creencias, es una oportunidad aprovechada en muchas obras de este género en general, y en esta en particular, para abrir debates sociológicos minimizando la posibilidad de que el espectador caiga en los prejuicios habituales, al tratarse de una situación desconocida. En este caso, la polémica gira alrededor de la ética de la investigación científica y sobre hasta que punto, y en qué prácticas, debe llegar esta. ¿Verdad que les suena de algo este dilema?

En definitiva, la mezcla de estos géneros nos proporciona un resultado mayor que la simple suma de ambos. El uso del suspense y del terror, aunado a un supuesto científico que le dota de mayor profundidad y realismo que, por ejemplo, un conde con dientes largos nacido en Transilvania, logra despertar en el espectador una sensación distinta y especial. Por lo menos a mi.

No obstante, aún siendo el resultado inolvidable cinematográficamente hablando, prima en estas producciones el apartado referente al terror o fantástico, más que el de la ciencia-ficción, siendo esta finalmente un pretexto (un magnífico pretexto) para hacer otra cosa.

Compañero de viaje «incomodo»

Una Odisea 2001 del Espacio es a la vez, una obra cumbre del cine y del género de Ciencia-Ficción. Esta sería otra de las obras que catalogaría como verdaderamente de este género, ya que prácticamente su argumento en totalidad está relacionado con el.

Uno de los tripulantes de la Discovery es el supercomputador ficticio HAL 9000, convirtiéndose gracias a la aparición en esta película, en uno de los personajes no humanos más importantes de la historia del cine, precedido tan solo por Robby el robot de Planeta Prohibido, o María de Metropolis, pero a diferencia de estos, HAL 9000 no es un robot, siendo entonces el primer ordenador que aparece como protagonista principal de una película de ciencia-ficción.

mteropolis-maria

Pero no será esta la característica a destacar de HAL 9000, sino el papel que desempeña en la película, el conflicto al que es sometido, y las consecuencias que de el se desprenden y que afectan al resto de tripulantes de la nave. Después de esta película, la presencia de un ordenador central con capacidad de comunicación oral con (¿el resto de?) la tripulación, se hizo prácticamente imprescindible en toda película de ciencia-ficción que se precie.

El archiconocido objetivo de HAL 9000, el «Gran Hermano» de «Una Odisea 2001 del Espacio»

En Alien, el octavo pasajero, se reúnen todas estas características con algunas variantes: Madre, es el computador central de la nave Nostromo. Pero no es ella/el el que ocasiona problemas, sino el médico de a bordo, en realidad un robot humanoide con instrucciones que chocan con su programación principal y que le provocan un mal funcionamiento que le delata, de forma similar al computador protagonista de Una Odisea 2001 del Espacio.

El médico «robot» de la primera película de la saga de Alien, tras ser descubierto y presentar «anomalías»

También en Aliens, el regreso, aparece otro robot humaniforme, mencionando además a otro gran clásico de toda la Ciencia-Ficción originario de la literatura: las Leyes de la Robótica, de Isaac Asimov.

«Bishop», el androide de la segunda película de la saga, esta vez, de confianza gracias a las Leyes de la Robótica.

Este androide llamado Bishop, establece una relación con Ripley claramente inspirada en las que R. Daneel Olivaw, el robot de la Saga de la Fundación (de I. Asimov) establece con sus compañeros humanos, en cuanto a amistad y cooperación.

Los aliados contra la super-fortaleza

La 2ª Guerra Mundial significó un antes y después en las sociedades de los países de todo el planeta, como ya sabemos. El cine no ha sido ajeno a esta circunstancia, y menos aún el de los países que participaron en dicho conflicto.

El famoso Día D de Normandía, nos lo recuerdan una y otra vez los productores de los EUA. En Star Wars nos presentan un versión espacial de la batalla final decisiva (Batalla de Yavin), siendo este uno de los momentos estelares (nunca mejor dicho) de toda la saga galáctica.

Grupo de cazas «X» preparandose para librar la batalla decisiva en la órbita de la luna «Yavin»

En Independence Day parecen inspirarse en esta secuencia, al utilizar una estética muy similar para ambientar el desesperado intento final para acabar con las naves invasoras. Es más, cuando David Levinson (Jeff Goldblum) y el Capitán Steven 'Steve' Hiller (Will Smith) logran introducirse en la nave nodriza a bordo de una aeronave extraterrestre, recuerda poderosamente al preludio de la Batalla de Endor, cuando un grupo de rebeldes logra introducirse en la 2ª Estrella de la Muerte a bordo de una Lanzadera Imperial modelo Tydirium. Así mismo, en ambas peliculas, tras desactivar el escudo protector, una astronave coloca un fuerte explosivo en el corazón de las principales naves enemigas, resultando unas escenas de escape muy similares.

Fuerzas aliadas terrestres a punto de enfrentarse con las naves invasores extraterrestres. Imágen extraída de la película «Independence Day»

Creación de universos

Pero tal vez lo que realmente supuso Star Wars, fué la creación de un universo de posibilidades completo, donde cada uno podía situarse e inventar su propia historia. Todo un mercado adicional de productos, aumentaron la influencia y la sugestión en el público. Tal fué el éxito, que estimulo el surgir de otras sagas cinematográficas que conformarían sus propios universos, y puede que también de lo que se llamaría posteriormente franquicias cinematográficas, como la de Star Trek, una de las más famosas. Otros universos creados a imagen y semejanza, son Galactica: Estrella de Combate, Babylon 5, o incluso también Stargate.

De todo esto, hablaremos otro día


Artículo publicado posteriormente en Planetas Prohibidos el 24 de diciembre de 2010
Artículo publicado posteriormente en El Sitio de ciencia-ficción el 4 de diciembre de 2011

5 comments:



) Adivagar dijo...

Para mí 2001 es el culmen de la ciencia ficción (o ficción científica, como te comento en otra entrada) en el cine. Alien también me parece magnífica, pero solo la primera, antes de que la acción absorviera a la ciencia, como sucedió en las siguientes.

Pero creo que ninguna película me ha transportado y hecho soñar como muchas novelas extraordinarias. De hecho, en la propia novela 2001 la trama es mucho más compleja, y HAL no es más que uno de los sucesos de ese viaje. Recuerdo novelas como Fundación, La ciudad y las estrellas, el fin de la eternidad, Cánticos de la lejana Tierra...

Un saludo.



) Lino Moinelo dijo...

Bueno, en la 1ª de Alien en efecto, toda la primera mitad, hasta que sale la criatura, es buena ciencia ficción: llegada a un planeta extrasolar, restos de vida y descubrimiento de una nueva forma de reproducción parásita. Interesante.

Odisea 2001, la verdad es que se sale de la tabla. La he visto varias veces y con muchos años de diferencia, y, mantiene todo su encanto e interés. Una autentica maravilla.

Sin embargo, he decidio destacar otra película, además de para no ser prosaico, por que 2001 proviene como tantas otras de la literatura. Apenas existe cine autentico de ciencia-ficción, y mucho menos si eliminamos las versiones cinematográficas de obras literarias. Pich Black tienes una carga de ciencia-ficción autentica que para mi fué de agradecer.

Habría que preguntarse si esta forma de expresión, el cine, hasta que punto es apto para este género literario de la Ci-Fi.

Saludos y me alegro de compartir gustos.

PD. ahora cuando pueda pondré tu enlace entre los mios.



) Davo Valdés dijo...

Me encanto el post. Muy buenas recomendaciones y algunas no las he visto. Antes no era muy fan de la ciencia ficcion pero despues de ver star war y odisea me envolvio, me gustaria que recomendaras novelas de ciencia ficcion como dijo adivagar ninguna pelicula te hace viajar tanto como un buen libro.
Saludos y gracias por pasar por mi blog.



) Lino Moinelo dijo...

Hola de nuevo Davotanko.

Esa lista que pides, es algo complicada, ya que los gustos y preferencias son algo muy personal. Claro que las novelas a las que hago referencia en esta bitácora son recomendables, pero es el que lams lee el que tiene la última palabra.

Sintetizar además, en unas cuantas novelas, es arriesgado, ya que no sabría con seguridad cuáls de ellas descartar o dar preferencia.

Aún así, voy a hacer una primera tentativa, intentando resumir.

En la Ci-Fi, está Asimov, y luego el resto (con permiso de Arthur C. Clarke). Empezaremos por el:

- Trilogía de La Fundación
- Bobedas de Acero / El Sol Desnudo / Robots del Amanecer
- Un Guijarro en el Cielo
- Yo, Robot
- Los Propios Dioses
- Anochecer (Con Robert Silververg)
- El Fin de la Eternidad (por supuesto)

De este último. Robert Silververg:

- Serie de Majipur (nueve libros)

De Jack Vance:

- Ciclo de Tschai (cuatro libros)

De Orson Scott Card

- El Juego de Ender

Arthur C. Clarke

- El Centinela / 2001, Una Odisea en el Espacio

Bueno, de momento va bien, creo yo. Es posible que esta lista la amplie y detalle algo más en algún artículo.

Saludos



) Lino Moinelo dijo...

Seguro que se me olvidan más, pero creo que esta es otra de las imprescindibles:

Dune (de Frank Herbert. Solo el primer libro)

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