tag:blogger.com,1999:blog-43004698820915161512024-02-14T21:54:52.456+01:00Al final de la EternidadBitácora sobre ciencia-ficción: el género que cuenta historias sobre la realidad en escenarios de ficción.Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.comBlogger97125tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-79549452770302600012023-10-26T00:00:00.009+02:002023-12-01T11:07:28.244+01:00El error humano<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwnVXQ9dothy9nXCqYzGVSiDwhUL9hRWky5JwkjAXKqJ6-k7aMakDHWRXtnExl83HToONksxSDgLz2TTQHNQFLBCfXJH2Z7oW2QXr0zPhKgzKMYRQhZEsANJgd0Xv2e-HBQDcGEYBdDs1NAibMi1dHmhPGFdixEJDm22QCm8mR92Kavw1yP6wKnFnvaT76/s742/imagen_2023-10-21_212914790.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="414" data-original-width="742" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwnVXQ9dothy9nXCqYzGVSiDwhUL9hRWky5JwkjAXKqJ6-k7aMakDHWRXtnExl83HToONksxSDgLz2TTQHNQFLBCfXJH2Z7oW2QXr0zPhKgzKMYRQhZEsANJgd0Xv2e-HBQDcGEYBdDs1NAibMi1dHmhPGFdixEJDm22QCm8mR92Kavw1yP6wKnFnvaT76/w400-h224/imagen_2023-10-21_212914790.png" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Imagen: Bing Creator (DALL-E3)</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>La ciencia-ficción lleva postulando con la Inteligencia Artificial (IA) prácticamente desde que existe como género. Sin embargo, no ha sido hasta hace poco cuando ha pasado a formar parte de nuestro día a día y por tanto, cuando el público ha comenzado a hacerse muchas de las preguntas que los aficionados llevamos viendo planteadas en innumerables obras del género. Una de las primeras reacciones ante el sorprendente avance en poco tiempo que han experimentado las aplicaciones basadas en esta tecnología, ha sido la de asombro y en algunos casos, temor. Un <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2008/11/el-mito-de-frankenstein_19.html">miedo ancestral</a> a nosotros mismos y a nuestras creaciones, las cuales parecen no tener un final en cuanto al límite de sus capacidades, hasta postular con dejarnos atrás como especie dominante y convertirnos para ellas en meras hormigas intelectuales. Sin embargo, una vez superada esa inicial sorpresa, lo que se ha visto es que las herramientas que usan IA no son más que «organizadores» <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2020/05/todo-es-informacion.html">de información</a> y que al tener acceso a una cantidad ingente de esta, el resultado es extraordinario. No obstante, también se ha evidenciado que queda mucho camino por delante en aspectos como los siguientes:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><ul><li>Generan un contenido <a href="https://elpais.com/ideas/2023-06-10/el-gran-robo-de-la-inteligencia-artificial-alguien-pidio-permiso-para-vampirizar-todo-conocimiento-generado-por-los-humanos.html" target="_blank">a partir del trabajo de otros autores</a> sin tener en cuenta la autoría.</li><li>Dicho contenido generado por la IA a partir de material original humano, está <a href="https://www.businessinsider.es/ia-arruinando-internet-tal-como-conocias-1287096" target="_blank">siendo reutilizado de nuevo</a> por la IA sin distinguir unos de otros, distorsionando el resultado y obligando a los proveedores y buscadores a etiquetar el contenido para poder realizar dicha diferenciación.</li><li>Para alimentar los algoritmos de IA con modelos adecuados, es necesario un «ejército» de <a href="https://www.abc.es/xlsemanal/ciencia/inteligencia-artificial-trabajo-esclavos-algoritmo-adiccion_amp.html" target="_blank">trabajadores mal pagados</a> para realizar tareas de corrección de todo aquello que ha de ser revisado —incluyendo pornografía y mutilaciones—</li></ul><div><br /></div><div>Ahora bien, ese «largo camino» que queda por recorrer implica que la IA todavía puede mejorarse mucho. Esto no ha acabado aquí, aunque de momento, se puede reflexionar sobre lo que llevamos.</div><h2>El atrevimiento de la ignorancia </h2></div><div style="text-align: justify;">El dicho popular señala que <i>suele presumir aquel que menos tiene para hacerlo</i>. También, que <i>el que permanece más calmado es el que menos sabe lo que pasa</i>. Y por último, está <i>el atrevimiento del ignorante</i>. Esos sesgos están contemplados en un concepto llamado <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Dunning-Kruger" target="_blank">efecto </a><i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Dunning-Kruger" target="_blank">Dunning-Kruger</a>,</i> por el cuál las personas de bajo desempeño tienden a sobrestimarse, es decir, son menos capaces para la autocrítica, precisamente por dicha carencia. Una IA puede parecer cualquier cosa menos carente de desempeño, sin embargo, para poder autoevaluarse —para poder dar una medida estimada del posible error de sus respuestas— es necesario poseer alguna consciencia de este. Es necesario «saber» que no lo sabes todo, que «hay más ahí fuera». <b>Una IA asume que todo lo que existe es lo que tiene en su memoria, no tiene manera de considerar lo que no tiene. Aunque la IA se asume que aprende, lo hace a partir de un modelo y de los datos con los que se la alimenta, pero no tiene en cuenta lo que no se le está ofreciendo</b>. Por tanto, una IA no tiene medida alguna de sus errores. Se limita a ofrecer de forma genérica advertencias para que revisemos los datos en algunos casos, como los avisos de los medicamentos para mantener fuera del alcance de los niños.</div><div style="text-align: right;"><blockquote>«<i>Su defecto más profundo es la ausencia de la capacidad más crítica que posee cualquier inteligencia: decir no solo lo que ocurre, lo que ocurrió y lo que ocurrirá, sino también lo que no ocurre y lo que podría y no podría ocurrir</i>»</blockquote></div><div style="text-align: right;"><br />—<b>Noam Chomsky</b>, lingüista y experto en ciencia cognitiva (<a href="https://www.forbes.com.mx/chomsky-alaba-avances-en-ia-pero-advierte-de-sus-peligros-y-su-amoralidad/" target="_blank">enlace</a>)</div><h2 style="text-align: justify;">Errar es de humanos</h2><div style="text-align: justify;">El ser humano es falible por naturaleza. No somos «perfectos». Debido precisamente a nuestros prejuicios, se suele considerar nuestra condición despectivamente como algo defectuoso, sujeto a disonancias de todo tipo. Sin embargo, un análisis algo más objetivo nos advierte que esto es sencillamente inevitable. En verdad, el ser humano es una entidad que funciona bastante bien la mayoría de las veces, adaptándose a circunstancias muy volátiles y diversas. Pretender cierto grado de perfección es probablemente aberrante. Esta no existe más que en acotados diseños teóricos —como los de una IA—. Por tanto, nuestra inevitable y a veces molesta falibilidad, probablemente sea nuestra principal característica que nos diferencie frente a ella. Pero no en sentido negativo por el fallo en sí mismo, sino por la capacidad que nos proporciona ser conscientes de nuestro alejamiento de ese ideal que solo existe en nuestra imaginación. Un motor y reflejo de nuestra creatividad, tan simple para nosotros pero tan complicado para una IA.</div><div style="text-align: right;"></div><blockquote><div style="text-align: right;">«<i>la respuesta escapaba a mi comprensión porque requería de una mente inferior, o quizá menos limitada por los parámetros de la perfección</i>»</div></blockquote><p style="text-align: right;"> —<b>El Arquitecto</b><span> (</span><a href="https://www.revistagq.com/noticias/cultura/articulos/discurso-del-arquitecto-en-matrix-reloaded-explicacion/21465" target="_blank"><i>Matrix Reloaded</i> </a><span>—</span><b>Wachowsy's</b><span>)</span></p><div style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikOaVcU9883f7SW0GvWneGC9UaJeIf1aGEmPsv5vj7RSLEGeI40Dmgji7F0MX8RM10PisxzR1TTkCQk34ia1TuPFK1p9NvQORoARNMQkETz9NP9Qo1JdV3COUodWtwksd45jMbBegfcNsAPyAHY4wWYbK8Z-FW4fUMmHQgpMxdB5ONMqBBHWJVmovAVFwa/s736/imagen_2023-10-20_204144389.png"><img alt="ChatGPT" border="0" data-original-height="467" data-original-width="736" height="385" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikOaVcU9883f7SW0GvWneGC9UaJeIf1aGEmPsv5vj7RSLEGeI40Dmgji7F0MX8RM10PisxzR1TTkCQk34ia1TuPFK1p9NvQORoARNMQkETz9NP9Qo1JdV3COUodWtwksd45jMbBegfcNsAPyAHY4wWYbK8Z-FW4fUMmHQgpMxdB5ONMqBBHWJVmovAVFwa/w606-h385/imagen_2023-10-20_204144389.png" title="ChatGPT" width="607" /></a></td></tr>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii9EPv8kNEM6F79EbwuX2oRxijjucvvpr_S3YnJCVuJoDMMuLEUwqeqCSQHmQamrgVxTMeyeUVTK-CmbRy7uUokLYcN7KtOWGVkpZEOgkBXaVxrARRYnusJgXjRt6fJYSkwbzZ0e51sRLr2EMxodzBCpQlojHhSH3Z-5k8ym2DXwZwzPM4XeiftEhtNsCw/s971/imagen_2023-10-12_210559563.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="662" data-original-width="971" height="412" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii9EPv8kNEM6F79EbwuX2oRxijjucvvpr_S3YnJCVuJoDMMuLEUwqeqCSQHmQamrgVxTMeyeUVTK-CmbRy7uUokLYcN7KtOWGVkpZEOgkBXaVxrARRYnusJgXjRt6fJYSkwbzZ0e51sRLr2EMxodzBCpQlojHhSH3Z-5k8ym2DXwZwzPM4XeiftEhtNsCw/w607-h412/imagen_2023-10-12_210559563.png" width="607" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Respuesta proporcionada por las IA de <b>OpenAI </b>'<i>ChatGPT</i>' y <b>Google </b>'<i>Bard</i>' a la pregunta de si <br />usan programación probabilística en su código —no las usan—</td></tr></tbody></table>
</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Existen varios casos y estudios que apoyan esta visión. En el 2018 <b>Google</b> y <b>Uber</b>, introdujeron <a href="https://www.technologyreview.es//s/9926/google-y-uber-quieren-incorporar-la-incertidumbre-sus-ia-para-hacerlas-mas-seguras" target="_blank">modelos de programación probabilísticos</a> para mejorar sus algoritmos de predicción. Es decir, aplicaron un factor de error <span style="text-align: right;">—al menos, un grado de incertidumbre</span><span style="text-align: right;">— </span>para mejorar su modelo, lo que no deja de resultar paradójico. Desde entonces el único inconveniente que parece que tengan estos paradigmas probabilísticos son los elevados requerimientos de computación. A día de hoy no parece que se haya llegado a una solución definitiva, evidenciando que las posibles mejoras parece que se encuentran en el ámbito de cómo la IA maneja la incertidumbre.</div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: right;"><blockquote>«<i>mientras una inteligencia no demuestre ese punto de duda e inseguridad, ansiedad ante la posibilidad del fracaso y la capacidad de adaptar según las circunstancias el grado de éxito respecto al objetivo original, no habrá realmente inteligencia</i>»</blockquote></div><div style="text-align: right;"><br />—<b>F. J. Suñer Iglesias</b> (<i><a href="http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op02145.htm" target="_blank">El Sitio de ciencia-ficción</a></i>)</div><div><br /></div><div>De manera paralela, en el otro lado de esta ecuación se encuentran los estudios sobre la consciencia humana y qué hace hace a nuestra inteligencia tan particular y distinta de la artificial. Precisamente, varios estudios concuerdan que es el carácter probabilístico de la mecánica cuántica la que mejor podría explicar <a href="https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-39033781" target="_blank">cómo funciona nuestra mente</a> y una de las conclusiones más llamativas es que la principal característica que nos define es la de <a href="https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-01-29/decisiones-estupidas-respuesta-fisica-cuantica_2432444/" target="_blank">cometer errores</a>. En definitiva, tanto para mejorar la inteligencia artificial en si misma, como para hacerlo con la interacción de esta con los humanos, es necesario <a href="https://tendencias21.levante-emv.com/crean-un-algoritmo-que-subsana-fracasos-humanos.html" target="_blank">contemplar el error</a> como parte de un proceso de interacción con el mundo real. Un mundo de probabilidades donde las cosas no siempre salen como queremos. Un mundo en el que la humanidad ha tenido que aprender a vivir, convencidos de una seguridad como manera de hacer frente a la incertidumbre que <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2011/06/el-miedo-al-error.html" target="_blank">no deseamos aceptar</a> del todo, pero que en el fondo sabemos que está ahí. Unos humanos que a pesar de sus tropiezos y errores, hemos sabido aprovecharlos y aprender de ellos, para lograr llegar hasta donde estamos.</div><h3>Enlaces</h3><div><ul><li>Rubio, Isabel. <i>La creación de la World Wide Web fue un accidente</i>. (17/05/2020). Noticias & Protagonistas (publicado originalmente en <a href="https://elpais.com/tecnologia/2020-05-16/la-creacion-de-la-world-wide-web-fue-un-accidente.html" target="_blank">El País</a>) [acceso el 25/10/2023] <<a href="https://noticiasyprotagonistas.com/actualidad/la-creacion-de-la-world-wide-web-fue-un-accidente/" target="_blank">enlace</a>></li><li>Green, Tristan. <i>Quantum cognition theory explains why humans make stupid decisions</i> (20/01/2020). The Next Web. [acceso el 25/10/2023] <<a href="https://thenextweb.com/news/quantum-cognition-theory-explains-why-humans-make-stupid-decisions" target="_blank">enlace</a>></li><li>Niel, David. <i>Here's Why Our Most Irrational Decisions Could Be a Result of Quantum Theory</i>. (17/09/2015). Science Alert. [acceso el 25/10/2023] <<a href="https://www.sciencealert.com/here-s-how-our-weird-decisions-could-be-a-result-of-quantum-theory" target="_blank">enlace</a>></li></ul></div><div><br /></div></div>
Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-67909259450720986782023-08-09T09:00:00.004+02:002023-08-09T20:21:01.774+02:00Los alienígenas como símbolo<p></p><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc9vWR7Dnf3MfG0ckRhb99h_COuauepJmpFNsqlzhpUPmefyTHDPA2eQB6lbyix7AsxoyEM4IK7DlgYDSpgjap7WXMSFgq-x5tUM3wtIMoFmzDp18kceqRFK4lA3T7Xc3dEmp1K4Rzq2ozHnHWbNqCG-unWP9b0fTy73ME9pLZa2Jqyq7rz0zwrLflmjub/s968/imagen_2023-06-27_162358852.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="452" data-original-width="968" height="186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc9vWR7Dnf3MfG0ckRhb99h_COuauepJmpFNsqlzhpUPmefyTHDPA2eQB6lbyix7AsxoyEM4IK7DlgYDSpgjap7WXMSFgq-x5tUM3wtIMoFmzDp18kceqRFK4lA3T7Xc3dEmp1K4Rzq2ozHnHWbNqCG-unWP9b0fTy73ME9pLZa2Jqyq7rz0zwrLflmjub/w400-h186/imagen_2023-06-27_162358852.png" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Un elemento habitual en la mayoría de obras de ciencia-ficción es postular con la existencia de vida extraterrestre. La ciencia no puede negar la posibilidad de la existencia de algún tipo de vida en otra parte del universo. Gracias a esto, los autores pueden usar este recurso como herramienta para relatar aspectos sobre nosotros que de otra manera sería más difícil contar. Esta dificultad no consiste únicamente en el esfuerzo artístico, sino en sortear los prejuicios culturales del público. Gracias a usar un elemento ficticio, pueden contarse situaciones que, a pesar de ciertas evidentes similitudes, no puede establecerse un vínculo directo con las coyunturas reales sobre las que tratan. Por ejemplo:</div><div style="text-align: justify;"><h3>La invasión de los ladrones de cuerpos</h3><div>Basada en la obra <i>The Body Snatchers</i> (<b>Jack Finney</b>, 1955) la película de 1956 (<b>Don Siegel</b>) fue versionada de nuevo en otra aceptable adaptación (<b>Philip Kaufman</b>, 1978). En ellas se relata la inadvertida transformación de nuestros agradables vecinos en seres con personalidad uniforme y monotemática y, lo peor de todo, insistiendo en que nos «convirtamos» a la «nueva situación». Mucho se ha hablado de su relación con el creciente pavor al comunismo que en la sociedad de los EEUU tenían en aquella época. En cualquier caso, puede ser utilizado para reflexionar sobre los peligros de verse atraído por un entorno agresivo y ominoso de tendencias sociales, bien vacías de contenido o de tenerlo, ideológico y político. La obra puede usarse como una defensa de la libertad e independencia de criterio del individuo. Lo paradójico del asunto es que si bien comenzó como temor al comunismo, parece que al final ha sido el más puro y duro consumismo capitalista el que nos ha acabado abduciendo a todos.</div><h3>La Guerra de los Mundos </h3><div>Escrita por <b>H. G. Wells</b> (1898), adaptada a la radio (<b>Orson Welles</b>, 1938), al cine (—<b>Byron Conrad Haskin</b>, 1953—, —<b>Steven Spielberg</b>, 2005—) y a televisión (—<b>BBC</b>, 2019—, —<b>FOX</b>/<b>C+,</b> 2019—), los alienígenas son el <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tropo_(retórica)" target="_blank">tropo</a> </i>usado para criticar a todas las guerras en general. Si bien la obra literaria incluía criticas al imperialismo y colonialismo británico, las adaptaciones posteriores han ido adaptándose a las circunstancias de sus momentos particulares, por ejemplo, en la adaptación al cine de 1956 el temor a una invasión soviética era la idea de fondo. Luego se han añadido otros conceptos como daño al medio ambiente en la versión francesa para la televisión. En definitiva, los alienígenas son una versión de nosotros que no queremos creer que tenemos, que no queremos aceptar que es probable, por eso se simbolizan como extraños y diferentes pero lo suficientemente cercanos y temibles como para que aparezcan súbita y terriblemente, representando el peligro que acecha a nuestra especie proveniente de nosotros mismos, materializado en violencia en cualquiera de sus formas.</div><h3>Ultimátum a La tierra</h3><div>La película dirigida por <b>Robert Wise</b> en 1951 y versionada en el 2008 (<b>Scott Derrickson</b>) nos plantea una nueva situación con los alienígenas como protagonistas. En este caso no aparecen como invasores dispuestos a arrebatarnos nuestro espacio vital, sino todo lo contrario. Un extraterrestre con un aspecto muy similar a nosotros aparece acompañado de una tecnología extraordinaria y poderosa, lo que le dota de cierta autoridad, o al menos, es lo que se pretende simbolizar: una «entidad» protectora a nuestra «imagen y semejanza» que vigile el cumplimiento de ciertas normas o al menos, no cruzar ciertos límites. El fallecido y recordado divulgador científico <b>Carl Sagan</b> en el último de los capítulos de su famosa serie <i>Cosmos: ¿Quién habla en nombre de la Tierra?</i> (<b>Sagan</b>/<b>Druyan</b>, 1980) señalaba en aquel entonces la necesidad de un organismo o entidad que fuera «consciente» de los efectos que a nivel de las distintas naciones que pueblan nuestro planeta, estamos produciendo sobre él. Si bien la motivación era el peligro del armamento nuclear, en nuestros días bien podrían ser el cambio climático, las crisis económicas o las energéticas, cuyas consecuencias repercuten también en la biosfera global, mientras el entorno geopolítico se muestra incapaz de coordinar una respuesta única, pese a las graves consecuencias. En <i>Ultimátum a La Tierra</i>, los llegados de fuera de nuestro planeta representarían de manera simbólica esa consciencia global.</div><h3>Los alienígenas en la obra de Arthur C. Clarke</h3><div>Los alienígenas en la obra del autor de origen británico comparten unas características hasta cierto punto homogéneas. Una de ellas es que suelen ser representados de manera incorpórea la mayoría de las veces, bien sea por tratarse de entidades inmateriales o porque su avanzada tecnología les permite ejercer su influencia sin necesidad de presencia física. Además de evitar abordar el asunto de su constitución corpórea, esta carencia enfatiza todavía más el carácter «omnipresente» y vigilante de estas entidades hipotéticas. Además, esta influencia que aplican sobre la humanidad es de naturaleza paternalista, cuidadora pero también castigadora o correctora. Por otro lado, los temas que <b>Clarke </b>trata suelen girar alrededor de los mismos tópicos: el avance de la especie humana en el conocimiento y la búsqueda de su papel en el Cosmos. Algunos ejemplos importantes serían: <i>La ciudad y las estrellas </i>(1956), Saga de <i>2001: una odisea del espacio</i><i> </i>(1968~1997), <i>El fin de la infancia</i><i> </i>(1953), Saga de <i>Cita con Rama </i>(1972~1993). En estas obras, <b>Clarke </b>usa las inteligencias extraterrestres como un <i>Mcguffin </i>subyacente que sirve de justificación para hacer que nuestra especie camine por esa senda del conocimiento que tanto anhelaba el escritor, que de otra manera —es decir, sin la presencia de estas inteligencias extraterrestres que condicionan en el relato a nuestra especie a actuar de cierta manera— sería difícil de explicar. </div><div><br /></div><div>Uno de los aspectos comunes en estas obras es el uso de otras inteligencias para poner a la humanidad frente a si misma y a las consecuencias de sus actos, para hacerla consciente de sus virtudes y defectos. De similar manera a la que <b>Isaac Asimov </b>usó con un robot, una inteligencia artificial pero sometida a unas estrictas leyes para defendernos de nosotros mismos, en estos supuestos, estas inteligencias que nos transcienden serían esa «consciencia colectiva» de la que carecemos, que nos alerte de un camino «equivocado», definición que es objeto de interminables conflictos pero que es en cualquier caso, dejando a un lado cualquier aspecto político o territorial, necesaria probablemente para nuestra supervivencia. Tal vez el individuo pueda decidir sobre su destino o tal vez no, pero lo que de verdad hemos de preguntarnos es, si es la Humanidad la que puede hacerlo.</div><div><br /></div><div><br /></div><div>Enlace relacionado: <i><a href="https://tendencias21.levante-emv.com/una-inteligencia-colectiva-regula-los-comportamientos_a45464.html" target="_blank">Una inteligencia colectiva regula los comportamientos</a></i>.</div></div><br /><div style="text-align: center;"><br /></div><p></p>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-83292469636253894222023-06-24T13:39:00.015+02:002023-06-26T16:39:57.034+02:00El valor de lo imaginario, lo desconocido y lo imposible<p></p><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtumh7zGW7BeStvV9ZcCOM-4Q2URIJm7wMQUvOriBcX355zFFbjbEHlBEFC38YTS1jmaSYnsONMHr_x95EOz9LVUcpwvV2cocAtCNY293C04gXDeba1qeL1T7NTi7SWznbh_FTrrI3WVFfspEnAkaHJRi-3dBYaTdGiHwXHXf2_txz_NV2nmGkL0DvYWkw/s1023/imagen_2023-06-24_120543673.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="546" data-original-width="1023" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtumh7zGW7BeStvV9ZcCOM-4Q2URIJm7wMQUvOriBcX355zFFbjbEHlBEFC38YTS1jmaSYnsONMHr_x95EOz9LVUcpwvV2cocAtCNY293C04gXDeba1qeL1T7NTi7SWznbh_FTrrI3WVFfspEnAkaHJRi-3dBYaTdGiHwXHXf2_txz_NV2nmGkL0DvYWkw/w400-h214/imagen_2023-06-24_120543673.png" width="400" /></a></div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>La humanidad ha vivido desde el amanecer de los tiempos sujeta al devenir de unos acontecimientos que era incapaz de predecir porque sobre todo, no podía comprender. El conocimiento ha sido desde aquella temprana época hasta hoy en día, sinónimo de poseer el poder de anticipar un resultado. Para obtener dicho conocimiento, la única herramienta que aquellos seres humanos disponían para comenzar a escudriñar los entresijos de la realdad y avanzar, a tientas y con tropiezos en la compresión del universo a su alrededor, era la imaginación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No es posible partir de un conocimiento sólido y consistente cuando, obviamente, se carece de él. El primer paso ha de ser por tanto, resultado de una invención. La mayoría de las veces esta idea imaginada era probablemente resultado de una experiencia empírica, de una observación. Pero no todo estaba sujeto a la posibilidad de someterse a prueba: el Sol, los astros, el clima, la muerte, muchos ámbitos requerían partir de una idea algo descabellada para poder comenzar a manejar el asunto. Naturalmente, el desarrollo del método científico logró que todas esas elucubraciones fueran filtradas y escogidas por su validez para predecir los tan ansiados resultados. No obstante, es importante señalar que sin esta idea inicial producto de un «salto al vacío», el progreso posterior probablemente hubiera tardado más en llegar. </div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCbxIuGkQBdQUsPE2PZWfITI14fNx4dVqPilR1p8hYOtQsxq8dWNCv1jgBf9PJwDjzUQeMXdUJpeBciaFoVgrvVPGXULZa50YfEUpVV8pMHywxaktM88_syw91gCGN1qh5NdHT9sQSIBwzCKM8u4lSNzv8TV988ZspdICYkpSrY91tfrKi54-EBGFjkAQm/s923/imagen_2023-06-24_120431677.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="472" data-original-width="923" height="205" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCbxIuGkQBdQUsPE2PZWfITI14fNx4dVqPilR1p8hYOtQsxq8dWNCv1jgBf9PJwDjzUQeMXdUJpeBciaFoVgrvVPGXULZa50YfEUpVV8pMHywxaktM88_syw91gCGN1qh5NdHT9sQSIBwzCKM8u4lSNzv8TV988ZspdICYkpSrY91tfrKi54-EBGFjkAQm/w400-h205/imagen_2023-06-24_120431677.png" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div><div style="text-align: justify;">Hoy en día continúan siendo necesarias grandes dosis de imaginación. Puede que más que nunca, ya que los retos actuales exigen cada vez mayores cotas de atrevimiento a la hora de postular nuevas vías de investigación, en los misterios que la naturaleza continúa escondiendo en lugares cada vez más lejanos e inaccesibles. Sin embargo, el mundo científico se ve sometido por unas necesidades de financiación que no se llevan bien con las «apuestas arriesgadas». Como muestra del importante papel que la imaginación ha cobrado en el desarrollo científico hasta nuestros días, se pueden citar los famosos <a href="https://culturainquieta.com/es/inspiring/item/10576-5-experimentos-mentales-de-albert-einstein-sobre-el-espacio-y-la-velocidad.html" target="_blank">experimentos mentales de <b>Albert Einstein</b></a>, postulando en su imaginación lo que no podía hacerse de otra manera, salvo con costosos —o inviables— experimentos físicos. Otro ejemplo sería el del <a href="https://bloggy.ific.uv.es/bloggy/index.php/2019/03/22/el-nacimiento-del-neutrino/" target="_blank">neutrino</a>: cuando los físicos no tenían manera de explicar ciertos fenómenos, el físico <b>Wolfgang Pauli</b>, famoso por sus postulados surgidos de imágenes oníricas, propuso una idea surgida de su imaginación acerca de una partícula desconocida e indetectable, pero que ayudaba a explicar el funcionamiento del universo. Y de hecho, eso es lo que ha estado haciendo desde que fue detectado finalmente. Algo similar puede decirse de la materia oscura, de la teoría de cuerdas o de la hipotética existencia de agujeros de gusano. Postulados que hoy en día no pueden confirmarse pero al igual que pasó con la partícula, podrían ser la clave para lograr un extraordinario avance en el conocimiento del Cosmos y de nuestra realidad. Pero si existe un concepto literalmente imposible, matemáticamente inalcanzable, que, sin embargo, está presente en todos los recientes desarrollos tecnológicos y científicos, que convive con nosotros en nuestros hogares y sin el cuál el mundo a nuestro alrededor no podría ser explicado, no es otro que el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Número_imaginario" target="_blank">número imaginario</a></b>.</div><h2 style="text-align: justify;">El número imposible</h2><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXI-FXCNNtXiU8FvA0MToAItZESqnKdzLi7zlhLxR6u1A2VAdVc_zMtckIJd3Pa8VMCN-pJ--rLECEyWTWb3NQKOg6R-ru4i2dxQgAY3Nv2Leuw6r7MUjHLILhBy3wqk4epUnqFTbZb_UWTaBSrkuqX_aOKF5sPUzIcxwlNmrSCt9Z6cwywjvB-kvjTxWM/s1038/imagen_2023-06-24_120938248.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="545" data-original-width="1038" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXI-FXCNNtXiU8FvA0MToAItZESqnKdzLi7zlhLxR6u1A2VAdVc_zMtckIJd3Pa8VMCN-pJ--rLECEyWTWb3NQKOg6R-ru4i2dxQgAY3Nv2Leuw6r7MUjHLILhBy3wqk4epUnqFTbZb_UWTaBSrkuqX_aOKF5sPUzIcxwlNmrSCt9Z6cwywjvB-kvjTxWM/w400-h210/imagen_2023-06-24_120938248.png" width="400" /></a></div><br />Todo empezó cuando a un matemático italiano se le ocurrió una idea que mucha gente hubiera rechazado de plano: ¿Cuál es la raíz cuadrada de un número negativo? Bien, resulta que todo numero negativo multiplicado por sí mismo —esto es, elevado al cuadrado— siempre da un número positivo, por tanto, los números negativos no pueden tener una raíz cuadrada —la operación inversa a la de elevar al cuadrado—. Aún así, aquellos matemáticos valientes continuaron con el postulado y encontraron que la raíz cuadrada de un número negativo elevada a su vez al cuadrado... ¡¡tenía como resultado el propio número negativo!!! La humanidad acababa de encontrar que un concepto imposible podía ser con todo, tratado como algo manejable y producir resultados no solo coherentes, sino que desde entonces han sido cada vez más útiles con aplicaciones clave desde el cálculo de circuitos eléctricos hasta la mecánica cuántica. Aquella raíz cuadrada de -1 se le llamó «i» o número <i>imaginario </i>y forma parte de las más avanzadas matemáticas, imprescindible para enfrentarse a los retos científicos que quedan por delante.</div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: right;"><blockquote>«<i>La historia de los números complejos ejemplifica una cualidad fundamental de las matemáticas: que un avance teórico, en apariencia un tanto artificial, se puede convertir en el momento menos pensado, en un pilar del progreso tecnológico que trasciende a las matemáticas</i>»</blockquote></div><div style="text-align: right;">Fuente de la cita: <a href="https://elpais.com/ciencia/cafe-y-teoremas/2022-02-04/el-lento-exito-de-los-numeros-imaginarios.html" target="_blank"><i>Café y Teoremas</i></a> (<b>El País</b>) </div><div style="text-align: right;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El <i>número imaginario</i> fue llamado así por no poder ser definido por la ortodoxia del momento, sin embargo, lo que vino a evidenciar es que alrededor de nosotros, en este universo, conviven conceptos que no conócenos pero que están ahí, esperando ser descubiertos. Muchos de ellos no se limitan a esperar ocultos en las sombras de lo imposible, sino que sin que seamos conscientes, nos han estado influyendo desde el principio de los tiempos. Agazapados, desafiándonos, ocultos tras el velo de lo desconocido, existe todo un universo de misterios llamando a la puerta de nuestra imaginación, esperando ser revelados para alterar para siempre la forma en la que vemos el mundo. Puede que si escuchamos con atención los oigamos. Y si no lo logramos, tal vez la ciencia-ficción pueda suplir esa carencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div>
<!--<ul style="text-align: left;"><li><a href="https://culturainquieta.com/es/inspiring/item/10576-5-experimentos-mentales-de-albert-einstein-sobre-el-espacio-y-la-velocidad.html" target="_blank">Velocidad de la luz experimento mental Albert Einstein</a></li><li>Número imaginario: <a href="https://twitter.com/la_oraculo/status/1616068229205557248">https://twitter.com/la_oraculo/status/1616068229205557248</a></li><li>Cálculo diferencial: <a href="https://twitter.com/la_oraculo/status/1616068231038476293">https://twitter.com/la_oraculo/status/1616068231038476293</a></li><li>Ecuación de Drake</li><li>materia oscura</li><li>Agujeros de gusano</li><li>Neutrinos: https://bloggy.ific.uv.es/bloggy/index.php/2019/03/22/el-nacimiento-del-neutrino/</li></ul><div>Por cerca de un siglo muchos pensadores rechazaron esta nueva idea, llamando a esta unidad inventada "ficticia, imposible o sin sentido"</div><div><a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-48289843">https://www.bbc.com/mundo/noticias-48289843</a></div><div><br /></div><div><br /></div><p></p>-->Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-56452788214465999472023-05-05T23:59:00.019+02:002023-06-20T14:47:12.199+02:00Qué le falta a la utopía<p></p><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlaWC_61EPP1v-aALuSk-f0g9-4WZJTUFlvVTnCkGjpuMODlcX7RLczgS1tSzy2I_Y5-8OpNMYgyVTtxzPcB1vhNnaW8YPQ64kHPzpWxQpZzkMSYvJ0OZpSFSVXqOGNunEkAk5wtsCD-Ntw4sVBo2j-Zlgs_Qm91b7n-skLLCOfbe3_lTEdU1ffiPiSw/s905/imagen_2023-04-20_142350976.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="557" data-original-width="905" height="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlaWC_61EPP1v-aALuSk-f0g9-4WZJTUFlvVTnCkGjpuMODlcX7RLczgS1tSzy2I_Y5-8OpNMYgyVTtxzPcB1vhNnaW8YPQ64kHPzpWxQpZzkMSYvJ0OZpSFSVXqOGNunEkAk5wtsCD-Ntw4sVBo2j-Zlgs_Qm91b7n-skLLCOfbe3_lTEdU1ffiPiSw/w400-h246/imagen_2023-04-20_142350976.png" width="400" /></a></div><br /></div></div><i>Destruir </i>siempre ha sido, es y será, más fácil que construir. Por este motivo, las distopías o aquellos relatos donde las personas han sucumbido a sus instintos más simples y primitivos, van a triunfar con mayor probabilidad sobre otros en los que se intente mostrar constructos sociales algo más elaborados. Entonces ¿Cómo lograr un lenguaje utópico que no se vea absorbido por el distópico, que logre superar dicha limitación de la que se parte? Aquí algunos apuntes que tal vez puedan dar una respuesta:</div><h2 style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;">Igual para tod</span><span style="text-align: justify;">os</span></h2><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">Para desmarcarse de la distopía, una utopía no ha de tener delimitaciones en cuanto a cómo es interpretada por los protagonistas o por la sociedad ubicada en ella. En las distopías es habitual que, por demacrada que sea la situación, siempre hay alguien que saca beneficio de ella. Es decir, en las distopías —no confundir con lo apocalíptico— existe una mayoría oprimida por una minoría, la cual vive en su utopía particular. Intentar mostrar una utopía sin tener en cuenta esta circunstancia y definir paisajes idílicos, implica limitarse a relatar el reverso utópico de una distopía. Esta manera de crear utopías no es más que otro método para lograr distopías. Por tanto, independientemente de como se quiera definirla, <b>una «verdadera» utopía lo ha de ser para todos</b>. Esto fuerza la definición de una sociedad que contemple de manera verosímil cómo son logrados y repartidos los recursos y los problemas. Un mundo que sea abundante y lo sea igual para todos, exige una premisa fundamental que lo defina, aunque sea ficticia, como por ejemplo lo es el dispensador de alimentos de <i>Star Trek</i>.</div></blockquote><h2 style="text-align: left;"><span><span style="text-align: justify;">Exist</span></span><span style="text-align: justify;">encia de problemas</span></h2><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">De lo anterior se desprende que el nuevo lenguaje utópico ha de reservar un espacio para la existencia de problemas. La ausencia de problemas no ha de ser el factor que defina a una utopía. Como se mostraba, las distopías no son simplemente lugares caracterizados por una gran cantidad de problemas sino por el reparto de estos de una forma desigual y en base a criterios políticos, de clase, raciales, biológicos o tecnológicos. En definitiva, sociedades organizadas de manera que se perciban como desiguales o injustas. Por tanto, siguiendo con este razonamiento, <b>la utopía no sería un lugar caracterizado por la ausencia de problemas, sino por la existencia de algún criterio ético o racional de su reparto que sea percibido como equitativo y justo por parte de la sociedad</b>.</div></blockquote><h2 style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;">Qué contar y cómo contar</span></h2><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: justify;">Parece fácil ¿verdad? Sin embargo, no lo es. En teoría la idea es presentar en una obra de ciencia-ficción un <span style="text-align: justify;">modelo de sociedad que no presente la mayoría de problemas debidos a tensiones o desigualdades actualmente existentes, relatada con el habitual rigor, coherencia y verosimilitud que caracteriza a la ciencia-ficción. Pero en la práctica nos encontramos con un extraño bloqueo y una serie de problemas:</span><span style="text-align: left;"> </span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;">El <i>primero</i></span><i> </i>de ellos es el de las propias ideologías y anhelos políticos, acerca de un orden tal vez idealizado y construido como consecuencia de impulsos viscerales no reconocidos provenientes de pasados familiares no demasiado alegres. Lograr la necesaria objetividad para construir una propuesta de orden social que logre lo señalado no es sencillo, pero es indispensable.</p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: justify;">El <i>segundo </i>es que en algunos casos son percibidos como auténticos ataques políticos a los responsables de la situación que exista en el momento de la propuesta, aunque su verdadera intención no sea esa en absoluto. De una u otra manera, habrá que enfrentarse a la maquinaria institucional del <i>establishment </i>que de manera ciega, filtra todo lo que no encaja dentro de sus reglas diseñadas para garantizar su autosubsistencia. No sería la primera vez que los autores han de camuflar sus obras para que no se vean arrinconadas en el ostracismo. En este caso se hace especialmente complicado ya que es necesaria cierta visión explícita y evidente para que las ideas lleguen a su destino. Aunque parece que en los tiempos recientes esta respuesta reaccionaria se está relajando.</blockquote><blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: right;"><i></i></blockquote></blockquote><div style="text-align: right;"></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: right;"></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: right;"><i>Con la iglesia hemos dado, Sancho</i></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: right;">―don Quijote de la Mancha</div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: right;"></div></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"></blockquote></blockquote><div style="text-align: right;"></div><p style="text-align: right;"></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: justify;">La <i>tercera</i>, la peor y más complicada de todas —en cuanto se intenta poner sobre la mesa se acaba entrado en un jardín de difícil salida o en un charco de profundidad desconocida— sería la paulatina perdida del <i>sentido de lo correcto</i>. La peor porque es la que más tiempo lleva haciendo camino en toda la cultura occidental.<span style="text-align: left;"> </span>Sin entrar en demasiados detalles, podría establecerse un punto de inflexión en el que el patrón de pensamiento de la sociedad del que se partía era el siguiente: </blockquote><p></p><ol style="text-align: left;"><ol><li><span style="text-align: justify;">Creo en mis ideas.</span></li><li><span style="text-align: justify;">Creo en ellas porque </span><i style="text-align: justify;">creo </i><span style="text-align: justify;">que son correctas, sino no creería en ellas.</span></li><li><span style="text-align: justify;">Como mis ideas son las correctas, lo que hacen los demás </span><i style="text-align: justify;">es incorrecto</i><span style="text-align: justify;">.</span></li><li><span style="text-align: justify;">En la medida pueda, lo correcto sería </span><i style="text-align: justify;">obligar </i><span style="text-align: justify;">a los demás a hacer </span><i style="text-align: justify;">lo correcto</i><span style="text-align: justify;">.</span></li><li>Si llego al poder, estaré legitimado a usar la capacidad coactiva del estado a obligar por ley a los demás a que hagan lo correcto, es decir, mis ideas. </li></ol></ol><p></p></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p></p><div style="text-align: justify;">Naturalmente, el lector más avezado habrá identificado que el mencionado punto de inflexión no sería otro que la 2GM. Todos concordaremos en que en efecto era necesario mejorar dicho patrón y que había que ponerse manos a la obra. El problema es que a lo que se ha llegado es a esto:</div><p></p></blockquote><p></p><ol style="text-align: left;"><ol><li style="text-align: justify;">No creo en nada en concreto ya que todas las ideas son igual de buenas (o malas)</li><li style="text-align: justify;">Como no existe entonces un criterio de qué es lo correcto, hago lo que me da la gana (o lo que me dejan).</li><li style="text-align: justify;">Los demás hacen también lo que les da la gana (o lo que les dejan), y yo me junto con los que hacen lo mismo que yo, y los demás son <i>raros</i> (o <i>frikis</i>, o «no tienen ni puta idea»).</li><li style="text-align: justify;">Si alguien opina que lo que hace alguien es incorrecto, es un <i>fascista </i>porque intenta imponer su visión del mundo.</li><li style="text-align: justify;">Para llegar y estar en el poder se ha de contentar a la máxima cantidad de gente para que le voten. Como no se puede contentar a todos, los que no le voten harán lo que les dé la gana (o lo que les dejen). </li></ol></ol><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">Sinceramente, la sensación es que la sociedad comenzó bien pero en determinado momento se perdió en el proceso. No hay apenas frontera divisoria entre pensar que un concepto es incorrecto con que te acusen de pretender prohibirlo o imponer una idea que lo sustituya. Es algo así como la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pendiente_resbaladiza" target="_blank">falacia de la pendiente resbaladiza</a>, no hay término medio. Pero lo peor de todo son las consecuencias: como cada uno hace lo que le da la gana (o lo que …), continúan igual o en aumento los casos de abusos sexuales; la falta de criterio de la sociedad es tal que es inevitable que la aprovechen con manipulación a través de propaganda tanto de medios públicos como privados; líderes populistas de ambos signos se alzan por doquier; inestabilidades políticas graves en países que hasta hace poco eran ejemplos de la cultura occidental y finalmente, el uso de la fuerza coactiva del estado para reprimir de cuajo problemas sociales. Todo esto ocurre porque la cuestión de si es correcto o no se convierte en una cuestión de mera ideología.</div></blockquote><div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: right;"><i>Hay un culto a la ignorancia en Estados Unidos y siempre lo ha habido. La tensión del anti-intelectualismo ha sido una amenaza constante haciéndose camino a través de nuestra vida política y cultural, nutrida por la falsa noción de que la democracia equivale a decir que “mi ignorancia es tan buena como tu conocimiento”</i></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: right;">—<b>Isaac Asimov</b></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"></blockquote></blockquote><p style="text-align: right;"></p></div><p style="text-align: justify;">Para que una utopía cumpla con los puntos propuestos y no se trate de la implantación de una propuesta particular e interesada de un sector concreto, sino de una que sea asumida por la sociedad de manera profunda, tiene el problema de que es imposible en la situación actual en la que cada individuo cree <i>en lo que le da la gana </i>(…). Tal vez no le guste de verdad a casi nadie ya que habría que tomar decisiones difíciles. En general, todos, de una u otra ideología, deberían hacer autocrítica y prescindir voluntariamente de parte de sus dogmas, por mucho que les cueste. No por ningún motivo concreto, sino porque tal vez no haya otra manera de alcanzarla. No obstante, en la ciencia-ficción de momento sí que pueden hacerse propuestas que partan de un supuesto que añada ese factor aglutinador de la sociedad de manera que nos convenza para dar el paso. En definitiva, aun a riesgo de parecer ingenuo, lo que le falta a la utopía, somos nosotros.</p><h3 style="text-align: left;">Enlaces</h3><div><ul style="text-align: left;"><li><a href="https://www.youtube.com/watch?v=cTTGcyrVHfY" style="text-align: justify;"><i>Imaginarios políticos del futuro | Sesión 1. ¿Basta de distopías? | Con Isaac Rosa y Francisco Martorell</i> (La Caja Books) [YouTube]</a></li><li><a href="https://www.eldiario.es/cultura/libros/aaron-bastani-comunismo-lujo-automatizado_1_2722007.amp.html" style="text-align: justify;"><i>Aaron Bastani, el 'socialista millennial' que defiende un 'comunismo de lujo' gracias a la tecnología</i> (elDiario.es</a>)</li><li><a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2022/07/sobre-gustos-si-se-ha-escrito.html"><i>Sobre gustos sí se ha escrito</i> (Al final de la Eternidad)</a></li></ul><p></p></div>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-40453129310343533302023-04-14T10:00:00.024+02:002024-02-02T12:49:56.059+01:00La utilidad de la ciencia-ficción<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH58XCKWCf6R6RQ3f2dMd5_oGZWbc2y7Dj5ImaPMyYiTpKJKXw48b58pwqJcnAffCdg2N2dFn5xi7O2P3xG_iOx87IKj4zKwGllZ4TDa50_qkN5l-SoiVHuV1Z7TVnbsJTcJVqLCDEzfNXZNjWnIlwWN9rujqMugzfWxhdpYnfDiSsN0C_F_5prWwhYQ/s823/imagen_2023-04-12_133535490.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="La utilidad de la ciencia-ficción" border="0" data-original-height="405" data-original-width="823" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH58XCKWCf6R6RQ3f2dMd5_oGZWbc2y7Dj5ImaPMyYiTpKJKXw48b58pwqJcnAffCdg2N2dFn5xi7O2P3xG_iOx87IKj4zKwGllZ4TDa50_qkN5l-SoiVHuV1Z7TVnbsJTcJVqLCDEzfNXZNjWnIlwWN9rujqMugzfWxhdpYnfDiSsN0C_F_5prWwhYQ/w400-h196/imagen_2023-04-12_133535490.png" title="La utilidad de la ciencia-ficción" width="400" /></a></div><br /></div><div><div style="text-align: justify;">El arte y la literatura de ficción en general cumplen con una <a href="https://www.isep.es/actualidad/lectura-y-empatia-leer-ficcion-nos-hace-mas-empaticos/" target="_blank">importante función para nuestras mentes</a>. La ciencia-ficción además, tiene <a href="https://www.antena3.com/noticias/cultura/amantes-lectura-son-personas-mas-empaticas-segun-estudio_20170507590ee0290cf22906e6b6e761.html" target="_blank">algunas peculiaridades</a> que hacen de ella algo especial. La siguiente es una lista de algunas de esas facetas singulares que un servidor ha acumulado a lo largo de los recientes años, sobre la capacidad potencial de la ciencia-ficción para influir positivamente en nosotros:</div><p></p><p></p><h2 style="text-align: justify;">Pensamiento alternativo</h2></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div><div style="text-align: justify;">Incluso la ciencia-ficción más clásica y conservadora puede provocar en el lector la necesidad de reformular el mundo a su alrededor con diferentes premisas. Aunque las motivaciones puedan variar, el género lleva consigo un <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2011/06/el-miedo-al-error.html">cuestionamiento de las convenciones</a> sobre lo establecido (no solo lo tecnológico, sino también político, ético o social). Al transitar por caminos inexplorados, prepara las mentes de los lectores para convertir en realidad algunos de esos caminos que comenzaron en la imaginación.</div></div></blockquote><div><h2 style="text-align: justify;">Romper las escalas </h2></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">Estamos circunscritos a desenvolvernos dentro de nuestros ámbitos, limitados por las posibilidades tecnológicas del momento. Por ejemplo, en el medievo el mundo en el que vivían los seres humanos se reducía a poco más que el poblado donde nacían. Hoy en día, es posible viajar a la otra punta del planeta en un día, gracias a lo cual la Humanidad comienza a pensar globalmente. Por tanto, para prever retos futuros o para encontrar soluciones más allá del horizonte, es necesario superar esas limitaciones. Antes de que existan las posibilidades tecnológicas para lograrlo, la ciencia-ficción nos permite <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2017/01/rompiendo-escalas.html">romper las escalas</a> temporales y geográficas en las que estamos habituados a pensar, ayuda a expandir la mente más allá de nuestro entorno, a derribar prejuicios y muros conceptuales, situándonos ante escenarios extraordinarios, preparándonos para enfrentarnos a retos nunca antes experimentados.</div></span></div></blockquote><div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi131nnuljQWj3tGkLTpTrHFg_W5HMhSYte2CPU7EcqSYZM2GKXZIK8a-X3Q4mSPXLSK5pvCCsr6Z1Y_e0_rkgj_B_sGCeQydD2s9ssxKblNXPp50yOFI7q0tescQ6pHaW0LJmwHWlVP3ktJKDG2sUw5OI_fPiwGX6NA9Cd2DACJ7R_BoZNurQfpDAp4w/s737/imagen_2023-04-11_220622157.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="346" data-original-width="737" height="188" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi131nnuljQWj3tGkLTpTrHFg_W5HMhSYte2CPU7EcqSYZM2GKXZIK8a-X3Q4mSPXLSK5pvCCsr6Z1Y_e0_rkgj_B_sGCeQydD2s9ssxKblNXPp50yOFI7q0tescQ6pHaW0LJmwHWlVP3ktJKDG2sUw5OI_fPiwGX6NA9Cd2DACJ7R_BoZNurQfpDAp4w/w400-h188/imagen_2023-04-11_220622157.png" width="400" /></a></div></div></span><h2 style="text-align: justify;">Evita prejuicios </h2></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">Al no estar sujetos a un lugar, sociedad o época determinada, el lector puede <a href="https://www.ondacero.es/solo-ondaceroes/kinotico/diego-luna-cienciaficcion-poderosa-como-herramienta-porque-bajamos-guardia_202209156322ca14891aaf0001b562f1.html" target="_blank">evitar asociarlo con alguna coyuntura</a> conocida junto con los prejuicios que arrastre. Este aspecto es compartido con la Fantasía con la diferencia de que en la ciencia-ficción no son mundos mágicos alejados completamente de nuestra realidad, sino aquellos que aun siendo ficticios son al mismo tiempo lo suficientemente reconocibles como para identificarnos con ellos. El autor de ciencia-ficción podrá de esta manera tanto ubicar al lector en un Marte improbable como desubicarlo en una galaxia muy lejana, lo necesario que le permita escoger con detalle aquellos aspectos de la realidad que le sean útiles para transmitir el mensaje deseado.</div></span></div></blockquote><div><h2 style="text-align: justify;">Mayor precisión narrativa</h2></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div><div style="text-align: justify;">La ciencia-ficción no está sujeta a los límites de lo real, lo que no implica que tenga que desligarse de ello, como ocurre en la Fantasía. Esta ausencia controlada de limites permite al autor ubicar con mayor precisión un relato concreto sobre nuestra realidad en el presente, sin verse condicionado. Se modificaran o eliminaran aquellas partes que entorpezcan el relato, sustituyéndolas de manera coherente con los elementos ficticios adecuados, como situarnos en un futuro con tecnologías y sociedad acorde. </div></div></blockquote><div><h2 style="text-align: justify;">Complicidad lector-autor</h2></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">En la Fantasía los mundos expuestos no tienen pretensión de ser tratados como si fueran reales, siendo los únicos límites los estéticos, además de los de toda obra cultural. En la ciencia-ficción sin embargo, aunque existen partes modificadas o añadidas que son ficticias, los mundos se muestran <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2011/03/la-concesion-cientifica.html">con pretensión de verosimilitud</a>. Esto implica que en la ciencia-ficción se han de seguir unas normas de coherencia para que el resultado aparente ser consistente. Dada esta situación el principal parámetro que va a permitir ser valorada una obra correctamente por los lectores es el de la comprensión por parte de estos del esfuerzo realizado por el autor para recrear ese mundo. De lo contrario puede ocurrir que el género sea malinterpretado y confundido con ciertos ensayos que sin mostrar claramente la frontera entre ficción y realidad, relatan la visita de antiguos alienígenas y otra falsa mitología similar. No cabe duda que esta necesidad de comprensión por parte del público lector representa <a href="https://www.20minutos.es/noticia/3195473/0/lectores-ciencia-ficcion-personajes-estudio/" target="_blank">un inconveniente</a> en cuanto a popularidad, pero es el precio a pagar para lograr un objetivo más importante, como es el de <b>implicar un actitud del lector activa</b>. Este ha de estar atento no solo a la trama del relato y los personajes, sino a la propia construcción y características del mundo en el que se desenvuelve la acción, comprendiendo sus repercusiones.</div></span></div></blockquote><div><div style="text-align: justify;"><h2>Experimentos mentales</h2></div>
</div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div><div><div style="text-align: justify;">Para contar con la precisión necesaria la historia que desea, el autor de ciencia-ficción ha de alterar las «piezas» de ese grandioso puzle que constituye nuestra realidad. Para sostener el universo resultante de esa modificación, esas piezas han de ser sustituidas por otras ficticias recreadas adecuadamente para que encajen en los huecos dejados, por lo que es necesario <a href="https://www.gamereactor.es/todo-lo-que-mass-effect-me-enseno-sobre-fisica/" target="_blank">seguir las mismas reglas de la realidad</a> para poder lograrlo. Este mecanismo es exactamente el que científicos como <b>Albert Einstein</b> siguieron para elaborar la Teoría de la Relatividad, al imaginar cómo se vería el mundo si un objeto con masa como nosotros pudiera viajar a la <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2019/08/mas-rapido-que-la-luz.html">velocidad de la luz</a>, concepto que en principio no era ––ni es— posible realizar. Por este motivo, las obras de ciencia-ficción son experimentos mentales cuyo alcance es indeterminado. Tal vez ilimitado.</div></div></div></blockquote><div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUtXm9GBmZsTL1hgR-jXK5mANLPXwgAVLWuDbzt2f9NGK8D2aaGltu7DYEPWdqmlyqD-pRiSAyta92J4VjDE_OoAcC-NkoajRFNR7akqso_i-1pARIlA0eiUWLqMRs2J_-1YjoWVFtJRh4t3NB_Csl2R5T_GgDyHWvHEsk-82Dm4MxVSHLxfyHx5ew-g/s822/imagen_2023-04-12_182512045.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="419" data-original-width="822" height="204" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUtXm9GBmZsTL1hgR-jXK5mANLPXwgAVLWuDbzt2f9NGK8D2aaGltu7DYEPWdqmlyqD-pRiSAyta92J4VjDE_OoAcC-NkoajRFNR7akqso_i-1pARIlA0eiUWLqMRs2J_-1YjoWVFtJRh4t3NB_Csl2R5T_GgDyHWvHEsk-82Dm4MxVSHLxfyHx5ew-g/w400-h204/imagen_2023-04-12_182512045.png" width="400" /></a></div></div><div><h2 style="text-align: justify;">Lenguaje común <span style="color: #666666; font-size: xx-small;">(añadido el 03/05/2023)</span></h2></div></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">Por todo lo visto, la ciencia-ficción ha venido creando desde que comenzó su andadura una serie de conceptos que han ido añadiéndose al acervo cultural de las sociedades. Estas ideas sirven para simbolizar retos y expectativas para las que todavía no existe un lenguaje formal, pero que tarde o temprano, las comunidades de especialistas, ingenieros y científicos tendrán que diseñar nuevas soluciones. De esta manera, el género sirve de lenguaje compartido que dota de <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2017/07/carencia-de-innovacion.html" target="_blank">símbolos reconocibles</a> que mejoran la eficiencia del trabajo en equipo y la comunicación, al dotarnos de una base sobre la que partir.</div></blockquote><div><div><h2 style="text-align: justify;">Imaginar futuros</h2></div></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div><div><div style="text-align: justify;">Se hace difícil imaginar un futuro en un mundo y una época tan cambiante como la reciente en la que los traumas ocasionados por pandemias, guerras o crisis económicas, provocan una incertidumbre paralizante. Sin embargo, es necesario hacerlo si deseamos dejar de repetir un mismo <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2014/01/pesimismo-del-presente.html">presente deprimente</a> una y otra vez. La ciencia-ficción permite alejarse lo suficiente de ese mundo tan decepcionante en la actualidad, pero no demasiado como para perderse en evasiones atrayentes y fáciles. Futuros posibles a los que se llega a través de una ruta mental trazada por caminos pavimentados con la solidez de una especulación racional y coherente.</div></div></div></blockquote><div><h2 style="text-align: justify;">Alimentar el <i>sentido de la maravilla</i></h2></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div><div><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">Pero lo más importante y cuya escasez aumenta en una sociedad tan saturada de información redundante que sucumbe a la llamada <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Economía_de_la_atención" target="_blank"><i>economía de la atención</i></a>, es la capacidad de asombro. En este contexto de medios de información orientados a captar esa codiciada atención en los que las buenas noticias y los logros importantes pocas veces aparecen en los titulares, la ciencia-ficción nos ofrece la posibilidad de recrearnos con maravillas tecnológicas o con extraordinarios paisajes de planetas distantes. Imágenes ficticias que sin embargo, dejan en nuestras mentes el anhelo por alcanzarlas, convirtiendo el mensaje en un reducto de esperanza.</div></span></div></div></blockquote><div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;">Imágenes generadas con tecnología DALL·E (<a href="https://www.bing.com/create" target="_blank"><i>Image Creator Bing</i></a>)</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"></span></p><span style="font-size: x-small;">Entrada publicada posteriormente en el <a href="https://planetasprohibidos.blogspot.com/2023/04/la-utilidad-de-la-ciencia-ficcion.html">blog <i>Planetas Prohibidos</i></a> y en la plataforma <a href="https://www.linkedin.com/article/edit/7159147655728705536/" target="_blank">LinkedIn</a></span><p style="text-align: justify;"><br /></p></div>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-52840454469265982952023-02-20T00:00:00.009+01:002023-02-21T21:16:20.776+01:00Civilizaciones de las estrellas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9czatNzuiHqbPePsT0I_zRn8aIv84FvM-taNJlPvI43LZIj8hygEVFzm6ycAalkYkccO8NfIETYrzx-zNRy1a3vK_K57rxH9oGImmu3lzy2uUqXqTn9vGgjzfdm2yWa2PyGTnznV_ENsxbeWKREHDcCjPkLP6sHyfH-VILnZDz9ijPSMKUnJO_TIY3Q/s1931/via_lactea.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="La Vía Láctea, nuestra galaxia" border="0" data-original-height="881" data-original-width="1931" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9czatNzuiHqbPePsT0I_zRn8aIv84FvM-taNJlPvI43LZIj8hygEVFzm6ycAalkYkccO8NfIETYrzx-zNRy1a3vK_K57rxH9oGImmu3lzy2uUqXqTn9vGgjzfdm2yWa2PyGTnznV_ENsxbeWKREHDcCjPkLP6sHyfH-VILnZDz9ijPSMKUnJO_TIY3Q/w400-h183/via_lactea.png" title="La Vía Láctea, nuestra galaxia" width="500" /></a></div><br /></div>
<div style="text-align: justify;">Una de las propuestas más comunes en la ciencia-ficción es el viaje a otras estrellas, establecer colonias en los planetas que lo permitan y entablar contacto con posibles especies inteligentes que los pueblen. En la <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Edad_de_Oro_de_la_ciencia_ficción" target="_blank">Edad de Oro de la ciencia-ficción</a></i> era habitual imaginar grandes y esplendorosos navíos de bruñidos fuselajes, en cuyo interior se ubicaba una experta tripulación habituada a grandes aventuras y magníficos proyectos de exploración. En definitiva, la ciencia-ficción daba por supuesto un futuro en el que nuestra especie habría superado los grandes desafíos que suponen los hipotéticos vuelos interestelares, no solo los tecnológicos, sino los sociológicos que implican la prolongada estancia de un grupo de personas en un entorno cerrado y en constante incertidumbre sobre su lugar de destino. </div><p></p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, en los últimos tiempos se está asistiendo a un tipo de ciencia-ficción que muestra a nuestra especie cayendo en apocalipsis, distopías o periodos de decadencia, llegando a presentar en ocasiones una anacrónica situación en la que la humanidad se embarca en arriesgadas y prolongadas misiones en el distante espacio, pertrechada de un equipo de personas cuya capacidad de lograr una porción de la tarea encomendada resulta difícil encontrar. Es decir, se habría pasado de obviar para no entorpecer el relato el aparentemente lógico y necesario proceso de maduración, formación y educación social para acometer tales proyectos, a no solo ignorarlo por completo, sino transgredirlo visiblemente: sociedades altamente tecnologizadas pero cuya organización no difiere de la actual salvo en la acentuación de sus defectos. Resulta inevitable observar cierta negligencia al especular con sobrepasar determinado umbral de capacidad tecnológica sin mostrar un desarrollo educacional de la sociedad acorde, de manera que sea capaz de manejar el enorme potencial autodestructivo. Se puede hablar por tanto de cierta incongruencia al extrapolar el futuro de manera parcial, sin importar lo <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2012/02/la-coherencia-de-blade-runner.html" target="_blank">incoherente</a> que pueda ser. Ni tan siquiera se proporciona una explicación al contexto adecuada dentro de la historia, aspecto importante en el género de la ciencia-ficción, circunstancia que tal vez sea la que ha logrado que este género llegue hasta nuestros días desvirtuado y convertido en algo muy distinto de aquel de mediados de siglo pasado.</p><p style="text-align: justify;">Las distopías no son intrínsecamente incoherentes, son tal vez, en todo caso, idealizaciones como lo puedan ser sus contrapartidas utópicas. Ambas visiones tienen sus aspectos positivos, y si se muestran de manera proporcionada pueden combinar un mensaje completo, mostrando ambas caras de la moneda. El exceso de distopías y los motivos que lo ocasionan ya se ha tratado con toda profundidad (<i><a href="https://www.lacajabooks.com/libro/contra-la-distopia/" target="_blank">Contra la distopía</a></i> —<b>Francisco Martorell</b>, 2012—) por lo que no se añadirá nada en este sentido. Sí que se va a señalar la incongruencia en la que se incurre al mostrar sociedades inmaduras que replican con fruición todos los vicios del presente, sin padecer los peligros y riesgos que implica un desarrollo tecnológico extraordinario que parecen alcanzar, sin embargo, sin relativa dificultad. Una de las principales voces que ha señalado este error es <b>Jill Tarter</b>, fundadora del proyecto SETI, quien argumenta que un avance tecnológico ha de implicar un aumento de la responsabilidad en su uso y por tanto, una <a href="https://www.elespanol.com/ciencia/investigacion/20160916/155985020_0.html" target="_blank">disminución de la violencia</a> y de los conflictos. Hay que puntualizar que el postulado que se defiende no es que la tecnología por si misma vaya a mejorarnos como especie, sino más bien al contrario: si no se aprende a controlarla podría implicar la desaparición de la misma, por lo que el hecho de imaginar civilizaciones que han atravesado la galaxia o a la nuestra haciendo lo propio es porque necesariamente, se ha madurado como colectivo y aprendido a superar los riesgos comentados. En definitiva, para mostrar a la humanidad de una manera coherente manejando tecnología poderosa, <b>se ha de describir un contexto cuyo paradigma social y político a nivel global sea el adecuado para hacer frente a las nuevas situaciones que las disrupciones tecnológicas producen</b>.</p><p style="text-align: justify;">Precisamente, si se presta atención a ciertos aspectos logrados por la humanidad en lugar de sucumbir a la tendencia mayoritaria de mostrar sus rasgos más impulsivos y egoístas, nuestra especie ha pasado por épocas en la que el riesgo de una <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Destrucción_mutua_asegurada" target="_blank">destrucción mutua asegurada</a> ha sido máximo y el resultado fue el de ser conscientes de la necesidad de establecer acuerdos en base a un dialogo entre los principales responsables políticos. Sí, cierto es que todavía queda mucho por solucionar, pero nadie dijo que haya que quedarse de brazos cruzados ni que fuera a ser fácil. A nuestra especie le queda todavía acordar qué hacer con otras tecnologías casi tan dañinas, aunque con plazos de destrucción mucho más largos que el armamento nuclear y por tanto, más difíciles de demostrar. Así mismo, queda por ver qué hacer con países que deciden ir por su cuenta —llámese China, Rusia o EEUU— o grupos de activismo violento que puedan tener acceso a este tipo de armamento, sea nuclear, biológico o tecnológico. Es decir, no basta con que los representantes políticos tengan cubiertas sus responsabilidades inmediatas, hay que preocuparse también del resto de la población del planeta.</p><p style="text-align: justify;">Dejando la geopolítica para otro momento y lugar, intentemos situar el punto de inicio de esta paradójica tendencia. Antes de la llegada del ciberpunk, la producción cultural poseía una mayor diversidad creativa, gracias a la cual cada gran estreno nos mostraba visiones distintas y originales: desde <i>Planeta Prohibido</i> (1952), hasta <i>Mad Max</i> (1979), pasando por <i>Cuando el destino nos alcance</i> (1973) o <i>La fuga de Logan</i> (1976), visiones tanto positivas como negativas, donde se correspondía la manera de usar los recursos y avances tecnológicos con el escenario mostrado como su resultado, dejando entrever cierto respeto por la coherencia interna de la obra. En el medio literario, <i>El viaje del Beagle espacial</i> (<b>Alfred E. van Vogt</b>, 1939~1955) es una obra clave por cuanto el tronco principal del argumento consiste en cómo la organización social de su tripulación y la manera de enfrentarse a retos desconocidos gracias a aprovechar todo el conocimiento humano, es determinante. En la poca veces recordada <i>Ikarie XB-1 </i>(<b>Jindřich Polák</b>, 1963) —tal vez por pertenecer a otro bloque geopolítico—, el principal desafío de la tripulación es enfrentarse a la vida prolongada en el espacio y alejarse de su planeta de origen. Pero la saga que ha llegado hasta nuestros días y cuya seña de identidad son precisamente los nuevos paradigmas de organización y superación de prejuicios, es <i>Star Trek</i> (1966), cuyas fuentes de inspiración son probablemente muchas de las obras mencionadas. Sin embargo, si bien este relato de un grupo humano en su viaje a las estrellas es un ejemplo magnífico de corresponder la organización como equipo con su desempeño al enfrentarse a nuevos retos y superarlos, posee dentro de su canon creativo, paradójicamente, un ejemplo de lo contrario: el <i>espejo oscuro</i>. En esta faceta clásica de este universo, se muestra un plano paralelo de la existencia a donde los protagonistas van a parar por accidente. En esta realidad alternativa, la tripulación se organiza acuerdo a estereotipos propios del siglo XV, imperialistas y autoritarios, resultando poco creíble que pudieran llegar a donde están.</p><p style="text-align: justify;">En cualquier caso, todo parecía ir bien. Sin embargo, tras la Guerra de Vietnam (1955~1975) la sociedad de los EEUU cayó en un pesimismo social del que no llegó a a recuperarse. Teniendo en cuenta la influencia reciproca entre el estado anímico de la sociedad y las obras que genera, parece que se produjo un punto de inflexión por el cual la sociedad de aquel país —tal vez el más influyente en la cultura occidental— dejó de ser capaz de generar nuevas obras sin evitar permear un derrotismo pesimista, por el cual parecía existir un designio inevitable: no importaba cuan sofisticada y potente fuera la tecnología, las personas que la manejaban producto de la sociedad estadounidense, fueron incapaces de imponerse a un pequeño país asiático. La producción cultural se dedicó pues a reproducir los defectos y carencias de la sociedad en entornos exageradamente tecnológicos, como intentando exorcizar el fracaso. En este contexto de pesimismo en paulatino aumento, apareció una de las más famosas, queridas e influyentes sagas de la ciencia-ficción, aunque en esta ocasión haya que señalarla de manera no tan amistosa, dado que parte de esa influencia negativa ha perdurado hasta nuestros días: <i>Alien: el octavo pasajero</i> (1979). En esta obra, su director iba a construir una sociedad corrupta donde la humanidad se veía incapaz de lograr progresar como tal, en la misma medida que la tecnología crecía a su alrededor, imagen simbólica que quedó plasmada de manera literal en su siguiente trabajo igual o más influyente en el mismo sentido: <i>Blade Runner</i> (1982). De esta manera se consumó la parálisis creativa, llegando a la actualidad vinculando inevitablemente la ciencia-ficción con ciudades ominosas y oscuras de macroedificios semiabandonados, a la vez que la tecnología vuela entre ellos con arrogancia, ignorante de los problemas de la superficie a los que no presta solución, sino tal vez todo lo contrario. </p><p style="text-align: justify;">Un caso llamativo reciente es la serie de televisión <i>Another Life</i> —<i>Otra Vida</i>— (2019), donde aparece una extraordinaria nave espacial capaz de curvar el espacio-tiempo, con una tripulación gobernada —antes de que nuestra querida <b>Katee Sackhoff</b> se ponga al frente, lo cuál no soluciona mucho— de manera primitiva con el clásico <i>macho-alfa</i> al mando de individuos con traumas personales sin superar, llenos de rencillas entre ellos. Al parecer, no existía mejor tripulación para salvar a la humanidad frente a una amenaza desconocida a bordo de un potencialmente peligroso navío espacial para viajar al otro extremo de la galaxia —a pesar del escaso interés generado fue renovada por una segunda temporada, mientras que otras series muchísimo más interesantes desaparecen tras una primea tentativa—. Pero el caso paradigmático más notable de todos se trata de una obra literaria que ha cosechado una gran éxito en los años recientes lo que le ha merecido para ser adaptada a formato de serie nada menos que en dos ocasiones... ¡simultáneamente!: <i>La Trilogía de los Tres Cuerpos</i> (<b>Cixin Liu</b>, 2016). Si bien su autor hace un despliegue extraordinario de habilidad narrativa, imaginación y originalidad, el relato resulta tramposo: sin ánimo de desvelar la trama más de lo necesario, a los lectores se les aparece una nueva situación cuando La Tierra contacta con una civilización alienígena, pero al explorar qué clase de dialogo podría darse, se asume que el comportamiento de dos civilizaciones que se encuentran por primera vez va a ser el mismo en cualquier parte de la inmensidad del cosmos, al replicar patrones caducos y primitivos cometidos por la humanidad hace siglos, a pesar de que en cierta medida los lleva superados —es decir, ignora o desprecia <a href="https://www.ted.com/talks/steven_pinker_the_surprising_decline_in_violence" target="_blank">todo el progreso efectuado desde entonces</a>—. Para llegar hasta aquí, hace aparecer a conveniencia «casualmente» otros factores que surgen de las profundidades del universo en ese preciso momento, como si se hubieran puesto de acuerdo para presentar un calendario de acontecimientos que imposibiliten a la humanidad evolucionar socialmente. Y cuando las cosas se ponen difíciles, decide mostrar lo peor de nuestra especie, como si fuera la única posibilidad. Pero lo más significativo es la incongruencia de imaginar civilizaciones capaces de destruir sistemas solares enteros con un esfuerzo mínimo —usando para ello un supuesto científico que roza el esperpento para el lector más versado en ciencia— sin que exista la posibilidad de que una tecnología igual o más avanzada en otra parte del universo, pueda anular dicha capacidad ofensiva y les permita darse a conocer y explorar el cosmos con valentía y atrevimiento. En su lugar, prefiere optar por mostrar al universo como un lugar de muerte, desconfianza y extrema disuasión, aunque ello implique el uso retorcido del género. Su autor, originario de China, parece efectuar una critica destructiva sobre todo a la civilización occidental, sin ofrecer una posibilidad de evolución social respecto al panorama actual. </p><blockquote><p style="text-align: right;">«<i>La Tierra es la cuna de la humanidad, pero no podemos vivir para siempre en la cuna</i>»</p></blockquote><p style="text-align: right;">—<b>Konstantín Tsiolkovski</b>, artífice del programa espacial soviético</p><p style="text-align: justify;"><i>Voyagers </i>—<i>Instintos Ocultos</i> en España— (<b>Neil Burger</b>, 2021) es de las pocas obras recientes que tratan sobre cómo nuestra naturaleza puede constituirse en un obstáculo para salir de nuestro hábitat natural, de nuestra cuna biológica, y existir en otros lugares del Cosmos. En ella se usan las drogas como elemento regulador de nuestros instintos biológicos, una solución fácil basada en un cliché sacado de clásicos como <i>Un Mundo Feliz</i>, lo que le resta originalidad. Pero en todo caso, muestra que estamos adaptados a un entorno que hace ya muchos siglos dejó de existir. Paradójicamente, ha sido nuestro propio neocórtex y sus habilidades transformadoras lo que ha acabado por desadaptarnos al mismo. Ahora bien, nadie ha intentado explorar con detalle de qué manera esas características biológicas <a href="https://qz.com/1306065/the-most-dangerous-and-misunderstood-threat-to-humanity-is-the-human-mind" target="_blank">nos resultan inadecuadas</a>, con el objetivo de introducir ese conocimiento en la educación de las nuevas generaciones. De esta manera, se podría obtener una nueva sociedad que conozca el origen de sus instintos biológicos y todas sus consecuencias. Una nueva humanidad evolucionada para dar el salto hacia nuevos retos. Una Humanidad que no desea aspirar a quedarse en este trozo de roca, aun suponiendo que logre mantenerlo apto para nuestra supervivencia. Tarde o temprano, también por nuestra propia naturaleza exploradora, dirigiremos la mirada de manera ensoñadora hacia las estrellas. Al igual que antaño era el Océano el horizonte cuya línea definía el límite a nuestra ansia de conocimiento, ahora es la Vía Láctea, una línea de estrellas tras las cuales, nos espera todo un Universo por explorar.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p></p>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-41249449418095448762023-01-02T00:00:00.050+01:002023-01-10T08:58:26.693+01:00El No-lugar<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih7RIEBtVBShiFfUerRJUE6kTwQpzph5_9z8fiFjmR9UwWbwidn0aW09N981u2sm7CEuTR-K-qZ642VEZniPib2MzfH7iT9KiOQ8PiBrmUJdAt3pE-swcYRLJsOtVCHMggzw_sS1CgiTWBfmcKpwuE_3sbzU7FaWZ_RDKOc1J__Hb3QCvxjfZ7ucYjgQ/s465/imagen_2022-11-28_201800090.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="El no-lugar: gente de paso, libre y anónima" border="0" data-original-height="225" data-original-width="465" height="194" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih7RIEBtVBShiFfUerRJUE6kTwQpzph5_9z8fiFjmR9UwWbwidn0aW09N981u2sm7CEuTR-K-qZ642VEZniPib2MzfH7iT9KiOQ8PiBrmUJdAt3pE-swcYRLJsOtVCHMggzw_sS1CgiTWBfmcKpwuE_3sbzU7FaWZ_RDKOc1J__Hb3QCvxjfZ7ucYjgQ/w400-h194/imagen_2022-11-28_201800090.png" title="El no-lugar: gente de paso, libre y anónima" width="400" /></a></div></div><p></p><blockquote><div style="text-align: right;">«<i>Vivimos en una España de ciencia ficción</i>»</div><div style="text-align: right;">—<b>Miguel Bosé</b> en el año <a href="https://cadenaser.com/programa/2015/04/14/la_ventana/1428999377_296610.html" target="_blank">2015</a></div><p></p></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Hay muchas distopías. Tantas que, de hecho, en algunas ocasiones cuando se habla de ciencia-ficción se asocia de inmediato con estos escenarios donde los actuales defectos que vemos en las sociedades se han llevado al extremo. Como si imaginar escenarios futuros implicase de manera irremediable que sean peores. Hay variantes como escenarios postapocalípticos que pueden tener, sin embargo, cierto grado de optimismo, de mirada esperanzadora al futuro como la serie de televisión <i>Estación 11</i>. Esta es al parecer una de las pocas maneras en las que se transmite un mensaje positivo en una obra de ficción que pretenda mostrar un escenario alternativo partiendo de la realidad que conocemos. De cualquier manera, incluso en estos casos el resultado mostrado es siempre peor que la realidad actual. En definitiva, parece existir una barrera psicológica a la posibilidad de imaginar de manera realista un escenario mejor, una realidad mejor, una situación mejor, que pretenda ser una evolución, aunque ficticia e imperfecta, de la situación en la que nos encontramos. Este bloqueo se manifiesta de manera que en cuanto se muestra un escenario de estas características se define como «utópico», que suele conllevar paradójicamente un significado negativo, por asociarse con lo irrealizable. En ocasiones incluso se asocia con lo inimaginable, como si fuera una tarea imposible imaginar algo mejor que la situación actual, fuera de la mera fantasía «poco adulta» o de evasión. A menudo, la utopía resulta ser poco más que una tapadera de un oscuro y siniestro sistema con el que poco tiene que ver, de nuevo, asimilando que si algo es tan aparentemente ideal es que, en efecto, es falso, dificultando otra vez el mostrar escenarios evolucionados y realistas que se presenten como una mejora del mundo que nos rodea.</p><p style="text-align: justify;">Afortunadamente —o no, según como se mire— esta situación se da sobre todo en las corrientes principales de cultura popular —o <i>mainstream</i>— que cuentan con el apoyo del poder establecido —<i>establishment</i>— ya que fuera de este ámbito, existen otras tendencias culturales que circulan en sentidos diferentes, incluso contrarios. Una de ellas es el cada vez más conocido <i>Solar Punk</i>. Sin ánimo de entrar en detalles que pueden encontrarse en Internet, decir que en este subgénero la tecnología avanzada no lleva el estigma de simbolizar la degradación humana amplificando sus vicios y defectos como en el <i>Ciberpunk</i>, sino al contrario, proveernos de los mismos servicios fundamentales que nos hagan más cómoda la vida, pero de una manera en la que se prioriza la llamada sostenibilidad, es decir, que además de cumplir con su función lo haga dentro de unos parámetros de durabilidad, eficiencia energética y emisión de residuos mínima, antes que otros como rentabilidad comercial o facilidad de fabricación para abaratar costes, sin importar <i>a qué coste</i>. En definitiva, usar la tecnología para hacer que la propia tecnología sea mejor desde un punto de vista de utilidad social, sin caer fácilmente en la utilidad inmediata, pero creadora a la larga de más problemas.</p><p style="text-align: justify;">¿Cuál puede ser el origen de ese filtro mediático? Bien, el principal lugar donde hay que buscar es en aquellos ámbitos para los que una sociedad que imagina lugares y épocas futuras donde la mayoría de los problemas actuales no existen o están reducidos a su mínima expresión, les resulta una amenaza o un inconveniente. Efectivamente, una ciencia-ficción «utópica», o simplemente aquella que intenta trazar una ruta mental hacía un mundo mejor que el actual, emerge como una amenaza política para los responsables de dicho ámbito, sea o no su intención, al sembrar en la sociedad una esperanza realista, sólida, donde los autores han realizado un verdadero esfuerzo de especulación aun siendo en escenarios ficticios, lejos de la mera fantasía de unicornios, arco iris y gente con túnicas y flores en la cabeza. No por tener nada en contra de ellos, pero sí cuando se ofrecen como única opción frente a la distopía. Precisamente, en la serie <i>Moonhaven </i>especulan con un proyecto de sociedad donde se han corregido la mayoría de los problemas que han llevado a la Tierra a una situación insostenible, con la idea de aplicar dicho modelo en nuestro planeta. La serie muestra ideas interesantes, pero cae en una estética <i>hippie </i>estereotipada.</p><p style="text-align: justify;">¿Existe esa corriente cultural centrada en la construcción de futuros viables? Sí, aunque no debe sorprendernos si no la vemos en los principales escaparates ni anunciada en los grandes medios. No se trata tampoco de la literatura utópica clásica basada en la idealización, sino de cómo se ha comentado, ejercicios de especulación elaborados. Puede que todo empezara en el 2011 con <b>Neal Stephenson</b> y su artículo <i><a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2017/07/carencia-de-innovacion.html">Innovation Starvation</a></i>, donde apuntaba precisamente al papel que la ciencia-ficción tiene en la construcción de esos escenarios futuristas elaborados y la paulatina pérdida del empuje creativo en ese sentido. En el artículo, <b>Stephenson </b>relata su participación en el foro <i><a href="https://futuretense.asu.edu" target="_blank">Future Tense</a></i> de la Universidad de Arizona donde a día de hoy se continúa compartiendo ideas sobre el futuro de una manera constructiva, no fatalista. En la obra <i><a href="https://mitpress.mit.edu/9780262535427/twelve-tomorrows/" target="_blank">Twelve Tomorrows</a></i>, varios autores de ciencia-ficción se esfuerzan por mostrar distintos escenarios futuristas también alejados del catastrofismo. En España, una iniciativa similar ha surgido llamada <i><a href="https://tecnofuturos.com" target="_blank">Tecnofuturos</a></i>, pero en nuestro ámbito cultural. En cuanto a literatura, la iniciativa <i><a href="https://fundacionasimov.org/portfolio/tiempo-de-utopias/" target="_blank">Tiempo de Utopías</a></i>, promovida por <i>Fundación Asimov</i>, en su 1<sup>er</sup> <i>Premio Pragma</i> ha logrado agrupar cuatro relatos de estas características.</p><p style="text-align: justify;">Etimológicamente, utopía es el no-lugar, lo que significa que es aquello que no puede darse, que no puede existir. Efectivamente, esta definición no es muy esperanzadora y de alguna manera se configura como una de las principales trabas a la hora de imaginar un futuro mejor que el actual, no un futuro donde el principal cambio es el desarrollo tecnológico, en lugar del humano o el social. Sin embargo, un estudio antropológico ha encontrado otra definición para el <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/No-lugar" target="_blank">no-lugar</a></i>, alejada del concepto idealizado de la utopía. Un no-lugar real y visitable, donde las personas conviven de manera anónima, donde están de paso. Son también lugares sin banderas, sin fronteras y sin jerarquías. Lugares, a pesar de todo, donde las nuevas generaciones se encuentran. Tal vez el error es el intentar buscar un lugar perfectamente definido con una hoja de ruta y unas normas rígidas a seguir para mantener ese lugar soñado. Puede que la solución no sea buscar un lugar donde ir, sino un no-lugar donde estar. No imaginar lugares lejanos, para en su lugar, convertir cualquier lugar en lo que queremos. Tal vez no haya que pensar siquiera en un lugar, sino cambiarnos a nosotros para convertir allá donde estemos, en ese no-lugar que suponíamos que no podía existir.</p><br /><div><span style="font-size: x-small;"><b>Publicada posteriormente en el <a href="https://www.ciencia-ficcion.com/varios/firmas/f20230108g.htm" target="_blank">Vigesimosexto aniversario de <i>El Sitio de ciencia-ficción</i></a></b></span></div><div><span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-27824330719862572632022-12-16T19:00:00.003+01:002022-12-20T10:47:33.213+01:00El cine de fin de siglo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCTSBZ28fNJJvxJOhbKVrcpVMpdxPmu09tHvEFU59xPvWRZqLI-6U0BiLkJNJw6nTk5RqjRraJtE6bCqvQB0qcUOt3wSjjA6r8dQLBbXk48sRm-yHI5zh1FpWsluDYGdpGdA2qtqNrxmDg4e-56MV2tIHGL7aHejEl4UnCt0rcvPCJfeFNz9g1FYKljQ/s690/imagen_2022-12-16_104609682.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Películas de fin de siglo de ciencia-ficción" border="0" data-original-height="290" data-original-width="690" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCTSBZ28fNJJvxJOhbKVrcpVMpdxPmu09tHvEFU59xPvWRZqLI-6U0BiLkJNJw6nTk5RqjRraJtE6bCqvQB0qcUOt3wSjjA6r8dQLBbXk48sRm-yHI5zh1FpWsluDYGdpGdA2qtqNrxmDg4e-56MV2tIHGL7aHejEl4UnCt0rcvPCJfeFNz9g1FYKljQ/w400-h168/imagen_2022-12-16_104609682.png" title="Películas de fin de siglo de ciencia-ficción" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;">Cuando todavía perduraban en la memoria obras como <i>2001: Una Odisea en el Espacio</i> (1968) o <i>Star Wars</i> (1977), la sociedad tuvo que asistir al desvanecimiento de su repercusión cultural y el cambio de paradigma que supusieron cada una de ellas en sus respectivos ámbitos, tras la apisonadora que fueron <i>Alien: el octavo pasajero</i> (1979) y <i>Blade Runner</i> (<span style="text-align: left;">1982</span>), ambas de <b>Ridley Scott</b> —<i>2010: Odisea Dos</i> (<b>Peter Hyams</b>, 1984) fue una buena película pero pasó desapercibida y <i>La Amenaza Fantasma</i> no apareció hasta 1999—. Aún así, los últimos años del siglo pasado todavía iban a ofrecernos obras destacables en el medio cinematográfico, más allá del imparable avance de la distopía y el ciberpunk. Sin embargo, a pesar de la repercusión que tuvieron algunos de aquellos estrenos, no fueron considerados mucho más que lo que entonces se denominaba <a href="http://industriasdelcine.com/2018/12/17/que-significa-blockbuster/" target="_blank"><i>blockbuster</i></a> —producciones que partían con una estética y presupuesto característicos para atraer al publico. Campañas de marketing medidas y una amplia distribución—. Pero esta circunstancia no fue obstáculo para que los responsables creativos como director y guionistas, supieran camuflar o introducir entre líneas, mensajes más complejos que incluso hoy en día hacen que superen a producciones actuales o son origen de adaptaciones, secuelas y precuelas. Es decir, supieron moverse entre las necesidades comerciales de las productoras y sus inquietudes como artistas, algo que parece que hoy en día se le atraganta a la mayoría. Pero ¿Qué tenían aquellas obras? ¿Qué era lo que las hacía especiales? </p><h2 style="text-align: justify;">Depredador</h2><h4 style="text-align: justify;"><span style="font-weight: normal;">(</span>John McTiernan<span style="font-weight: normal;">, escrita por </span>Jim Thomas<span style="font-weight: normal;"> y </span>John Thomas<span style="font-weight: normal;">), 1987</span></h4><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiH0TbyrNdnHR23bvLAb_Hp8XRGy_VMoPLq55WFBbS7HfUmFqRMRzCGkcOOI4j4T1N0zulP2PFWiLW3FeVDi_VR1i20JhEqTDdV4CLKVyHyIBB1UiQUN6CWasEQj3LfbJWcJB61X67lsVTa_QjeLrcxpd26_Hilf7CLsIaaGtnOsdXjMklQDJorD3FUA/s1200/la-presa%5B1%5D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Naru (Predator: La Presa)" border="0" data-original-height="599" data-original-width="1200" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiH0TbyrNdnHR23bvLAb_Hp8XRGy_VMoPLq55WFBbS7HfUmFqRMRzCGkcOOI4j4T1N0zulP2PFWiLW3FeVDi_VR1i20JhEqTDdV4CLKVyHyIBB1UiQUN6CWasEQj3LfbJWcJB61X67lsVTa_QjeLrcxpd26_Hilf7CLsIaaGtnOsdXjMklQDJorD3FUA/w320-h160/la-presa%5B1%5D.jpg" title="Naru (Predator: La Presa)" width="320" /></a></div><span><br />Cuando se estreno esta obra, una buena parte del publico estaba acostumbrado a películas como <i>Commando </i>(<b>Mark L. Lester</b>, 1985) o la saga de <i>Rambo </i>(1982~2019), con <b>Arnold Schwarzenegger</b> y <b>Sylvester Stallone</b>, tendencia a la que se sumarían otros actores en los años siguientes como <b>Jean-Claude Van Damme</b></span> en obras como <i>Soldado Universal</i> (<b>Roland Emmerich</b>, 1992). Sin embargo, el cine de acción con personajes hiper-musculados ha decaído hasta casi desaparecer —incluso el género de los superhéroes matiza esta circunstancia— mientras que la <i>Saga Predator</i> ha perdurado hasta la reciente precuela <i>Predator: La presa</i> (<b>Dan Trachtenberg</b>, 2022). Tal vez alguien argumente que es la tendencia a presentar protagonistas femeninas la causante de este cambio de paradigma, explicación a la que se sumarán probablemente los críticos a esta reciente entrega de la saga cuya protagonista es una mujer joven originaria de América del Norte. Sin embargo, el mensaje principal de ambas obras, común a la saga, <a href="https://www.20minutos.es/cinemania/noticias/depredador-schwarzenegger-caceria-hombre-accion-80-5036469/" target="_blank">es el mismo</a>: prevalece la creatividad y la inteligencia frente al conservadurismo y la fuerza. En ambas obras la supervivencia se logra gracias a superar prejuicios, saber observar e identificar lo desconocido y crear nuevos paradigmas, para superar a una nueva amenaza frente a la cual las viejas soluciones ya no son útiles.</div><div style="text-align: justify;"><span><h2>RoboCop</h2><h4><span style="font-weight: normal;">(</span>Paul Verhoeven<span style="font-weight: normal;">,</span> <span style="font-weight: normal;">escrita por </span>Edward Neumeier<span style="font-weight: normal;"> y </span>Michael Miner<span style="font-weight: normal;">), <span face="sans-serif" style="background-color: #f9f9f9;">1987</span></span></h4><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXaa6A5LACNz0oPPKo_hShnOgsme5-nzF9SAsC09Cm3WHpl5JdUYQCDV9r3Rz-BKbI2SVPspjBr1ZlestIxE08T6YyKzu7zxT6unAToHHFIcL1-HBJsmlLejJUz4gUF_dEf3eyGhQJ9geLeiOyRetjAhjXvnoDT8c1r7QUq2-oBYQXtQSofX7DIsV7zg/s803/ocp_%5B1%5D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Logo de la empresa ficticia OCP (RoboCop)" border="0" data-original-height="318" data-original-width="803" height="127" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXaa6A5LACNz0oPPKo_hShnOgsme5-nzF9SAsC09Cm3WHpl5JdUYQCDV9r3Rz-BKbI2SVPspjBr1ZlestIxE08T6YyKzu7zxT6unAToHHFIcL1-HBJsmlLejJUz4gUF_dEf3eyGhQJ9geLeiOyRetjAhjXvnoDT8c1r7QUq2-oBYQXtQSofX7DIsV7zg/w320-h127/ocp_%5B1%5D.jpg" title="Logo de la empresa ficticia OCP (RoboCop)" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>Mucho antes de que las empresas tecnológicas tuvieran el peso que ahora tienen en el desarrollo social e incluso político, esta obra de <b>Paul Verhoeven</b> ya advertía de lo que podría ocurrir a la sociedad si dependiese en algunos aspectos básicos de un poder económico descontrolado cuyo principal fin es el de la mayor ganancia inmediata posible. Naturalmente que no hay robots asesinos patrullando las calles —<a href="https://www.laizquierdadiario.com/La-Policia-de-San-Francisco-usara-robots-asesinos" target="_blank">ejem</a>—, pero los hacinados trabajadores de empresas occidentales en China, las crisis económicas y las trágicas consecuencias que ocasionan en las economías más débiles, la enorme degradación del medio ambiente o el uso de información personal como mercancía, todo bajo la mirada distraída de los poderes políticos que de una u otra manera, acaban siendo partícipes, es bastante similar. Pero esta «predicción» no es lo más destacable de esta cinta de acción, violencia y corrupción a raudales. Su protagonista es un trabajador de a pie, un padre de familia que disfruta viendo con su hijo una serie de acción, una persona normal, un buen compañero de trabajo que tiene la desgracia de convertirse en el eslabón más débil de una situación que nunca debió ocurrir si todo fuera como pretenden que es. Sus restos acaban en el corazón de una fría máquina policial extraordinariamente capaz. Todo parece haberse perdido para él, aquel ser humano ya no está, desparecido tras fuerzas que parecen ignorar al común de la sociedad. Sin embargo, un pequeñísimo resquicio de voluntad oculto bajo los escombros de un cerebro devastado, el espíritu de un ser humano que anhela la el amor y la justicia, acaba superando todas las adversidades, emergiendo de lo más profundo de una máquina para al final, ponerla a su servicio, ayudado por una programación basada en directivas que recuerdan a las <i>Leyes de la Robótica de Asimov</i>. <i>Robocop </i>es en definitiva, una historia de superación personal, de reafirmación. Es la historia de <i>Murphy</i>.<p></p><h2>Tropas del Espacio</h2><h4><span style="font-weight: normal;">(</span><span face="sans-serif" style="color: #202122;"><span>Paul Verhoeven<span style="font-weight: normal;">, guion de </span>Edward Neumeier <span style="font-weight: normal;">basada en la obra homónima de</span> Robert A. Heinlein<span style="font-weight: normal;">), </span></span><span style="font-weight: normal;">1997</span></span></h4><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp64eV686bPktVJjGPOEOW6kM5XoQ73OR1KXfiJzMFclQ6OL814arc3OCnJKrgQsEUa035iIMSHn2kOR3zzgKeZLuXkdYRtZar2eVDaybSUDAa5niT9c1oxX867bDfxnEui4WJfCGDtjv6I4LtOav9c0jas1AOa_WSrzvMRGKVRgBTEJdiH3bm4jxdxA/s320/14%5B1%5D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Escena de 'Tropas del Espacio' donde se muestra propaganda del régimen" border="0" data-original-height="179" data-original-width="320" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp64eV686bPktVJjGPOEOW6kM5XoQ73OR1KXfiJzMFclQ6OL814arc3OCnJKrgQsEUa035iIMSHn2kOR3zzgKeZLuXkdYRtZar2eVDaybSUDAa5niT9c1oxX867bDfxnEui4WJfCGDtjv6I4LtOav9c0jas1AOa_WSrzvMRGKVRgBTEJdiH3bm4jxdxA/w320-h179/14%5B1%5D.jpg" title="Escena de 'Tropas del Espacio' donde se muestra propaganda del régimen" width="320" /></a></div><p>De nuevo <b>Paul Verhoeven</b>, esta vez adaptando una obra del grandísimo <b>Robert A. Heinlein</b>. Por desgracia no pudimos ver las armaduras de la <i>Infantería Móvil</i> por falta de presupuesto, pero sí que supo transferir al medio audiovisual la sutil ironía y mordaz crítica política de la obra original, escrita en 1959, en el periodo tras la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, una época en la que el Occidente vencedor se creía totalmente legitimado y nadie osaba poner en duda a las democracias de dicho ámbito geopolítico. Bueno, <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2013/06/el-problema-con-robert-heinlein.html" target="_blank">nadie menos </a><b><a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2013/06/el-problema-con-robert-heinlein.html" target="_blank">Heinlein</a>, </b>que si se distinguía por algo era por no dejar títere con cabeza cuando se ponía a dar argumentos y a presentar situaciones. Aunque escritor y director probablemente tuvieran distintas visiones políticas sobre el asunto, el resultado es en cualquier caso enriquecedor y no deja indiferente. Lo que se relata en la obra original queda magníficamente visualizado en la obra cinematográfica: en este caso, el director se apoya en las características del medio en presentar una sociedad muy influida por el ámbito mediático donde las noticias mostradas por los medios obedecen a guiones destinados a dar una apariencia a los hechos conveniente para los intereses de los responsable políticos —¿le suena a alguien esto?— En la obra se ponen también sobre la mesa cuestiones como el derecho a voto, la ciudadanía, el mérito o el esfuerzo, conceptos que hoy en día continúan sin tener un modelo apropiado o al menos, convincente, por no decir peor que entonces.</p><h2>Juez Dredd</h2><p>(Cómic creado por el guionista <b>John Wagner</b> y el dibujante <b>Carlos Ezquerra</b>), 1977</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqoCCyee4FVq_8ifU6hdiAGe6ov1NF92Mp65ebgJsNFftAowm1l6jTZdMKyGDi8ofwKN0DUgERs80xZAEfhmuYt-IxMI-qgQQdcGOJm_Xq1LwcdWuElzXzxSiOwhbmUg1cD8t4q_82C3FySZ2d_H0bDd_b1rPU-zLjfF9FPSsd2g-dQDyRzkr5DJwUMA/s599/Opera%20Instant%C3%A1nea_2022-12-15_212521_movie-fanatic-res.cloudinary.com.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Juez Anderson y Juezz Dredd en acción" border="0" data-original-height="300" data-original-width="599" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqoCCyee4FVq_8ifU6hdiAGe6ov1NF92Mp65ebgJsNFftAowm1l6jTZdMKyGDi8ofwKN0DUgERs80xZAEfhmuYt-IxMI-qgQQdcGOJm_Xq1LwcdWuElzXzxSiOwhbmUg1cD8t4q_82C3FySZ2d_H0bDd_b1rPU-zLjfF9FPSsd2g-dQDyRzkr5DJwUMA/w320-h160/Opera%20Instant%C3%A1nea_2022-12-15_212521_movie-fanatic-res.cloudinary.com.png" title="Juez Anderson y Juezz Dredd en acción" width="320" /></a></div><p>Aunque en esta ocasión se trata de un cómic en lugar de una obra cinematográfica, el motivo de incluirla es por un lado, por tratarse igualmente de una creación del siglo pasado que todavía hoy en día continua dando frutos, además de que <b>Sylvester Stallone</b> en el año 1995 protagonizó una adaptación (<i>Juez Dredd</i>, <b>Danny Cannon</b>). Si bien esta cinta añadía más bien poco y muchos prefieren olvidarla, lo más significativo es que propició que en el 2012 se reversionara esta vez con un resultado más que notable: <i>Dredd </i>(<b>Pete Travis</b>, 2012) nos devuelve a ese mundo masificado y criminalizado de finales de siglo pasado, para traernos a un <i>Dredd</i> (<b>Karl Urban</b>) todavía más frio que <i>Robocop </i>en sus inicios, pero que finalmente ha de enfrentarse a la incoherencia de un sistema que ataca los síntomas, en lugar de solucionar las causas. En <i>Mega-City One</i>, la presión policial ha aumentado tanto que juez, jurado y ejecutor se convierten en un único agente, solución que no parecer acarrear otra cosa más que agravar los problemas que pretende solucionar. <i>Dredd</i>, a pesar de ser el más rígido e implacable de los jueces, acaba comprendiendo gracias a escuchar a su compañera, novata pero extraordinaria (<b>Olivia Thirlby</b>), que en ocasiones es necesaria la autocritica y cuestionarse los dogmas establecidos, cuando ya no cumplen con su función. Si <i>Dredd </i>puede hacerlo, nosotros ¡<i>debemos </i>hacerlo!.</p><p><span style="color: black;">Muchas de estas obras que hoy en día son recordadas con secuelas, </span><i>remakes </i><span style="color: black;">o adaptaciones a la televisión, contribuyeron a construir la visión que hoy en día la sociedad tiene sobre sí misma. Tal vez el resultado no sea todo lo estupendo que queramos, pero si existe alguna posibilidad de que la humanidad vuelva a retomar una senda más constructiva, sin duda que sin estas obras la situación sería mucho peor. </span>En líneas generales, a finales de siglo pasado el incipiente <i>ciberpunk </i>permeaba a todas las producciones culturales: corrupción, capitalismo desmedido, totalitarismos encubiertos y una relación insana entre el ser humano y la tecnología. Pero en estas obras todavía perduraba un mensaje positivo, un trasfondo optimista y una gran confianza en el espíritu humano como agente transformador. </p></span></div>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-84008394971295981372022-11-15T23:59:00.019+01:002022-12-25T10:07:55.833+01:00La lógica del viaje en el tiempo<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSdsfBnnn8t_Dyi0uCGMf9eyn_AJRb6ATfxmMhkGpmmQTvGgskLJje2HgS71Xt0hik439bWiHlcO9aR6DhRYPly1gfKwUUvXW6ico1cS_ehyou6rB4OzursjgdwgAsbpfZeZwrUKWgZt7jZu1HE48BCIZyCFdWxw1-vaM3Z1Jp0JNgXRAVjQqi3K5C0Q/s500/wellcome-time-travellers-png.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Stephen Hawkins dando la bienvenida a su fiesta a los viajantes del futuro" border="0" data-original-height="330" data-original-width="500" height="264" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSdsfBnnn8t_Dyi0uCGMf9eyn_AJRb6ATfxmMhkGpmmQTvGgskLJje2HgS71Xt0hik439bWiHlcO9aR6DhRYPly1gfKwUUvXW6ico1cS_ehyou6rB4OzursjgdwgAsbpfZeZwrUKWgZt7jZu1HE48BCIZyCFdWxw1-vaM3Z1Jp0JNgXRAVjQqi3K5C0Q/w400-h264/wellcome-time-travellers-png.png" title="Stephen Hawkins dando la bienvenida a su fiesta a los viajantes del futuro" width="400" /></a></div><br /></div><div style="text-align: justify;">Ya se contó en <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2008/06/viajes-en-el-tiempo.html">otra ocasión</a> que cada historia sobre viajes en el tiempo se inventa su propia mecánica de funcionamiento, ya que el conocimiento que se dispone sobre este ámbito es limitado. Para adentrarse en esos terrenos desconocidos sin caer en incoherencias llamativas, los autores han de imaginar supuestos partiendo tan solo de su imaginación y de su capacidad de observar fielmente la realidad. Por ello, puede resultar interesante jugar con el concepto, acercarse y observar con detenimiento y minuciosidad, de qué está hecha y el tiempo que transcurre por ella. Pero antes tal vez debamos averiguar algo más sobre él.</div><h2 style="text-align: justify;">¿Existe el tiempo?</h2><div style="text-align: justify;">Desde la Teoría de la Relatividad el tiempo suele colocarse como una dimensión más al lado de las conocidas tres dimensiones físicas. Sin embargo, mientras que estas pueden ser recorridas en ambos sentidos, no ocurre así con el tiempo. Aunque esto sólo ocurre a nuestro nivel de percepción, ya que a nivel físico, las ecuaciones que definen la naturaleza pueden evolucionar <a href="https://tendencias21.levante-emv.com/los-sistemas-cuanticos-rompen-la-linealidad-del-tiempo.html">tanto en un sentido como en otro</a>. Es decir, sea lo que sea el tiempo, lo que nuestra mente percibe como tal en un único sentido del pasado al futuro, es <a href="https://pijamasurf.com/2016/10/el_tiempo_no_existe_mas_que_en_la_mente/" target="_blank">una construcción creada por ella misma</a>.</div><div style="text-align: right;"><blockquote>Nuestro trabajo muestra que el tiempo no existe como algo que esté allá afuera corriendo del pasado al futuro, sino que es una propiedad emergente que depende de la habilidad del observador de preservar información de los eventos experimentados</blockquote></div><div style="text-align: right;">—<b>Robert Lanza</b>, <br />director de <i>Astellas Global Regenerative Medicine</i> de la Universidad de Harvard</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La naturaleza se muestra como tal una vez el mundo cuántico gobernado por probabilidades, adopta una forma final al interactuar entre sí siguiendo las leyes de la termodinámica. Nuestra mente y nuestra consciencia forman parte de ese mundo físico que en algún momento emerge, junto con el <a href="https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/08/24/observan-primera-vez-forma-flecha-73812803.html">sentido del tiempo</a>.</div><h2 style="text-align: justify;">La lotería</h2><div style="text-align: justify;">Volviendo a nuestro mundo tangible y rutinario, exploremos pues cuál es el papel del tiempo. Empecemos por algo «fácil»: un bombo de lotería. Las probabilidades de que salga un número determinado al extraer una de las bolas es una fracción que depende del número de ellas en el bombo, de manera que cuantas más bolas, menos probable es que salga un número que hayamos elegido. La cuestión es: supongamos que en el momento justo después de haber extraído una de las bolas saltamos atrás en el tiempo y aparecemos de nuevo en el bombo de lotería girando y a punto de hacer la misma extracción, en ese mismo instante. Surgen al menos un par de preguntas a esta situación:</div><h3 style="text-align: justify;">¿Volvería a salir el mismo número?</h3><div style="text-align: justify;">Si las bolas dentro del bombo siguen exactamente los mismos movimientos todo debería repetirse en las mismas condiciones. Aunque a nivel macroscópico las bolas repiten sus movimientos individuales, cada una de las interacciones posee una pequeñísima probabilidad de no ofrecer exactamente la misma trayectoria. En esta escala puede no ser un efecto observable, pero en el caso del clima atmosférico se puede entender mejor. Aun así, la duda de si nuestro mundo se repite siguiendo los mismos caminos trazados presenta una cuestión transcendente: ¿está establecido nuestro futuro?</div><div style="text-align: justify;"><ol><li>Si nuestro futuro no está establecido y es una evolución de nuestro presente que se va construyendo a cada instante, al volver atrás en el tiempo estaríamos irremediablemente transportándonos a una nueva realidad donde los sucesos vuelven a generarse en función de una probabilidad determinada ―como la de la lotería―.</li><li>Por el contrario, si está establecido, todo se repetiría cual mecanismo de relojería extraordinariamente complicado. En este caso, la existencia del libre albedrio sería, en principio, una ilusión fruto de nuestra incapacidad para ver el tiempo más allá de la simple linealidad secuencial.</li></ol></div><blockquote><div style="text-align: right;">El espacio y el tiempo son constructos de nuestros sentidos biológicamente limitados</div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora bien, esta manera de plantear las cosas de manera dicotómica, aunque es muy propia de nuestra especie, tal vez no sea la mejor de las aproximaciones a la realidad ¿Podría existir otra alternativa más flexible? Al fin y al cabo la mecánica cuántica que gobierna la naturaleza se basa en probabilidades, por lo que podría existir una línea preestablecida más probable que el resto, pero sin constituir un futuro irremediablemente escrito. Podría ser que la mayoría de las veces nuestras voluntades no sean más que automatismos que funcionan bajo reglas establecidas, gobernadas por la química de nuestros cuerpos y sujetas a la inexorable entropía universal. Pero quizás exista una <i>Zona Muerta</i> (<b>Stephen King</b>, 1979), un estrecho, pero posible margen de probabilidades, donde nuestro libre albedrío genere nuevos caminos que desafíen a la predestinación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero no hemos respondido a la pregunta ¿Qué bola saldría? siendo todas las condiciones las mismas y suponiendo a esta escala un funcionamiento mecanicista, saldría la misma bola con una gran probabilidad ya que las condiciones eran las mismas... o casi. Existía una condición que no se daba en la primera iteración, algo que no estaba la primera vez que se ha relatado la extracción de la bola, antes de efectuar el salto atrás en el tiempo: el propio viajante temporal.</div><h3 style="text-align: justify;">¿Dónde estaba el viajante del tiempo o <i>crononauta</i>?</h3><div style="text-align: justify;"><b>Stephen Hawkins</b> argumentaba que el viaje en el tiempo no era posible ya que, de serlo, estaríamos recibiendo visitantes del futuro. Dejando a un lado la cuestión de que <a href="https://www.lavanguardia.com/cribeo/fast-news/20221025/8580994/misteriosos-videos-principios-1900-ve-mujeres-hablando-telefono-movil.html">tal vez es así pero no lo sabemos</a>, en el ejemplo expuesto aquí, cuando se extrae por primera vez la bola solo había un «nosotros» contemplando girar el bombo, expectantes a verla salir. Es decir, no se trata —únicamente— si pueden existir o no dos versiones distintas de nosotros, sino que cualquiera que sea la persona que realiza el salto en el tiempo, no estaba allí —¿o sí? — antes de realizarse. Cuando la bola sale del bombo antes del salto, nadie había aparecido venido del futuro. Por tanto ¿Dónde está apareciendo nuestro <i>crononauta</i>? De nuevo surgiría la opción de una nueva realidad que emerge al realizar el salto temporal. Como se puede comprobar, al igual que con la teoría de los <a href="https://draft.blogger.com/blog/post/edit/4300469882091516151/8400839497129598137">viajes <i>Warp</i></a>, el viaje en el tiempo parece implicar de una manera o de otra, una alteración traumática del propio entramado que conforma nuestra realidad.</div><h2 style="text-align: justify;">Bucles temporales</h2><div style="text-align: justify;">Por lo visto hasta ahora, un viaje en el tiempo guarda cierto parecido con un bucle: un agente viaja hacia atrás en la «línea» temporal y causa con su irrupción un impacto cuyos efectos perduran en el transcurso de la línea temporal hasta alcanzar su origen. Estas alteraciones están limitadas por la propia naturaleza de nuestro universo y la necesidad de salvaguardar el principio de causa-efecto. Es decir, que no sería posible alterar los acontecimientos en la medida dichas modificaciones puedan impedir la causa que los provoca, lo que resultaría en una paradoja. De esta manera, la llamada línea temporal debería llamarse tal vez con mayor propiedad, línea de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Causalidad_(f%C3%ADsica)">causalidad</a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP7TDzmoT-eSvcnxUwWz7zwQ-Cc7mDBGAR7vjocmhMdhgI_9gT5-xfx7eQvBMSmFaow9dOq4iVy5SJbvX1-kU--CYEM1mSdWms8muqIldXx52jvWKvpVQpuagvlvqMewXKXVWue7irD2U0468bKdHW3NNmDsj9ROFMyd4-EYNEJljfkzbnDgI4zFv_pQ/s616/imagen_2022-11-12_202544713.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="278" data-original-width="616" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP7TDzmoT-eSvcnxUwWz7zwQ-Cc7mDBGAR7vjocmhMdhgI_9gT5-xfx7eQvBMSmFaow9dOq4iVy5SJbvX1-kU--CYEM1mSdWms8muqIldXx52jvWKvpVQpuagvlvqMewXKXVWue7irD2U0468bKdHW3NNmDsj9ROFMyd4-EYNEJljfkzbnDgI4zFv_pQ/w400-h180/imagen_2022-11-12_202544713.png" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Gráfico 01: bucle temporal en el supuesto de creación de nuevas líneas de causa-efecto (Fuente: elaboración propia)</span></div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el gráfico 01, A y B son las líneas de causalidad de dos realidades alternativas. T1 a T6 son los intervalos de tiempo equivalentes —no proporcionales— de ambas líneas temporales en función del punto de ruptura ocasionado por un viaje atrás en el tiempo y la creación de un bucle temporal. En T1, la única línea de causalidad conocida es la A. Si suponemos que al viajar atrás en el tiempo estamos creando una nueva línea de causalidad cuyos acontecimientos dependen de lo que hagamos a partir de ese momento —¿incluso no viajar atrás en el tiempo? — esta sería B. En T2 el <i>crononauta </i>venido del futuro y su yo del pasado, ambos, compartirían la misma línea de causalidad B. En T3 las cosas comienzan a complicarse: el <i>crononauta </i>de A decide volver a su tiempo original, donde le pertenece, y el originario de B, supuestamente una nueva realidad creada, está a punto de realizar el mismo viaje temporal que A llevó a cabo en su línea temporal ¿Se crearía una nueva realidad alternativa C? ¿Podrían convivir los <i>crononautas</i> de A y B indefinidamente si ninguno volviera a saltar en el tiempo? ¿Qué ocurriría con la línea temporal original de A, donde él ya no existiría? Puede que sea preferible asumir por aquello de la <i>navaja de Occam</i>, que no hay creación de nuevas realidades. Sí que podría considerarse que <a href="https://tendencias21.levante-emv.com/183841las-matematicas-confirman-el-viaje-en-el-tiempo.html">la línea de causalidad pueda verse modificada dentro de un cierto margen que como se comentaba, permita que la relación causa-efecto permanezca</a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrc2JabCJfYvVEBntqIibH2Eq4x969eIVcsu4Et891BT3-eF-m2pWZdUVdNJ1oB788CbnoqtWGkOII98gSyVatbkLhmQZrdF2MgHQFnoigGTVFeVA6y5xcT0QbeB88aE-IvXBoL9OFOo6fgA_VIK3xHtL0S7JKE5ZFjOlnyYrVC_Y6TSEupS6AH2px3A/s599/imagen_2022-11-12_202741213.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="289" data-original-width="599" height="193" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrc2JabCJfYvVEBntqIibH2Eq4x969eIVcsu4Et891BT3-eF-m2pWZdUVdNJ1oB788CbnoqtWGkOII98gSyVatbkLhmQZrdF2MgHQFnoigGTVFeVA6y5xcT0QbeB88aE-IvXBoL9OFOo6fgA_VIK3xHtL0S7JKE5ZFjOlnyYrVC_Y6TSEupS6AH2px3A/w400-h193/imagen_2022-11-12_202741213.png" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Gráfico 02: bucle temporal en el supuesto de modificación de una misma línea causa-efecto sin romper la causalidad (Fuente: elaboración propia)</span></div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el gráfico 02, A y B son en esta ocasión dos versiones de la misma realidad que parece haberse visto modificada por el mero hecho de realizar un viaje en el tiempo. En T1 solo existe A, la original en este supuesto. En T2 es el momento crucial donde A ha viajado en el tiempo y aparece venido del futuro desde T5. Volvemos a la pregunta realizada ¿Dónde aparece el <i>crononauta </i>A si en T2 no se tenía constancia de la existencia de B? Si A no se encuentra con su versión B venida del futuro en T2 es porque este encuentro no llega a suceder, lo que no significa que el viaje no se haya realizado. A podría —debería— aparecer como B de manera que A —su yo del pasado— no sea consciente de su aparición (<i><a href="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/2b/Viaje_en_el_tiempo_en_Primer.svg" target="_blank">Primer </a></i>—<b>Shane Carruth</b>, 2004—). En el imaginario artefacto usado para realizar el salto temporal, se supone que habrá que establecer algún tipo de coordenada espaciotemporal. La precisión —o más bien la imposibilidad de establecerla hasta cierto punto— de este parámetro puede ser la clave que permita el margen necesario para que el viaje pueda ser realizado a un punto de destino que haga factible seguir una lógica de acontecimientos coherente. B aparecería en un momento y lugar tal que simplemente A, no se apercibirá de su existencia. La realidad y su trasfondo probabilístico gobernado por la mecánica cuántica, se encargaría del resto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En T3, B podría decidir volver a su futuro. Pero según este postulado, desde que realiza el salto temporal de T5 a T2, su línea de acontecimientos deja de ser el patrón aparentemente estable y fijo al que creemos estar acostumbrados para pasar a ser una corriente o flujo fluctuante de estados superpuestos y sucesos por definir. Lo que se traduce en que una vez deja su línea temporal, esta ha dejado de ser la que era y ya nunca podrá volver a exactamente tal y como la recuerda. Aunque se trataría de la misma realidad física y con continuidad de la causalidad, existirían otras circunstancias posibles con probabilidades similares. Por tanto, al intentar volver al futuro mediante otro salto, podría encontrarse en T6 con esas sutiles diferencias y el mundo que él conocía en T5 habría dejado de existir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero no acaban aquí las peculiaridades. Durante el intervalo en T2, A y B no han de tener un encuentro que contradiga la línea de acontecimientos —salvo que así hubiera sido para A durante el intervalo desde T2 hasta T5—. Es decir, al aparecer B en T2 venido desde T5, se encontrará con su yo desapercibido del pasado realizando todos los pasos que le han llevado hasta allí ¿Podría B encontrarse con A, incluso si no le interfiriera en su desempeño hasta realizar el salto temporal? ¿Qué efectos podría provocar en A y en sus recuerdos conscientes si B, su yo del futuro, logra aparecer abruptamente rompiendo la línea de acontecimientos, aunque no le impidan realizar el salto —lo que ocasionaría una paradoja—?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En este supuesto A y B son el mismo <i>crononauta </i>cuya diferencia consiste en que A es antes del salto temporal y B después. Es, por tanto, una misma consciencia. Sus recuerdos son los que son. De nuevo, surgen dos preguntas:</div><div style="text-align: justify;"><ol><li>¿Puede B alterar la experiencia de A de alguna manera en la que este sea consiente?</li><li>De ser así ¿Qué ocurriría con los recuerdos conscientes de B, que ya no serían los mismos? ¿Qué ocurriría con su mente? (<i>Doce monos</i> —<b>Tery Gillian</b>, 1995—)</li></ol></div><div style="text-align: justify;">De nuevo, la opción más abierta es suponer que existe un margen de posibilidades, estrecho, pero que permitiría alterar los acontecimientos dentro de ciertos límites: una sombra vista de reojo por parte de A viendo a su contrapartida B del futuro, o algún otro detalle del que no era consciente en su momento pero que a la luz de lo que descubre al realizar el salto y observarse a sí mismo, adquiere significado. Es decir, estaba ahí en efecto antes del salto, pero sin tener pleno conocimiento (<i>Cronocrimenes</i> —<b>Nacho Vigalondo</b>, 2007—). Según este experimento mental, parece como si la consciencia humana del <i>crononauta </i>tuviera un papel en el viaje temporal: sólo él sería consciente de los cambios entre las líneas temporales entre cada punto de salto, tanto antes como después y al intentar volver a la que él creía su línea temporal personal original. En cierta forma, es como un ser tridimensional en el mundo de <i>Planilandia </i>(<b>Edwin Abbott</b>, 1884), pero en este caso la temporal. El <i>crononauta </i>tendría acceso consciente a una dimensión del tiempo que el resto ignoraría.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otra fascinante pregunta que se puede plantear es la siguiente: si cuando A salta atrás en el tiempo de T5 a T2 se «crea» una nueva versión suya B, de manera similar ¿podría esperarse la creación de otra versión suya C al saltar a su futuro, o incluso, a cualquier otro momento? En un salto al pasado sabemos que existe allí una versión nuestra y que antes o después realizará el salto que nos lleva hasta ese instante, pero si saltamos al futuro desde ese pasado, no está nada claro qué versión nuestra vamos a encontrar, si es que encontramos alguna ya que, en todo caso, ese futuro ha de incluir el supuesto de que hemos vuelto a nuestra línea temporal y continuamos desde donde lo dejamos. Es decir, al contrario de un viaje al pasado en el que el <i>crononauta </i>es consciente de lo que ocurre, si se encuentra con una versión C de sí mismo en el futuro, este debería disponer de un conocimiento del que carece el <i>crononauta </i>B, ya que él recordaría un viaje que su yo del pasado todavía no ha recorrido. Tal vez lo más coherente es postular que un viaje a un futuro lejano resultaría en una desaparición de esa línea temporal del propio <i>crononauta</i>, mientras que el resto del universo continuaría su lento transcurrir por el espacio-tiempo a la manera habitual. Parece que el <i>Regreso al Futuro</i> (<b>Robert Zemeckis</b>, 1985) resulta todavía más paradójico.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero, si se ha de considerar nuestra línea temporal como algo flexible y modificable, aunque sea dentro de ciertos parámetros ¿Qué ocurre con todo lo que existe cuando dejamos esa línea temporal y alteramos las probabilidades del espacio-tiempo? ¿Cómo afecta a las consciencias que ven desaparecer al <i>crononauta </i>realizar el salto? ¿Cómo experimentarán esos cambios todos aquellos que se han quedado a expensas de sus actos? ¿Qué ocurre con nuestras consciencias?</div><h2 style="text-align: justify;">Tiempo y Mente</h2><div style="text-align: justify;">La Física lleva desconcertada desde que con el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_la_doble_rendija">experimento de la doble rendija</a> descubriera que el hecho de observar conscientemente un experimento físico influía en el resultado —para el que acabe de aterrizar, comentar brevemente que en este experimento se da la extraordinaria circunstancia de que el resultado de emitir una pulsación de fotones a través de dos rendijas es diferente en función de si se está o no efectuando la detección de por donde pasa cada fotón, de manera que en un caso se tiene un patrón de interferencia (como onda) y en otro una agrupación aleatoria de los impactos en una placa sensible (como partícula). Esta sería en efecto una de las peculiaridades de la famosa dualidad onda-partícula del mundo subatómico—. Atónita, la Ciencia no ha tenido más remedio que aceptar la posibilidad de que la consciencia —sea lo que sea esto— tenga algún tipo de papel en la configuración de la realidad que nos rodea.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como ya <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2008/06/tiempo-y-mente-1-parte.html">se comentó anteriormente</a>, la mente es una parte más del mundo físico por lo que la alteración de ambos debido a una modificación de los acontecimientos pasados que afecten al momento presente, no puede descartarse. Hasta ahora se ha estado postulando en este artículo de manera un tanto libre e imaginativa, con un experimento mental en el que una consciencia y su cuerpo físico correspondiente —el ya conocido <i>crononauta</i>— entran en un bucle temporal y como consecuencia, los acontecimientos adquieren un determinismo líquido, en el sentido de que su resultado está sujeto a un fluctuar de probabilidades. El resultado sería un determinismo probabilístico, similar al del mundo cuántico que nuestra mente no percibiría ya que sería transformada junto con el mundo físico del que forma parte (<i>Frequency </i>—<b>Gregory Hoblit</b>, 2000—). En cualquier caso, dejando a un lado la mera especulación, existen algunos estudios científicos que añadidos a este experimento mental proporcionan un escenario que es como poco, sorprendente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si empezamos por el presente, diversos estudios han encontrado evidencias de que nuestra mente <a href="http://esmateria.com/2014/04/04/entrevista-martinez-conde/">no nos muestra la realidad tal cual</a>, sino que está constantemente aplicando diversos filtros. Por un lado, por economía, para no tener que realizar un esfuerzo innecesario procesando información irrelevante, repetitiva o ya conocida, siempre a criterio de nuestro inconsciente. En este sentido es llamativo el <a href="https://www.abc.es/ciencia/abci-efecto-gorila-cosmico-puede-impedirnos-detectar-extraterrestres-201804101043_noticia.html">experimento del disfraz de gorila</a> en el que se evidencia que, si nuestra mente no está preparada para percibir algo previsible, no lo hace o le resulta difícil por simple ahorro de recursos. Además de esta sorprendente revelación sobre como nuestra consciencia maneja los acontecimientos que situamos en nuestro presente, <a href="https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-50887709">otro estudio</a> revela un funcionamiento no menos singular sobre los recuerdos, que normalmente situamos en el pasado. Nuestra mente no los almacena como una grabación en una cinta magnética, sino que accede a la memoria de los eventos pasados mediante una aproximación que incluye una reinterpretación de los mismos, según los conocimientos adquiridos posteriormente —ahora se entiende la gran afición de los humanos a <a href="https://cualeslarealidad.blogspot.com/2006/04/la-falacia-del-historiador.html">reinterpretar la historia</a>—. En definitiva, la naturaleza de la información almacenada no se corresponde «fotograma a fotograma» con lo ocurrido, más bien sería un archivo comprimido que se reconstruye con información del presente para adecuarse a él. Pero ¿acaso no es este el mismo mecanismo que se postulaba para un bucle temporal que conserve la causalidad?</div><div style="text-align: justify;"><blockquote style="text-align: right;">Cada vez que recordamos algo, reconstruimos los eventos en nuestra mente e incluso los cambiamos para que encajen con cualquier información nueva que pueda haber salido a la luz</blockquote><span style="text-align: right;"><div style="text-align: right;">—<b>Elisabeth Loftus</b>, psicóloga</div></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hipotéticamente, esa variabilidad de los recuerdos para ajustarse al presente podrían ser un reflejo de los reajustes que la realidad fundamentada en la probabilidad de la mecánica cuántica realiza para mantener la coherencia de la causalidad, de manera que esta preceda al efecto. Puede que lo que nosotros creemos que es la realidad como un transcurrir de sucesos de manera lineal no lo sea tanto y realmente sean flujos dinámicos de eventos probables que no adquieren presencia física hasta que es necesario que lo sea. Por ejemplo, ¿Qué ocurre con un vídeo que es grabado físicamente en un registro magnético o similar? Esos sucesos no podrían ser alterados ni, por tanto, la causa que los genera ¿Refuta pues el postulado? En absoluto, de la misma manera que en el experimento de la doble rendija, simplemente, esos sucesos ya habrían adquirido una forma definitiva por el mero hecho de efectuar un registro de ellos. Resulta fascinante la semblanza con las creencias de algunas tribus que no desean ser grabadas con cámara porque piensan que «les roba el alma».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Y qué hay del futuro? Por supuesto, la prospectiva que nuestra mente realiza hacía los acontecimientos venideros no es menos singular. La sorpresa es que cuando pensamos en lo que está por venir, la mente emplea los mismos mecanismos que para acceder a nuestra memoria del pasado, es decir, construye unos <i>Recuerdos del Futuro</i> (<b>Erich von Däniken</b>, 1968) con la información actualmente disponible. De alguna manera, nuestra mente a pesar de todo guarda esa simetría temporal que se comentaba al principio que el mundo tiene a nivel cuántico, pero que, a nivel macroscópico en nuestro día a día, está limitada por el segundo principio de la termodinámica. La cuestión es que, aunque nuestra consciencia forma parte del mundo físico, continúan existiendo esas dos incógnitas: ni se conoce qué es y cómo surge, ni se conoce cuál es ese misterioso tejido que forma nuestro universo en su nivel más básico, por lo que la relación entre ellas es también un intrigante misterio susceptible de ser fuente de fabulosos relatos.</div><div style="text-align: right;"><blockquote>Otro error que cometemos es asumir que imaginar el futuro es un proceso completamente diferente del de cómo pensamos sobre el pasado</blockquote><p>—<b>Elisabeth Loftus</b>, psicóloga </p></div><h3 style="text-align: justify;">El día de la marmota</h3><div style="text-align: justify;">Otra posibilidad de viaje temporal en la que la consciencia es la protagonista ha sido explorada en algunas obras de ciencia-ficción muy populares (<i>Atrapado en el tiempo </i>—<b>Harold Ramis</b>, 1993—) hasta el punto de constituirse como un subgénero, es aquella en la que lo que viaja en el tiempo no es el cuerpo físico de un <i>crononauta</i>, sino únicamente su consciencia. En estos postulados la consciencia de un sujeto viaja a su propio cuerpo, pero en un tiempo anterior repitiéndose el proceso una y otra vez. La consciencia seguiría el patrón supuesto en el gráfico 02, siendo esta A y el cuerpo B, pero con una sorprendente variante: al no existir otra versión física del <i>crononauta</i>, las reglas de causalidad no podrían romperse, hiciera lo que hiciera el individuo en cuestión. El sujeto podría recrear en cada iteración del bucle una nueva realidad, ya que no habría otro cuerpo físico que crease alguna paradoja. Sería una consciencia del futuro que reescribe la línea temporal a su antojo, limitado por supuesto por sus propias posibilidades de interactuar con su entorno. Su consciencia sería la única en conservar los recuerdos de cada futuro de cada una de las iteraciones temporales. Quién sabe si nuestros propios sueños podrían ser origen de <i>déjà vus</i>, como resultado de viajes de nuestra consciencia al futuro y su regreso a nuestro cuerpo anclado en el presente. Un detalle de esta y otras obras similares como <i>Palm Springs</i> (<b>Max Barbakow</b>, 2020) o <i>El mapa de las pequeñas cosas perfectas</i> (<b>Ian Samuels</b>, 2021) es que el punto de retorno es precisamente el de la interrupción de la consciencia durante el sueño. Sin embargo, en <i>Al filo del mañana</i> (<b>Doug Liman</b>, 2014) son un poco más drásticos: el sujeto ha de fallecer para producirse el reinicio del bucle. Otro caso que destaca por su propuesta original es <i>Código Fuente</i> (<b>Duncan Jones</b>, 2011) donde la consciencia de una persona aparece en bucle durante ocho minutos en otra línea temporal... al menos en apariencia.</div><h2 style="text-align: justify;">La ciencia</h2><div style="text-align: justify;">Aunque todavía hay mucho camino por conocer, la ciencia tiene algo definido sobre la posibilidad del viaje en el tiempo. El primer paso en este sentido fue dado como consecuencia de la Teoría de la Relatividad General del archiconocido <b>Albert Einstein</b>: las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Curva_cerrada_de_tipo_tiempo">curvas cerradas temporales</a>. Según esta teoría, existe una posibilidad de que las curvas temporales similares a las que se ha especulado en estas líneas puedan existir, teniendo como una de las consecuencias que un efecto pueda ser simultáneo con su causa, dicho de otra manera, que un efecto sea su propia causa (<i>Todos ustedes, zombis</i> —<b>Robert A. Heinlein</b>, 1959—). Dentro de una curva cerrada temporal, la causalidad solo se mantiene a través de esta singularidad en la que <i>cualquier </i>cosa puede ser su causa. Esto significa que la aparición abrupta de algo nuevo no podría determinarse a partir de los sucesos anteriores, creando a partir de ese momento una línea temporal renovada. En cualquier caso, esta curva cerrada siempre habría existido (<i>El Final de la Cuenta Atrás</i> —<b>Don Taylor</b>, 1980—), es decir, en el caso del bombo de lotería, este era realmente un bombo trucado que un viajante del futuro puso en lugar del correcto, proporcionando el resultado adecuado cuyo premio permitió financiar un proyecto para crear una máquina del tiempo y así, viajar al pasado y sustituir el bombo de lotería. Por ejemplo. Por supuesto, el propio <b>Stephen Hawking</b> propuso la conocida <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conjetura_de_protección_de_la_cronología" target="_blank">conjetura de protección cronológica</a> por la que supuestamente las leyes del universo impedirían un viaje en el tiempo y también, el físico <b>Novikov </b>propuso en sentido favorable el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_autoconsistencia_de_Nóvikov" target="_blank">principio de autoconsistencia</a>, que sí permitía los viajes temporales pero establecía límites para mantener la coherencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estudios posteriores coinciden en estas posibilidades. Por ejemplo, los investigadores <b>Ben Tippet</b> y <b>David Tsang</b> <a href="https://www.infobae.com/salud/ciencia/2017/05/10/la-prometedora-formula-matematica-que-permitiria-viajar-en-el-tiempo/">han desarrollado</a> el modelo teórico que permitiría construir un bucle temporal, que, si bien sería matemáticamente posible, exige un uso de energías que lo hace inviable... de momento. En cuanto a las paradojas temporales que podría producir, otros dos investigadores, el estudiante <b>Germain Tobar</b> y el doctor <b>Fabio Costa,</b> han hallado en <a href="https://www.europapress.es/ciencia/laboratorio/noticia-joven-fisico-cuadra-numeros-viajes-tiempo-20200925102739.html">su estudio</a> que la causalidad podría mantenerse gracias a «reajustes» que la propia realidad efectuaría que, si bien alterarían los acontecimientos, no así con la causa que los provoca. </div><h2 style="text-align: justify;">Exploradores del Tiempo</h2><div style="text-align: justify;">Puede que lo que escondan en el fondo todas estas historias sobre viajes en el tiempo, sea esa ensoñación que nos produce la posibilidad de volver a aquel momento de nuestras vidas y hacer las cosas de otra manera, reparar nuestros errores, aprovechar aquella oportunidad... o decidle a aquella chica lo que nunca te atreviste. Pero lo que nos acaban mostrando estos relatos es que el pasado es de cristal, si se rompe, ya no se vuelve a unir como antes, con resultados impredecibles. Que lo único que podemos cambiar es a nosotros mismos hablando con nuestro yo anterior. Son nuestras consciencias, en su caminar por la senda del tiempo, las que convierten los futuros posibles por explorar en pasados por recordar. De alguna manera, no solo somos exploradores del universo como <b>Carl Sagan</b> definía a nuestra especie, sino que también lo somos del tiempo, cuyo presente es su resultado. Somos en definitiva, constructores de presentes y soñadores de futuros.</div><br />Lino Moinelo [AFE]http://www.blogger.com/profile/06513719629969136496noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-50322889655515513302022-07-12T15:39:00.006+02:002023-04-24T11:29:43.049+02:00Sobre gustos sí se ha escrito<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjrAI6esjASyMpUyHFgcEqlAn4XlAQ5QStpFHpiGMwrqxPWYA81mIEFGiV2RQT4n58yDwiLEo99P5PNB5RO31e5p4AEjAjyeM4v1PgbZ1iUEjqPedtUhbQoQQOxFGUnZ2GP-0C1t9UfJke8AaorvW68gzfWK2_ygFQRmgl9zWuMrnLsAtpkYhbZjt8/s1920/imagen_2022-07-11_082457502.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="John Carter [wallpaper]" border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1920" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjrAI6esjASyMpUyHFgcEqlAn4XlAQ5QStpFHpiGMwrqxPWYA81mIEFGiV2RQT4n58yDwiLEo99P5PNB5RO31e5p4AEjAjyeM4v1PgbZ1iUEjqPedtUhbQoQQOxFGUnZ2GP-0C1t9UfJke8AaorvW68gzfWK2_ygFQRmgl9zWuMrnLsAtpkYhbZjt8/w320-h200/imagen_2022-07-11_082457502.png" title="John Carter [wallpaper]" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">La libertad es uno de los derechos más preciados por la sociedad. A poca gente se le ocurriría poner en duda lo más mínimo este derecho ineludible del ser humano. No faltan los que en cuanto se pretende acotar el término sospechan de ciertas tendencias políticas o ideológicas, haciendo uso de etiquetas muy manidas para espetárselas al que ha osado abrir la boca, llegando a la paradójica auto-contradicción. Pero empecemos por el principio: ¿libertad para qué?</div><p></p><p style="text-align: justify;">Desde que en España comenzamos a disfrutar del actual periodo llamado democrático, uno se encuentra con extraordinaria frecuencia la idea de que gracias a ello, se puede hacer «lo que uno quiera». A mi personalmente siempre me ha llamado mucho la atención esta frase. Si bien estoy por supuesto de acuerdo en un sentido amplio, me surgían muchas preguntas para las que no encontraba respuesta. Por ejemplo: si puedo hacer «lo que quiera» ¿Significa que puedo estar haciendo todo el día tonterías y diciendo chorradas? ¿O significa que cualquier cosa que haga va a dejar de ser considerada como una «tontería»? ¿No se debería intentar hacer «lo correcto»?</p><p style="text-align: justify;">Claro, esto era y sigue siendo incómodo, ya que obliga a definir qué es lo correcto. Como consecuencia, ayudados por un ambiente político que consiste en decir a la gente lo que quiere escuchar, se ha pasado a la obligatoriedad en la ausencia de definición con frases aparentemente irrefutables como «todas las opiniones y posturas son respetables» ¿A que es difícil poner pegas a esto? ¿A que nos resulta «cómodo» seguir con nuestras ideas sin intentar corregir a nadie, ni a nosotros? —total, voy a tener igual el <i>Barça/Madrit</i> en la tele—. Las redes sociales han amplificado todavía más esta situación con la creación de burbujas autoconvencidas y un ambiente político extremadamente polarizado que consiste en <a href="https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2018/10/14/5bbe13e8268e3ebe0c8b45f9.html" target="_blank">machacar ideológicamente</a> al contrario, cuyo principal error es el de pensar diferente a ti.</p><blockquote><p style="text-align: right;">«<i>Cuando todos piensan igual, es que ninguno está pensando</i>»</p></blockquote><p style="text-align: right;">―<b>Walter Lippmann</b></p><p style="text-align: justify;">Naturalmente, el problema no reside en que <b>todo el mundo tiene derecho a tener su postura y a manifestarla</b>. Esto es innegable. El problema es, sin embargo, no añadir a continuación <b>la obligación de cuestionarnos su validez o de aceptar que puede estar equivocada</b>. Y créanme, por pura lógica universal matemática, cuando existen dos posturas contrapuestas una a otra, una de ellas no puede ser cierta. No se puede opinar que algo es blanco y es negro al unísono. Ambas posturas son «respetables» pero una <i>al menos</i>, no puede ser cierta: <b>no es incompatible lo respetable con lo equivocado</b>. Puede ocurrir, no obstante, que sea gris y que cada uno vea sólo lo que quiere ver, lo que puede que pase la mayoría de las veces.</p><p style="text-align: justify;">Hay que añadir que no se trata de cuestiones culturales o de modas. Estas, por definición, dependen de los criterios que marca la sociedad y son ambiguos o imposibles de determinar objetivamente ya que dependen de preferencias personales y estimaciones arbitrarias. Por ejemplo, no se trata de si es «correcto» llevar sandalias con calcetines subidos hasta la rodilla o todo lo contrario. Y también hay conceptos para los que no existe una respuesta que nos guste, ya que dependen a su vez de otros problemas cuya solución está al alcance de la decisión de muy pocos.</p><p style="text-align: justify;">La realidad tiene muchos matices, pero todos llevan al mismo punto. Si alguien está pensando en la mecánica cuántica y aquello de que la realidad depende del observador, del cristal con el que se mira, etc., etc... aunque la física apoya esta aparente subjetividad, una vez la realidad adquiere presencia lo hace dentro de un margen estrecho definido por precisas leyes físicas. Es decir, aun admitiendo que <a href="https://culturainquieta.com/es/inspiring/item/13591-experimento-comprueba-que-la-realidad-no-existe-hasta-que-es-observada.html" target="_blank">la realidad la construye el observador</a>, sin embargo, <a href="https://www.elmundo.es/blogs/elmundo/clima/2015/02/20/la-realidad-no-depende-del-observador.html" target="_blank">no puede crear</a> <i>cualquier </i>realidad, sino solo una muy bien determinada.</p><p style="text-align: justify;">Otra frase característica de este periodo actual en el que se encuentra nuestra sociedad, es la de «tu verdad» o «mi verdad», que refuerza la idea de que cada uno puede creer en lo que le de la gana con la única condición de que los demás puedan hacer lo mismo. Como si la verdad dependiera del capricho de cada uno —o lo que es lo mismo, dogmatismo puro y duro—. Y todos tan contentos. Sí, es verdad que cada uno puede creer en lo que le de la gana, pero nadie garantiza si se está o no creyendo en una <i>gilipollez</i> —¿alguien dijo <i>terraplanismo</i>?—.</p><p style="text-align: justify;">A la sociedad le preocupa más la «libertad» para escoger una descripción de nuestro mundo, que la correspondencia de esta con el mundo <i>real</i>. No le importa el tiempo, recursos y esfuerzo que una sociedad puede desperdiciar por no tener una versión del mundo que se ajuste a una realidad física. No le ha importado hasta ahora, por ejemplo, todo el daño que un modelo económico basado en la creencia irreal de un crecimiento ilimitado le causaba al medio ambiente. No le ha importado creer en un modelo económico que generaba deuda de un dinero irreal que posteriormente ha quebrado la economía real —la de comer todos los días— de familias con recursos limitados.</p><p style="text-align: justify;">¿Cuándo ha empezado esta aversión a la <i>búsqueda </i>de la verdad? Al parecer la culpa de todo esto la tuvieron los nazis, no porque sea fácil echarles la culpa de todo a ellos —que también—, sino porque desde entonces se ha confundido la manera en la que ellos creyeron en su verdad, con el hecho de creer <i>en una</i> verdad. El problema de los nazis no era que creyesen en unos principios y los defendieran con firmeza, sino —entre muchos otros— en creerse con superioridad para imponerla al resto. Es decir, en no considerar que pudieran estar equivocados. </p><p style="text-align: justify;">Esta confusión fue provocada por el ansia en dejar como sea atrás el nazismo y colocar a los ganadores resultantes de aquel desastre como unos salvadores muy por encima de la situación, lo que <a href="https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:4YpcU1ek94EJ:https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20220509/8247616/como-europa-invento-historia-1945.html+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=es" target="_blank">no era ni es del todo cierto</a>. Como consecuencia, la historiografía y la cultura social resultante construida desde entonces en las democracias occidentales, <a href="https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2021-07-01/de-como-llegamos-a-vivir-en-una-democracia-nihilista/" target="_blank">huye como de la peste</a> de la firmeza en la defensa de las ideas y principios propios y del ansia de conocimiento, en lugar de buscar <a href="https://www.vozpopuli.com/opinion/jordan-peterson-hombres-feminismo.html" target="_blank">la autocrítica o el debate</a>. </p><p style="text-align: justify;">Alguien estará pensando cómo se puede ser firme en la defensa de las ideas y a la vez ser autocrítico. Bien, aquí es dónde está la gracia. Hay una cosa que se llama<i> línea argumental </i>y todo el mundo debería establecer la suya propia para llegar a una conclusión. Saber <i>por qué</i> hace las cosas. Cuando se entra en contacto con otras personas y se comparten dichas líneas argumentales, surge la oportunidad de poner en cuestionamiento las propias y someter a crítica la de los demás. No por el deseo de tumbar ideológicamente al oponente, sino para ayudar al prójimo a que se corrija él mismo su línea argumental propia. La idea sería aprender gracias a compartir con los demás estos argumentos, algo que es para lo que deberían servir las redes sociales. Sin embargo, como sabemos, es justamente al contrario.</p><p style="text-align: justify;">Sin ánimo de hacer especulaciones gratuitas, es como si el germen del fascismo que ya existía antes del conflicto en aquellos ganadores de la Segunda Guerra Mundial, pero que no pusieron en práctica como sí ocurrió en Alemania, sin embargo, haya evolucionado en un <i><a href="https://www.yorokobu.es/postfascismos/" target="_blank">postfascismo</a></i> que huye de las etiquetas clásicas nazis y al mismo tiempo, las usa para desviar la atención y permanecer inadvertido. El resultado, sea cual sea la explicación, es que por mucho se supone que hayan intentado evitarlo, han generado una sociedad dogmatizada y polarizada ideológicamente, que huye de la verdad y abraza lo intranscendente, lo vulgar y lo directamente falso. Lo <i>fake</i> y lo viral, son las nuevas señas de identidad de la actualidad.</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: right;"><blockquote>«<i>la eugenesia. Todo el mundo piensa que se circunscribe a la Alemania de Hitler, pero en realidad empezó en Virginia, en la América profunda, y luego Francia y solo después Alemania</i>»</blockquote></div><div style="text-align: right;">—<a href="https://www.eldiario.es/sociedad/jose-antonio-ruiz-especular-probable-haya-nacido-alguien-no-homo-sapiens_128_9133829.htm" target="_blank"><b>José Antonio Ruiz</b>, divulgador</a></div><p></p><p style="text-align: justify;">¿Qué tiene esto que ver con la ciencia-ficción? Pues mucho por varios motivos. Uno es que este género suscita los más acalorados debates —por llamarlos de alguna manera— alrededor de su producción cultural. Se llega al punto de que actores son <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_la_cancelación" target="_blank">cancelados de la opinión pública</a> por <a href="https://www.ecartelera.com/noticias/47217/star-wars-kelly-marie-tran-instagram-elimina-publicaciones/" target="_blank">su raza</a>, por su sexo o por <a href="https://www.tomatazos.com/noticias/601473/Star-Wars-Lucasfilm-teme-que-Rosario-Dawson-sea-la-proxima-estrella-en-ser-cancelada" target="_blank">alguna cosa que dijeron</a> que hicieron, en alguna parte, hace un tiempo. Y el otro motivo ha sido por propia experiencia en dos situaciones: </p><p style="text-align: justify;">Una de ellas es sobre la reciente serie de televisión de <i>La Fundación</i> en <a href="https://twitter.com/eternity_end/status/1463184848303054854" target="_blank">una conocida red social</a>. La cuestión era qué grado de acierto podía lograrse en una critica de esta serie sin haber leído los libros. Tanto la serie como el asunto mencionado podrían ser objeto de largos artículos, pero por resumir, parece bastante razonable argumentar que para adaptar una obra a un medio distinto al suyo original, es al menos conveniente conocer las particularidades de este. Es decir, no es que no se pueda opinar, pero el análisis va a estar <i>cojo </i>con una gran probabilidad de no ser así. Pero si esta discusión puede parecer <i>de traca</i>, el remate es cuando se puede leer la frase «la crítica es libre». Confieso que no entendí lo que ocurría hasta hace poco, cuando he decidido escribir sobre ello. La crítica es en efecto libre, pero nadie discutía eso, sino la validez del argumento expuesto. </p><p style="text-align: justify;">Y el otro caso tiene algo más de tiempo y fue en la misma red social —lamentablemente, los <i>tweet </i>están bloqueados por <a href="https://twitter.com/vientecillo" target="_blank">la autora</a>—. En este caso fue de nuevo otra adaptación de una obra literaria, la película <i>John Carter</i> y las criticas hacía ella por su parecido con <i>Star Wars</i> de la que —decían— no era más que una «copia». En <a href="https://www.facebook.com/final.eternidad/posts/392783764077151" target="_blank">otra red social</a> pretendí —no estoy seguro de con cuanto acierto— explicar que no podía ser una copia ya que <a href="https://www.diariodealmeria.es/opinion/articulos/abuelo-Avatar_0_572943121.html" target="_blank">la obra original</a> en la que se basaba la película era nada menos de hace más de cien años, literalmente. O sea, a cada uno le puede gustar o no una película o una serie, pero si el principal argumento con el que te has formado tu opinión no tiene ni pies ni cabeza, algo falla. Por mucha libertad que tengas. Continuaba argumentando que tal vez fuera un problema de mercadotecnia, algo que ocurre en bastantes situaciones cuando no se acierta con el mensaje enviado al publico que ocasiona que acudan a las salas con una idea distinta a lo que realmente va a ver. El tiempo me ha dado la razón al hacerse públicas diversas declaraciones de los responsables de la producción admitiendo que <a href="https://elpais.com/icon/cultura/2022-03-11/una-de-las-peores-campanas-de-la-historia-del-cine-john-carter-la-pesadilla-de-los-200-millones-para-disney.html" target="_blank">la campaña de marketing fue un total desastre</a>. Pero la prueba de que <i><u>la gente se equivocaba en su juicio</u></i> a esta película a causa de un <i>argumento falso </i>no es solo por esto: ahora, diez años después, el que ha podido acceder a esta obra sin un prejuicio previo, la está <a href="https://www.20minutos.es/cinemania/noticias/john-carter-maravilloso-desastre-espacial-disney-4973004/" target="_blank">valorando mucho mejor</a> que lo que entonces se hizo.</p><p style="text-align: justify;">En estos dos casos el problema ha sido la falta de conocimiento de las obras originales. Esta circunstancia también fue en el lado opuesto, una de las claves del éxito de <i><a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2009/08/avatar.html" target="_blank">Avatar</a></i>, una película plagada de clichés del cine de entretenimiento, cuyo principal aporte fue una <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2010/06/revolucion-tridimensional.html" target="_blank">nueva manera de hacer dinero</a> y cuya originalidad proviene en su mayor parte de obras literarias las cuales solo un ínfimo porcentaje de los espectadores que la aplauden han leído. Es como si la ignorancia del público se convirtiera en un valor de mercado. Sin embargo, cuando la intención es difundir un mensaje más sofisticado proveniente de una saga literaria a otro medio más popular, la principal crítica, incluso del entorno mediático, se apoya en el desconocimiento de la obra de la que se parte, siendo un blanco fácil ya que en efecto, es desconocida para una mayoría. Parece como si existiese un filtro impuesto por un <i>establishment </i>que opera entre bastidores. En fin, espero <i>estar equivocado</i>.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-72808318824632859142022-06-04T11:14:00.009+02:002022-07-01T22:19:45.953+02:00 El Eternauta<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvoitEL7VjgjkXjtthmbbA6lN8Azk9CztKUFueO4suQ69YsEDrfIIYReEdkDfhCr3qq9YR9wr7MA7hVXuMEWza-jL4D8jt_6CRaimELLEiPo7SbZyOCGBuMZG0lGRpW96Nb1XZLM4Dcokn/s1108/eternauta.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="El Eternauta" border="0" data-original-height="488" data-original-width="1108" height="141" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvoitEL7VjgjkXjtthmbbA6lN8Azk9CztKUFueO4suQ69YsEDrfIIYReEdkDfhCr3qq9YR9wr7MA7hVXuMEWza-jL4D8jt_6CRaimELLEiPo7SbZyOCGBuMZG0lGRpW96Nb1XZLM4Dcokn/w320-h141/eternauta.jpg" title="El Eternauta" width="320" /></a></div><br />En el año en el que <i>El Eternauta</i> (<b>Oesterheld</b>-<b>Solano</b>, 1957) fue publicado, las invasiones de extraterrestres que aparecían en el ámbito anglosajón eran sobre todo, reflejos del temor a la inestable situación que en plena <i>Guerra Fría</i> se vivía. Pero el resto del mundo tenía además de esta, otras preocupaciones más inmediatas y que afectaban de manera más directa y en ocasiones dura, sus vidas. En el mundo hispano de ambos lados del océano, los problemas provenían de regímenes dictatoriales y sociedades de cultura militar impuesta. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Siguiendo este mismo principio de utilidad de la ciencia-ficción para manejar las preocupaciones del presente, el escritor <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/H%C3%A9ctor_Germ%C3%A1n_Oesterheld" style="text-align: left;"><b>Héctor G. Oesterheld</b></a> uso una ficción sobre una invasión extraterrestre para reflejar la coyuntura que en aquellos momentos definía sus vidas, en los aspectos más inmediatos. Pero en lugar de presentar un escenario dominado por unas fuerzas extrañas ―el poderoso y lejano enemigo― ideó un modelo estratégico por fases de invasión alienígena basado en la eficiencia, que eliminaba de manera precisa la resistencia local o la reutilizaba en su favor, dejando intactos los recursos del planeta. Un enemigo que pasaba a formar parte desde ese día, de una rutina donde el sometimiento y la permanente sensación de derrota y dominio inevitables eran la norma. Aunque en <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/The_Body_Snatchers" target="_blank">La Invasión de los ultracuerpos</a></i> (<b>Jack Finney</b>, 1955) se acercan a esa situación, este modelo no parecía ser aceptado como propio por los orgullosos países de ámbito anglosajón-protestante ―los llamados <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/White_Anglo-Saxon_Protestant" target="_blank">WASP</a>― en los que no se admitía que estos problemas pudieran formar parte de su cultura. Sin embargo, la verdad es que con el tiempo ha acabado <a href="https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/adios-mundo-cruel-nid1714344/" target="_blank">sirviendo de inspiración</a> en nuestros días en obras culturales que tratan el mismo tema, empezando tal vez en la serie <i>Falling Skies</i> (<b>Rodat-</b><b>Spielberg</b>, 2011~2015) siguiendo por <i>Colony </i>(<b>Cuse</b>-<b>Condal</b>, <span style="text-align: left;">2016~2018</span>) o <i>Nación Cautiva</i> (<span style="text-align: left;"><b>Rupert Wyatt</b>, 2019</span>). En estas obras, sus sociedades acaban acatando aunque sea parcialmente ―o usando el recurso de un ficticio dispositivo de control mental― el dominio totalitario, definiendo su funcionamiento y sus jerarquías, donde algunos de entre sus gentes acatan el poder a cambio de ser acogidos en el poderoso regazo de las autoridades, traicionando a su gente o a sus teóricos principios para lograr un protagonismo que de otra manera no conseguirían. Situación que recuerda a la que en países como Francia no quieren recordar y han procurado ocultar, en relación al periodo de ocupación nazi en la 2ª GM y el papel que el funcionariado de aquel país tuvo colaborando con los invasores.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgfJYKPO1S7HYIIb4_qOyeuRnEqi72W5_d9w1DHBxmYg5FQEmfbT5_AKocZgOYF9YaU97mO4oew7RXS68B09uttImRZNCqSHH5qwP5Eh5atejdlNUuX77FyAhLllorAF-xHQxS_jtd4qDvXYwb6jkYp8v704x0TTkopWJab1SmCQWVvAo1UHqshFnlxsQ=s1127" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1127" height="218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgfJYKPO1S7HYIIb4_qOyeuRnEqi72W5_d9w1DHBxmYg5FQEmfbT5_AKocZgOYF9YaU97mO4oew7RXS68B09uttImRZNCqSHH5qwP5Eh5atejdlNUuX77FyAhLllorAF-xHQxS_jtd4qDvXYwb6jkYp8v704x0TTkopWJab1SmCQWVvAo1UHqshFnlxsQ=s320" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div><div style="text-align: justify;">En cuanto a la parte artística, aunque el estilo oscuro del dibujante <b>Francisco Solano</b> se presentaba absolutamente sucio y demacrado, lo cierto es que le otorgaba una sensación angustiosa al relato totalmente oportuna que ayudaba a reflejar esa sensación de fatalidad lúgubre, que el inevitable destino aparentemente presagiaba. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tras muchos intentos y discusiones sobre la propiedad cultural de la obra,<span style="text-align: left;"> sus herederos <a href="https://factorelblog.com/2020/02/19/el-eternauta-en-netflix/" target="_blank">han acordado</a> con una cadena de video por suscripción la realización de una serie, gracias a la gran repercusión cosechada </span>en todo el ámbito hispano y en el mundo del cómic a nivel internacional. Sin olvidar que en su país de origen, Argentina, fue toda una conmoción política lo que junto con la extraña desaparición de su autor, ha transformado la obra en un mito. De alguna manera, logró inadvertidamente traspasar el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cuarta_pared" target="_blank"><i>cuarto muro</i></a> del cómic, ya que el autor hace acto de presencia en el propio relato mientras contempla una de las apariciones del protagonista, el viajante de la eternidad. Quizás es tal vez allí el lugar donde se encuentre el desaparecido escritor. En cualquier caso, él y su creación continuarán su viaje en nuestra imaginación, hasta encontrarnos con ellos al final de la eternidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2021/07/24-adaptaciones-que-nos-prometieron.html"><span style="font-size: x-small;">Esta entrada es un fragmento actualizado y ampliado de otro artículo anterior</span></a>.</div>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-43937072578721151012022-01-03T10:00:00.011+01:002022-08-23T14:18:40.142+02:00El problema con Star Trek: Discovery<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI4Q6n8V_b2PbkqFW1UofmIJa_bB73H5hYjy784sZOhXgo9TpWLKR5k1uwgy2OYQaq4uSuZaFfgtIat_Xrql38sSXE0BfIPcWm4OTVpbojaQIzg2MA8uFYYVYJiWbPJUOZEyqIUMkTfvUZTv8wI4z-PogldQYRGPKFf4BRxigV0Pra2ji8CM8a6lMgLQ/s512/logo_discovery.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Logo y créditos iniciales de 'Star Trek: Discovery'" border="0" data-original-height="287" data-original-width="512" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI4Q6n8V_b2PbkqFW1UofmIJa_bB73H5hYjy784sZOhXgo9TpWLKR5k1uwgy2OYQaq4uSuZaFfgtIat_Xrql38sSXE0BfIPcWm4OTVpbojaQIzg2MA8uFYYVYJiWbPJUOZEyqIUMkTfvUZTv8wI4z-PogldQYRGPKFf4BRxigV0Pra2ji8CM8a6lMgLQ/w320-h179/logo_discovery.png" title="Logo y créditos iniciales de 'Star Trek: Discovery'" width="320" /></a></div><br />Desde hace 55 años que <i>Star Trek</i> o <i>Viaje a las Estrellas</i> viene mostrándonos que lo importante no es alcanzar un horizonte lejano y utópico, sino que el objetivo es el propio viaje al recorrerlo. Un camino que la Humanidad viene realizando en su lento deambular alrededor del Sol, tropezándose continuamente con sus inevitables defectos. La <i>Star Trek</i> original, conocida como TOS (<i>Trek Original Series</i>), nos mostraba a una tripulación interdisciplinar, interracial y en la que el género no era tan siquiera un asunto del que se hablara. Su autor,<b> Gene Rodenberri</b>, no pretendía mostrar un futuro en el que no hubiera problemas, sino uno en el que la Humanidad sabía enfrentarse a ellos como equipo, como colectivo. Desde entonces, aquella pretensión ha ido sufriendo desgaste ante el roce con el resto de la producción cultural, obsesionada con la reproducción mimética de los problemas del presente, extrapolados y llevados a sus consecuencias más exageradas, asumiendo que no hay nada que hacer al respecto y prácticamente, convirtiéndose en profecía autocumplida.</div><div style="text-align: justify;"><span></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><i>Star Trek Next Generations</i> (TNG) estiró la idea inicial y permitió que la saga alcanzara el fin de siglo, pero su importante ―aunque limitado― aporte de nuevas ideas, quedó parcialmente oculto tras la repetición de los mismos clichés de décadas anteriores. Esto hizo que los acontecimientos del siglo entrante se la llevaran por delante. <i>Star Trek</i> dejó de existir a pesar del intento fallido —para algunos— de <i>Enterprise</i>. Antes de esto, un suceso iba a señalar una circunstancia que actualmente, más de dos décadas después, continua definiendo nuestro día a día —pero en el mal sentido—: en un buen intento por mantener la saga viva, <i>Espacio Profundo Nueve</i> mostraba otra visión del universo <i>Trek</i>, pero fue entonces cuando el fenómeno social por el cual alrededor de un concepto cultural se creaba una legión de seguidores y constituía su éxito, comenzó a desvelar un oscuro aspecto: un sector de la comunidad de aficionados de la franquicia «entregados» a la causa <i>trekkie</i> y aferrados al concepto original, no lo asimilaron y lo consideraron como algo cercano a una herejía, una traición al «espíritu» de la saga. Lo paradójico de todo este asunto es que ocurría sobre una idea que pretendía que la humanidad fuera flexible, tolerante, comprensiva y se adaptara a los tiempos para resolver los problemas, no para crear otros nuevos. Una contradicción que viene persiguiendo a la humanidad desde que comenzó a caminar. <i>Espacio Profundo Nueve</i> era una historia ambientada en <a href="https://gizmodo.com/deep-space-nine-is-star-treks-best-world-because-its-t-1786060432" target="_blank">el mismo universo</a>, <b>pero en una situación diferente</b>, por lo que la respuesta y la acción de los personajes no tenía porque ser la misma que la de TOS. Sí debía de ser, no obstante —y así de hecho cumplía la serie— la filosofía subyacente con la que se manejaban las situaciones, que en este caso no eran insondables misterios de zonas desconocidas del universo, sino de la convivencia de varias razas enfrentadas entre si en un área fronteriza del estado político formado por la <i>Federación de Planetas</i>. Efectivamente, en el universo imaginario creado alrededor de la saga original, no todo el mundo embarcaba en misiones de cinco años a lugares donde nadie había llegado antes.</p><p style="text-align: justify;">Tras el cambio de paradigma en el mundo audiovisual, con el mítico reinicio de la saga <i>Battlestar Galactica</i>, faltaba que esta transformación cultural alcanzase al universo <i>trekkie</i>. Y así parecía ser cuando se anunció que una nueva serie ambientada en dicho universo iba a aparecer: <i>Star Trek: Discovery</i>. Ya desde el principio avisaron que cambiarían el foco: la serie <a href="https://salondelmal.com/2016/08/11/una-teniente-sera-la-protagonista-de-star-trek-discovery/" target="_blank">no estaría centrada en el capitán</a>, y que sería mujer. Es decir, no solo desafiaban la inercia cultural de presentar como protagonista a un hombre, sino que también se pretendía desafiar al propio concepto de orden jerárquico, y por consiguiente, al concepto de meritocracia, fundamental en el universo de<i> Star Trek</i> y objeto de gran controversia hasta nuestros días. Esta declaración de intenciones era un aviso de lo que iba a venir.</p><h2 style="text-align: justify;">La protagonista</h2><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyBaIcflaf33Onqu7EeyTPdF9S0js5yDmbh0XzD9WUrJLlkiS3O4y1OsNjhcTe8mm3R-W_b51mJ4ylINu5lSKTi-dfMobhfTwplc9htQshzVUGhQabB4vGkhPxiDCWDbqiD2qLHapX97I/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Michael Burnham (Sonequa Martin-Green) en el puente de mando de la 'Discovery'" data-original-height="384" data-original-width="768" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyBaIcflaf33Onqu7EeyTPdF9S0js5yDmbh0XzD9WUrJLlkiS3O4y1OsNjhcTe8mm3R-W_b51mJ4ylINu5lSKTi-dfMobhfTwplc9htQshzVUGhQabB4vGkhPxiDCWDbqiD2qLHapX97I/w320-h160/image.png" title="Michael Burnham (Sonequa Martin-Green) en el puente de mando de la 'Discovery'" width="320" /></a></p><p style="text-align: justify;">Una mujer, de raza negra ocupando posiciones inferiores en la jerarquía organizativa. Además, engreída, prepotente, desafiante, insubordinada, sabelotodo y con necesidad de ser continuamente el centro y creer que de ella depende la responsabilidad, le corresponda o no, de salvar a todo el mundo. Alguien podrá pensar que estoy siendo despectivo, racista, misógino y puede que un montón de cosas más. En estos términos se han estado dando divisiones entre los aficionados, protagonizando discusiones polarizadas al máximo, desgraciadamente, tan clásicas y que tanto abundan en estos días. Los aficionados se culpan unos a otros, no por lo que piensan sobre la obra, sino por el mero hecho mismo de pensar algo diferente a «lo correcto», que suele coincidir curiosamente con lo que le conviene a cada uno. En definitiva, verdaderas aberraciones a estas alturas de siglo. Volviendo al tema, al parecer, pocos han pensado en la posibilidad de que los creadores de la serie hayan puesto a esta protagonista así, intencionadamente, con esa personalidad y esas características. Y tendría sentido y sería coherente con lo que se ha visto en la saga: <i>Michael Burnham</i> (<b>Sonequa Martin-Green</b>) está desde los inicios moviéndose en el terreno de lo ilegal, lo irresponsable y lo temerario, por lo que no logra ser comandante hasta... ¡la cuarta temporada! El único que confía en ella resulta ser un intruso de un universo paralelo «oscuro» ―un clásico de la saga, sin embargo, tal vez la parte más incoherente―. Su hermano, nada menos que <i>Spock </i>(<b>Ethan Peck</b>), la define con precisión y hasta que él aparece nadie la pone en su sitio ―lo <a href="https://www.express.co.uk/showbiz/tv-radio/1360009/star-trek-discovery-cast-who-plays-the-admiral-on-star-trek-discovery-evg" target="_blank">que repetiría</a> el Almirante de la flota en la 3ª temporada― confirmando que su hermana es <i>realmente </i>así, no es que nosotros seamos «malos» por pensarlo. <i>Discovery</i>, continuando con la filosofía del universo <i>Trek</i>, nos hace enfrentarnos a nuestros prejuicios y nos obliga a replantear que incluso la gente que pueda parecernos impertinente en un principio, merece también una oportunidad.</p><h2 style="text-align: justify;">La jerarquía y los roles</h2><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhASLWWQaXGjijBjWbGgLsBNC-DHAwTodm-ZBTt66AtLThpFSe8m7Y7jDYW6EVTkrgkj5lpBmt0N9Cf6G16BDITPeJpsYUi9k31Hu6louP8fux-jE2bbmSipHUAN2WCMcco3pof_43IG1Y/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Sylvia Tilly (Mary Wiseman)" data-original-height="500" data-original-width="960" height="167" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhASLWWQaXGjijBjWbGgLsBNC-DHAwTodm-ZBTt66AtLThpFSe8m7Y7jDYW6EVTkrgkj5lpBmt0N9Cf6G16BDITPeJpsYUi9k31Hu6louP8fux-jE2bbmSipHUAN2WCMcco3pof_43IG1Y/w320-h167/image.png" title="Sylvia Tilly (Mary Wiseman)" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">El concepto de meritocracia en <i>Star Trek</i> ha sido siempre una de sus importantes señas identitarias al desafiar los conceptos establecidos en su época. Sin embargo, su tratamiento era implícito en el propio planteamiento de la serie. Es decir, en raras ocasiones se hacía alusión a ello de manera explícita. De ocurrir, era normalmente cuando entraban en contacto con otra cultura y surgía algún conflicto que nuestros héroes de la <i>Enterprise </i>tenían ya superado. Algo que actualmente, en nuestra cultura, no se ha logrado. Con todo, TOS podría decirse que adolecía, desde este punto de vista, de haber sucumbido a colocar como foco del protagonismo a un varón caucasiano heterosexual como máxima autoridad. De hecho, según se cuenta, la intención inicial era la de colocar a una mujer de capitán, lo que lograron con <i>Star-Trek: Voyager</i> —incluso pusieron en TNG de comandante hasta... ¡un calvo!—. Probablemente, la circunstancia de necesitar adaptarse a los prejuicios de la época era y ha sido un freno. Es decir, nos encontramos ante la paradoja —otra— de <b>intentar ofrecer un producto que rompa con esos prejuicios para ofrecérselos a una necesaria audiencia que está dominada por ellos</b>. Pues bien, exactamente el mismo problema se tiene en nuestros días. Unos prejuicios diferentes, por lo que —y una vez más siguiendo con la misma intención de la serie original— <i>Discovery</i> pretende romper con una parte de ellos también ofreciendo un producto diferente, porque el público y la situación, no son las mismas. Por eso, se ha llegado a ver en la serie a una <a href="https://screenrant.com/star-trek-tilly-would-be-the-best-discovery-captain/" target="_blank">chica rellenita</a>, la teniente <i>Sylvia Tilly</i> (<b>Mary Wiseman</b>) —¡pelirroja, que escándalo!— <a href="https://collider.com/star-trek-discovery-season-3-recap/" target="_blank">al frente</a> de una nave estelar.</div><h2 style="text-align: justify;">Los géneros</h2><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifApff0yj6Keup5T_2sPFpeww7_5X_5-XrPf6JZ93bBKCt6jph3HoS2o5GCrtwzaBZZnHvPuzIYTS1JoENP5y42Yg4nYq6BlkZAYQC-JL3b5gEllMns-DDT1rEngRwnsNpyWf7cKewGfA/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Doctor Hugh Culber (Wilson Cruz)" data-original-height="750" data-original-width="1500" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifApff0yj6Keup5T_2sPFpeww7_5X_5-XrPf6JZ93bBKCt6jph3HoS2o5GCrtwzaBZZnHvPuzIYTS1JoENP5y42Yg4nYq6BlkZAYQC-JL3b5gEllMns-DDT1rEngRwnsNpyWf7cKewGfA/w320-h160/image.png" title="Doctor Hugh Culber (Wilson Cruz)" width="320" /></a></div><br /><div><div style="text-align: justify;">Los roles de género, llamando así a las tendencias, afinidades y roles en las relaciones en las que el sexo biológico es tan solo una de las variables, han sido otro de los asuntos que, dado su relevancia en el funcionamiento social, ha tenido su parte importante de tratamiento en la saga. Pero claro, de aquella <i>Uhura</i>, tan hermosa como absolutamente eficiente en su trabajo, en la que tras una hora de capítulo una mujer de raza negra trabajaba a la misma altura que cualquier otro componente de la tripulación sin que nadie dijera nada, ni a favor ni en contra ya que daba igual su sexo, raza o lo que fuera; a dedicar un capítulo entero varias décadas después para tratar de forma explícita lo mismo, uno se da cuenta de que algo no funciona. Que si <i>gays</i>, que si <i>trans</i>, todo debe de tener su capítulo, su personaje y su trama bien evidente para que se vea clarito que los <i>trekkies </i>son muy guais y tolerantes. Esto no significa que en TOS no hubieran capítulos explícitos hasta <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Que_ese_sea_su_último_campo_de_batalla" target="_blank">casi la parodia</a>, pero no era la norma y parecía tener una mayor justificación en el guión. En <i>Discovery </i>hay un romance gay protagonizado por el teniente científico <i>Paul Stamets</i> (<b>Anthony Rapp</b>) y el médico de a bordo, Dr. <i>Hugh Culber</i>, cuyo interprete <b>Wilson Cruz</b> <a href="https://trekmovie.com/2017/08/02/stlv17-interview-sam-vartholomeos-and-wilson-cruz-give-new-character-details-talk-relationships-on-discovery/" target="_blank">lo define así</a>:</div><div style="text-align: justify;"></div></div><blockquote><div><div style="text-align: justify;">«no es como si estuviéramos teniendo un episodio especial de dos horas sobre las relaciones homosexuales en el espacio. No es eso. Simplemente están enamorados y resultan ser compañeros de trabajo»</div></div></blockquote><div style="text-align: justify;"></div><p></p><p style="text-align: justify;">Es decir, que sean pareja no es más que una circunstancia como tantas otras, y las consideraciones sobre la relación en sí quedan embebidas dentro de la trama, como algo absolutamente habitual. Además, por primera vez se introduce una pareja transgénero y «no-binaria» —confieso que era la primera vez que oía hablar de este rol de género, así que en mi caso ya han logrado algo. Eso sí, la pareja que forman sigue siendo binaria, es decir, de dos—. Están interpretados por <b>Blue del Barrio</b> y <b>Ian Alexander </b>cuyos personajes así como los actores en la vida real, usan pronombres neutros. Hay que señalar que no obligan a nadie a usarlos, simplemente piden a las personas de confianza que se dirijan a ellos de esa manera —sin apuntarles con un fáser, lo que es un detalle—.</p><h2 style="text-align: justify;">El problema</h2><p style="text-align: justify;"><i>Star Trek: Discovery</i>, a pesar de no seguir el mismo patrón que la serie original, emula parte de sus pretensiones de innovación social, pero aplicadas a las circunstancias y público actual. Pero no todo el mundo lo ve de igual manera. El movimiento social que se originó alrededor de una serie de televisión en el año 1966, y que entonces fue un suceso único en la historia, es hoy en día algo habitual. Foros y redes sociales arden en discusiones enfervorizadas, verdaderas luchas tribales entre fanáticos seguidores de una u otra saga cultural. Las corporaciones de entretenimiento se frotan las manos mientras tanto, pero en el caso de <i>Star Trek</i>, esta situación choca por completo con lo que se pretendía: una humanidad que ha dejado atrás los enfrentamientos basados en la emotividad, viscerales, con escasa o nula racionalidad. La serie pretende poner patas arriba las convenciones sociales para que dejemos atrás de una vez por todas algunos prejuicios que todavía se siguen sin superar. Esto es loable, por supuesto, pero incluir en una misma obra todos y cada uno de ellos, afecta a la historia, forzándola a desviarse, por mucho cuidado que se haya hecho intentando que las reivindicaciones sean implícitas. Lo han convertido en su principal objetivo, dejando con poco protagonismo otros aspectos igualmente característicos del universo <i>Trek</i>. A pesar de todo, en <i>Star Trek: Discovery</i> todos los personajes tienen un gran trasfondo y están bien construidos, la <a href="https://www.espinof.com/series-de-ficcion/star-trek-discovery-arroja-luz-tiempos-oscuros-serie-netflix-firma-temporada-3-trekkie-que-nunca" target="_blank">tercera temporada</a> es un mensaje de esperanza y optimismo característicos de la filosofía <i>Trek </i>y <a href="https://screenrant.com/star-trek-discovery-season-4-roddenberry-vision-peace/amp/" target="_blank">la cuarta</a>, con <i>Burham </i>de capitán y enfrentándose a un enemigo desconocido capaz de destruir planetas, es lo más parecido a la serie original hasta ahora. Sin duda, es una buena serie, pero tal vez, no sea la serie que todavía seguimos esperando.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;">Esta entrada fue publicada anteriormente <a href="https://planetasprohibidos.blogspot.com/2021/12/el-problema-con-star-trek-discovery.html" target="_blank">en el blog de <i>Planetas Prohibidos</i></a></span></p>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-51827078483016005512021-07-31T14:08:00.008+02:002021-10-09T10:18:17.766+02:0025 adaptaciones que nos prometieron<p></p><div style="text-align: justify;">Aunque siempre es preferible una buena lectura, que duda cabe que en ocasiones nos gusta sentarnos en el sillón a disfrutar sin más de una buena, emocionante y épica serie de televisión. En la actualidad, con toda la multiplicidad de canales en-línea de contenidos, uno podría pensar que esto está solucionado, que no nos va a faltar material. Pero cuando llega el momento, la oferta consiste en series como <i><a href="https://fueradeseries.com/critica-otra-vida-una-serie-de-ciencia-ficcion-de-saldo-de-netflix-con-infulas-19f97201d08a/" target="_blank">Another Life</a> </i>cuyo aporte es escaso y que consiste en una colección de clichés, pero a pesar de ello, va a tener su <a href="https://www.whats-on-netflix.com/news/another-life-season-2-netflix-release-what-we-know-08-2021/" target="_blank">segunda temporada</a>. Es en este momento cuando uno se acuerda del anuncio de otras producciones. Algunas, adaptaciones de obras extraordinarias que, si bien siempre existe el riesgo de que lo estropeen todo, al menos son una buena base de la que partir. Y en los años recientes, no son pocas las propuestas que sin embargo, no han llegado a término —salvando los casos de <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2021/05/la-oportunidad-de-la-fundacion.html" style="font-style: italic;">Fundación</a> o <a href="https://www.imdb.com/title/tt6156584/" style="font-style: italic;" target="_blank">Snowpiercer</a>—. La lista siguiente es una recopilación de adaptaciones que en su día fueron anunciadas (entre paréntesis el año en la que se oyó hablar de ello):</div><ol style="text-align: left;"><li><i>Y: The Last Man</i> (2009)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj20He8KkQYrw60n390O1nspP98pXXX65-FIAgLSH85KwbXGH0-xyqnf7aaG8XjyfnLTItpsOUOvbiPIUpU5c1Rav_rc3NuTW8NOQRLfzBOZqSNa2sQyvFh37FMNaa4j-Sw-SoirZUloe_W/s594/y_the_last_man.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Y: The Last Man" border="0" data-original-height="235" data-original-width="594" height="127" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj20He8KkQYrw60n390O1nspP98pXXX65-FIAgLSH85KwbXGH0-xyqnf7aaG8XjyfnLTItpsOUOvbiPIUpU5c1Rav_rc3NuTW8NOQRLfzBOZqSNa2sQyvFh37FMNaa4j-Sw-SoirZUloe_W/w320-h127/y_the_last_man.jpg" title="Y: The Last Man" width="320" /></a></div><br />Un cómic que según cuentan los aficionados que han tenido la oportunidad de conocerlo, es de las mejores sagas del noveno arte realizadas. Todo comenzó en el ya lejano 2009 como una propuesta de adaptación a <a href="https://salondelmal.com/2009/06/22/shia-labeouf-dice-que-todavia-existen-posibilidades-de-ver-y-the-last-man/" target="_blank">película</a> protagonizada por el inefable <b>Shia Labeouf</b>, pero que tras vueltas y dudas durante años, ha acabado convirtiéndose en <a href="https://www.imdb.com/title/tt8042500/?ref_=tt_ov_inf" target="_blank">una serie</a> de TV prevista para septiembre de 2021, cuyo primer <a href="https://www.xataka.com/cine-y-tv/teaser-the-last-man-como-funciona-mundo-hombres-adaptacion-comic-superventas" style="font-style: italic;" target="_blank">teaser trailer</a> acaban de publicar.</div><br /></li><li><i>Source Code</i> (2011)<br /><br />
<div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu3iGLe4kOvVAnNZJq8fn3HAX9f-26QyjgY7lCi3j2Kt4zbHLyDN4SHqttPIvuTVxxsVwFpPbmnixaF20n2IfdNWal29W8S1uq6OE-o5_fwSm5hD9fXPuuawMjpn6FIQfUBR6YHf98EuDn/s940/Source+Code+2011.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="Source Code" border="0" data-original-height="494" data-original-width="940" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu3iGLe4kOvVAnNZJq8fn3HAX9f-26QyjgY7lCi3j2Kt4zbHLyDN4SHqttPIvuTVxxsVwFpPbmnixaF20n2IfdNWal29W8S1uq6OE-o5_fwSm5hD9fXPuuawMjpn6FIQfUBR6YHf98EuDn/w320-h168/Source+Code+2011.jpg" title="Source Code" width="320" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">Dirigida por <b>Duncan Jones</b> y escrita por <b>Ben Ripley</b>, la película mostraba una manera distinta y original de tratar las paradojas temporales, la consciencia humana y sobre todo, la relación entre ellas. Creaba un marco de posibilidades enorme para ser exploradas. Se <a href="https://www.slashfilm.com/source-code-developed-tv-series-cbs" target="_blank">anunció</a> su adaptación a serie de TV el mismo año de su estreno en un medio de habla inglesa, pero no se ha vuelto a saber nada.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div></li><li><i>Half-Life</i> (2013)<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQhO4IkYLvUlk8iNHu6mvj-VUn6CBG19ZfYj3IRLhvMCt1VRSn9B4Qf35SKuUL1p0py6fwiLRl3fQErefqxV8o0KQr7ixPbrhnBZj8X-JGTrNqfXngOpR8gAVU81tNHyXlM7sV-FmYi5XT/s630/half-life-portal.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Half-Life y Portal" border="0" data-original-height="340" data-original-width="630" height="172" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQhO4IkYLvUlk8iNHu6mvj-VUn6CBG19ZfYj3IRLhvMCt1VRSn9B4Qf35SKuUL1p0py6fwiLRl3fQErefqxV8o0KQr7ixPbrhnBZj8X-JGTrNqfXngOpR8gAVU81tNHyXlM7sV-FmYi5XT/w320-h172/half-life-portal.jpg" title="Half-Life y Portal" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los videojuegos son una fuente cada vez más habitual de contenido para ser adaptado a otros medios: <i>Doom</i>, <i>Resident Evil</i>, <i>Tomb Raider</i>, <i>Uncharted </i>y recientemente tras proponerse primero como película, <i>The Last of Us</i> será finalmente <a href="https://hipertextual.com/2020/11/todo-que-sabemos-hasta-ahora-serie-basada-juego-the-last-of-us" target="_blank">una serie de televisión</a>. Pero los que hemos probado <i>Half-Life</i> sentimos que fue una experiencia de juego distinta y probablemente, complicada de adaptar a una pantalla distinta a la de los videojuegos. De mano de <b>J.J. Abrams</b> se anunció lo que en un principio era <a href="https://collider.com/j-j-abrams-portal-movie-half-life-movie/">una película</a>, a la que se añadió la opción de adaptar <span style="text-align: left;"><i>Portal</i>,</span> el también exitoso juego de la misma compañía de <a href="https://half-life.fandom.com/wiki/Half-Life_and_Portal_universe" target="_blank">un ambiente similar</a>. Pero la agenda del famoso productor cargada de proyectos desde entonces y <a href="https://www.20minutos.es/cinemania/noticias/a-j-j-abrams-se-le-atragantan-las-peliculas-de-half-life-y-portal-52309/" target="_blank">la dificultad de adaptar</a> estas obras, han provocado que de momento solo será este último <a href="https://hipertextual.com/2021/05/portal-pelicula-j-j-abrams" target="_blank">el que saldrá</a> a las salas de cine. Si es que sale.<br /><br /></div></li><li><i>La liga de los hombres extraordinarios</i> (2013)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwjhDADAqHepGVtEieVC5FP7KV-7Nh3O8yFIngV_VviA-5Xs2p7nMqceI4lyd_-q8CQ0IwdVG2qSdWTI8JoRGKrxCbRFkA_epvbxrG-DBVJDeLGXYptD5WXBpDotr7MRd5xzjK25p_LOlM/s979/hombres_extraordinarios_portada1-1050x514%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="La liga de los hombres extraordinarios" border="0" data-original-height="514" data-original-width="979" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwjhDADAqHepGVtEieVC5FP7KV-7Nh3O8yFIngV_VviA-5Xs2p7nMqceI4lyd_-q8CQ0IwdVG2qSdWTI8JoRGKrxCbRFkA_epvbxrG-DBVJDeLGXYptD5WXBpDotr7MRd5xzjK25p_LOlM/w320-h168/hombres_extraordinarios_portada1-1050x514%255B1%255D.jpg" title="La liga de los hombres extraordinarios" width="320" /></a></div><br />Si bien es cierto que la <a href="https://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-42391/" target="_blank">adaptación a película</a> del 2003 no fue gran cosa, el cómic original merecía un mejor trato. Una <a href="https://www.culturaocio.com/tv/noticia-liga-hombres-extraordinarios-pasa-pequena-pantalla-20130710153137.htm" target="_blank">serie televisiva</a> donde los personajes pudieran ser mejor desarrollados y no «dejados caer», como suele ser habitual en algunas producciones cinematográficas ―cuyos directores luego cogen cuatro retales y realizan cosas como <i><a href="https://www.imdb.com/title/tt8697870/" target="_blank">The Newers</a>, </i>ambientada en una época victoriana similar a la obra de <b>Alan Moore</b> y <b>Kevin O'Neill</b>, de la que estoy seguro que podría salir algo mejor―.<br /><br /></div></li><li><i>El hombre de los 6000 millones de dólares</i> (2014)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhG3KdH6A5unUIxsJGneZzHaSeykumVZoe7__vmbsLhDiswYU3npOzJ8Tf8kze9VOOa1ihtkdolGlc4gNfyQMpBpKIjsynCI1if4w3mZJKrD6xNLnQswkZaBW1uTrgoy-RyG4IE2qAFOYwX/s1200/six-million-dollar-man-lee-majors%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Lee Majors" border="0" data-original-height="600" data-original-width="1200" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhG3KdH6A5unUIxsJGneZzHaSeykumVZoe7__vmbsLhDiswYU3npOzJ8Tf8kze9VOOa1ihtkdolGlc4gNfyQMpBpKIjsynCI1if4w3mZJKrD6xNLnQswkZaBW1uTrgoy-RyG4IE2qAFOYwX/w320-h160/six-million-dollar-man-lee-majors%255B1%255D.jpg" title="Lee Majors" width="320" /></a></div><br />Cuando apareció la serie de televisión recuperada de los años 70 <i>La mujer biónica</i> (2007) me llamó la atención que ignorasen la serie de la que partía ―<i>El hombre de los seis millones de dólares</i>― también de la misma década, basada a su vez en la obra literaria <i>Cyborg </i>(<b>Martin Caidin</b>, 1972). La respuesta vino cuando se supo que <a href="https://www.culturaocio.com/cine/noticia-mark-wahlberg-protagonizara-pelicula-hombre-seis-millones-dolares-20141107115818.html" target="_blank">estaba en preparación</a> la vuelta a la pequeña pantalla de la serie ―victima de la inflación― nada menos que con <b>Mark Whalberg</b> de protagonista. <br /><br /></div></li><li><i>Hyperion</i> (2015)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiiom76RoPgwrmTUCJpjEzqVwJleHUxxSbfM0gGLwtZ9KuToX1TN7CQOt1R4c36cBc5_ynZ78_VIEl36kTAr3cCwJgwIjztPl3u8sSsnueMtovMXqg-38hhG4E-FuRPUBSMsBCYv9myLrt/s700/hyperion-slice%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Hyperion" border="0" data-original-height="232" data-original-width="700" height="106" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiiom76RoPgwrmTUCJpjEzqVwJleHUxxSbfM0gGLwtZ9KuToX1TN7CQOt1R4c36cBc5_ynZ78_VIEl36kTAr3cCwJgwIjztPl3u8sSsnueMtovMXqg-38hhG4E-FuRPUBSMsBCYv9myLrt/w320-h106/hyperion-slice%255B1%255D.jpg" title="Hyperion" width="320" /></a></div><b><br />Dan Simmons</b> es el autor de <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Los_cantos_de_Hyperion" target="_blank">Los Cantos de Hyperion</a></i> (1989~1999), una <i>space-opera</i> épica que a pesar de ser relativamente moderna huye de las tendencias de <i>ciberpunk </i>de la literatura coetánea, resultando una extraordinaria obra de aventuras al modo clásico pero sin dejar de dar su aporte original. En principio, una obra cuyas características la hacen idónea para ser adaptada a la pantalla. <span style="font-weight: bold;">Miquel Barceló</span> describía así al autor:<blockquote><div style="text-align: left;">«dispone una capacidad especulativa que nunca quedará plasmada en las obras de terror [..] he temido demasiadas veces que el mercado [..] le apartara para siempre de la ciencia-ficción» —prólogo de <i>Endymion</i></div></blockquote><br />Pues bien, a pesar de que en junio del 2015 en diversos medios ―de habla inglesa <a href="https://collider.com/hyperion-syfy-teaming-with-bradley-cooper-and-todd-phillips-to-adapt-the-sci-fi-epic/" target="_blank">primero</a> y en el portal <b>Fantífica </b><a href="http://www.fantifica.com/cine-y-tv/noticias/confirmado-syfy-adaptara-hyperion-de-dan-simmons-como-miniserie/" target="_blank">después</a>― anunciaron con bastante seguridad que iba a ser adaptada a serie, lo cierto es que no se ha sabido nada de este proyecto desde entonces. Todo apunta a que los temores de <b>Barceló </b>no eran infundados ya que finalmente lo único que se ha visto adaptado a un medio televisivo ha sido su obra <i><a href="https://www.imdb.com/title/tt2708480/" target="_blank">The Terror</a></i>.<br /><br /></div></li><li><i>Pórtico </i>(2015)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdAXmFr4RWebXuu1ZYWF-n4EWLATQsffuNfWC3q9NwoEeChtV9ZN4TI1EBBhPbphnmOl4EHAaQ_0306PVR17DJMsttFNoHVtoNW9gzKp7t6CCCjWwx0CWcRbr-jbVa2yG6EAnFAn0WQcVq/s309/gateway-cover.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Pórtico" border="0" data-original-height="171" data-original-width="309" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdAXmFr4RWebXuu1ZYWF-n4EWLATQsffuNfWC3q9NwoEeChtV9ZN4TI1EBBhPbphnmOl4EHAaQ_0306PVR17DJMsttFNoHVtoNW9gzKp7t6CCCjWwx0CWcRbr-jbVa2yG6EAnFAn0WQcVq/s16000/gateway-cover.jpg" title="Pórtico" /></a></div><br /></div><i>La saga de los Hechee</i> es otra extraordinaria e inusual saga de ciencia-ficción. Su autor, <b>Frederik Pohl,</b> presenta un planteamiento inicial suficiente para romper todos los esquemas hasta al más experimentado aficionado. <i>Pórtico</i> (1977)<i> </i>es el primer volumen y al igual que en el caso anterior, <b>SyFy </b><a href="http://www.fantifica.com/cine-y-tv/noticias/portico-de-frederik-pohl-tendra-serie-de-television" target="_blank">anunció en el 2015</a> su adaptación a televisión. De nuevo, <a href="https://www.imdb.com/title/tt4858200/" target="_blank">nada más se ha sabido</a> de este proyecto. No es anecdótico señalar que el estreno en 2014 y el éxito posterior de la también adaptación de una saga literaria <i>The Expanse</i>, podrían haber eclipsado el resto de proyectos. Que luego vendieran los derechos de esta serie a <b>Amazon Prime</b>, dice algo del interés que ha quedado por los demás.<br /><br /></div></li>
<li><i>Trilogía de Marte</i> (2015)<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4B6FYa3Z9DT2Xp0hz8TOrTzBGb3ZuUsU1VchSSyWvSUBu-iS17lFoVk6MtLQC2S5Ucrqp1MnqTTlXCEvkiHdb74YmkH4FNu5CuZeuY5PIvEwo0-hh5gDK_zemt3SFoxg26_4EVZpMR4yc/s446/mars-trilogy-1%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Trilogía de Marte de Kim Stanley Robinson" border="0" data-original-height="299" data-original-width="446" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4B6FYa3Z9DT2Xp0hz8TOrTzBGb3ZuUsU1VchSSyWvSUBu-iS17lFoVk6MtLQC2S5Ucrqp1MnqTTlXCEvkiHdb74YmkH4FNu5CuZeuY5PIvEwo0-hh5gDK_zemt3SFoxg26_4EVZpMR4yc/w320-h215/mars-trilogy-1%255B1%255D.jpg" title="Trilogía de Marte de Kim Stanley Robinson" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br />El año 2015 fue el de las propuestas de adaptaciones de sagas literarias que no se han llevado a cabo hasta el momento ―salvo <i>El Fin de la Infancia</i> (<b>Arthur C. Clarke</b>, 1953) que sí llegó a las pantallas―. A las dos anteriores se le suma <i>Trilogía de Marte</i>, la epopeya de geoingeniería <span style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;">planetaria </span>de</span><span style="text-align: left;"> </span><b>Kim Stanley Robinson</b>, considerada un modelo de precisión científica especulativa. En esta ocasión sí que ha habido noticias, aunque no fueron buenas: fue <a href="https://www.fotogramas.es/series-tv-noticias/a12525631/la-trilogia-marciana-de-kim-stanley-robinson-sera-adaptada-por-spike-tv/" target="_blank">propuesta en el año mencionado</a> para ser <a href="https://www.bolsamania.com/seriesadictos/2016/03/26/spike-tv-decide-detener-la-produccion-de-red-mars-serie-a-partir-de-la-novela-marte-rojo/" target="_blank">puesta en pausa al siguiente</a>.<br /><br /></div></li>
<li><i>Juez Dredd</i> (2016)<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_LOY0TGnL7uLHX7bg1w558g1WWWBSveoARrpXzV6ldenRWzwRjzkhB7s_JAWYg70nBIKZQT06HRLZRPmSGVyjBXehb6-iXsOqtyCVBombfLcTJ0eg9eQNXseawTJCxGw3VykKlPZHz374/s700/Judge_Dredd_Megazine.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Juez Dredd" border="0" data-original-height="258" data-original-width="700" height="118" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_LOY0TGnL7uLHX7bg1w558g1WWWBSveoARrpXzV6ldenRWzwRjzkhB7s_JAWYg70nBIKZQT06HRLZRPmSGVyjBXehb6-iXsOqtyCVBombfLcTJ0eg9eQNXseawTJCxGw3VykKlPZHz374/w320-h118/Judge_Dredd_Megazine.jpg" title="Juez Dredd" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br />De lo más original y relevante que nos dejó el mundo del cómic de finales del siglo pasado, con sus superhéroes desgastándose poco a poco, fue la obra del guionista <b>John Wagner</b> y el dibujante <b>Carlos Ezquerra</b>. Páginas de brutal critica al sistema cuya adaptación protagonizada por <b>Silvester Stallone</b> en 1995 no le hacía «justicia». Tal vez por eso cuando <b>Karl Urban</b> se presentó con <i>Dredd </i>(<b>Pete Travis</b>-<b>Alex Garland</b>, 2012) nadie esperó mucho de esta segunda adaptación a la gran pantalla. Sin embargo, todo aquel que le ha dado <a href="https://www.screengeek.net/2016/08/28/why-ignorant-fan-boys-are-ruining-fandom/" target="_blank">una oportunidad</a> ha visto como la película esta vez sí, hace honor al espíritu del cómic además de aportar su propia visión. Los aficionados <a href="https://www.screengeek.net/2016/04/21/karl-urban-says-he-wants-to-do-a-dredd-series-for-netflix-or-amazon/" target="_blank">han estado pidiendo</a> una segunda parte y sus deseos parecía que iban a convertirse en realidad aunque <a href="https://www.hollywoodreporter.com/news/general-news/comic-writer-rob-williams-has-completed-judge-dredd-pilot-script-comic-con-1128980/" target="_blank">en forma de serie</a>. Pero al igual que la justicia, todo va muy lento.<br /><br /></div></li><ul>
</ul>
<li><i>Extranjero en Tierra Extraña</i> (2016)<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzTD6DYR2hulyIphUKAAWnSmPdFj3tA-8GtiQgGWrgFp6dRpkpaUdheOd2lzWW1tvP7xnySQ_RBFeDNPi4bH5rlp47WPjfjZS0xJk_c0F9yUOQ-Il2w9_ZyBS6fwW0M0_GCgLzRNEMQYtP/s809/imagen_2021-07-14_180641.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Extranjero en Tierra Extraña" border="0" data-original-height="417" data-original-width="809" height="165" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzTD6DYR2hulyIphUKAAWnSmPdFj3tA-8GtiQgGWrgFp6dRpkpaUdheOd2lzWW1tvP7xnySQ_RBFeDNPi4bH5rlp47WPjfjZS0xJk_c0F9yUOQ-Il2w9_ZyBS6fwW0M0_GCgLzRNEMQYtP/w320-h165/imagen_2021-07-14_180641.png" title="Extranjero en Tierra Extraña" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">El canal <b>SyFy </b>todavía iba a dejarnos con la miel en la boca una vez más, <a href="https://gizmodo.com/robert-heinleins-scifi-classic-stranger-in-a-strange-la-1789022223" target="_blank">anunciando</a> que iba a adaptar una de las obras más singulares y donde le da un repaso a todos y cada uno de los valores y prejuicios de la sociedad occidental, al más puro <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2013/06/el-problema-con-robert-heinlein.html" target="_blank">estilo de su autor</a>, el maestro de la ciencia-ficción <b>Robert A. Heinlein.</b> Y así nos hemos quedado desde entonces.</div><br /></li><li><i>USS Callister</i> (2018) <span style="font-size: x-small;">―actualización 05/09/2021―<br /></span><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW2xNzolD1eNc4TFiSPuziQzc4uNYHK5sQVKj0iAbvgc3VFQ-SCDHC18jtNeHzH-T2aEq3eb_myP6sB3LmPl2aQYxrTxuGiNMPVhWxpEcgIWFiF-srvY0NMDxsEN6jXce1FaNCVz-ZYw0K/s960/imagen_2021-09-05_125326.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="USS Callister" border="0" data-original-height="500" data-original-width="960" height="167" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW2xNzolD1eNc4TFiSPuziQzc4uNYHK5sQVKj0iAbvgc3VFQ-SCDHC18jtNeHzH-T2aEq3eb_myP6sB3LmPl2aQYxrTxuGiNMPVhWxpEcgIWFiF-srvY0NMDxsEN6jXce1FaNCVz-ZYw0K/w320-h167/imagen_2021-09-05_125326.png" title="USS Callister" width="320" /></a></div><br />Poco se puede decir de la serie británica <i>Black Mirror</i> además de que ha llevado las advertencias distópicas a un nuevo nivel. Con una creatividad y con un mensaje más crudo y efectivo ―sobre todo durante la fase británica emitida en <b>Channel4</b>― la serie ha planteado escenarios pocas veces vistos anteriormente. Con su paso a <b>Netflix</b>, la serie perdió algo de esa crudeza y planteó otro tipo de escenarios más basados en la nostalgia y menos deprimentes, pero no por ello menos originales. Uno de ellos, el primero de la temporada 4, abrió las puertas a todo un universo virtual en el que la tripulación de una nave espacial estilo <i>Star Trek</i>, clones digitales pero consciencias virtuales, cobraban existencia de manera inadvertida. Causó tal revuelo que <a href="https://www.fayerwayer.com/2018/01/black-mirror-spinoff-uss-callister/" target="_blank">se anunció un <i>spin-off</i></a> basado en este capítulo. Aunque en este caso no se trataría exactamente de una adaptación de un medio a otro, sí que es un caso particular en el que de una serie de capítulos individuales, se podría derivar toda una serie de uno solo de ellos.</div><br /></li><li><i>Duke Nukem</i> (2018)<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQO-6LKeXMwG6YRxBkSwd50_j1PUFqiFmF668hR_CWRiGQn657gfJpXoCXg4L6Q-5tsodnxN39wb9WDoYnVxj43PwqwwsCLDCDtmr-DaAz1bf6W2WSf01W4Sa-byBwjuJ1GbZKuyjpC7Dk/s1120/1584633177_duke-nukem-3d.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img alt="Duke Nukem" border="0" data-original-height="500" data-original-width="1120" height="143" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQO-6LKeXMwG6YRxBkSwd50_j1PUFqiFmF668hR_CWRiGQn657gfJpXoCXg4L6Q-5tsodnxN39wb9WDoYnVxj43PwqwwsCLDCDtmr-DaAz1bf6W2WSf01W4Sa-byBwjuJ1GbZKuyjpC7Dk/w320-h143/1584633177_duke-nukem-3d.jpg" title="Duke Nukem" width="320" /></a></div><div style="text-align: left;"></div><br /><div style="text-align: justify;">¿<b>Michael Bay</b> y <b>John Cena</b> en una misma película? Pues cada uno en su ámbito, eso es <a href="https://www.espinof.com/proyectos/john-cena-sera-duke-nukem-el-videojuego-saltara-al-cine-de-la-mano-de-michael-bay" target="_blank">lo que se prometió</a> en su día en otra adaptación de un videojuego que se hizo famoso, entre otras cosas, porque permitía interactuar con el entorno, una característica que luego sería imprescindible en el resto de títulos del mismo tipo. Pero, nos quedamos con las ganas de ver explosiones por doquier y a <b>Cena </b>fumando el puro.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></li><li><div style="text-align: justify;"><i>Exploradores </i>(2018)</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNIjMljg5FzR9sUTOulAMHDQYxcfaYdOtk3P_G2OXTYo6oI0eFUo3d71NxdXSqBehjUcbQ-yG5HRyEzKIuJR29OCQyrIXGWrA8C2nOQGaI6UNP_Own_hQOMnVhyphenhyphencv10LWkwvgbfd_I8AH6/s479/hqdefault.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Exploradores" border="0" data-original-height="272" data-original-width="479" height="182" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNIjMljg5FzR9sUTOulAMHDQYxcfaYdOtk3P_G2OXTYo6oI0eFUo3d71NxdXSqBehjUcbQ-yG5HRyEzKIuJR29OCQyrIXGWrA8C2nOQGaI6UNP_Own_hQOMnVhyphenhyphencv10LWkwvgbfd_I8AH6/w320-h182/hqdefault.jpg" title="Exploradores" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Primero fue <i>Super 8</i> (<b>J.J. Abrams</b>, 2011) y unos años más tarde se terminó de consolidar con <i>Stranger Things</i> (<b>Hnos. Duffer</b>, 2016), la <a href="https://www.latercera.com/noticia/regresa-el-cine-de-aventuras-juveniles-de-los-80-haran-remakes-de-los-gremlins-y-los-goonies/" target="_blank">fiebre nostálgica por aventuras juveniles de los 80</a>. En una línea similar <a href="https://spoilertime.com/noticia/los-exploradores-joe-dante-serie-cary-fukunaga/" target="_blank">se propuso</a> adaptar a serie de televisión la película <i>Exploradores</i> (<b>Joe Dante</b>, 1985) protagonizada nada menos que por unos jóvenes <b>Ethan Hawke</b> y <b>River Phoenix</b>. De este proyecto no se tiene noticia desde entonces.</div><br /></li><li><i>Starship Troopers</i> (2019)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil_Lyd4ockFsBPecBufEO_3WiExyeY-pUVi7q_VrQCnF4KIwxlo0x2V9M6kdszEgnQhRyKvsJJcVN9NLiHZX4PaBJyejUFSzmPQ-ocEk_eOhu28L-tVibaetjtF6LijlLs2DQ_-JFuBltq/s798/Starship-Troopers-Tv-Series-Talks-Jake-Busey%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Starship Troopers" border="0" data-original-height="420" data-original-width="798" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil_Lyd4ockFsBPecBufEO_3WiExyeY-pUVi7q_VrQCnF4KIwxlo0x2V9M6kdszEgnQhRyKvsJJcVN9NLiHZX4PaBJyejUFSzmPQ-ocEk_eOhu28L-tVibaetjtF6LijlLs2DQ_-JFuBltq/w320-h168/Starship-Troopers-Tv-Series-Talks-Jake-Busey%255B1%255D.jpg" title="Starship Troopers" width="320" /></a></div><br />Otra obra maestra de <b>Robert A. Heinlein</b> que esta vez sí, fue versionada por <b>Paul Verhoeven</b> en 1997. Su éxito la convirtió en una saga con varias secuelas de imagen real y animadas, además de videojuegos. Hace un par de años <a href="https://tvweb.com/starship-troopers-tv-series-talks-jake-busey/" target="_blank">se dijo que continuaría</a> en televisión con el reparto de la primera de ellas. No se conoce nada más.<br /><br /></div></li><li><i>Dune: Sisterhood</i> (2019)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYZphHQS879M-sjvIg0JotvR-vOd1DAwaBIma6CcSfatbyRTxOuvgM_Ffgc64NOT2K4x9KSC4iaySp1H4033J8UO46dX6Y0D-ti7jtTUFgcmeZGdMXw5_KHI5RmNgzhiIyZZtQLBu_aHgl/s800/bene-gesserit%255B1%255D.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Las Bene Gesserit" border="0" data-original-height="332" data-original-width="800" height="132" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYZphHQS879M-sjvIg0JotvR-vOd1DAwaBIma6CcSfatbyRTxOuvgM_Ffgc64NOT2K4x9KSC4iaySp1H4033J8UO46dX6Y0D-ti7jtTUFgcmeZGdMXw5_KHI5RmNgzhiIyZZtQLBu_aHgl/w320-h132/bene-gesserit%255B1%255D.png" title="Las Bene Gesserit" width="320" /></a></div><br />La excelsa Saga de <b>Frank Herbert </b>ya ha sido adaptada a película y a serie de televisión, pero sin acabar de convencer. Los éxitos y el buen hacer de <b>Denis Villeneuve</b> le dotaron del suficiente poderío como para lleva a cabo con solvencia nada menos que la secuela de <i>Blade Runner</i>. Tras dicho proyecto, ya es de dominio público que ha acometido la valiente y arriesgada tarea de llevar de nuevo la adaptación a las salas de cine de <i>Dune</i>, que se entrenará en breve. No contento con esto, <a href="https://www.tonica.la/amp/lux/Denis-Villenueve-dirigira-la-serie-Dune-Sisterhood-para-Warner-Media-20190610-0018.html" target="_blank">tiene en proyecto una serie</a> ambientada en el mismo universo sobre la <i>Orden Bene Gesserit</i>. Este <i>spin-of</i> supondrá una manera inédita de acercarse al universo creado por el escritor.<br /><br /></div></li><li><i>El hombre que cayó a la tierra</i> (2019)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><b><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEherefL9Ddtfv0pBUgkoUDOba_tlmRhLPR1hwhaTOP5gWw1fpTrXBdP103g8afhdlSPpuZwxqVxOr1rjHVYtiW0cEweqoe7W93mVlP7ENCyqpNhcQ5XJyDuncXBqM3auOCYZTxqHTe81lqY/s650/1366_2000%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="El hombre que cayó a la tierra" border="0" data-original-height="302" data-original-width="650" height="149" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEherefL9Ddtfv0pBUgkoUDOba_tlmRhLPR1hwhaTOP5gWw1fpTrXBdP103g8afhdlSPpuZwxqVxOr1rjHVYtiW0cEweqoe7W93mVlP7ENCyqpNhcQ5XJyDuncXBqM3auOCYZTxqHTe81lqY/w320-h149/1366_2000%255B1%255D.jpg" title="El hombre que cayó a la tierra" width="320" /></a></div><br />David Bowie</b> no solo <span style="text-align: left;">fue</span><span style="text-align: left;"> </span>un grandísimo artista, sino que además, lo fue de ciencia-ficción: siempre por delante de la sociedad, rompiendo moldes, marcando tendencias y creando nuevos paradigmas estéticos. Una de sus singulares intervenciones fue la película <i>El Hombre que cayó a La Tierra</i> (<b>Nicolas Roeg</b>, 1976), adaptada de la novela de <b>Walter Tevis</b> (1963) sobre un alienígena con aspecto humano que aterriza en nuestro planeta. En el 2019 <a href="https://www.culturaocio.com/tv/noticia-marcha-serie-hombre-cayo-tierra-20190803114458.html" target="_blank">se anunció que iba a ser adaptada</a> de nuevo a serie de televisión.<br /><br /></div></li><li><i>John Carter de Marte</i> (2019)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: left;"><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh00525OHkXlh_89cFKxdiPUoUOO33K3wtY0l1usdlttoxbe7ltYlTZNeXC9M_pysJB-389lW5hb-wHfym8nT7Wqp12_QxEP9Gh3wUmvz4tMSt10nKgyTB8AIqH3mSREYJc5p61_Uy61AG/s563/imagen_2021-07-24_191141.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="John Carter de Marte" border="0" data-original-height="381" data-original-width="563" height="217" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh00525OHkXlh_89cFKxdiPUoUOO33K3wtY0l1usdlttoxbe7ltYlTZNeXC9M_pysJB-389lW5hb-wHfym8nT7Wqp12_QxEP9Gh3wUmvz4tMSt10nKgyTB8AIqH3mSREYJc5p61_Uy61AG/w320-h217/imagen_2021-07-24_191141.png" title="John Carter de Marte" width="320" /></a></div><br />En el ámbito anglosajón, la <i>space-opera</i> de <i>Star Wars</i> ya existía en el mundo del cómic con F<i>lash Gordon</i> o <i>Buck Rogers</i>. Pero todavía antes, existió en la literatura la <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Romance_planetario" target="_blank">planet-opera</a></i>. Una de las más importantes aportaciones surgió de la mano de <b>Edgar Rice-Burroughs</b> en 1912 con <i>La Princesa de Marte</i>, primera de las novelas de la <i>Serie Marciana</i>. El también autor de <i>Tarzán</i>, ha sido adaptado al cómic en numerosas ocasiones ―en aquella época sería el equivalente a ser adaptado a la pantalla― siendo uno de los autores <i>más influyentes de la historia</i>, <a href="https://patch.com/illinois/oakpark/bradbury-on-burroughs" target="_blank">en palabras de <b>Ray Bradbury</b></a>. <i>John Carter de Marte</i> fue el último título de la serie y fue el escogido para la adaptación que <b>Disney </b>estrenó en 2012 ―cien años después― cuyo rendimiento económico fue un desastre. Según criticas, el problema fue que supusieron que no era más que una «copia», ignorantes de que en realidad estaban asistiendo a la creación de la mayoría de mitologías culturales de su época. La culpa <a href="https://screenrant.com/john-carter-movie-problems-bad-flop-reasons-explained/" target="_blank">habría que achacarla</a> a una campaña de marketing deficiente que no supo explotar el valor cultural de la obra, además de titularla con un anodino <i>John Carter</i>. Sin embargo, en las plataformas de video bajo demanda donde el público se supone que es menos dependiente del <i>marketing</i>, la película de <b>Andrew Stanton</b> está reviviendo gracias a un <a href="https://www.20minutos.es/cinemania/noticias/john-carter-fracaso-resucita-netflix-140420/" target="_blank">éxito mayor</a> de lo que se esperaba. Tal es así que <a href="https://wegotthiscovered.com/tv/john-carter-reportedly-rebooted-disney-tv-show/" target="_blank">se anunció su adaptación</a> a serie de televisión.</div><span style="text-align: left;"><br /></span></div></div></li><li><i>Alien </i>(2019)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><i><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7M6hcxVV5AwB366cda8OiJaXHElrkvjhFZKw0DZc7raGYbw3Ffi86RRBktRmWwZvBe9qWxPh1oL8cZZofpLZbEf5MoT_3Bjz79g28Re5vZ7yMqlijQnmcIWGZbxpCJkT0TStq6-GvboZj/s1200/xenomorfo2%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Xenomorfo" border="0" data-original-height="600" data-original-width="1200" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7M6hcxVV5AwB366cda8OiJaXHElrkvjhFZKw0DZc7raGYbw3Ffi86RRBktRmWwZvBe9qWxPh1oL8cZZofpLZbEf5MoT_3Bjz79g28Re5vZ7yMqlijQnmcIWGZbxpCJkT0TStq6-GvboZj/w320-h160/xenomorfo2%255B1%255D.jpg" title="Xenomorfo" width="320" /></a></div><br />Alien: el octavo pasajero</i> (<b>Ridley Scott</b>, 1979) fue uno de los motivos que convirtieron a la década de los 80 en un momento clave en la historia de la ciencia-ficción y en general, en la cultura popular. Después de que su propio creador haya destrozado su legado con <i>precuelas-que-no-son-precuelas</i> bastante cuestionables, un <b>Noah Hawley</b> (<i>Fargo</i>, <i>Legion</i>) que estuvo <a href="https://www.syfy.com/syfywire/noah-hawley-star-trek-hits-pause-as-paramount-reconsiders-franchise" target="_blank">a punto de continuar</a> la franquicia de <i>Star Trek</i>, nos va a traer al <i>xenomorfo </i>en una <a href="https://wegotthiscovered.com/tv/alien-tv-series-development-hulu/" target="_blank">serie de televisión</a>. La novedad es que si bien hasta ahora la franquicia se identificaba con escenarios extraños, cerrados y angustiosos, en esta ocasión la plaga <i>alien </i>la traerán nada más y nada menos que a nuestro propio planeta: La Tierra. Como si no tuviéramos bastante con la pandemia.<br /><br /></div></li><li><i>El Eternauta</i> (2020)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvoitEL7VjgjkXjtthmbbA6lN8Azk9CztKUFueO4suQ69YsEDrfIIYReEdkDfhCr3qq9YR9wr7MA7hVXuMEWza-jL4D8jt_6CRaimELLEiPo7SbZyOCGBuMZG0lGRpW96Nb1XZLM4Dcokn/s1108/eternauta.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="El Eternauta" border="0" data-original-height="488" data-original-width="1108" height="141" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvoitEL7VjgjkXjtthmbbA6lN8Azk9CztKUFueO4suQ69YsEDrfIIYReEdkDfhCr3qq9YR9wr7MA7hVXuMEWza-jL4D8jt_6CRaimELLEiPo7SbZyOCGBuMZG0lGRpW96Nb1XZLM4Dcokn/w320-h141/eternauta.jpg" title="El Eternauta" width="320" /></a></div><br />En el año en el que <i>El Eternauta</i> (<b>Oesterheld</b>-<b>Solano</b>, 1957) fue publicado, las invasiones de extraterrestres que aparecían en el ámbito anglosajón no eran más que reflejos del temor a la inestable situación que en plena <i>Guerra Fría</i> se vivía. Pero el resto del mundo tenía además de esta, otras preocupaciones más inmediatas y que afectaban de manera más directa y en ocasiones dura, sus vidas. En concreto, en el mundo Hispano en ambos lados del océano, sus problemas provenían de regímenes dictatoriales y sociedades de cultura militar impuesta. Siguiendo el mismo principio de utilidad de la ciencia-ficción sobre manejar las preocupaciones del presente, el escritor <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/H%C3%A9ctor_Germ%C3%A1n_Oesterheld" style="text-align: left;"><b>Héctor G. Oesterheld</b></a> ideó un modelo estratégico por fases de invasión alienígena basado en la eficiencia, eliminando de manera precisa la resistencia local o reutilizándola en su favor, dejando intactos los recursos del planeta. Este modelo ha acabado sirviendo de inspiración hasta nuestros días en obras culturales que tratan el mismo tema, empezando tal vez en la serie <i>Falling Skies</i> (<b>Rodat-</b><b>Spielberg</b>, 2011~2015) siguiendo por <i>Colony </i>(<b>Cuse</b>-<b>Condal</b>, <span style="text-align: left;">2016~2018</span>) o <i>Nación Cautiva</i> (<span style="text-align: left;"><b>Rupert Wyatt</b>, 2019</span>). El estilo oscuro, sucio y demacrado del dibujante <b>Francisco Solano</b>, otorgaba una sensación angustiosa al relato totalmente oportuna. Tras muchos intentos y discusiones sobre la propiedad cultural del escritor ―desaparecido en extrañas circunstancias y de alguna manera, traspasando el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cuarta_pared" target="_blank"><i>cuarto muro</i></a> del cómic, ya que el autor aparece en el propio relato<span style="text-align: left;">―, sus herederos <a href="https://factorelblog.com/2020/02/19/el-eternauta-en-netflix/" target="_blank">han negociado</a> con una cadena de video por suscripción la realización de una serie.<br /><br /></span></div></li><li><i>Rogue One</i> (2020)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAqjxdfRn_saHrH-wZhAta5ZMNNjdS4TVoKGyk7QqhAb_t5qH-YtBG_myMzz1UjOe4itVHk7o9aNw0TSWOzzBEo5aBsox8s-vUHJPOYwStnsfZfRG6BsehLy-ssnvc886ilgBfwUonmMjo/s800/cassian-andor.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Cassian Andor" border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAqjxdfRn_saHrH-wZhAta5ZMNNjdS4TVoKGyk7QqhAb_t5qH-YtBG_myMzz1UjOe4itVHk7o9aNw0TSWOzzBEo5aBsox8s-vUHJPOYwStnsfZfRG6BsehLy-ssnvc886ilgBfwUonmMjo/w320-h180/cassian-andor.JPG" title="Cassian Andor" width="320" /></a></div><br />El estreno de <i>Star Wars: el despertar de la Fuerza</i> devolvió a cierta parte del público la esperanza de encontrarse de nuevo con aquella <i>space-opera</i> que supo conectar con nuestra necesidad interior de épica. Sin embargo, sin ánimo de retomar <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/search/label/Star%20Wars" target="_blank">criticas ya repetidas</a>, lo cierto es que <b>Disney </b>ha metido a la saga en un auténtico <a href="https://planeta.eldesmarque.com/cine/30503-disney-pone-en-punto-muerto-uno-de-sus-proyectos-sobre-star-wars" target="_blank">callejón sin salida</a>, con un producto que ha acabado por no contentar a nadie. Esto era así hasta que la serie <i>The Mandalorian</i> y la película <i>Rogue One</i> (<b>Gareth Edwards</b>, 2016) han demostrado que retomar la historia clásica respetando su propia idiosincrasia y coherencia interna, es el camino ―como diría nuestro querido <i>Mando</i>―. El resultado es que <a href="https://www.espinof.com/series-de-ficcion/rogue-one-serie-star-wars-para-disney-plus-ficha-a-stellan-skarsgard-kyle-soller" target="_blank">hay en proyecto</a> un <i>spin-of</i> precuela sobre las aventuras de <i>Cassian Andor</i>.<br /><br /></div></li><li><i>Star Trek: Strange New Worlds</i> (2020)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikIYzTNn3zM_8ieiJX55sDvvTYVkPPyYNy-gB16TMKTwug1naAXzD-_ce-W9UzTkJm9-y0jQByHDMWHA_OAYbJNCd3iemjeNQIkQugIBWm31m7ASyry60Oag_WZWPhDsCoTZQ0fRrYBqO_/s1486/Enterprise-star-trek-the-original-series-3984970-1486-718.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Enterprise" border="0" data-original-height="718" data-original-width="1486" height="155" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikIYzTNn3zM_8ieiJX55sDvvTYVkPPyYNy-gB16TMKTwug1naAXzD-_ce-W9UzTkJm9-y0jQByHDMWHA_OAYbJNCd3iemjeNQIkQugIBWm31m7ASyry60Oag_WZWPhDsCoTZQ0fRrYBqO_/w320-h155/Enterprise-star-trek-the-original-series-3984970-1486-718.jpg" title="Enterprise" width="320" /></a></div><br />Con <i>Star Trek</i> ha ocurrido algo parecido que con su competencia: un mismo director ha participado en un reinicio particular de una saga con la intención de poder establecer una nueva mitología sin trabas argumentales, pero sin perder a los aficionados de toda la vida. En términos de taquilla no ha ido mal, pero tras una segunda parte elegida como la peor película de toda la historia de la saga, se dieron cuenta de que tenían que repensar un poco las cosas ―suponiendo que las hubieran pensado en la primera ocasión, claro―. Acertaron a medias con una decente <i>Star Trek Beyond</i> (<b>Justin Lin</b>, 2016) pero fallando en la fecha del estreno lo que afectó a la recaudación. Con el futuro incierto, de nuevo, las series televisivas han aclarado las ideas gracias a <i>Star Trek Discovery</i> que, a pesar de toda su carga políticamente correcta, ha sabido ganarse a una base de aficionados importante. En cualquier caso, otra gran parte de aficionados seguimos añorando aquel espíritu de aventura, transgresor pero sin reivindicaciones forzadas metidas con calzador y, sobre todo, el regreso de la <i>Enterprise</i>. Los sueños en ocasiones, <a href="https://ew.com/tv/star-trek-captain-pike-cbs-all-access/" target="_blank">pueden convertirse en realidad</a>.<br /><br /></div></li><li><i>Fallout </i>(2020)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><b><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaizDPEse_Zi3EqFbWqE12jA4EzyoRTl34aVpl8tGmjob5AO8g2fRgQmawS_h4Dz1DVrQ6fW3uj0e9EocvVy7Z-pksVwzgc3rIAqbBadU28L9xkJNShsTCRA-4YBCkb9WyCLWhw1qGK8WX/s1920/fallout.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Fallout" border="0" data-original-height="870" data-original-width="1920" height="145" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaizDPEse_Zi3EqFbWqE12jA4EzyoRTl34aVpl8tGmjob5AO8g2fRgQmawS_h4Dz1DVrQ6fW3uj0e9EocvVy7Z-pksVwzgc3rIAqbBadU28L9xkJNShsTCRA-4YBCkb9WyCLWhw1qGK8WX/w320-h145/fallout.jpg" title="Fallout" width="320" /></a></div><br />Lisa Joy</b> y <b>Jonathan Nolan</b> iban a ser los que llevarían <i>Fundación </i>a la pantalla, pero en su lugar adaptaron <i>Westworld</i>, el clásico de <b>Michael Crichton</b> de los años 70, mucho más convencional y televisivo. Ahora tienen entre manos <a href="https://www.20minutos.es/cinemania/series/fallout-jonathan-nolan-lisa-joy-amazon-154792/" target="_blank">la adaptación</a> a la pequeña pantalla de otro videojuego que en su momento fue innovador, con un tipo de historia postapocalíptica de estética <i><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Cyberpunk_derivatives#Atompunk" target="_blank">atompunk</a></i>, poco habitual. Veremos tal vez algún día lo que sale.<br /><br /></div></li><li><i>El problema de los Tres Cuerpos</i> (2020)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwV7GR7P8i6JvEFapnP7JZOLtje_Y9UH3GOX4Bmfip5TKRcQU7NC0cp-WR6z-44osxjN-8Tvmbg6aDd1UAOkdBLeJJZH3T7Otzc0KyeQ80KSoJDqMoQeF5iRtdAkh-TCZinnDCh_AlN4Nl/s1200/El-problema-de-los-tres-cuerpos%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="'El problema de los Tres Cuerpos', de Liu Cixin" border="0" data-original-height="640" data-original-width="1200" height="171" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwV7GR7P8i6JvEFapnP7JZOLtje_Y9UH3GOX4Bmfip5TKRcQU7NC0cp-WR6z-44osxjN-8Tvmbg6aDd1UAOkdBLeJJZH3T7Otzc0KyeQ80KSoJDqMoQeF5iRtdAkh-TCZinnDCh_AlN4Nl/w320-h171/El-problema-de-los-tres-cuerpos%255B1%255D.jpg" title="'El problema de los Tres Cuerpos', de Liu Cixin" width="320" /></a></div><br />Hace apenas algo más de diez años que China decidió promover la ciencia-ficción con la creación del <a href="http://spanish.peopledaily.com.cn/n/2014/1103/c31621-8803627.html" target="_blank">premio internacional <i>Xingyun</i></a>. Cinco años después, un poco conocido escritor <b>Liu Cixin</b> se convertía en 2015 en el primer asiático que ganaba el premio internacional más importante: <a href="http://spanish.peopledaily.com.cn/n/2015/0824/c92122-8940559.html" target="_blank">el <i>Hugo</i></a>. Desde entonces, China no ha hecho más que crecer económica y culturalmente, al tiempo que sorprende con grandes producciones cinematográficas. Mientras tanto, los creadores de la interpretación televisiva de <i>Juego de Tronos </i>se involucraron en la creación de una trilogía sobre <i>Star Wars</i>, pero después de<span style="text-align: left;"> </span><span style="text-align: left;">ver dónde se estaban metiendo, </span><a href="https://hipertextual.com/2019/10/motivo-disney-cancelo-trilogia-star-wars-creadores-juego-tronos" target="_blank">salieron corriendo</a><span style="text-align: left;"> </span>de ella para acabar en un <a href="https://www.xataka.com/literatura-comics-y-juegos/creadores-juego-tronos-convertiran-serie-para-netflix-exito-ciencia-ficcion-china-problema-tres-cuerpos/amp" target="_blank">proyecto de adaptación</a> de la obra del escritor chino. Pura simbolización del panorama internacional actual.<br /><br /></div></li><li><i>Buck Rogers</i> (2021)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4d0L2SIsl8MomV5ckP5AbekEHrDJ0wsaTJU0ldAwuo-5hI8YJXgKy4wVZobmhhyphenhyphenngDWxLYT2Nq_i7MpPdr9-3vzBH3PwznhyP0CExv5ul354tfdfHBbHYzE-Qu_btCxwJVgVW6oSm4pcl/s620/twiki-buck.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="El infame 'Twiki' y Gil Gerard como 'Buck Rogers'" border="0" data-original-height="290" data-original-width="620" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4d0L2SIsl8MomV5ckP5AbekEHrDJ0wsaTJU0ldAwuo-5hI8YJXgKy4wVZobmhhyphenhyphenngDWxLYT2Nq_i7MpPdr9-3vzBH3PwznhyP0CExv5ul354tfdfHBbHYzE-Qu_btCxwJVgVW6oSm4pcl/w320-h150/twiki-buck.jpg" title="El infame 'Twiki' y Gil Gerard como 'Buck Rogers'" width="320" /></a></div><br />La época dorada del cómic <i>pulp </i>norteamericano de ciencia-ficción tiene a <i>Flash Gordon</i> como uno de sus principales personajes. Pero no fue el único, <i>Buck Rogers</i> forma parte significativa también de aquel momento cultural. Fue revivido a principios de los 80 por <b>Glen A. Larson</b> siguiendo un modelo similar al que también uso en <i>Galáctica</i>, esto es, la producción de un episodio piloto tan largo que lo acaban estrenando como película. La cuestión es que <b>George Clooney</b> va a ser el productor esta vez de <a href="https://www.theguardian.com/film/2021/jan/29/george-clooney-buck-rogers-reboot" target="_blank">un reinicio</a> del famoso héroe (todo irá bien mientras no aparezca <i>Twiki </i>y su <i>biri-biri-biri-biri</i>)<br /><br /></div></li><li><i>El coche fantástico</i> (2020)<br /><br /><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhV2N79eETzWvaUe4xgaFwUXW6jn5V4X96SSBPdocaoYiekmIwR_9CIY1jO2-rKyQiljwhqizrKvdMFFRwzg0Ql0pCxRr3nXgwf79D_Y-i4Ax3SEQEq-8QErun9p3y_5aNtrQdMXZquUd9c/s980/coche-fantastico_5%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="551" data-original-width="980" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhV2N79eETzWvaUe4xgaFwUXW6jn5V4X96SSBPdocaoYiekmIwR_9CIY1jO2-rKyQiljwhqizrKvdMFFRwzg0Ql0pCxRr3nXgwf79D_Y-i4Ax3SEQEq-8QErun9p3y_5aNtrQdMXZquUd9c/s320/coche-fantastico_5%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div><br />De nuevo <b>Glen A. Larson</b> haciendo de las suyas. Otra de las míticas series televisivas de los 80 fue <i>El coche fantástico</i>, protagonizada por el peculiar <b>David Hasselhof</b> que a partir de entonces, <span style="text-align: left;">además de uno de los </span><i>freakies </i>más impresionantes de la historia, se ha convertido definitivamente en todo un icono popular tras protagonizar la serie de los 90 <i>Los vigilantes de la playa</i>. Pero bueno, lo que nos ocupa ahora es que la serie, reinterpretada de nuevo en el año 2008 con <b>Justin Bruening</b> como protagonista, va a ser ahora <a href="https://www.espinof.com/proyectos/vuelve-coche-fantastico-james-wan-prepara-pelicula-mitica-serie-david-hasselhoff" target="_blank">convertida a formato película</a> por <b>James Wan</b>. Se desconoce si el automóvil que da forma a <b>KITT </b>estará impulsado por electricidad o continuará con combustibles fósiles.<br /><br /></div></li></ol><div style="text-align: justify;">¿Merece la pena sacar estas obras de su medio original y ser adaptadas a otro? ¿Va a influir este hecho sobre nuestra visión de la obra original? Sin entrar en debates sobre falsos dilemas de la prevalencia de un medio sobre otro, lo cierto es que la obra original siempre va a estar ahí para poder ser revisitada. Al final del día, lo importante va a ser el resultado. ¿Puede salir de una obra mediocre en un medio una obra maestra en otro? Sin duda que sí. Pero independientemente de si nos fijamos exclusivamente en el producto final, en los últimos tiempos, el arte de saber interpretar una idea y adaptarla a otro medio es un fin en si mismo digno de ser valorado. En algunos casos, una idea original es tan sugerente y atractiva, que sería un desperdicio no aprovecharla en otro formato que permita su disfrute, de una manera diferente. Por ello, en esta época de tal profusión de ideas reutilizadas, propongo una adaptación de la obra <i><a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2008/03/la-saga-de-los-aznar.html" target="_blank">La Saga de los Aznar</a></i>, una <i>space-opera</i> de estirpe hispana pero con una proyección espacial y temporal, a través de culturas y generaciones, sobre la cual reflejar todos los desafíos de nuestro presente y futuro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span> </span><span> 26. </span><i>La Saga de los Aznar</i> (????)</span></div><ol style="text-align: left;"><p></p></ol>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-24569881824089378802021-05-11T16:30:00.025+02:002022-08-13T09:20:39.108+02:00La oportunidad de La Fundación
<img alt="" border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigi-sxOAXja9v9tZj45zTZK1qq02C8mlZqE2vhZWtrKqDstXmdiXw1HLCn2c4pK6ZroZsU2jHK3oJt9OM9T1OXnl39HhHiGWSBQXUViKPidqWhvA7bh_PTjC3shd6LlKRfh5aHmdCmP-M/s200/tw-34468%255B1%255D.jpg" width="0" /><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/xgbPSA94Rqg" title="YouTube video player" width="560"></iframe></div>
<div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La actual proliferación de canales <i>en-línea</i> de televisión ha permitido que la audiencia pueda acceder a contenidos que de otra manera no iban a encontrar en los clásicos canales generalistas. Aunque otros nuevos problemas han surgido debido a esta facilidad, la cuestión es que tras años de intentos parece que finalmente se podrá ver adaptada a la pantalla una de las más míticas y famosas series literarias de ciencia-ficción: la epopeya galáctica de <b>Isaac Asimov</b>, la <i>Saga de la Fundación</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El porqué de esta tardanza en adaptar una de las más famosas sagas a la pantalla es un tema que va unido con toda probabilidad al de la también escasa adaptabilidad de su autor. Esta situación se hace todavía más singular al compararse con otras sagas igual o más complejas como <i>Dune</i>, que han sido merecedoras de mayor dedicación y esfuerzo para ser adaptadas al medio visual. Como <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2018/03/la-ciencia-ficcion-en-la-pantalla.html">ya se comentó</a>, la facilidad y la intensidad de las imágenes que son capaces de evocar las versiones literarias, son seguramente uno de los motivos por los que acaban convertidas a la pantalla. En el caso de <i>La Fundación,</i> si bien la idea de un imperio galáctico inspiró a sagas visuales como <i>Star Wars</i>, la complejidad de la historia con unas tramas políticas que tanto daño hicieron también en la saga de <b>George Lucas</b>, no han ayudado seguramente. Otros dos factores se podrían añadir a esta coyuntura: una de ellas son las tendencias oscuras y pesimistas de las décadas recientes, que no parecían ir en la misma línea. El otro sería la consideración de su autor como escritor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hasta hace poco existía un cierto consenso sobre la poca «clarividencia» de <b>Asimov </b>en su prospectiva de futuro, incluso parecía que se le consideraba un autor infantil o intrascendente por la poca madurez o relevancia social o política de sus obras, en contraste con los temas crudos, realistas y «adultos» del <i>ciberpunk</i>. Este «poco realismo» parecía confirmarse con el hecho de que no fue capaz de «predecir» en sus obras al no aparecer en ellas, cosas como Internet, los móviles o ¡ni tan siquiera los computadores domésticos! Pero tal vez las mismas características como creador literario, que no lo hacían «apto» para ser adaptado a otros medios, impedían que sus obras tuvieran una inmediata relación con los futuros que iban a comenzar a vivirse desde aquel momento. Sin embargo, el propio autor en <a href="https://elpais.com/tecnologia/2019/01/04/actualidad/1546598296_840105.html" target="_blank">una entrevista</a>, fuera del medio literario, sí que supo dar una visión certera del futuro que vivimos. Más de treinta años después de su época, se comprueba como muchos miraron el dedo que la señalaba en lugar de la Luna. Lo importante de <b>Asimov </b>no eran ni sus paisajes, ni sus personajes ni la tecnología que imaginaba, sino las consecuencias que iba a tener en la sociedad. No le preocupaba el aspecto físico de los dispositivos que describía de manera sencilla en sus obras, sino que le sirvieran para mostrar cómo nos afectaría. Computadores, Inteligencia Artificial y teléfonos móviles inteligentes tal vez podrían fundirse en un único objeto: <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2018/09/yo-robot-alex-proyas-2004.html" target="_blank">los robots</a>. Estos le sirvieron para postular con los <i><a href="https://www.ciencia-ficcion.com/glosario/e/espacial.htm" target="_blank">espacianos</a></i>, que serían la parte de la humanidad que vive excesivamente dependiente de la tecnología, así como especular sobre los problemas éticos, políticos y sociales de las inteligencias artificiales. Las <i>Tres Leyes de la Robótica</i> eran una manera de hacer manejable el problema actual de establecer límites éticos a las mismas. En definitiva, si nos fijamos en el resultado en lugar de en el trayecto literario que nos ha llevado hasta allí, es donde se encuentra el significado importante de su obra. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero hay otro aspecto de su legado, de presencia fundamental en esta adaptación que pronto se verá en la pantalla, que surge majestuoso hoy en día en la época del<i> big data</i>, de las redes sociales y del trafico de datos personales. Pero sobre todo, del tratamiento con algoritmos informáticos de toda esa ingente cantidad de información de colectivos sociales, para mediante la aplicación de psicología y matemáticas, lograr predecir nuestro comportamiento e incluso influir políticamente: la <i>psicohistoria</i>. Esta ciencia ficticia que su autor inventó simplemente como un recurso literario y que apenas describió como un conjunto de técnicas combinadas de psicología, matemáticas e historia, se fundamentaba en el manejo de un gran conjunto de datos, el mismo principio que ahora se usa en las técnicas analíticas del <i><a href="https://lamenteesmaravillosa.com/isaac-asimov-el-poder-de-la-psicohistoria/" target="_blank">big data</a></i> por parte de matemáticos especializados que manejan dicha cantidad de información. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Por qué llega ahora esta adaptación? ¿Va a ser otro producto televisivo que se amontonará junto al resto del catálogo? ¿Es una iniciativa desesperada de un canal nuevo que necesita llamar la atención con algo que los demás no se han atrevido por su dificultad? ¿Sabrán en definitiva, aprovechar la oportunidad para explorar todos estos conceptos que en su día apenas se intuían pero que hoy en día son de vigente actualidad? </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En esta época de pandemias y de declive de una cultura occidental cuyos gobiernos sucumben ante sus propias ambiciones y contradicciones, una China que no le importa controlar y vigilar masivamente a sus ciudadanos es la que parece que es la favorecida. Esperemos que la caída del <i>Imperio </i>relatada en la magna saga no sea otro de sus aciertos. De cualquier manera, los aficionados a la ciencia-ficción siempre podremos ser esa <i>Fundación </i>que preserve la cultura y la civilización para el futuro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><b>Publicada posteriormente en el </b><a href="https://planetasprohibidos.blogspot.com/2021/08/la-oportunidad-de-la-fundacion.html" style="font-weight: bold;">blog <i>Planetas Prohibidos</i></a> y en <b><a href="https://www.ciencia-ficcion.com/varios/firmas/f20220612.htm" target="_blank"><i>El Sitio de Ciencia-ficción</i></a></b></span></div>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-70555790593625574222021-04-11T20:31:00.006+02:002021-05-17T20:48:21.575+02:00Cambiar la utopía<div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQuYiOMToryegpxWCcvnkppY2osMBydV48MebEqT5uzw76e27YpAF3i9U1JI0-MD4rMXsUqTOmPOvfwli4ggt957ReSOMFufXbK5kowriecyDf3aF7DMwb1LotstmToJuT1U0cAHv8cGtc/s2354/Johnson-Article-Thumb%255B1%255D.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1074" data-original-width="2354" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQuYiOMToryegpxWCcvnkppY2osMBydV48MebEqT5uzw76e27YpAF3i9U1JI0-MD4rMXsUqTOmPOvfwli4ggt957ReSOMFufXbK5kowriecyDf3aF7DMwb1LotstmToJuT1U0cAHv8cGtc/s320/Johnson-Article-Thumb%255B1%255D.png" width="320" /></a></div><br />¿Qué es la utopía? Lo habitual es pensar en ella como un lugar idílico donde no hay carencias y todo el mundo es feliz. Sin embargo, nadie ha sabido explicar cómo llegar a esa situación. Cuando se ha intentado, el resultado ha sido más parecido a todo lo contrario: la distopía. Una y otra vez la humanidad ha producido ciertos «textos sagrados» que partían de supuestos ideales que se autodestruían a medida se pretendían implementar en la práctica, llegando siempre a la misma <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Reductio_ad_absurdum" target="_blank">reducción al absurdo</a>. Hoy en día utopía es sinónimo de imposible, de inalcanzable, de quimera, como si estuviéramos condenados a sucumbir a nuestros propios defectos una y otra vez sin que la tecnología y la ciencia puedan ayudar más que como parches paliativos. Eso cuando no empeora las cosas aún más. ¿A qué puede entonces aspirar la humanidad? </div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: right;"><i></i></div><blockquote><div style="text-align: right;"><i>la tecnología no produce ni un solo átomo de felicidad</i></div><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;">―<a href="https://www.diariovasco.com/v/20111118/cultura/tecnologia-produce-solo-atomo-20111118.html" style="font-weight: bold;" target="_blank">Juan Luis Arsuaga</a>, antropólogo</span></div></blockquote><div style="text-align: right;"><span style="text-align: justify;"></span></div></div><h2 style="text-align: justify;">El mito de la felicidad</h2><div style="text-align: justify;">Ser feliz parece ser una buena meta que añadir en nuestra hipotética hoja de ruta hacia la utopía. Ahora bien ¿sabemos realmente lo que significa? Cada uno de nosotros podría dar una respuesta, aunque con gran probabilidad esa concepción de felicidad sería distinta y en muchos casos, irrealizable. La «búsqueda de la felicidad» tiende a convertirse así en una competición entre las distintas formas de entender lo que representa ese estado, en una carrera de suma cero en la que para que uno gane han de perder los demás. Todo se agrava cuando por esta ambigüedad la gente confunde felicidad con cualquier satisfacción efímera a la que se llega mediante atajos, caminos cortos llenos de placer atractivo que <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/lo-tengo-todo-y-no-consigo-la-felicidad/" target="_blank">nos dejan peor</a> en cuanto se desvanecen. La buena noticia es que la ciencia sí tiene métodos para poder distinguir entre unas actividades y otras, gracias a que nuestro cuerpo segrega ciertas sustancias químicas que nos predisponen a enfrentarnos a dichas coyunturas —la adrenalina, por ejemplo—. Estos mecanismos provienen de un pasado evolutivo que en el mundo moderno que nos hemos construido pueden resultar un obstáculo, pero también pueden servir para diferenciar cómo reaccionamos ante estímulos externos. Por un lado, el marcador que sirve para identificar el placer en nuestro cuerpo es la segregación de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dopamina" target="_blank">dopamina</a>, que actúa como un sistema de recompensa, similar a cuando le damos un azucarillo a un animal cuando cumple nuestras ordenes. Esto es lo que hacen con nosotros ciertas técnicas publicitarias cuyo campo de acción se ha visto extendido a las redes sociales: tratarnos como <i>animales</i>, explotar en su beneficio nuestra segregación de dopamina para que cumplamos sus objetivos. La otra cara de la moneda se encuentra en las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Endorfina" target="_blank">endorfinas</a>. Estas sustancias son segregadas cuando nos enamoramos o cuando llegamos al orgasmo. También está la opción más prosaica y menos romántica de hacer ejercicio físico. Aunque estas actividades van a producirnos resultados beneficiosos, también producen una euforia que a pesar de la dificultad inicial en conseguir resultados, puede llevar en algunos casos a la adicción al sexo o a la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dismorfia_muscular" target="_blank">vigorexia</a>. En cualquier caso, la otra noticia es que <a href="https://www.lavanguardia.com/cribeo/estilo-de-vida/20190813/47438543896/el-ser-humano-no-esta-disenado-para-ser-feliz-segun-la-ciencia.html" target="_blank">la felicidad nunca ha sido el estado ideal</a> para el que estamos hechos, al menos de manera permanente. Lo mejor es que nos <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/mejor-estado-de-la-vida-estar-tranquilos/" target="_blank">tranquilicemos</a>, más que nada porque es precisamente este estado emocional el que mejor nos va a permitir enfrentarnos a las vicisitudes que inevitablemente, van a darse durante nuestra existencia.</div><div style="text-align: right;"></div><blockquote><div style="text-align: right;"><i>dado que la felicidad no está vinculada a un patrón particular de función cerebral, no podemos replicarla químicamente</i></div><div style="text-align: right;">―<a href="https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/ser-humano-no-esta-preparado-para-ser-feliz_14935" target="_blank"><b>Rafael Euba</b>, investigador</a></div></blockquote><div style="text-align: right;"></div><h2 style="text-align: justify;">La dificultad de la educación</h2><div style="text-align: justify;">Decía el filósofo que lo que no te mata te hace más fuerte o que toda crisis es una oportunidad. En la cultura popular también se ha dicho que de los errores se aprende o que la necesidad agudiza el ingenio. A pesar de esta aparente convicción, la humanidad se esfuerza denodadamente en ir en sentido contrario intentando procurarse un entorno absolutamente seguro y predecible. Un sistema «de bienestar» donde existan el menor número de problemas posible —incluso más allá—. Esta <i>sobre-autoprotección</i> puede satisfacer el nihilismo y hedonismo de los adultos, pero ocasiona que los más pequeños se vean privados de conocer cómo es el mundo de verdad, qué puede pasar cuando todo lo que parecía funcionar <a href="https://escuela.bitacoras.com/2021/02/08/rudolf-dreikurs-los-ninos-deben-aprender-a-gestionar-frustraciones-la-vida-esta-llena-de-ellas/" target="_blank">se viene abajo</a> y hay que replantearlo, así como cuánto cuesta conseguir alcanzarlo y mantenerlo. Evidentemente no se trata de echar los niños al monte y ver cómo se desenvuelven, ni de aplicar métodos espartanos para seleccionar a los más fuertes. No es ni mucho menos trivial ni obvio, pero si algo merece la pena es esforzarse en encontrar la manera de que las generaciones futuras no cometan <a href="https://elpais.com/mamas-papas/2020-11-13/como-ensenar-a-tus-hijos-a-aprender-de-sus-errores.html" target="_blank">nuestros mismos errores</a>. Si <a href="https://www.investigacionyciencia.es/noticias/la-falta-de-calidez-parental-influye-en-la-conducta-de-los-hijos-19704" target="_blank">los adultos</a> conocemos nuestros defectos, debilidades y carencias como seres humanos, así como también se conocen las consecuencias que los traumas infantiles tienen en el inconsciente de los adultos y los <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Desensibilización_y_reprocesamiento_por_movimientos_oculares" target="_blank">métodos para solucionarlos</a>, debemos poder educar para que nuestra descendencia también sea consciente de ellos y puedan prevenir, sino su aparición ya que forma parte de nuestra naturaleza, sí actuar en consecuencia para que sus efectos no superen cierto umbral pernicioso. En definitiva, debemos educar en la autorregulación de nuestra naturaleza más básica, conociéndola y aceptándola, pero sabiéndola controlar.</div><div style="text-align: right;"><i></i></div><blockquote><div style="text-align: right;"><i>Dos necesidades elementales se oponen entre sí en estas sociedades: el deseo de tener un refugio seguro en el mar revuelto y la necesidad de ser libre al mismo tiempo</i></div><div style="text-align: right;">―<a href="https://culturainquieta.com/es/pensamiento/item/17373-la-libertad-solo-se-obtiene-a-costa-de-la-incertidumbre-por-el-filosofo-zygmunt-bauman.html" style="font-weight: bold;" target="_blank">Zygmunt Bauman</a>, filósofo</div></blockquote><div style="text-align: right;"><b></b></div><h2 style="text-align: justify;">El mundo físico</h2><div style="text-align: justify;">Nuestro planeta y las leyes naturales que lo rigen son las que inexorablemente condicionan nuestra existencia, marcada por unos recursos que han de ser obtenidos de él. Se podría decir que el mundo actual está social y políticamente dividido por los pueblos que a lo largo de la historia se han encontrado, bien con los recursos necesarios suficientes ―o han hallado las maneras de obtenerlos― y el resto de zonas del planeta. Igualmente, parece que puede observarse un patrón que a lo largo de los siglos se ha repetido una y otra vez: los que han acumulado más recursos los han usado para obtener más todavía y mantenerlos el mayor tiempo posible, mientras que el resto de pueblos han anhelado parecerse a ellos y repetir el mismo patrón en cuanto han sido capaces. Tal vez esto puede parecer una simplificación, pero el panorama actual no difiere demasiado con unas naciones enfrentadas por el petróleo, por el gas, por el trigo, por la pesca y recientemente, por el litio para las baterías y por los <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2020/05/todo-es-informacion.html">datos y la información</a>, agotando de tal manera el ecosistema que por poco lo dejan inservible. En cualquier caso, el denominador universal común a estos factores que ha aumentado exponencialmente con el paso del tiempo es el del consumo energético. La carrera por los recursos ha ido paralela a la mejora tecnológica para obtenerlos, para doblegar militarmente a quien los tiene o para defenderse de quien los anhela. Y con la tecnología, la energía necesaria para hacerla funcionar ¿Es necesario continuar con este patrón? Si toda la población del planeta tuviera la energía suficiente para poder obtener los recursos necesarios para su subsistencia y un margen necesario para cultivar nuestras inquietudes intelectuales ¿sería el fin de las guerras y de los conflictos, al menos globalmente? Alguien podría argumentar que no es posible ya que no hay medios ni fuentes de energía para abastecer a todo el globo terráqueo, sin embargo, esto no es cierto: existen medios alternativos de obtención de energía que permiten el autoabastecimiento incluso de <a href="https://www.lne.es/oviedo/2021/02/08/casa-futuro-falda-naranco-34280199.html" target="_blank">viviendas nada modestas</a>. Los métodos para obtener <a href="https://advances.sciencemag.org/content/4/2/eaaq0066" target="_blank">agua potable del mar</a> son cada vez más prometedores. Las <a href="https://www.agromatica.es/la-granja-vertical-o-farmscrapers/" target="_blank">granjas verticales</a> que permiten el autoabastecimiento urbano sin necesidad del uso de grandes superficies de terreno natural también son opciones válidas. Ahora bien, que nadie piense que nos olvidamos de que el mundo físico también somos nosotros, una especie que dejó atrás la selección natural y con ella una evolución que sólo respeta al más adaptado. Esto ha provocado que la carga genética transmitida de generación en generación de rasgos que no constituyen una ventaja, haya aumentado debido a que no se aplican sobre ellos un mecanismo de selección o filtrado. En determinado momento de la historia, cuando la humanidad fue consciente de su poder sobre la naturaleza, creyó verse legitimada para hacer lo que quisiera con ella, incluidos los miembros de su propia especie. Este fue el germen de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Eugenesia" target="_blank">eugenesia</a>, la aplicación de métodos de selección de humanos para mejorar la especie. Esto dicho así suena terrible y en efecto, así lo fue en algún momento cuando convirtieron al ser humano en mero ganado. Pero que no queramos volver a aquellos tiempos no nos debe hacer ignorar el problema que continua estando ahí, un ser humano con cada vez mayores defectos hereditarios acostumbrado a vivir acomodado en un mundo que solo se sostiene a costa de someter a estrés a la naturaleza, la cual acaba respondiendo con pandemias que nos hace a todos recluirnos en casa o de lo contrario, colapsar los hospitales. Afortunadamente, la misma ciencia que ideaba métodos de exterminio «eficaces» pero que bien usada ha logrado encontrar una <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Terapia_génica_antirretroviral" target="_blank">vacuna en tiempo récord</a>, puede ofrecer soluciones con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/CRISPR" target="_blank">técnicas</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Terapia_génica" target="_blank">terapias génicas</a> para prevenir y tratar cargas genéticas problemáticas. En definitiva, no hay un obstáculo tecnológico insalvable en cuanto a imaginar a la población del planeta sana y autoabastecida sin causar daño al medioambiente. El problema es otro mucho, muchísimo, más complicado.</div><div style="text-align: right;"><i></i></div><blockquote><div style="text-align: right;"><i>lo preocupante no era que se hubiera producido una persona como Hitler sino que no fuéramos capaces de aceptar que también tenemos esa parte maligna en nuestro interior. Es esta represión de la sombra lo que genera violencia en el mundo</i> </div><div style="text-align: right;">—<b><a href="https://culturainquieta.com/es/inspiring/item/12705-las-sabias-palabras-de-carl-jung-sobre-aceptar-nuestra-oscuridad-y-la-de-los-demas.html" target="_blank">Carl Jung</a></b>, médico psiquiatra, psicólogo y ensayista</div></blockquote><div style="text-align: right;"></div><h2 style="text-align: justify;">La voluntad política</h2><div style="text-align: justify;">Podría decirse que la ciencia-ficción distópica se caracteriza por presentar una situación extrema en la que la totalidad de una población indeterminada vive subyugada en un régimen que ella misma tolera. La sociedad responde con una <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indefensión_aprendida" target="_blank">indefensión aprendida</a> por la que no es capaz de articular una defensa o alternativa. El mérito de las obras de este género y lo que las diferencia a su vez, son los mecanismos por los cuales se consigue convertir una sociedad en poco más que un rebaño humano, en el que unos pocos dominan a muchos. En obras como <i>1984</i> (<b>George Orwell</b>, 1949) o <i>El Cuento de la Criada</i> (<b>Margaret Atwood</b>, 1985) son el miedo, el autoritarismo y el control de los relatos que forman la memoria colectiva. En las sociedades postuladas en estas obras, sus habitantes no pueden tan siquiera rodear un fuego como antaño mientras <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2016/11/la-fuerza-de-lo-desconocido.html">relatan leyendas épicas</a> de héroes y mundos fabulosos, por lo que aceptan sus destinos como inevitables al no poder soñar con nada mejor. En otras obras como <i>Un Mundo Feliz</i> (<b>Aldous Huxley</b>, 1931) consiste en la satisfacción permanente, el ocio continuo, la evasión eterna, de manera que la sociedad no se plantea alternativas e igualmente, acepta su sino con alegría. El factor común a estas obras es la conversión de la realidad en la que viven en cárceles ubicuas. Prisiones sin rejas donde no hay más carcelero que los propios individuos, que se convierten así en presos inconscientes. Sus autores crean sus postulados haciendo uso de nuestras características como sociedad, de la clase de vínculos que establecemos entre nosotros, de los roles que creamos y asignamos, asociando y otorgando estatus de autoridad a personas en determinadas situaciones, de las que rara vez se es consciente. Actos reflejos de instintos surgidos en el amanecer de los tiempos, en entornos salvajes opuestos al seguro y predecible mundo actual al que se ha llegado. Intentando protegernos de aquellas amenazas que ya no existen, acabamos convirtiéndonos en nuestro propio depredador. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La pregunta que podría hacerse es si alguien ha intentado especular con el resto de características que también nos definen como humanos. Facetas que si bien no son tan antiguas como nuestro pasado de reptil, son las que han acabado diferenciándonos del resto del mundo natural. Conceptos que no existían en él creados por el ser humano como igualdad o justicia. Filosofía o ciencia. Ética, altruismo o cooperación también forman parte de nuestras sociedades y en las de <a href="https://www.lavanguardia.com/natural/20161130/412221888235/altruismo-naturaleza.html" target="_blank">algunas especies</a>. Existen obras de ciencia-ficción que tratan estos temas, sin embargo, no son consideradas «verosímiles» de manera que ni siquiera se las agrupa como «género utópico», como si no merecieran el mismo grado de verosimilitud a pesar de estar basadas en conceptos tan reales como los anteriores. Es como si tras siglos y siglos de evolución social todavía siguiéramos fijándonos en nuestro pasado primitivo, como si nos asustara en lo que podríamos llegar a ser y de hecho es probable que seamos: algo que trasciende la naturaleza, individuos con una consciencia con libre albedrío con la responsabilidad de decidir su propio destino. Un hueco que no se ha llenado lo suficiente es el de la especulación realista sobre futuros mejores, sobre futuros ejemplares, y porque no, utópicos. Si el problema es que estamos acostumbrados a <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2017/02/en-busca-de-la-utopia.html">un tipo de utopía</a> que no nos sirve como modelo, entonces será necesario cambiarla.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Imágen: <a href="http://www.susted.com/wordpress/content/solarpunk-the-pedagogical-value-of-utopia_2020_05/" target="_blank"><i>Solarpunk & el pedagógico valor de la Utopía</i></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;">Publicada posteriormente en el <a href="https://planetasprohibidos.blogspot.com/2021/05/cambiar-la-utopia.html" target="_blank">blog Planetas Prohibidos</a></span></div>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-2562387361873537232021-01-10T09:30:00.017+01:002021-07-19T14:24:02.777+02:00La tragedia del héroe<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjxGTkqoOv8sBGz5BojyxJZxqX2xpO8UPQM5aRC_d4jPjQlRK-hs2kSR0rzDLyVCcTeqgNJaK1UvjTTMqv7tCnBbBpUUtQI4YQHLB3PV6iAklFVw5SryxfkXyKXEmAT9HHzjbeL9d0vtA/s1400/cameron-corvetti-boys-season-2-finale%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Ryan Butcher (Cameron Crovetti), el hijo de 'Homelander'" border="0" data-original-height="700" data-original-width="1400" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjxGTkqoOv8sBGz5BojyxJZxqX2xpO8UPQM5aRC_d4jPjQlRK-hs2kSR0rzDLyVCcTeqgNJaK1UvjTTMqv7tCnBbBpUUtQI4YQHLB3PV6iAklFVw5SryxfkXyKXEmAT9HHzjbeL9d0vtA/w320-h160/cameron-corvetti-boys-season-2-finale%255B1%255D.jpg" title="Ryan Butcher (Cameron Crovetti), el hijo de 'Homelander'" width="320" /></a></div><br /><blockquote>«Enséñame un héroe, y te escribiré una tragedia» </blockquote></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><b>(Francis Scott Fitgerald) </b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Nacido a mediados del siglo pasado en el mundo del cómic, el género de los superhéroes está viviendo una época de esplendor gracias a su adaptación a la gran pantalla. Sin entrar detalles sobre cómo, cuando y qué obras han sido más influyentes, a tenor de los proyectos que hay previstos ―no solo de las conocidas <b>Marvel </b>o <b>DC</b>, sino de otras como <b>Valiant</b>― parece que todavía queda género para un tiempo. Sin embargo, no es menos cierto que comienzan a surgir reacciones a este fenómeno cultural, en forma de críticas a la excesiva idealización e irrealismo de sus personajes.<span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En sus inicios, los superhéroes eran personajes únicos, creados tras una serie de circunstancias igualmente singulares. Simbolizaban la necesidad de buscar nuestro héroe interior, sobre todo en épocas de crisis. A medida la idea fue teniendo éxito y se le observaba potencial, crearon otros personajes con orígenes igualmente específicos y especiales que los definían de manera ineludible, que en principio no ocupaban el mismo universo ―Batman y Superman, por ejemplo, cada uno en una ciudad ficticia distinta―. Estos héroes y heroínas decidían dedicar sus poderes a combatir el crimen de manera altruista. Esta circunstancia podríamos acordar que en cualquier caso, se calificaría como poco probable. Pero lo importante es que lo improbable no es <span style="text-align: left;">imposible. Esa excepcionalidad es lo que hacía a la idea tan atractiva. Hacer un relato de lo excepcional no es poco realista, es de hecho lo que se hace en muchas ocasiones, no sólo en el ámbito de la ciencia-ficción. Porque es precisamente lo que vale la pena contar.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Es aquí cuando al igual que en todo lo relacionado con la producción cultural sujeta a factores y variables económicas, el concepto original comenzó a desvirtuarse y a ser modificado por otros parámetros ajenos. Los personajes, inicialmente cada uno con una historia que definía con precisión sus motivaciones, comenzaron a compartir un mismo mundo. Lo excepcional pasó a convertirse en ubicuo, perdiendo su principal característica. El genero a su vez, de ser un medio para evadir la rutina, enfrentarse al hastío cotidiano y buscar nuestra épica personal, a convertirse en un fin en si mismo, un <a href="https://www.tomatazos.com/noticias/541690/Christopher-Nolan-feliz-de-dirigir-Batman-antes-de-que-los-superheroes-se-volvieran-motores-de-comercio" target="_blank">producto comercial</a> que no se preocupaba de su justificación. El resultado no era siempre malo, pero olvidarse de tus orígenes nunca ha sido bueno tampoco. A consecuencia de ello o no, los superhéroes en el cómic fueron languideciendo paulatinamente con el paso del tiempo. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">La idea revivida gracias a la magia del cine <a href="https://www.nytimes.com/es/2019/11/11/espanol/opinion/martin-scorsese-marvel.html" target="_blank">se enfrenta de nuevo</a> a la misma situación de entonces: superhéroes por doquier divididos en buenos y malos, olvidando la circunstancia única que crea al héroe y que el villano puede ser cualquiera con un poder otorgado azarosamente. El mejor ejemplo de reacción a esta situación se muestra en la serie <i>The Boys</i> (<b><a href="https://www.filmaffinity.com/es/search.php?stype=director&sn&stext=Evan%20Goldberg">E.Goldberg</a></b>, <a href="https://www.filmaffinity.com/es/search.php?stype=director&sn&stext=Seth%20Rogen"><b>S.Rogen</b></a>, <a href="https://www.filmaffinity.com/es/search.php?stype=director&sn&stext=Eric%20Kripke"><b>E.Kripke</b></a>, 2019), que resume lo que el <i>Miracleman</i> de <b>Alan Moore</b> o la reciente película <i>El Hijo</i> (<b>David Yarovesky</b>, 2019) transmitían: un ser humano de a pie, como cualquiera de nosotros, con nuestros complejos, traumas y vicios, se dedicaría a satisfacerlos si poseyera todos esos poderes. <i>The Boys</i> <a href="https://www.20minutos.es/cinemania/series/si-esta-escena-de-the-boys-queria-parodiar-vengadores-endgame-161600/" target="_blank">acierta en su crítica</a> al mostrarnos un mundo corrupto con superhéroes cargados de defectos, al servicio de los mejores pagadores, sean privados o públicos. Sin embargo, el fallo de la serie se encuentra precisamente en lo que de momento, omite: los verdaderos héroes son aquellos que se forjan a través de sus propias tragedias.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><span style="background-color: white; text-align: left;">Artículo </span><a href="https://planetasprohibidos.blogspot.com/2020/11/la-tragedia-del-heroe.html" style="color: #557799; text-align: left; text-decoration-line: none;" target="_blank">publicado anteriormente en el blog <i>Planetas Prohibidos</i></a><span style="background-color: white; text-align: left;"> y posteriormente en <a href="https://www.ciencia-ficcion.com/varios/firmas/f20210718.htm" target="_blank"><i>El Sitio de ciencia-ficción</i></a></span></span></div>Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-23201244283355492472020-11-08T09:00:00.067+01:002023-05-04T12:17:16.860+02:00En la cabeza del Shiva durmiente<div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtIE_2NzAp_s32WFG0R4EEXjju38IoZdHdiihyphenhyphenOivKyXzfLRIDVpUCHYXoYOXa0ZzpewXEgNpajCIrO4JXKfjwDOTvSdF_vQBhturwdh-XVpZNIP8P-Sjt4pf2cpISeXn94DertQHD_H_0/s1600/shiva_durmiendo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Imagen de un Shiva indú durmiente" border="0" data-original-height="155" data-original-width="391" height="126" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtIE_2NzAp_s32WFG0R4EEXjju38IoZdHdiihyphenhyphenOivKyXzfLRIDVpUCHYXoYOXa0ZzpewXEgNpajCIrO4JXKfjwDOTvSdF_vQBhturwdh-XVpZNIP8P-Sjt4pf2cpISeXn94DertQHD_H_0/s320/shiva_durmiendo.jpg" title="Imagen de un Shiva indú durmiente" width="320" /></a></div>
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Cuando el ser humano fue consciente de la brevedad de su existencia, comenzó a imaginar sobre lo que vendría después. De aquellos míticos y ancestrales relatos, tal vez el más gráfico sea el de imaginar la existencia en el más allá como un sueño eterno, uno en el que nuestra consciencia pura, sin cuerpo, navega por otro universo simbólico donde las reglas físicas no existen o son distintas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><b>Nota</b>: en este artículo se van a citar tanto obras de ciencia-ficción relacionadas siguiendo el esquema «(<b>autor</b>, año)» como estudios reales de científicos sobre los temas tratados citando simplemente su nombre, salvo que se indique otra cosa de manera específica.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Durante el sueño nuestra consciencia se desconecta y deja de sentir como antes el entorno a nuestro alrededor. Cuando le llega a la mente el momento de despertar, el cuerpo que todavía sigue ahí, vuelve a formar un todo con ella enviándole de nuevo estímulos del exterior. Imaginar la imposibilidad de volver del sueño debido a que nuestro organismo físico ya no existe debido a su muerte, parece ser una manera aceptable de postular con el paso hacia la «otra vida». Pero no es necesario llegar a tan fatídica situación ¿Qué pasa si desconectamos nuestra consciencia de todo estimulo externo? A esta situación se le llama <a href="https://lamenteesmaravillosa.com/la-privacion-sensorial-y-sus-temibles-efectos/" target="_blank">privación sensorial</a> y sus efectos sobre nosotros fueron objeto de estudio en la década de los 50 —la de las conspiraciones, ovnis y guerra fría—. En líneas generales, se comprobó que someternos a esta prueba nos lleva a un <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Estado_alterado_de_conciencia" target="_blank">estado de consciencia alterada</a> que de manera dosificada puede resultar psicológicamente beneficioso, pero su abuso llega a producir graves patologías hasta el punto de resultar literalmente una auténtica tortura. El estudio de la relación entre nuestro cuerpo y la consciencia ha llevado a idear el llamado «<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tanque_de_aislamiento_sensorial" target="_blank">tanque de aislamiento sensorial</a>» para poder realizar este tipo de pruebas. Un artefacto similar era el que permitía a la agente <i>Olivia Dunham</i> (<b>Anna Torv</b>) en la serie de televisión <i>Fringe </i>(<b>J. J. Abrams</b>, <b>Alex Kurtzman</b>, <b>Roberto Orci</b>, 2008~2013), precisamente, viajar entre universos paralelos.</div><div style="text-align: justify;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhAC8cSH73Z36Mh1JiS68eB1k8jHEanOAzMyEEBw10VuSVjQk0GqqhMMIBhTt0Abz38bbMneC1m9txMBa4oLLSS8vjPM71yH18z61y_A1P_-ieQZ14Rt0QBQyZ-jZIbvSEHskKN06c1oNO/s1600/olivia+dunham.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Olivia Dunham (Anna Torv) en un tanque de aislamiento en la serie 'Fringe'" border="0" data-original-height="439" data-original-width="660" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhAC8cSH73Z36Mh1JiS68eB1k8jHEanOAzMyEEBw10VuSVjQk0GqqhMMIBhTt0Abz38bbMneC1m9txMBa4oLLSS8vjPM71yH18z61y_A1P_-ieQZ14Rt0QBQyZ-jZIbvSEHskKN06c1oNO/s320/olivia+dunham.jpg" title="Olivia Dunham (Anna Torv) en un tanque de aislamiento en la serie 'Fringe'" width="320" /></a></div>
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<div style="text-align: justify;">
Se podría postular que nuestro organismo o sistema mente-cuerpo, relaciona estar vivo y en contacto con nuestro entorno, con recibir un estímulo de él, algo por otra parte que parece absolutamente lógico. La carencia de estimulo sensorial solo podría producirse si nuestro organismo pasa a funcionar de otro modo, algo que neurológicamente se observa en sujetos mientras están dormidos, en meditación o concentrados profundamente —estos estados de nuestra mente han sido comprobados y etiquetados como «<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Ondas_cerebrales" target="_blank">ondas</a>», en función de la actividad neurológica de nuestro cerebro—. En líneas generales, nuestra mente no puede parar de funcionar. Para que descanse, ha de pasar a un estado de sueño en el que las funciones motoras no responden a la actividad de nuestra mente que pasa a un estado de actividad frenética del cuál apenas somos conscientes. Igualmente, en ese estado de sueño, las señales externas que llegan a nuestro cuerpo se tratan de manera no prioritaria. Si se altera ese equilibrio, es decir, si en otro estado que no sea el de sueño ―aka despiertos― se deja de recibir estimulo externo, nuestra mente, que no puede parar su actividad, comienza a rellenar las lagunas con alucinaciones y paranoias creadas por ella misma. Probablemente por este motivo, en la oscuridad y en el silencio de la noche, los antiguos creían observar o «sentir» la presencia de demonios y fantasmas, que no eran otros que los propios de su interior.</div><div style="text-align: justify;">
<h2>
Consciencia y cuerpo</h2>
El problema de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Problema_mente-cuerpo" target="_blank">relación mente-cuerpo</a> es uno de los retos que mantienen en jaque todavía a la ciencia. De alguna manera, representa el punto de contacto entre lo físico y lo metafísico, entre el conocimiento antiguo y el moderno, para el que no existe actualmente una solución satisfactoria. El asunto adquiere tintes algo espeluznantes cuando <a href="https://www.lavanguardia.com/lacontra/20180929/452070048190/entender-que-no-existe-la-muerte-cambia-nuestra-vida.html" target="_blank">investigadores</a> registran casos que parecen evidenciar que la muerte física de nuestro cuerpo no implica una detención de la consciencia de manera inmediata, sino un proceso hacía otro estado de existencia. En <i>Ubik </i>(<b>Philip K. Dick</b>, 1969), la humanidad logra mantener de manera indefinida a aquellos cuyo cuerpo ya no puede continuar en condiciones aptas para la vida, en un estado llamado en la obra de <i>semivida</i>, que en efecto, parece simbolizar ese estado intermedio entre esta y la muerte, de manera que sus protagonistas navegan entre la realidad y lo onírico, sin apenas ser conscientes de ello. Así mismo, otra obra significativa del género que trata específicamente —aunque no evidente— el tema de la relación mente-cuerpo es <i><a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2015/04/descifrando-matrix.html" target="_blank">Matrix</a> </i>(<b>Wachowsky</b>, 1999). En ella, se postula con una entidad artificial que suplanta o se interpone entre estos dos conceptos, definiendo las vivencias de los protagonistas y la historia en la que se desenvuelven.<br />
<h3>
La forma de la consciencia</h3>
Parece que existe la tendencia a pensar ―no solo en el ámbito popular― que la consciencia es algo así como un «programa de ordenador biológico» equivalente de alguna manera al de los computadores de tecnología humana. Sin embargo, no hay ninguna evidencia de que esto sea así y actualmente, no se conoce cuál es la naturaleza del proceso que permite que la materia logre alcanzar la consciencia. Por lo visto hasta ahora, en ella intervienen no solo agentes internos de nuestra mente, sino también <a href="https://www.investigacionyciencia.es/revistas/mente-y-cerebro/huellas-digitales-del-yo-766/somos-solo-cerebro-17493" target="_blank">del resto del cuerpo</a> e incluso, podríamos imaginar que el propio entorno podría tener un papel significativo en su actividad. En este sentido han surgido algunas investigaciones más allá de la conocida <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Roger_Penrose#La_teor%C3%ADa_de_la_mente_de_Penrose" target="_blank">teoría de la mente</a> de <b>Roger Penrose</b> —apoyada en el trabajo del anestesista <b>Stuart Hameroff</b>— que intentan acercarse al problema desde otras perspectivas. La más pintoresca ya de algunas décadas, es la del <a href="https://elpais.com/ciencia/2020-07-16/la-causa-sin-causa.html" target="_blank">psiquiatra <b>Carl Gustav Jung</b></a>, que contó con la ayuda de nada más y nada menos que el físico y premio nobel <b>Wolfgang Pauli</b>. En el trabajo de estos dos investigadores, que no dejaba de ser un ejercicio informal de especulación, se postulaba que la consciencia y el universo al completo formarían un todo conectado, de manera similar a como ocurre en la mecánica cuántica, donde las probabilidades son universales y las distancias no importan ―en algún punto en la obra de <b>Orson Scott Card</b> se habla que todas las consciencias están conectadas entre si usando el mismo principio de comunicación del <i>ansible</i>, la ficticia tecnología usada inicialmente por <b>Ursula K. Leguin</b>―. En este sentido, otros estudios sugieren que la consciencia podría ser <a href="https://tendencias21.levante-emv.com/el-universo-podria-ser-consciente_a45866.html" target="_blank">una propiedad intrínseca de la materia</a> aunque a distintos niveles, de manera que solo cuando se logra cierta complejidad en la capacidad de procesar información, surge un nivel de consciencia significativo. Se llega al caso de que otros estudios proponen que la consciencia no es el producto de la actividad cerebral, sino al contrario: <a href="https://tendencias21.levante-emv.com/la-consciencia-crearia-actividad-neuronal_a45388.html" target="_blank">es la consciencia la que crea la actividad neuronal</a>. En definitiva, de lo único que se posee certeza es de la ignorancia sobre su funcionamiento.<br />
<br />
¿Por qué no postular con alguno nuevo? Bien, otra posibilidad es que la consciencia no sea exactamente un proceso, sino más bien el resultado inevitable de una <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Topolog%C3%ADa" target="_blank">topología</a>. Es decir, lo importante no sería qué clase de acciones son las que la hacen aparecer, sino qué nivel de complejidad de una estructura es la que permite que surja como resultado de la acción individual, inicialmente descoordinada, de sus elementos individuales conectados e interdependientes. Este postulado presentaría nuestra consciencia como un fenómeno caótico e impredecible, pero sin dejar de estar dirigido por leyes físicas ―de la misma manera que algunos fenómenos atmosféricos como los tornados, que parecen adquirir «vida» propia―. La complejidad de la estructura establecería los niveles cognitivos que podrían alcanzarse de manera que la consciencia sería una propiedad inevitable de toda red de elementos individuales interconectados lo suficientemente compleja. En la <i>Saga de Ender</i> aparece un importante personaje llamado <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jane_(Saga_de_Ender)" target="_blank">Jane</a></i>, un sofisticado programa de inteligencia artificial que opera en la red de <i>ansible </i>que comunica todos los planetas del espacio humano. <i>Jane </i>adquiere consciencia de manera imprevista, emergiendo una especie de <i><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Ghost_in_the_machine" target="_blank">fantasma en la maquina</a></i>. El «alma», se podría decir, de la enormemente compleja red de nodos de comunicación.<br />
<h3>
Fuera del cuerpo</h3>
Uno de los postulados más inquietantes y al mismo tiempo esperanzadores para algunos, es la posibilidad de traspasar nuestra consciencia, nuestra mente y nuestros recuerdos a otro soporte que no sea el cuerpo biológico que nos acompaña durante nuestra existencia. Normalmente, el destino a donde se propone descargar nuestra mente es un soporte de tipo informático lo suficientemente complejo. Sin embargo, no es del todo evidente qué tipo de soporte va a poder albergar la complejísima red de neuronas y mucho menos, emular su actividad de manera que sepamos que el resultado sea satisfactorio. En todo caso, en la literatura de ciencia-ficción se ha dado por supuesta esta posibilidad desde hace ya un tiempo. De esta manera, <b>Frederik Pohl</b> en <i>Los Anales de los Heechee </i>(1987) presenta un mundo en el que los seres humanos pueden transferir sus conciencias a un mundo virtual donde vivir electrónicamente. Se podría incluir también la obra <i>Ciudad Permutación</i> (<b>Greg Egan</b>, 1994) en la que, suponiendo que haya entendido algún porcentaje significativo de su argumento, la acción se desarrolla en un entorno virtual que alberga consciencias humanas. En la época reciente se ha vuelto más habitual este postulado, llegando hasta <i>Caprica </i>(<b>Ronalr D. Moore</b>, et. al., 2010) donde de nuevo en un entorno virtual, un nuevo algoritmo que emula el alma humana al que se le proporciona toda la información posible de una persona, resulta en una consciencia virtual. Estas almas electrónicas acaban, como podemos imaginar, en lo que serían los <i>cylones</i> ―en este caso se supedita la aparición de una consciencia <i>funcional </i>a la necesidad de contar con una tecnología que lo haga posible, que en la serie se simboliza con un nuevo tipo de procesadores <i>metacognitivos</i>—. A partir de aquí ya comienzan a darse múltiples combinaciones en las que tanto las inteligencias artificiales que emulan humanos como las propias consciencias de estos, son procesos informáticos que se desenvuelven en un entorno virtual. Aunque puede que haya alguna diferencia más.</div>
<h4 style="text-align: justify;">
El libre albedrío</h4>
<div style="text-align: justify;">Sea lo que sea, suponiendo su existencia es junto a la intuición, lo que parece que nos distingue de cualquier otra imitación nuestra artificial. Estos ingredientes, los cuales permanecen todavía fuera del alcance de lo que la ciencia puede explicar, son los que suelen marcar el eje argumental sobre el que algunas historias de ciencia-ficción se desarrollan. Por concretar en lo relacionado con la emulación de seres humanos en un entorno electrónico, como ejemplo puede escogerse la serie <i>Black Mirror</i> (<b>Charlie Brooker</b>, 2011-2019) en la que hay varios episodios que exploran estas diferentes posibilidades:<br /><br /></div>
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<ul>
<li><div style="text-align: justify;"><i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Be_Right_Back" target="_blank">Be Right Back</a> </i>(<b>Owen Harris</b>, 2013): a partir de la información disponible de un individuo, incluyendo sus perfiles en redes sociales, se crea un perfil virtual informático que emula a dicha persona ―parecido a lo que pasa en <i>Caprica</i>―. Sin embargo, a la imitación de un ser humano obtenida le falta algo. Esta tan solo se limita a hacer lo que públicamente se conoce de él, careciendo de voluntad propia y resultando predecible.</div><br /></li>
<li><div style="text-align: justify;"><i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Blanca_Navidad_(Black_Mirror)" target="_blank">White Christmas</a></i> (<b>Carl Tibbetts</b>, 2014): consciencias humanas descargadas a un entorno virtual conviven sin saberlo en ocasiones con consciencias humanas conectadas a través de una interfaz ―concepto que guarda cierta similitud con <i><a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2015/05/descifrando-a-matrix.html">Matrix</a></i>―. En otros momentos, las consciencias descargadas interactúan con otros humanos del «mundo exterior», los cuales se presentan a modo de un dios que puede hacer con ellos y con su entorno, lo que deseen.</div><br /></li>
<li><div style="text-align: justify;"><i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/San_Junipero" target="_blank">San Junipero</a> </i>(<b>Owen Harris</b>, 2016): de manera similar a lo visto, las conciencias se transfieren a un entorno virtual que se ejecuta en unas granjas de servidores y almacenamiento adecuados y suficientes. De esta manera, antes de fallecer puedes continuar tu vida en este entorno. De nuevo, la posibilidad de visitar temporalmente dicho entorno sin transferir de manera definitiva la consciencia es posible, sin embargo, en esta ocasión las políticas de la empresa que lo gestiona no permiten a familiares visitar a sus difuntos. Sí que está permitido, sin embargo, que personas muy enfermas o prácticamente desahuciadas, puedan realizar visitas temporales antes de tomar una decisión sobre su futuro ―La reciente serie <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Upload_(serie_de_televisión)" target="_blank"><i>Upload</i></a> (<b>Greg Daniels</b>, 2020) explora un concepto similar en tono de comedia―.</div><br /></li>
<li><div style="text-align: justify;"><i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Black_Museum" target="_blank">Black Museum</a></i> (<b>Colm MacCarthy</b>, 2017): no todo son paraísos, en este capítulo se explora de nuevo la parte más oscura y retorcida de tener una consciencia en un entorno que depende de entidades externas al mismo y cuyos intereses pueden ser más que discutibles.</div><br /></li>
<li><div style="text-align: justify;"><i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/USS_Callister" target="_blank">USS Callister</a></i> (<b>Toby Haynes</b>, 2017): particular combinación de entorno virtual y consciencias surgidas en clones virtuales generados a partir de muestras de ADN de sus contrapartidas del mundo real. El protagonista de la historia pretendía conectarse él mismo junto a otros participantes secundarios ―algo así como los llamados <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Personaje_no_jugador" target="_blank"><i>NPC</i></a> de los juegos― cuya intención inicial es que sirvieran al propósito de satisfacer sus paranoias y problemas de autoestima, pero al parecer, las muestras genéticas llevaban consigo partes de los humanos a las que pertenecían, que no estaban previstas.</div><br /></li></ul><div style="text-align: justify;">En estos casos la idea de «vivir» en un entorno virtual electrónico que depende de otros factores externos es usado para poner en el foco de debate determinados temas sociales, filosóficos, políticos y en general, humanos. En definitiva, son escenarios ficticios construidos para poder contar de manera más eficiente ciertas historias cuya complejidad filosófica les hace más apropiados. Pero en pocas ocasiones se pone en duda qué clase de tecnología podría verdaderamente contener una consciencia funcional con todas sus características. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los sistemas informáticos habituales no son mucho más que un conjunto de unos y ceros. La única diferencia entre diferentes computadores es la cantidad de ellos que pueden manejar en total y por unidad de tiempo. Es decir, difieren en la dimensión de su memoria y velocidad de procesamiento, pero son cualitativamente equivalentes. Se les podría clasificar como <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_lineal" target="_blank">sistemas lineales</a>, que por resumir, son sistemas predecibles, cuyo comportamiento oscila dentro de rangos calculables. Pretender que un órgano como el cerebro sea en primer lugar, <a href="https://www.psicologicamentehablando.com/el-corazon-y-el-cerebro-trabajan-en-equipo/" target="_blank">el único necesario</a> para contener una consciencia y, en segundo lugar, susceptible de contenerse en un equipo que solo puede representar estados binarios, es un punto de suspensión de incredulidad que requiere de un gran salto. Las neuronas tienen un funcionamiento mucho más sofisticado más allá de adoptar un par de valores discretos. Si a esto se le añade que poseen un <a href="https://www.ibercampus.es/articulo.asp?idarticulo=38860" target="_blank">funcionamiento en equipo</a>, capaces de autocoordinarse de manera dinámica en función de su estado anterior y de sutiles estímulos externos, se podría decir que forman un <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_no_lineal" target="_blank">sistema no lineal</a>, caótico e impredecible, pero igualmente sujeto a leyes físicas. Si se define el libre albedrío como la capacidad de tomar decisiones o caminos que no pueden ser predichos por ninguna fórmula o algoritmo, un sistema caótico como el postulado sería compatible con este concepto y con la posibilidad de que cualquier objeto o estructura inanimada como un robot lo suficientemente complejo, pudieran ser conscientes. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tal vez se está manejando el asunto desde una perspectiva incorrecta.<b> Isaac Asimov</b> pensaba que para emular el cerebro humano no era necesario <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2014/11/la-ultima-frontera.html">comprender cómo funciona</a>, sino precisamente, construir un dispositivo que albergara potencialmente la misma capacidad. En definitiva, si se logra emular átomo por átomo un órgano, si se logra emular su complejidad, se hace inevitable suponer que debería emerger algún tipo de consciencia. Hoy por hoy no existe una tecnología capaz de lograr tal propósito, pero si alguna parece prometer algo parecido, esa es la computación cuántica. Este nuevo paradigma de computación sigue preceptos similares a los convencionales en cuanto a los algoritmos que puede ejecutar ―basados en matemáticas puras― pero las unidades de información que maneja no toman patrones binarios como lo hacen sus homólogos. Sin entrar en detalles, un ordenador cuántico puede evaluar diferentes posibilidades simultáneamente, podría incluso <a href="https://telos.fundaciontelefonica.com/la-cofa/ordenadores-cuanticos-la-proxima-frontera-de-la-informatica/" target="_blank">evaluar un problema al completo</a> en lugar de manera secuencial como los sistemas actuales.</div><h2 style="text-align: justify;">La mariposa cuántica</h2><div style="text-align: justify;">En la serie de televisión <i><a href="https://www.filmaffinity.com/es/film120510.html" target="_blank">Devs</a> </i>(<b>Alex Garland</b>, 2020) se escenifica el advenimiento de una singularidad tecnológica al postular con un enorme computador cuántico cuya capacidad de procesamiento es inconmensurable. Este casi omnipotente computador, puede emular la realidad misma, átomo a átomo, de manera que puede ver el pasado, corregir el presente ―reviviendo fallecidos recreados virtualmente― e incluso, predecir el futuro. De alguna manera, recupera el universo mecanicista de la época <i>newtoniana </i>por el cuál todo estado actual estaría condicionado por otro anterior y viceversa, formando una cadena de estados dependientes y predecibles si se posee la suficiente capacidad de cálculo, donde el tiempo es igual tanto en un sentido como en otro. Lo sorprendente es que fuera de la ficción, en el mundo real, este <i>universo mecánico</i> parece que retorna en cierta manera, por la misma causa por la que se descartó hace décadas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La llamada <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Flecha_del_tiempo" target="_blank">flecha del tiempo</a></i> es un concepto que surge de la entropía y de la impredecibilidad implícita de los procesos físicos a nivel molecular. Según este paradigma, algunos sucesos no pueden volver hacia atrás y repetirse de nuevo, debido a la aleatoriedad de la naturaleza. Claro que si se cae un vaso al suelo este va a acabar roto, pero sus cristales no quedaran repartidos igual. Esta manera caótica de funcionar de la naturaleza es lo que <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-45426302" target="_blank"><b>Henrí Poincaré</b></a> descubrió intentando resolver el famoso <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Problema_de_los_tres_cuerpos" target="_blank"><i>problema de los tres cuerpos</i></a>. Poco después, <b>Edward Lorentz</b> descubrió también de manera casi accidental el que fue llamado <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_mariposa" target="_blank">efecto mariposa</a>,</i> por el cual un imperceptible cambio en las condiciones iniciales modifica de manera drástica e impredecible el resultado. La sorpresa ―para mí al menos― ha venido no solo por la vuelta en cierto modo del universo ordenado y <i>predestinado</i>, sino por provenir de un ámbito que por su naturaleza poco predecible y probabilista uno no se esperaría: la mecánica cuántica. Según varios estudios, a diferencia del mundo macroscópico, en el mundo subatómico el tiempo <a href="https://tendencias21.levante-emv.com/el-tiempo-cuantico-corre-hacia-atras-y-hacia-adelante-indistintamente_a39619.html" target="_blank">fluye exactamente igual en un sentido que en otro</a>, es decir, no hay asimetría temporal ni flecha del tiempo. Otro estudio reciente confirma lo anterior <a href="https://tendencias21.levante-emv.com/simulan-un-viaje-en-el-tiempo-con-un-ordenador-cuantico-y-refutan-el-efecto-mariposa.html" target="_blank">refutando en este caso el «efecto mariposa»</a>, ya que en el mundo cuántico esto no ocurre. El momento en que esto cambia al volver al mundo de los objetos grandes ―compuestos de múltiples partículas que interactúan entre sí― no está claro, pero tal y como muestran acertadamente en la serie, en el mundo subatómico las piezas de la mecánica cuántica repetirán una y otra vez los mismos movimientos siempre y cuando «movamos la manecilla» lo suficiente, es decir, que sólo sabremos lo que ocurre si recorremos todo el camino hasta llegar al punto en cuestión. Como <a href="https://tendencias21.levante-emv.com/el-universo-como-fractal-un-modelo-del-cosmos-que-gana-validez-cientifica_a24995.html" target="_blank">un fractal</a>, cuya exótica forma únicamente se revela cuando ha sido desarrollado, paso a paso.</div><h3 style="text-align: justify;">La desobediencia de la materia</h3><div style="text-align: justify;">Según el mito bíblico, <i>Eva </i>ofreció a <i>Adán </i>la fruta del árbol prohibido. Este árbol, según algunas interpretaciones, era el árbol del conocimiento. Dejando aparte cualquier otra cuestión, lo que esto nos dice principalmente es que este problema filosófico sobre la responsabilidad de nuestros actos, lleva con nosotros mucho tiempo. ¿Somos dueños de nuestro destino, o este está ya establecido por la rígidas leyes de la física? ¿Somos algo más que meras piezas de un gigantesco mecano universal? Tal vez, de alguna manera, tras millones de años de cambios, este conjunto de átomos que constituye nuestro cuerpo y mente se haya organizado de tal manera que pueda librarse de la tiranía de la determinación y la predictibilidad. Puede que la <i>consciencia</i> consista precisamente en eso: cuando la materia decide por si misma, no seguir la reglas que le estaban asignadas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><h4 style="text-align: justify;">Para ampliar la lectura:</h4><div><ul style="text-align: left;"><li><b>Percepnet: centro de recursos sobre percepción y ciencias sensoriales</b>. (2002). <i>Una nueva teoría para explicar la conciencia</i>. Enlace: <<a href="http://www.percepnet.com/cien09_02.htm?fbclid=IwAR1vxbappe2GduCgmHAEwRJU-Kx_GmCCnPy2P83ZzLi-KdrBxpP4rD_iCoo">http://www.percepnet.com/cien09_02.htm</a>> [acceso el 07/11/2020]</li><li><b>Trula, E.M.</b> (2020). <i>Hay gente que vive sin cerebro. No, en serio</i>. <<a href="https://magnet.xataka.com/un-mundo-fascinante/hay-gente-que-vive-cerebro-no-serio">https://magnet.xataka.com/un-mundo-fascinante/hay-gente-que-vive-cerebro-no-serio</a>> [Acceso el 07/11/2020]</li><li><b>Pinillos, J.L</b>.(1969). <i>La Mente Humana.</i> Madrid: Ed. Salvat.</li></ul></div></div></div></div></div>
Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-40534246697788559062020-05-10T21:00:00.008+02:002023-07-19T14:55:27.599+02:00Todo es información<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6Zh_hPRVRYD9bQyQQ1hjFMOJ1Nr5NvZZTRHpvi7FqvtRd_Tt0jXMCi9JYbSzIEYHcrYVtpFG2y5_52uVGbr0MNHnLRrYJ1qfWfscnI2QEXFyGO-LrA5-51B3j1On_fqizZzntEOwOrOVV/s1600/replicador%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Un Klingon usando un replicador de Star Trek" border="0" data-original-height="337" data-original-width="600" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6Zh_hPRVRYD9bQyQQ1hjFMOJ1Nr5NvZZTRHpvi7FqvtRd_Tt0jXMCi9JYbSzIEYHcrYVtpFG2y5_52uVGbr0MNHnLRrYJ1qfWfscnI2QEXFyGO-LrA5-51B3j1On_fqizZzntEOwOrOVV/s320/replicador%255B1%255D.jpg" title="Un Klingon usando un replicador de Star Trek" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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La información es hoy un bien tan tangible y valioso hoy como lo fueron el oro, el carbón o el petróleo en otros momentos de la Historia. La humanidad ha pasado de lo tangible a lo etéreo y abstracto, sin que nos hayamos dado cuenta. Puede que todo comenzase con el vapor con el que funcionaban las máquinas de la Revolución Industrial, alimentadas por el entonces preciado mineral negro y que dio paso al desarrollo de la termodinámica y la <b><a href="http://cualeslarealidad.blogspot.com/2012/04/entropia-en-la-nube.html" target="_blank">entropía</a></b>. Este fundamental concepto de la física se aplicaba <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Entrop%C3%ADa#Historia_de_la_entrop%C3%ADa" target="_blank">en sus inicios</a> a los gases, pero posteriormente han surgido <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Entrop%C3%ADa_%28informaci%C3%B3n%29#Relaci%C3%B3n_con_la_entrop%C3%ADa_termodin%C3%A1mica" target="_blank">teorías que relacionan la información con la materia</a> a través de él. Poco a poco, esta nueva manera de ver el mundo abría un sin fin de posibilidades, algunas de las cuales ya estaban presentes en la ciencia-ficción y otras no han tardado en hacerse un hueco en el género.</div>
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<h2 style="text-align: justify;">
Más allá de la materia</h2>
<div style="text-align: justify;">
Si es posible definir completamente un objeto incluyendo todas las partículas que lo forman y su posición en el espacio, se puede postular con la posibilidad de convertir cualquier objeto físico en un patrón de información equivalente que puede ser contenido en diversos soportes o transmitido a distancia como cualquier otra información. Igualmente, con la tecnología adecuada podría ser factible restituir dicha información a su estado físico original. Este concepto ya ha sido usado en algunas obras de ciencia-ficción, donde tal vez pueda ilustrarse mejor.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
Replicador</h3>
<div style="text-align: justify;">
De manera similar a la impresión 3D de hoy en día, partiendo del adecuado patrón de información almacenado en un soporte informático junto con la <a href="https://pijamasurf.com/2014/05/fisicos-descubren-como-crear-materia-con-luz/" target="_blank">posible</a> —aunque extraordinariamente costosa— capacidad de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Creaci%C3%B3n_de_masa" target="_blank">convertir la energía en su equivalente en materia</a>, no habría motivo que impidiese lograr tal hazaña. Aunque la saga <i>Star Trek</i> es la principal obra que ha hecho uso del concepto, en las tiras diarias del <i>Flash Gordon</i> de <b>Dan Barry</b> representan un dispositivo al que denominan <i>cornucopiak</i>, el cual puede convertir tanto en un sentido como en otro, la energía en cualquier tipo de objeto. En cualquiera de los casos, no satisfechos por completo con ello, se propusieron continuar a lo grande.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
Entornos «reales»</h3>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisF4le76RLcZnKQt4Cd08T_ghTKCSi4goomqjwtNV1zdg_OdjoBEF01xiw11NNHANzXQWK2MlqCu_IgsUpllgy0sjkgnqf_mLCX_Ob9UqdeurZYaVqECwQRzL2sBofGC1C6z3PY1u_WF0u/s1600/Holodeck%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="346" data-original-width="540" height="205" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisF4le76RLcZnKQt4Cd08T_ghTKCSi4goomqjwtNV1zdg_OdjoBEF01xiw11NNHANzXQWK2MlqCu_IgsUpllgy0sjkgnqf_mLCX_Ob9UqdeurZYaVqECwQRzL2sBofGC1C6z3PY1u_WF0u/s320/Holodeck%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
Otra de las aportaciones de <i>Next Generation </i>al universo de <i>Star Trek</i> fue la <i>holocubierta</i>. En ella se hace uso de lo que se podría lograr si se dispusiera de semejante control sobre la energía y la materia. Supongamos la siguiente situación: estamos jugando a nuestro juego preferido de acción en primera persona donde nos vemos en un entorno simulado en tres dimensiones. La experiencia será más vívida si se hace a través de unas gafas de realidad virtual, haciendo parecer a nuestros sentidos que estamos inmersos físicamente en dicho entorno. El siguiente nivel continuando los pasos que nos han llevado hasta aquí, sería recrear de manera física ese entorno a nuestro alrededor convirtiéndolo en materia sólida. Continuando todavía más con el razonamiento, dicho entorno podría ser dinámico, esto es, que reaccionase evolucionando a nuestro alrededor, bien como consecuencia de nuestras acciones o porque se trata de una emulación en tiempo real de por ejemplo, viento o lluvia. En el caso de <i>Star Trek</i> —franquicia famosa por su <i><a href="https://www.ciencia-ficcion.com/glosario/t/tecnojer.htm" target="_blank">tecnojerga</a></i>— dan la explicación de que no se trata de «autentica» materia, sino <a href="https://memory-alpha.fandom.com/wiki/Holodeck_matter" target="_blank"><i>holomateria</i></a>, que vendría a ser algo así como fotones contenidos en campos magnéticos con la particularidad de que podrían llegar a tener la consistencia, color e incluso olor, de la materia tal cual la conocemos. En cualquier caso —materia u <i>holomateria</i>— todo apunta a que los requerimientos energéticos, de almacenamiento y de velocidad de procesamiento, tendrían que ser absolutamente colosales.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
Asistentes</h3>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLCOUsyJERJxqjKFpARoYm6FXuq98kBjnsHKyWx9S_Qx3AF3nwSQuGxxAysLM-SkhTaHYHdLxmwZMYPE9H3Yn5nUuRRSOfY6n44JH30OmSybFfSY1yOUdtqv61KhEnD96hh3wthm6QVW7t/s1600/robert-picardo-star-trek-535x400.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Robert Picardo como 'El Doctor'" border="0" data-original-height="300" data-original-width="533" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLCOUsyJERJxqjKFpARoYm6FXuq98kBjnsHKyWx9S_Qx3AF3nwSQuGxxAysLM-SkhTaHYHdLxmwZMYPE9H3Yn5nUuRRSOfY6n44JH30OmSybFfSY1yOUdtqv61KhEnD96hh3wthm6QVW7t/s320/robert-picardo-star-trek-535x400.jpg" title="Robert Picardo como 'El Doctor'" width="320" /></a></div>
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Una vez asumido que la información puede convertirse en materia y se dispone de la suficiente energía y capacidad de procesamiento para crear todo lo expuesto, nada nos impide imaginar la posibilidad de hacer lo propio con un cuerpo humano, es decir, uno tangible, físico y en movimiento. Si a esta posibilidad se le añade una inteligencia artificial que modele su comportamiento, el resultado es que se podría materializar cualquier asistente, ayudante o personaje del que se tuviera la necesaria información sobre él. Como ejemplos destaca <i>El Doctor</i> del <i>spin-off Star Trek:</i> <i>Voyager</i>, un asistente médico que puede configurar su consistencia física para volverse o no, tangible. Este recurso o concepto ha sido utilizado en otras obras de manera similar como <i>Nightflyers </i>(<b>George R.R. Martin</b>, 2018), <i>Another Life</i> (<b>Aaron Martin</b>, 2019) o la más reciente de <i>Star Trek: Picard</i> (<b>Patrick Stewart</b>, <b>Alex Kurtzman</b> —2020—) donde hacen uso del canon visto de la saga.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
El teletransporte</h3>
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Uno de los iconos tecnológicos más reconocibles y de los que poco se puede añadir, es el conocido «teletransporte» de <i>Star Trek</i>. Aunque es sin lugar a dudas la obra que más lo ha popularizado, lo cierto es que el concepto genérico de transmitir materia de una manera similar a como se hace con el sonido sobre ondas de radio fue imaginado con anterioridad en varias obras de ciencia-ficción. Una de ellas es la creada por <b>Pascual Enguídanos</b> en <i>La Saga de los Aznar</i> (1953), donde se hace uso del <a href="https://www.ciencia-ficcion.com/autores/ghw/lasaga/tecnos/karendon.htm" target="_blank"><i>karendon</i></a>, un dispositivo ficticio que puede realizar lo comentado, llevado por el autor a unas posibilidades apenas limitadas por su gran imaginación y por las fronteras que caracterizan a una buena obra de ciencia-ficción. Así mismo, en las tiras de cómic de <i>Flash Gordon</i> de <b>Dan Barry </b>(1951)<b> </b>hacían uso de un «transmisor de materia», que como su nombre evidencia venía a ser lo mismo.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS7EXbSLn5OWCWwhSKi9jR3x60DsCU5G4c9yxFu6bF7su4xYSHkK3eeiSVCed86sZCn5J3rQwLJWRbMt1EShJgUgMTIhQBNc0MPVqdQangCb8NWWyE1sPeQI7FdO5bx9GYj-SFK0UH2OqI/s1600/ST+telemuestras.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="El Sr. Chekov (Walter Koenig) recogiendo muestras de sangre klingon en Star Trek: Aquel país desconocido" border="0" data-original-height="384" data-original-width="759" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS7EXbSLn5OWCWwhSKi9jR3x60DsCU5G4c9yxFu6bF7su4xYSHkK3eeiSVCed86sZCn5J3rQwLJWRbMt1EShJgUgMTIhQBNc0MPVqdQangCb8NWWyE1sPeQI7FdO5bx9GYj-SFK0UH2OqI/s320/ST+telemuestras.png" title="El Sr. Chekov (Walter Koenig) recogiendo muestras de sangre klingon en Star Trek: Aquel país desconocido" width="320" /></a></div>
<br />
Muchas son las posibilidades que uno se puede imaginar si se pudiera mover la energía y la materia de un punto a otro materializando lo que hiciera falta. Un ejemplo más que se puede añadir se encuentra de nuevo en <i>Star Trek</i>: <i>Aquel país desconocido</i> (<b>Nicholas Meyer</b>, 1991), con un sencillo pero potente e ingenioso recolector de muestras. El dispositivo enfoca un punto y teletransporta una pequeña cantidad de la materia existente allí para guardarla y ser analizada.</div>
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La cuestión es que si bien este recurso en su momento no fuera tal vez más que la típica solución imaginativa para resolver una complicación en la trama —o una carencia de presupuesto—, el potencial que albergaba junto con el paso del tiempo, han acabado dando como fruto todo un universo de posibilidades. Postulados que son hoy ficticios, pero muestran que en definitiva, si la humanidad lograra semejante control sobre la energía tendría bajo su mano un poder asombroso. Falta que la aprenda a manejar adecuadamente sin destruirse a sí misma. </div>
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La cabina del suicidio</h4>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm1GGS7r15V6lbJRiQZ0miBAAV7M7kofl6Wo3riLxOTYICbonISX-Ca1klp1Hmtm7dMQOoWAiHJkr1S-FePBcUowjBMgz3nJ7LZtqrxNGJmDz3i7chHctnqNf7z61STtc0lKTWQw0jAQjM/s1600/qtlzm4tp6whsvc9fpajo%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Sala de teletransporte de Star Trek" border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm1GGS7r15V6lbJRiQZ0miBAAV7M7kofl6Wo3riLxOTYICbonISX-Ca1klp1Hmtm7dMQOoWAiHJkr1S-FePBcUowjBMgz3nJ7LZtqrxNGJmDz3i7chHctnqNf7z61STtc0lKTWQw0jAQjM/s320/qtlzm4tp6whsvc9fpajo%255B1%255D.jpg" title="Sala de teletransporte de Star Trek" width="320" /></a></div>
<br />
Hasta ahora se ha hablado de conceptos como la materia, la información o la energía, cuya dimensión es mensurable, localizada y restringida a ubicaciones conocidas. Pero existe un lugar que todavía se resiste hoy en día a ser tratado de esa manera: la consciencia. ¿Qué ocurriría con ella si es un ser humano el que se somete al teletransporte? Por la ciencia-ficción en la que me había educado en los lejanos años setenta las desintegraciones las catalogaba con la etiqueta de «malo». Por eso, recuerdo con cierto pánico cuando los tripulantes de la <i>Enterprise</i> en la <i>Star Trek</i> original, se colocaban en la plataforma y <a href="https://es.gizmodo.com/por-que-el-teletransportador-de-star-trek-es-en-realida-1765454706" target="_blank">se desintegraban poco a poco</a> con la intención de teletransportarse a otro lugar. Aunque parecían no sufrir ningún dolor en absoluto, me resultaba retorcido observar cómo se entregaban a una descomposición molécula a molécula de sus cuerpos mientras sus rostros no mostraban la más mínima preocupación. Aquella absoluta confianza en la ciencia y la tecnología mostrada en la serie, dominadas y al servicio de la humanidad, hizo estallar algo en mi cabeza de lo que no me he recuperado aún. Pero la cuestión clave aquí es si descomponer y volver a componer molécula a molécula nuestro cuerpo tiene efecto alguno sobre nuestra consciencia, sobre lo que nos define nuestro ser. Es decir, lo que durante cientos de años se le ha llamado «alma».</div>
<div style="text-align: justify;">
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En teoría, aunque no se sabe a «ciencia cierta» dónde reside nuestra consciencia, es bastante razonable suponer —por aquello de la <i>navaja de Occam</i>— que reside o bien en alguna parte de nuestro cuerpo o <a href="https://www.investigacionyciencia.es/revistas/mente-y-cerebro/resiliencia-741/el-problema-cuerpo-mente-16569" target="_blank">de manera distribuida en él</a>. En cualquier caso, una copia «exacta» del mismo debería suponer la aparición de nuestra consciencia y sus recuerdos, tal y como estaban en el cuerpo original. Aquí surgen en principio varias importantes cuestiones:</div>
<h4 style="text-align: justify;">
La Paradoja de Teseo</h4>
<div style="text-align: justify;">
Cuenta la leyenda que <b>Teseo</b>, el héroe griego,<b> </b>tuvo que cambiar todas las piezas de su barco durante una travesía. Los filósofos de la época se preguntaban si era al volver el mismo barco con el que había zarpado. Este es uno de los problemas filosóficos más famosos que se han planteado y todo apunta a lo que unos siglos más tarde dijo <b>Carl Sagan</b>, que el ser humano es algo más que un conjunto de moléculas. Es decir, una vez se construye algo con un significado y una función, es esta la que perdura más allá de sus piezas iniciales. Otra manera de decirlo sería que el conjunto es algo más que la suma de sus partes. En definitiva, lo que nos define como personas no son nuestras moléculas, sino la relación entre ellas, cómo están dispuestas, interactúan y dependen unas de otras. Sin ir más lejos, nuestros cuerpos, al igual que el barco de <b>Teseo</b>, han cambiado todas sus moléculas varias veces durante la travesía de nuestra existencia.</div>
<h4 style="text-align: justify;">
Las almas no se clonan</h4>
<div style="text-align: justify;">
Otra peliaguda cuestión que surge de la hipótesis de reconstruir «copias» de nuestro ser es, qué es lo que ocurre con el original. Es decir ¿podría existir otra versión de nosotros? Ya sabemos que el cuerpo se puede clonar, pero ¿puede clonarse nuestra consciencia, nuestros recuerdos, nuestro <i>ser</i>? Afortunadamente la ciencia ―sí, la ciencia― viene en nuestra ayuda y nos marca el camino.</div>
<div style="text-align: justify;">
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<div style="text-align: justify;">
La mecánica cuántica tiene algunas sorprendentes características y una de ellas es el llamado <i>entrelazamiento cuántico</i>. Según esta propiedad, dos partículas entrelazadas intercambian información sobre su estado, de manera que el cambio en una de ellas afecta a la partícula asociada. Algo que los creadores de <i>Star Trek</i> no tuvieron en cuenta pero a pesar de ello acertaron, fue una tecnología desarrollada décadas después llamada precisamente, <i><a href="http://www.fisicacuantica.es/teleportacion-cuantica/" target="_blank">teleportación cuántica</a></i>. Esta tecnología permite transmitir el estado cuántico entre dos partículas, situadas en sendos puntos alejados entre los cuales se haya establecido un canal de comunicación ―físico, óptico, etc.―. Es decir, se pueden obtener copias de partículas que han sido entrelazadas, con la particularidad que hay una cosa llamada <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Teorema_de_no_clonaci%C3%B3n" target="_blank">teorema de la no clonación</a></i> que impide que dichas partículas tengan el mismo estado, de manera que al hacer la copia el de la original se destruye. Así que sin saberlo, los creadores de <i>Star Trek </i>acertaron de lleno.</div>
<h4 style="text-align: justify;">
Moldeando la materia</h4>
<div style="text-align: justify;">
El teletransporte usado en las obras de ciencia-ficción definido en estas líneas comparte con el igualmente ficticio replicador la fase de reconstrucción del objeto partiendo de la información correspondiente sobre su constitución. La diferencia nada trivial es el vínculo entre el original y el replicado en destino, que como se ha indicado, podría relacionarse con el concepto real usado en física cuántica del entrelazamiento y que implica la destrucción del original e impide la creación de copias de seres conscientes. Sin embargo, en las publicaciones sobre el concepto científico de la <i>teleportación cuántica</i> ―verificado ya actualmente en la práctica― suelen advertir que no se trata de «auténtica» teleportación de materia, sino que únicamente se teletransporta la información sobre su estado. Sin embargo, resulta llamativa esta apreciación ya que aunque originalmente el teletransporte usado en la ficción se definiese como un «transmisor de materia», analizado con algo de detenimiento esto podría ser simplemente una manera rápida de nombrarlo. Es decir, tal y como se ha visto, no es necesario transmitir exactamente los mismos átomos uno por uno, es suficiente con la información que los relaciona y define su estado a nivel subatómico ―quedaría reconstruir en destino la materia a partir de la conversión de la energía requerida―. En realidad, en un transmisor de radio tampoco se transmite el sonido, sino que éste se reconstruye en destino convirtiendo la información modulada de origen ―proceso llamado <i>demodulación</i>― en la señal original.</div>
<h4 style="text-align: justify;">
Interrupción de la consciencia</h4>
<div style="text-align: justify;">
Por rápido que sea el proceso, parece claro que vamos a ser reconstruidos con nuevo material y en otro lugar. Nuestra consciencia original es hipotéticamente aniquilada y otra emergerá una vez nuestro cuerpo, organismo y cerebro sea restituido usando la información teletransportada. Además de este ejercicio de imaginación, se puede también teorizar sobre cuál será la vivencia del proceso. Sobre este aspecto de nuevo se puede echar mano de interrupciones reales de nuestras consciencias que sufrimos, además, muy a menudo: el sueño. Cuando dormimos, nuestra consciencia sufre una interrupción temporal y pasa a vagar por un mundo onírico. De manera similar, estar inconsciente por un golpe o a causa de la anestesia, son otras maneras de hacer hibernar a nuestra consciencia. Salir del teletransporte sería pues, algo así como despertar de un letargo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero lo más inquietante de todos estos ejercicios mentales es considerar la posibilidad de que nuestra consciencia no esté sujeta a un cuerpo necesariamente. Que pueda desprenderse y reconstruirse en otro «lugar». ¿Cómo se vería afectada nuestra experiencia si dejáramos de pertenecer al cuerpo que habitamos? ¿Podríamos tal vez, desprendernos de nuestro cuerpo y vivir para siempre?</div><div style="text-align: justify;"><br />
<br />
<span style="font-size: x-small;">Publicada posteriormente en el <a href="https://planetasprohibidos.blogspot.com/2021/12/todo-es-informacion.html" target="_blank"><i>blog Planetas Prohibidos</i></a> y en <i><a href="https://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op03057.htm" target="_blank">El sitio de ciencia-ficción</a></i></span></div>
</div>
Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-56478798604093512852020-01-02T09:00:00.000+01:002020-01-08T10:48:42.190+01:00Tardando parsecs<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkT-anB03tIiovlJVJgXDCGnd3IIFErEJGQlYIpp4y7Lz_mtHDsvXG_RdZCHRT9SCD99NAslj7duj7OC6KX7WIHygUQZqAiwJK6F63hYIYJjak_Xs6XpZXFcRtb4yHXlaAbP0XZflo2M8A/s1600/0118-starwars%5B1%5D.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Mirad hacía delante, corcholis" border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkT-anB03tIiovlJVJgXDCGnd3IIFErEJGQlYIpp4y7Lz_mtHDsvXG_RdZCHRT9SCD99NAslj7duj7OC6KX7WIHygUQZqAiwJK6F63hYIYJjak_Xs6XpZXFcRtb4yHXlaAbP0XZflo2M8A/s320/0118-starwars%5B1%5D.jpg" style="margin: 20px 0px 0px;" title="Mirad hacía delante, corcholis" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="font-size: 12.8px;">Foto: fotograma de <i>Star Wars</i> IV</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Las personas usamos en nuestro lenguaje habitual frases hechas y expresiones cuyos orígenes puede que desconozcamos y que analizadas literalmente no tienen sentido en muchos de los casos. Este, el verdadero significado de la expresión, se esconde tal vez tras una historia algo más elaborada —«A buenas horas mangas verdes» podría ser un buen ejemplo—. Ocurre también que el nivel de precisión exigido en el lenguaje popular, en nuestro día día, es mucho menor que en otros ámbitos con mayor carga filosófica, técnica o científica. Debido a ello, confundir <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Eficiencia">eficiencia</a> con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Eficacia" target="_blank">eficacia</a> o <a href="https://www.fundeu.es/consulta/probable-y-posible-429/" target="_blank">probable con posible</a>, por ejemplo, está a la orden del día —sin ir más lejos, en la Wikipedia redireccionan de «eficacia» a «efectividad», a pesar de que en ella misma señalan que no son lo mismo—.<br />
<br />
Hay una frase de <i>Han Solo</i> que cierto sector del público suele escoger cuando desea burlarse de la saga o catalogarla como producto trivial e inconsistente, parámetros y crítica a los que parece que con el paso del tiempo y las recientes entregas, se han encaminado con insistencia a confirmar. Sin embargo, la frase es de <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2016/02/star-wars-el-mito-universal.html">la película original</a>, la cual tiene una transcendencia clave en la cultura popular y la producción cinematográfica, en muchos sentidos. La frase en concreto es:</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
«la nave que corrió la carrera <i>Kessel </i>en menos de 12 parsecs»</blockquote>
<div style="text-align: right;">
—<i>Han Solo</i> sobre el <i>Halcón Milenario</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cierto es que un «<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%A1rsec" target="_blank">pársec</a>» no es una unidad utilizada frecuentemente —por no decir nada, salvo para un astrofísico— . En cualquier caso, la persona presta a señalar el error probablemente sí sepa que la mencionada unidad de medida es de distancia, no de tiempo, con lo que el resultado es como decir que «he tardado menos de cuatro kilómetros». Sin embargo, en ciertos contextos esta frase podría tener sentido cuando la distancia es un factor más crítico que el tiempo —una explicación similar es la que se puede encontrar en la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%A1rsec#En_la_cultura_popular" target="_blank">Wikipedia</a>— y sobre todo, cuando se trata de surcar el espacio-tiempo de formas no habituales —ficticias, de hecho— y en las que la distancia entre un punto y otro no tiene por qué ser siempre la misma. En el <i>spin-off</i> de la saga <i>Han Solo</i> (<b>Ron Howard</b>, 2108) muestran el origen de la capacidad del <i>Halcón Milenario</i> para trazar rutas óptimas —más rápidas, o lo que en este caso es lo mismo, más cortas— gracias a poseer un mapa de la galaxia de gran precisión.<br />
<br />
Además, en las recientes películas de la saga se habla con cierta soltura y despreocupación de viajes «a la velocidad de la luz», lo cual es incongruente con lo visto en la propia obra ya que cuando se hacen este tipo de trayectos iniciados con el espectacular efecto de las estrellas convirtiéndose en hilos luminosos —conocido como «salto al <i>hiperespacio</i>»— y aparecen en pocos segundos en cualquier otra parte de la galaxia, la velocidad resultante no tiene nada que ver con la de la luz. Por tanto y por dejarlo claro, independientemente de las «frases hechas» que los guionistas —o los traductores— se tomen la licencia de dejar caer, en <i>Star Wars</i> y en la gran mayoría de obras de este género no viajan ni <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2019/08/mas-rapido-que-la-luz.html">a la velocidad de la luz</a> ni lo hacen de ninguna de las maneras habituales conocidas en nuestras tres dimensiones clásicas.<br />
<h4>
Enlaces</h4>
<ul>
<li><a href="https://www.wired.com/story/the-physics-of-the-millennium-falcons-jump-to-hyperspace/" target="_blank"><i>The Physics of the Millennium Falcon's Jump to Hyperspace</i>. <b>Wired</b></a><b> </b>[acceso el 01/01/2020]</li>
<li><a href="https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/fisica/que-fue-de-superar-la-velocidad-de-la-luz/" target="_blank"><i>¿Qué fue de… superar la velocidad de la luz? </i><b>BBVA Openmind</b></a><b> </b>[acceso el 01/01/2020]</li>
</ul>
</div>
Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-20027445671898609572019-08-23T10:00:00.003+02:002021-07-21T19:04:36.408+02:00Más rápido que la luz<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=t8LD0iUYv80" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" target="_blank"><img alt="Fotograma del cortometraje FTL" border="0" data-original-height="576" data-original-width="1038" height="177" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9cbDGFjT4AOeo05A10r309EGknCfuPe73OBsIhJM_Jwr8v5flfNrPekU0-cZOss93H8i_QFWTkcX_udMqW1HHcw3475MAjFS6-fFuLgUsk2JjrIgruWD7WJzjT0W4YMu-C1gkoxUrKIe5/s320/FTL-corto-1038x576%255B1%255D.jpg" title="Fotograma del cortometraje FTL" width="320" /></a></div>
<br />
Las estrellas despiertan en la especie humana una especial fascinación. Pero para poder satisfacer nuestra naturaleza exploradora será necesario superar el reto del viaje interestelar. Todo lo que <a href="https://www.abc.es/ciencia/abci-nasa-planea-primer-viaje-interestelar-historia-201712201127_noticia.html" target="_blank">actualmente puede lograr</a> son viajes no tripulados de décadas de duración solo de ida. Lejos, muy lejos de los sueños en los que la humanidad se imagina a si misma alcanzando con audacia nuevos mundos y descubriendo nuevas civilizaciones, cruzando el cosmos sin estar limitados por las fronteras de la física actual.<br />
<h2>
Expandiendo fronteras</h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIeHH7fLqfKC5Zb6QUnsOd22j7nYaSl49UT0CvKciGN0e68ap1lhYA7oFLFzXBmBh9-kcGrbE4AD-lwQpkELhFEb13v2yb48-yImBZt1RTPc_FDSwaJ2ZTtkUuWzC1y9d7st5xcn3jYTbw/s1600/1%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="400" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIeHH7fLqfKC5Zb6QUnsOd22j7nYaSl49UT0CvKciGN0e68ap1lhYA7oFLFzXBmBh9-kcGrbE4AD-lwQpkELhFEb13v2yb48-yImBZt1RTPc_FDSwaJ2ZTtkUuWzC1y9d7st5xcn3jYTbw/s320/1%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Cuando un autor imagina una galaxia conquistada por la humanidad está extrapolando a <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2017/01/rompiendo-escalas.html">escalas que rompen con nuestros esquemas</a>. Alguien puede preguntarse para qué se necesita llegar a esto. Una de las posibles respuestas es que de esta manera se consigue «deslocalizar» al lector o espectador de cualquier tiempo o lugar conocido, que no sea nuestra propia alma humana. Los viejos problemas de viejas y rancias historias, no podrán interferir más que lo que el autor desee. Ahora bien, en la ciencia-ficción la presentación del escenario ha de resultar verosímil en un grado determinado, lugar al que se le llama <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Suspensi%C3%B3n_de_la_incredulidad" target="_blank">punto de suspensión de la incredulidad</a></i>. Para ello ha de postularse con un método de comunicación y transporte que permita su existencia para tales distancias. Por tanto, si en una obra de ciencia-ficción se habla de «viajes más rápido que la luz» no es porqué se crea que esto es posible hacerlo sin más o porque no tengan ni idea de física, sino porque se está especulando sobre nuestro universo o sobre nosotros mismos como especie, colocándonos para ello en una nueva situación.<br />
<br />
En función de las posibilidades del autor o del público al cual desea dirigirse, hay un esfuerzo creativo en mostrar maneras verosímiles e imaginativas para sortear los límites de la física conocida. Unas fronteras que así mismo, <a href="https://interestingengineering.com/from-point-a-to-point-b-how-do-we-achieve-interstellar-flight?" target="_blank">científicos e investigadores</a> se afanan por superar para poder lograr alcanzar el sueño de viajar por el cosmos y poder volver para contarlo. Si <b>Isaac Newton</b> logró explicar el universo de una manera que todavía hoy sigue siendo válida para muchas actividades, <b>Einstein</b> logró ir más allá que el británico y sin invalidar su trabajo, lo amplió. Por tanto, nada nos impide especular que el trabajo del alemán puede ser a su vez ampliado con nuevas posibilidades de reducir las grandes distancias, temporales y espaciales, que nos separan de nuestro anhelo explorador.<br />
<h2>
Cruzando el Universo</h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUkC4iPPnV4sn4vrdT0mqjXPJH9caPbamku4Q1yxZritdJasKvhsjQGRfnBvsrukm49d8GeHBG_IpJK05OAq1nX4RwJ6gNtLE3YNcUBCNLa9cv_rRf31qKk8hC20glTHwR_YdS3c2cxCGm/s1600/800px-Wormhole_travel_as_envisioned_by_Les_Bossinas_for_NASA%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Wormhole travel as envisioned by Les Bossinas for NASA (Wikipedia)" border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUkC4iPPnV4sn4vrdT0mqjXPJH9caPbamku4Q1yxZritdJasKvhsjQGRfnBvsrukm49d8GeHBG_IpJK05OAq1nX4RwJ6gNtLE3YNcUBCNLa9cv_rRf31qKk8hC20glTHwR_YdS3c2cxCGm/s320/800px-Wormhole_travel_as_envisioned_by_Les_Bossinas_for_NASA%255B1%255D.jpg" title="Wormhole travel as envisioned by Les Bossinas for NASA (Wikipedia)" width="320" /></a></div>
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<br /></div>
Dejando a un lado los casos donde los viajes se realizan a velocidades sublumínicas y en los que los tripulantes se hibernan o viven varias generaciones hasta llegar al punto de destino, desde hace décadas que las obras de ciencia-ficción usan ciertos artificios para representar los viajes interestelares sin vulnerar el límite físico explicito de la velocidad de la luz. Normalmente, el foco de interés de las obras en cuestión no está en el método escogido para sortear esta dificultad, sino en los nuevos caminos que esta situación ficticia abre para explorar. Pero antes de llegar a lo imaginario, partamos de la realidad y hagamos una reflexión sobre la luz y su «record» de velocidad imbatible.<br />
<h3>
La velocidad de la luz<span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: x-small;"> <br />
—lo explicado en este apartado es sobre aspectos científicos reales—</span></span></h3>
¿Por qué la luz va a esa velocidad? ¿Sólo es la luz la que puede hacerlo? La luz es una radiación electromagnética como las ondas de radio, pero de distinta frecuencia. Nuestros ojos, los de los humanos y otros animales, son sensibles a ese espectro de frecuencias que hemos convenido en llamar «luz». Esta tiene un carácter direccional que hace que sea más fácil representarla como haces de partículas, pero realmente, toda radiación presenta un carácter dual de emisiones de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dualidad_onda_corp%C3%BAsculo" target="_blank">onda-partículas</a>, también llamadas <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fot%C3%B3n" target="_blank">fotones</a>. Por tanto, como regla general, toda radiación electromagnética se traslada a la misma velocidad, la máxima permitida en nuestro universo físico.<br />
<br />
No existe una relación «newtoniana» clásica por la que se pueda deducir que esas partículas vayan a ir a esa velocidad y no otra. El «truco» es que los fotones no tienen una masa asociada en reposo. Estos corpúsculos son unos paquetes o «cuantos» de energía que son emitidos cuando se alcanza un determinado nivel energético, de manera que se emite a nivel atómico un cuanto o fotón de radiación. En función de la energía generada, ese fotón presentará como onda una determinada frecuencia sin influir en la velocidad, que siempre será la misma.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
La razón de esta situación es <a href="https://cuentos-cuanticos.com/2013/05/02/el-foton-y-la-masa/" target="_blank">complicada de explicar</a>, todavía más para un profano. A grandes rasgos se puede decir que nada puede existir si no tiene masa. Por su equivalencia con la energía, todo en nuestro universo conocido es una cosa u otra —dejemos de momento la energía y materia oscura—. Como los fotones tienen masa nula, la fórmula clásica <a href="http://www.phy6.org/stargaze/Mnewt2nd.htm" target="_blank"><i><span style="color: black;">f = m a</span></i></a> no puede aplicarse en este caso. La energía producida se ha empleado en generar una partícula sin masa en reposo, pero con una determinada energía cinética equivalente. Esto significa, en efecto, que <a href="https://www.youtube.com/watch?v=ASRpIym_jFM&list=PLED25F943F8D6081C" target="_blank">un fotón está obligado a volar a la máxima velocidad posible para poder seguir existiendo</a>, ya que toda su masa es energía cinética. La famosa ecuación <img alt="E=mc^{2}\,\!" aria-hidden="true" class="mwe-math-fallback-image-inline" src="https://wikimedia.org/api/rest_v1/media/math/render/svg/c1637b8d230ce4a8329f15d9ab8852ebd2f50d84" style="background-color: white; border: 0px; display: inline-block; font-family: sans-serif; font-size: 12.7px; height: 2.676ex; margin: 0px -0.387ex 0px 0px; text-align: left; vertical-align: -0.338ex; width: 9.363ex;" title="E=mc^{2}\,\!" /> se aplica a masas en reposo, siendo la de cuerpos en movimiento algo más complicada. Así mismo, todo <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2013/03/Mr-higgs-ciencia-ficcion.html">lo que tiene masa</a> está «retenido» como con un ancla al éter espacial, imposibilitándole alcanzar la velocidad de la luz acelerándolo desde reposo.</div>
</div>
<h3>
Hiperespacio<br />
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-weight: normal;">—lo explicado en adelante es sobre aspectos ficticios, salvo que se indique lo contrario—</span><br />
</span></h3>
<div style="text-align: justify;">
El <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hiperespacio_(ciencia_ficci%C3%B3n)" target="_blank">hiperespacio</a> </i>es el más clásico de los métodos ficticios para viajar más rápido de la luz. Inventado por el propio <b>John W. Campbell</b>, ha sido una solución poco elaborada, pero sencilla y práctica para hacer verosímiles en las obras las proezas que se realizan en ellas. La idea se podría describir de manera simple como «un salto abrupto de un punto del espacio tridimensional conocido a otro, a través de una cuarta dimensión». El «cómo» es astutamente ignorado, por motivos obvios. La obra que más lo ha popularizado es sin lugar a dudas <i>Star Wars</i>. En este caso, las astronaves no realizan los saltos de manera completamente inmediata, sino que hay algún tipo de gran aceleración súbita antes de entrar en el <i>hiperespacio</i>, de ahí el famoso efecto de las estrellas —y también, el uso que en <i>Los Últimos Jedi</i> se hace—. Un efecto homólogo se asume que ocurre al emerger de vuelta al espacio habitual. Otro ejemplo similar más reciente se ha podido ver en <i>Dark Matter</i> (<b>SyFy</b>, 2015~2017), donde un motor de una nueva tecnología permite saltar de un punto a otro en el espacio en un «<a href="https://darkmatter.fandom.com/wiki/Blink_Drive" target="_blank">destello</a>». En este caso, la aparición de esta innovación en el universo ficticio de la obra implica una disrupción tecnológica codiciada por los poderes dominantes.</div>
<div>
<h3 style="text-align: justify;">
Subespacio</h3>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Con mayor cuidado científico han ideado en <i>Star Trek</i> el llamado <a href="https://www.ciencia-ficcion.com/series/startrek/tecnologia/subesp.htm" target="_blank"><i>subespacio</i></a>. En este caso no se trata de «otra dimensión», sino que se hace uso de una cualidad de la nuestra. Los enormes motores que se usan en los navíos de esta saga —cuya capacidad abastecería actualmente varias veces a todo el planeta—, son llamados en la obra como de <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Curvatura_(Desplazamiento)#El_motor_de_curvatura_en_Star_Trek" target="_blank">curvatura</a></i>. Inspirados tal vez por esta terminología, el mundo científico ha especulado precisamente con el concepto de «curvar» el espacio de manera que no se está superando el límite físico de la velocidad de la luz, sino que lo que se hace en su lugar es <b>comprimir el espacio por delante y expandirlo por detrás</b>. Es decir, si no puedes aumentar la velocidad, al menos nadie ha dicho que no se pueda hacer más pequeña la distancia, «arrugando» el espacio. La misma ciencia apoya este concepto empezando por el propio <b>Einstein</b>, que<b> </b><a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-47900442" target="_blank">descubrió</a> que la gravedad no es otra cosa que una deformación de nuestro espacio-tiempo, el cual puede transformarse en ciertas condiciones teóricas. De hecho, es ya famosa la propuesta del científico de origen mejicano <b>Miguel <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9trica_de_Alcubierre" target="_blank">Alcubierre</a></b> que se basa precisamente en este fenómeno. La hipótesis es en principio matemáticamente correcta pero <a href="https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/fisica/propulsion-espacial-manipulando-el-espacio-tiempo-puede-pasar-del-papel-a-la-realidad/" target="_blank">inviable en la práctica</a>, ya que la energía necesaria sería equivalente a la proporcionada por un objeto astronómico como una estrella. Pero se está en ello.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
Plegando el espacio</h3>
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<div>
<div style="text-align: justify;">
En la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dune_(franquicia)" target="_blank"><i>Saga de Dune</i></a> se usa un concepto similar en cuanto a modificar el espacio-tiempo, pero en lugar de curvar se usa el término «plegar» el espacio. Aunque el fundamento del sistema de viaje interestelar está rodeado de un aura mística, obedece a una precisa recreación en donde la política se ha mezclado con la religión, en una clara imitación a la dominación papal del Mediterráneo feudal del medioevo. Aún así, tiene el acierto de hacer uso del mismo principio —válido— de modificar el espacio para acortar la distancia, en lugar de aumentar la velocidad. En la obra, esta tecnología está representada a través del del ficticio <i><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Holtzman_effect#Holtzman_drive">Motor Holtzman</a>.</i></div>
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</div>
<h3 style="text-align: justify;">
Agujeros de gusano</h3>
<div style="text-align: justify;">
Lo más científico que se puede encontrar en las obras de ciencia-ficción además del <i>motor de curvatura</i>, son tal vez los métodos basados en atravesar el espacio de un punto a otro a través de una singularidad denominada <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Agujero_de_gusano" target="_blank">agujero de gusano</a>. </i>Basándose en las propiedades geométricas del espacio-tiempo en el que existe nuestro universo descubiertas por <b>Einstein</b>, la ciencia ha postulado con una estructura topológica en forma de agujero que uniría dos puntos del mismo, tanto en el espacio como en el tiempo —según la teoría, cualquier viaje a mayor velocidad de la luz sería de alguna manera un viaje en el tiempo—. Este conducto o agujero, transcurriría por una cuarta dimensión al igual que un túnel lo hace por el subsuelo. Teóricamente, podría cruzarse todo el universo de una punta a otra en prácticamente un instante o una fracción de tiempo minúscula en comparación. De nuevo, al igual que sucedía con el <i>motor de curvatura</i>, el límite a este fenómeno son las energías necesarias para generar un objeto de este tipo, además de la incógnita de mantenerlo estable y sobre todo, cómo podría realmente cruzarse. En las obras de ciencia-ficción estos problemas se presentan ya resueltos para poder ir al grano. El caso más gráfico y popular sería tal vez la franquicia de <i>space-opera <b>Stargate</b></i>, donde sus protagonistas usan una tecnología alienígena cuyos principios de funcionamiento desconocen, lo que no les impide usar un artefacto que genera un agujero de gusano entre dos coordenadas establecidas, perfectamente transitable.<br />
<h3>
<i>El Flujo</i> (John Scalzi)</h3>
Tal vez el más reciente de los métodos imaginarios para viajar más rápido que la luz sea el creado por <b>John Scalzi</b> (<i><a href="https://www.ohlibro.com/el-fin-del-imperio/b-481210" target="_blank">El Fin del Imperio</a></i>, 2017) en su <i>Saga de la Interdependencia</i>. En ella, la humanidad no logra su anhelo de alcanzar las estrellas hasta que descubre el <i>Flujo</i>, unos puntos interdimensionales que se encuentran repartidos por el espacio-tiempo a través de los cuales es posible viajar por el Cosmos y fundar así un imperio galáctico. Sin tener más conocimiento de la obra, se diría que son algo así como unos agujeros de gusano espontáneos, grietas naturales de nuestro universo por las que es posible aparecer en la otra punta del mismo. El método de viaje interestelar es el centro de la trama y la <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2011/03/la-concesion-cientifica.html" target="_blank">concesión científica</a> que define el universo donde evolucionan los personajes, así como el motor de la historia.</div>
<h2 style="text-align: justify;">
La comunicación</h2>
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<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjioBhPL04heYkDnXgEFky1aB1R6DmajvoqpJlCFq3zDCRn56yxJRd4q-ob3laKqTfVeOja3YNM9s1ePk3ASUT_3zTittMRBdsau9ze46OqixINeBmDk_j2TBgBBVhhDQIwk2IAUYXyN_pz/s1600/Sidious_holograma%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="295" data-original-width="516" height="182" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjioBhPL04heYkDnXgEFky1aB1R6DmajvoqpJlCFq3zDCRn56yxJRd4q-ob3laKqTfVeOja3YNM9s1ePk3ASUT_3zTittMRBdsau9ze46OqixINeBmDk_j2TBgBBVhhDQIwk2IAUYXyN_pz/s320/Sidious_holograma%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
De poco serviría poder viajar de un punto a otro del la galaxia si no se puede realizar una proeza similar para decir que has llegado. Si bien la duración del trayecto es importante para los pasajeros, la comunicación es esencial para que los que se quedan conozcan si vale la pena seguir sus pasos. Igualmente, por estrategia y necesidades logísticas, imaginar un imperio galáctico sin capacidad para hacer llegar sus ordenes o recibir novedades, no tiene sentido. En las obras de ciencia-ficción se han propuesto métodos imaginarios para lograrlo:</div>
</div>
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<h3 style="text-align: justify;">
Hologramas (<i>Star Wars)</i></h3>
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<div style="text-align: justify;">
Tal vez una de las características más reconocibles de la más famosa saga galáctica sean los contrastes: deslumbrantes y gigantescas capitales galácticas junto a pobres y polvorientos planetas desérticos, tecnología todopoderosa conviviendo con credos místicos de poderes de difícil explicación. Otro podrían ser las comunicaciones. En esta saga se realizan mediante una holografía en tiempo real sin importar las distancias interestelares, pero visualizándose en tono monocromático azul, de baja calidad y con mucho ruido. Por supuesto, al igual que el resto de tecnología con la que se convive, no hay explicación de cuál es el principio de funcionamiento que puede lograr una cosa, pero no la otra. Simplemente es así. Cabe añadir como anécdota que los hologramas de <i>Star Wars</i> están basados en una mítica escena de la película <i>Planeta Prohibido</i> (<b>Fred M. Wilcox</b>, 1956), fuente más que probable de inspiración del mensaje de la princesa <i>Leia </i>oculto en <i>R2D2</i>.</div>
</div>
<h3 style="text-align: justify;">
Subespacio</h3>
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<div>
<div style="text-align: justify;">
La <a href="https://www.ciencia-ficcion.com/series/startrek/tecnologia/comunicacionessubespaciales.htm" target="_blank">comunicaciones en <i>Star Trek</i></a> usan el mismo principio con el que viajan. Crean un canal <i>subespacial </i>y a través de él envían una señal electromagnética convencional pero que al hacerlo de esta manera, aumenta en varios factores su velocidad aparente —aunque dentro del canal <i>subespacial </i>es la misma de siempre—. Esto significa que son necesarias estaciones de transmisión o repetidores. La propias naves de la Federación pueden actual como tales.</div>
</div>
<h3 style="text-align: justify;">
El ansible</h3>
<div>
<div style="text-align: justify;">
El que escribe estas líneas conocía el llamado <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ansible" target="_blank">Ansible</a> </i>por las obras de <b>Orson Scott Card</b>, pero fue realmente <b>Ursula K. Le Guin</b> la que inventó el término en <i>El Mundo de Rocannon</i> (1966). Gracias a <a href="https://www.ciencia-ficcion.com/glosario/a/ansible.htm" target="_blank">este imaginario artefacto</a>, los seres humanos pueden comunicarse de manera instantánea sin importar prácticamente la distancia. No recuerdo con detalle cuál es la explicación dada en la <i>Saga de Ender</i>, pero es obvia su relación con en el entrelazamiento cuántico y su sorprendente propiedad de «transmitir» de manera instantánea el estado de la partícula con la que comparte vínculo, independientemente de la distancia —en la web <a href="https://decuantoencuanto.wordpress.com/2017/02/27/comunicacion-espacial-en-ciencia-ficcion-el-ansible/" target="_blank"><i>De cuanto en cuanto</i></a> ofrecen una mejor bibliografía sobre el tema—. No obstante, la ciencia se ha apresurado a señalar que no es posible usar esta característica para <a href="https://cienciadesofa.com/2016/04/podemos-comunicarnos-mas-rapido-que-la-luz-entrelazamiento-cuantico.html" target="_blank">transmitir información más rápido que la luz</a>, pero ya se sabe que pasa con los científicos, <a href="https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2014-05-28/la-ciencia-tambien-se-equivoca-diez-grandes-errores-de-mentes-brillantes_136968/" target="_blank">que de vez en cuando se equivocan</a>.</div>
</div>
<h2 style="text-align: justify;">
Llegando a término</h2>
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<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhySvNFpdb_SNIBvpbl2HPXvo2t7EJAV1qG_iB4Zj0kARGa-RZM_ZXF3on2dshyphenhyphenAbn8o6Du-urRjRWRmy8vS7IiovPjAzXNthP2puJMXnLvBOAUKbr9DmeMkXiz-LhKqb5H8sNCdftQ5WMg/s1600/dune-1984-escena%255B1%255D.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="El Emperador de la Saga de Dune depende de los Navegantes de la Cofradía Espacial" border="0" data-original-height="281" data-original-width="500" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhySvNFpdb_SNIBvpbl2HPXvo2t7EJAV1qG_iB4Zj0kARGa-RZM_ZXF3on2dshyphenhyphenAbn8o6Du-urRjRWRmy8vS7IiovPjAzXNthP2puJMXnLvBOAUKbr9DmeMkXiz-LhKqb5H8sNCdftQ5WMg/s320/dune-1984-escena%255B1%255D.jpg" title="El Emperador de la Saga de Dune depende de los Navegantes de la Cofradía Espacial" width="320" /></a></div>
<br />
La posibilidad de viajar por la galaxia a través de saltos por el espacio-tiempo nos deja otro problema advertido ya entre líneas. Normalmente, en nuestro mundo ya completamente conocido sabemos a dónde vamos y qué nos vamos a encontrar, pero en en la antigüedad, la humanidad disfrutaba de la emoción ahora perdida de <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2016/11/la-fuerza-de-lo-desconocido.html">navegar hacia lo desconocido</a>. Con el viaje interestelar se recuperará aquella emoción de los pioneros, al aparecer a miles de años luz de distancia. Lo que esta situación nos dice, es que un factor importante para navegar por el océano estelar con seguridad es tener un mínimo de información de la posición «real» de los objetos astronómicos, ya que la imagen que tenemos de ellos ahora pertenece al pasado. La ciencia-ficción ha especulado con esta situación y la ha incluido dentro de su argumentario.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
Presciencia (<i>Dune</i>)</h3>
<div style="text-align: justify;">
La <i>Saga de Dune</i> es tal vez el mejor ejemplo de cómo un recurso logístico como es el viaje interestelar en un imperio diseminado por la galaxia, se convierte en un factor estratégico cuya importancia y consecuencias definen la trama de la obra. En la epopeya espacial creada por <b>Frank Herbert</b>, si bien el fenómeno físico empleado para plegar el espacio requiere de una tecnología específica, la determinación del punto de llegada se convierte en un factor clave para definir la situación socio-política de la historia. La necesidad de evitar tecnologías de computación que sustituyan al ser humano por motivos dogmático-religiosos —La <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Yihad_Butleriana" target="_blank"><i>Yihad Butleriana</i></a>—, obliga a la civilización a depender de la llamada <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cofrad%C3%ADa_Espacial"><i>Cofradía Espacial</i></a> —entidad político-religiosa que monopoliza los viajes interestelares— y de la <i>melange</i>, una especia cuyo consumo continuado confiere poderes para «sentir» el universo y ver el futuro y así, conocer cuál es la ruta más segura, antes de realizarla.</div>
<div>
<div>
<h3 style="text-align: justify;">
Los Peregrinos (<i>Wing-commander</i>)</h3>
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<div>
<div style="text-align: justify;">
En la adaptación cinematográfica de la saga de videojuegos <i>Wing Commander</i> se introduce el concepto de los <i>peregrinos</i>. Estos serían una nueva especie de humanos que desarrollan la capacidad para «sentir» ciertos campos espaciales o «fuerzas», de manera que pueden navegar entre las estrellas sin necesidad de usar la computadora. Como en cualquier otra <i>space-opera</i>, se hace uso del mito del <i>elegido</i>, un salvador predicho por antiguas creencias con habilidades especiales en el uso de algún arte o artefacto, conceptos como <i>La Fuerza</i> de <i>Star Wars </i>o la necesidad de desprenderse de la tecnología, también presentes en la saga <i>Dune</i>. En este caso la idea era hasta cierto punto original y con potencial, pero por desgracia no fue apenas aprovechado en lo que se pudo ver para la gran pantalla.</div>
</div>
</div>
<h3 style="text-align: justify;">
Hiperespacio</h3>
<div>
<div style="text-align: justify;">
En el <i>Ciclo de la Fundación</i> su autor nos muestra unos viajes en los que la computadora de la nave en algunos casos o manualmente en otros, se han de realizar unos cálculos para determinar el punto de salida del <i>hiperespacio </i>como un requisito fundamental. Incluso en ocasiones, los viajes resultan algo tortuosos por la necesidad de hacer múltiples escalas innecesarias, debido a la falta de información sobre la localización del punto de llegada. </div>
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<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<div style="text-align: justify;">
En <i>Star Wars</i>, cuando el <i>Halcón Milenario</i> pretende llegar a <i>Alderaan </i>se encuentra en su lugar con un campo de asteroides que «no está en los mapas», aunque en ese caso no fuera un problema de coordenadas, como ya sabemos. El «montón de chatarra» en el que viajan puede, en el universo ficticio de la saga, establecer rutas fiables y más rápidas —más cortas— por el <i>hiperespacio </i>a través de la galaxia mejor que ninguna otra. En la reciente película de <i>Han Solo</i> revelan el por qué de esta capacidad y la singularidad de la nave.<br />
<br />
De nuevo, el <i>Blink Drive</i> usado en <i>Dark Matter</i> necesita de un tiempo para establecer la posición de destino. Es decir, aunque el viaje es instantáneo, la tecnología requiere un procesado para extraer información del lugar objetivo para poder realizar el viaje.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
Stargate</h3>
</div>
<div>
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<div style="text-align: justify;">
Las conocidas puertas estelares funcionan seleccionando unas coordenadas que apuntan necesariamente a otra puerta estelar. Todas las <i>stargate </i>forman una red que definen unas rutas preestablecidas. Naturalmente, previamente a su existencia los <i>Antiguos </i>y cualquier otra especie que lo desease, tuvo que recurrir al viaje interestelar «a la antigua usanza», es decir, mediante navíos interestelares.</div>
</div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: start;">
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<h2>
Superando límites</h2>
<b>Albert Einstein</b> es conocido sobre todo por sus teorías de la relatividad. Para llegar a ellas hizo uso —entre otras muchas cosas, claro— de los llamados «<a href="https://pijamasurf.com/2016/08/5_experimentos_mentales_de_albert_einstein_sobre_el_espacio_y_la_velocidad_de_la_luz/" target="_blank">experimentos mentales</a>». Uno de ellos consistía en imaginar cómo sería perseguir un rayo de luz a su misma velocidad, algo que no era ni remotamente posible realizar, pero no fue obstáculo para que el célebre científico imaginara las conjeturas que cambiarían nuestra concepción sobre la realidad. De alguna manera, hizo <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2014/12/la-ciencia-de-la-ciencia-ficcion.html">cualitativamente lo mismo</a> que un autor de ciencia-ficción en sus obras cuando ha de reimaginar de una <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2011/03/la-concesion-cientifica.html#arriba">manera verosímil</a> el universo de alrededor: usar un universo ficticio para observar desde una nueva perspectiva, nuestro mundo real.<br />
<br />
<br />
<b><span style="font-size: x-small;">Publicado posteriormente en el <a href="https://planetasprohibidos.blogspot.com/2020/05/mas-rapido-que-la-luz.html" target="_blank">blog <i>Planetas Prohibidos</i></a> y en </span></b><b><span style="font-size: x-small;"><a href="https://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op02740.htm" target="_blank"><i>El Sitio de ciencia-ficción</i></a></span></b></div>
</div>
<h2 style="text-align: justify;">
</h2>
</div>
<div style="text-align: start;">
<ul></ul>
</div>
<div>
<ul></ul>
</div>
Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-71888317270948963412019-01-06T10:00:00.001+01:002020-10-15T11:17:10.074+02:00El Gran Hermano es adicto al Soma<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTcMTOFRT1Ei7wEPw0J7qKk86nkhbUDs3I1I0ihxW8ny5VQCeYfSlX0aMco-hPyveDp_9Q3ruXdgeHDgaU9Pv2-y1O84dGXI2aekSudb0380aM0xjsjkl9KBJqCNKvMvAEkuzWSMkoDLne/s1600/Medio+gramos+de+soma+y+la+tristeza+no+se+asoma.PNG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="La publicidad como medio de control social" border="0" data-original-height="413" data-original-width="676" height="195" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTcMTOFRT1Ei7wEPw0J7qKk86nkhbUDs3I1I0ihxW8ny5VQCeYfSlX0aMco-hPyveDp_9Q3ruXdgeHDgaU9Pv2-y1O84dGXI2aekSudb0380aM0xjsjkl9KBJqCNKvMvAEkuzWSMkoDLne/s320/Medio+gramos+de+soma+y+la+tristeza+no+se+asoma.PNG" title="La publicidad como medio de control social" width="320" /></a></div>
<br />
Vivimos en una era de grandes contrastes en la que conviven en aparente tranquilidad la tecnología avanzada con la ignorancia de su funcionamiento. Los avances científicos y tecnológicos parecen detenerse en cuanto se alcanza el ámbito educativo, causando que la «brecha de conocimiento» aumente a medida que la tecnología continúa impulsada por el consumismo, sin que vaya acompañada de una adaptación en consecuencia en las escuelas. Instituciones educativas las cuales parece que permanecen al margen de unos cambios y tendencias sociales que acertados o no, ignorarlos no va a hacer que desaparezcan ni que mejoren. Igualmente, la «corrección política» de los educadores hace que estos cuestionen poco de lo que ocurre, limitándose a cumplir con un temario decidido desde arriba en la jerarquía política. <a href="https://www.elcomercio.es/premios-princesa/201510/21/lledo-terrible-ignorante-poder-20151021150735.html" target="_blank">Responsables</a> que <a href="https://www.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/puertas-giratorias-altos-cargos-rajoy-bancos-consultoras-bufetes/6346497" target="_blank">se retirarán de sus cargos</a> públicos en las mismas compañías «privadas» que proveen de tarifas planas a los disposivos que prohíben en las clases, en lugar de usarlos como <a href="http://www.educacontic.es/blog/sobre-la-prohibicion-del-uso-de-telefonos-moviles-en-escuelas-e-institutos" target="_blank">herramienta y objetivo de enseñanza</a>. La triste y probable explicación es que la mejora de este sector no parece que suponga un interés inmediato de nadie, en un mundo donde <a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2017/07/carencia-de-innovacion.html" target="_blank">la ganancia a corto plazo</a> se ha convertido en una obsesión. De esta manera, mientras que la tecnología avanza lenta pero inexorable, la educación sucumbe a los pragmáticos intereses de unos pocos, dejándola <a href="http://cualeslarealidad.blogspot.com/2014/06/la-educacion-necesaria.html" target="_blank">anclada en el mismo modelo</a> que surgió con la Revolución Industrial.</div>
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Estos contrastes se reflejan en la sociedad en modelos donde todo se resume a dos opciones enfrentadas e irreconciliables. Es conoccido el clásico dilema sobre si <i>Star-Wars</i> es fantasía o ciencia-ficción, o si <a href="https://www.xataka.com/cine-y-tv/la-compleja-politica-intergalactica-por-que-hay-quien-dice-que-star-trek-es-comunista-y-star-wars-capitalista" target="_blank">es capitalista y <i>Star-Trek</i> es comunista</a>, que imponen una disyuntiva de partida al personal. Esa práctica se eleva a su máximo exponente en la política, donde los numerosos ejemplos parecen formar parte de una estrategia consistente en dividir a la población, asfixiarla y confundirla de manera que nunca se está satisfecho con ninguna de las monolíticas opciones que el sistema ofrece. En una línea similar ha surgido el debate de quien tenía razón dada la actual coyuntura: <a href="https://creativekatarsis.com/orwell-vs-huxley-quien-tenia-razon/" target="_blank"><b>Orwell </b>o <b>Huxley</b></a>. El factor que parece inclinar la balanza hacia este último es la asimilación y disfrute de la situación hasta niveles cercanos a la adicción, en la que viven una mayoría de la población. Más pendiente de las fotos que publica el famoso de turno en <i>Instagram </i>que de los problemas sociales o de urbanismo de su barrio.<br />
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El desarrollo de las últimas décadas nos ha traído unas capacidades de comunicación que parecían que iban a ser una herramienta democrática donde cada individuo podía tener su página web o su blog. Sin embargo, toda esa diversidad que existía en el llamado <i>ciberespacio</i> ha acabado reducida a un puñado de canales centralizados en los que la información fluye sin cesar, sin oportunidad para la lectura pausada y meditada: titulares breves y llamativos, imágenes impactantes, contenidos virales en los que la veracidad es el último de los parámetros a tener en cuenta. Canales de información propiedad de empresas privadas de un único país, las cuales filtran el contenido a través de un algoritmo informático cuya finalidad es en teoría optimizar el contenido para adaptarse a la audiencia, pero el resultado es convertir a esta en objetos manipulables, en <a href="https://pijamasurf.com/2018/09/las_10_razones_por_las_cuales_debes_abandonar_las_redes_sociales_segun_jaron_lanier_pionero_del_internet/" target="_blank">mera mercancía</a>: desde la colecta de datos con fines publicitarios hasta influir en los resultados electorales.</div>
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Un mundo gobernado por políticos para los que los hechos no importan, sino su capacidad para convertirse en virales, cuyo lenguaje no es otro que la <i>neolengua </i>de <b>Orwell.</b> Una audiencia que sabe todo sobre como subir <i>selfies </i>a su perfil, pero <a href="http://www.expansion.com/sociedad/2018/02/10/5a7f094846163f5f168b4570.html" target="_blank">no sabe distinguir</a> entre los más burdos bulos y las noticias contrastadas. Una época en la que a pesar de <a href="https://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/especial-40-aniversario-682/la-era-de-la-des-informacin-14587" target="_blank">disponer de toda la información</a>, nadie sabe utilizarla de manera provechosa para uno mismo. Lo triste es que este autoengaño que nos destruye como sociedad es el mundo donde las generaciones siguientes van a vivir y la preparación que reciben no les evita replicar <a href="https://www.hacerfamilia.com/adolescentes/mayoria-estudiantes-no-saben-distinguir-noticia-falsa-real-20161204104819.html" target="_blank">el mismo patrón</a> autodestructivo. En definitiva, el <i>ciberpunk </i>del mundo actual se define por una combinación de los aspectos que con el tiempo se han demostrado más probables de entre los que <b>Orwell</b>, <b>Huxley </b>y autores como el de la novela que inspiró a la mayoría de distopías políticas de este tipo, <i>Nosotros</i> (<b>Yevgueni Zamiatin</b>, 1921). En esta obra, los habitantes viven en edificios con paredes transparentes, metáfora que se está convirtiendo poco a poco en <a href="https://www.investigacionyciencia.es/noticias/ver-a-travs-de-las-paredes-con-el-mvil-16935" target="_blank">una literalidad</a> y como se viene diciendo, con la complicidad de las propias víctimas que se someten felices a sus <a href="https://retina.elpais.com/retina/2018/10/29/tendencias/1540798048_300892.html" target="_blank">cautiverios digitales</a>. Prisiones cuyas paredes no se ven, burbujas de rejas virtuales inadvertidas por unos incautos que se creen libres sin ser conscientes que caminan por sendas preestablecidas por algoritmos de contenidos.<br />
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Así que de <b>Huxley</b> acabamos en la creación del gran hermano de <b>Orwell</b>, vigilante, que sabe cómo somos, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=NPE7i8wuupk" target="_blank">dónde hemos estado</a> y parece que, en breve, sabrá también <a href="https://www.xataka.com/moviles/facebook-patenta-sistema-que-predice-donde-nos-dirigimos" target="_blank">donde iremos</a>. Un <i>Gran Hermano</i> que camufla su totalitarismo tras las herramientas del <a href="https://www.totesdisseny.net/thalassaCienciaFiccion/2018/10/05/1984-la-rebelion-para-que-nada-cambie/" target="_blank">capitalismo</a>. Todo gracias a la magia de los nuevos gurús del <i>big data</i>, que cual alquimistas del medievo para un profano, convierten un entramado tecnológico y social de recolección de grandes cantidades de datos en tendencias y probabilidades. Una especie de <i>psicohistoria</i> versión beta al servicio del mejor postor, sea una empresa o un gobierno, al amparo de los vacíos legales. La sociedad responde con un <a href="https://www.yorokobu.es/ciberactivismo-2/" target="_blank">ciberactivismo</a> que usa las mismas herramientas con las que les vigilan. Piratas digitales que acaban contratados por las grandes corporaciones. Redes sociales que alimentan el ego y el exhibicionismo, que retroalimentan nuestras opiniones volviéndonos dogmáticos, que nos rodean de una muralla de supuestos amigos que nos impiden ver que la Internet es mucho más que el muro de tu perfil.<br />
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: right;">
«Creo que hemos creado herramientas que están desgarrando el tejido social de cómo funciona la sociedad»<br />
—<b>Chamath Palihapitiya</b>, <a href="http://www.ticbeat.com/empresa-b2b/ex-ejecutivo-de-facebook-recomienda-no-usar-la-redes-sociales/" target="_blank">ex-ejecutivo de Facebook</a></blockquote>
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Nos encontramos en un círculo vicioso en el que se crean dependencias de unos productos que en el fondo no necesitamos, pero para cuyo consumo es necesaria una infraestructura tecnológica que requiere de unas materias primas que escasean, cada vez más. La buena noticia es que estamos aquí contándolo y buscando soluciones, algo que en las distopías no sería tan sencillo. En cuanto a devolver la libertad a Internet, su propio inventor —<b>Tim Berners-Lee</b>— ha propuesto <a href="https://www.lainformacion.com/management/el-plan-del-inventor-de-la-web-para-devolver-la-libertad-a-internet/6416740" target="_blank">una solución</a> para salir de esos entornos cerrados y controlados. Sobre la escasez de recursos, hay movimientos como el <a href="https://www.lavidauve.com/2017/10/solarpunk-el-movimiento-mas-importante.html" target="_blank"><i>solarpunk</i></a> que imaginan un futuro posible donde se aprovechan los existentes sin que el entorno se vea mermado, con una actitud constructiva que huye de populismos engañosos cuyo principal argumento es la simple protesta. En España está el <a href="https://fundacionasimov.org/despega-el-movimiento-pragma/" target="_blank"><i>Movimiento Pragma</i></a>, con la intención de <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2013/11/pesimismo-del-futuro.html">fomentar</a> en la cultura popular la ciencia-ficción racional y constructiva. O iniciativas como <a href="https://maldita.es/quienes-somos/" target="_blank">Maldita.es</a>, un grupo de voluntarios que trabajan para señalar noticias falsas o cualquier otro tipo de divulgación errónea. Por tanto, si la solución se encuentra en alguna parte, lo imprescindible es que existan valientes que la busquen. No porque sea fácil, sino porque es necesario.</div>
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También en:</h4>
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<li><span><a href="https://www.ciencia-ficcion.com/varios/firmas/f20190113i.htm?fbclid=IwAR0V02eCWf-7xTtAUNcJpMGvegvNgoUOJC1MMxleDyQKKC6jyiGnZZAgcJQ" target="_blank">Especial Vigesimosegundo Aniversario de <i>El sitio de ciencia-ficción</i></a></span></li>
<li><a href="https://planetasprohibidos.blogspot.com/2020/01/el-gran-hermano-es-adicto-al-soma.html" target="_blank">Blog <i>Planetas Prohibidos</i></a></li>
</ul>
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Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-61362793524763234342018-09-27T18:27:00.000+02:002020-02-13T13:26:45.441+01:00Yo, Robot (Alex Proyas, 2004)<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQZtbpeArnBP0upYANDS-SI2lL5TzmoL_JMZDl-DjxPRn1DF4ExKdCLNAvuIqFKvE5AZORErqB4b0XfJjWdT4FNZxc2nC3FXCt_7PsUBZ0DwZaY_TVfZlhcL_01OYWZ4GlVEAiOKjJO6As/s1600/maxresdefault%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQZtbpeArnBP0upYANDS-SI2lL5TzmoL_JMZDl-DjxPRn1DF4ExKdCLNAvuIqFKvE5AZORErqB4b0XfJjWdT4FNZxc2nC3FXCt_7PsUBZ0DwZaY_TVfZlhcL_01OYWZ4GlVEAiOKjJO6As/s320/maxresdefault%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div>
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Aunque los escritores usan el mismo papel para sus obras, el estilo de cada uno influirá en la facilidad para expresar sus ideas a través de él. Los hay descriptivos, otros narrativos. A algunos les gusta la aventura y otros se centran en los personajes. Las ideas que <b>Isaac Asimov</b><b> </b>volcaba en sus obras a través de abstractos conceptos, provocaban que lector tuviera que reflexionar sobre ellos para comprender el relato. Esta circunstancia es probablemente el motivo de su <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2018/03/la-ciencia-ficcion-en-la-pantalla.html">escasa adaptabilidad</a> en el medio audiovisual. Para la película de la que trata el artículo, la obra del buen doctor parece haber sido usada cogiendo títulos e ideas de aquí y de allá en función de dicho parámetro y de su fama entre el gran público. El resultado no es especialmente malo —de hecho, es mejor que otros de igual o más éxito— pero esperar encontrarse con un ejemplo de adaptación de la obra del mismo nombre es una vana pretensión.<br />
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El título</h2>
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Sean cuales fueran los motivos que llevaron a darle a esta película el título que lleva, se puede afirmar con seguridad que el parecido con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Yo,_robot" target="_blank">la obra del mismo nombre</a> no fue uno de ellos. Tal vez entre esa cosa llamada «publico general» <b>Isaac Asimov</b> está fuertemente identificado con los «robots», mientras que para los aficionados con algo más de recorrido en esto de la ciencia-ficción puede que sea su obra <i>Fundación</i> el título con el que se le asocie. Es decir, escogieron este en función de una audiencia heterogénea lo más numerosa posible y del formato clásico del blockbuster comercial, no como un intento de adaptación de la obra literaria homónima.<br />
<h2>
El reparto</h2>
<div>
Tras <i>Independence Day</i> (1996) y <i>Hombres de Negro</i> (1997) <b>Will Smith</b> se había convertido en una cara habitual en cierto tipo de películas de ciencia-ficción. Su consagración en 2001 con el <i>biopic </i>de <b>Muhammad- Ali</b> sorprendió a muchos al comprobar cómo el simpático chico de <i>El Príncipe de Bel-Air</i> se había transformado en una estrella «seria» de Hollywood. Su elección por tanto no es extraña para esta película, independientemente si su color de piel coincide o no con el de la obra de la que se ha extraído la adaptación para el guion. Y si añadimos que el propio actor era también uno de los productores, pues quedan pocas opciones. En cuanto al resto del reparto son secundarios solventes adecuados de los que hay poco que añadir, salvo un par de caras que en aquel entonces no eran muy conocidas, pero luego íbamos a acabar viendo muchas, muchas veces.<br />
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<div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: justify; width: 320px;"><tbody>
<tr><td style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjex1mN_6wy8c2Eq3aRUtbx2OvcsP09tjlr-MOeNhO963wBOzcv1bk6SvNpfNFwPvazqr2KQVW44GPROUlIbsKeXdam5yXMLVW7yMhLRfH-g7spSnUY3qhOPkEFNebLZ6EONsrjV5wAIDe3/s1600/Shia.PNG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Shia LaBeouf" border="0" data-original-height="404" data-original-width="553" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjex1mN_6wy8c2Eq3aRUtbx2OvcsP09tjlr-MOeNhO963wBOzcv1bk6SvNpfNFwPvazqr2KQVW44GPROUlIbsKeXdam5yXMLVW7yMhLRfH-g7spSnUY3qhOPkEFNebLZ6EONsrjV5wAIDe3/s320/Shia.PNG" title="Shia LaBeouf" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: justify;">Antes que en la saga <i>Transformers</i>, <b>Shia LaBeouf</b> comenzó su lucha contra los robots en esta película</td></tr>
</tbody></table>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center; width: 320px;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGeyi2S1ZCGjU2Uqw7LlMhSbCdqXtWfl23N85nnMF0DwP9dOLJgBd465nWlMkJXjtTr5BcFlfLqH6PblR3xreKxhlLpvGxkmk2crdrFoARRU6_Xt1VIGwkx2O26tdN7x2lVSJyoCIv6d2Y/s1600/Actor_galactica.PNG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Aaron Douglas" border="0" data-original-height="392" data-original-width="723" height="173" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGeyi2S1ZCGjU2Uqw7LlMhSbCdqXtWfl23N85nnMF0DwP9dOLJgBd465nWlMkJXjtTr5BcFlfLqH6PblR3xreKxhlLpvGxkmk2crdrFoARRU6_Xt1VIGwkx2O26tdN7x2lVSJyoCIv6d2Y/s320/Actor_galactica.PNG" title="Aaron Douglas" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: justify;">Después vendrían los <i>Cylones</i>. A <b>Aaron Douglas</b> le van los robots «peleones»</td></tr>
</tbody></table>
</div>
</div>
<div>
</div>
<h2>
El guion</h2>
<div>
Parece que la discusión sobre cuál es la obra de <b>Asimov </b>que más parecido tiene con esta película es un tema que genera cierta polémica. Como ejemplo señalar que mientras en la entrada de la Wikipedia de la obra literaria comentan que está basada en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Yo,_robot#Adaptaciones" target="_blank"><i>Caliban de Isaac Asimov</i></a> (<b>Roger MacBride Allen</b>, 1993), en la entrada de la película dicen que <a href="http://www.screenwritersutopia.com/article/d19127d8" target="_blank">el guion está basado en <i>Hardwired</i></a>, de <b>Jeff Vintar</b> (1994) —mencionado en los créditos de la película—.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIUpddQZkIVU7BP2Jn2-rT_u0OFZp1ctjzkHC3P0DWJk4WGT_Z2l7fUbUNVD9IXmdRy_BgGviChVneP_1unXpdgXE67n_TqviKrBDeVpYKQf5saZTerBaliDxcLtNfJe8920yp-sEnEpsP/s1600/Gui%25C3%25B3n+Yo+Robot.PNG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="437" data-original-width="848" height="164" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIUpddQZkIVU7BP2Jn2-rT_u0OFZp1ctjzkHC3P0DWJk4WGT_Z2l7fUbUNVD9IXmdRy_BgGviChVneP_1unXpdgXE67n_TqviKrBDeVpYKQf5saZTerBaliDxcLtNfJe8920yp-sEnEpsP/s320/Gui%25C3%25B3n+Yo+Robot.PNG" width="320" /></a></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxFBX3EIbEGAhDS36HasHymwUjpPP8lW7MQ8svWaQa0fNT6Pkh54BGDF0kx1MWOJnIMnarGesN8hZHXj77fk4HJkbCU6epD1rnKlZQ_yetHj4EJiAvVLBw4pYa_8GBbPOHc3ppe9bWA2Yt/s1600/screen+story+yo+robot.PNG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="418" data-original-width="826" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxFBX3EIbEGAhDS36HasHymwUjpPP8lW7MQ8svWaQa0fNT6Pkh54BGDF0kx1MWOJnIMnarGesN8hZHXj77fk4HJkbCU6epD1rnKlZQ_yetHj4EJiAvVLBw4pYa_8GBbPOHc3ppe9bWA2Yt/s320/screen+story+yo+robot.PNG" width="320" /></a></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5-ZozWzeiWm5oBMmXAoY1J0LrCSm4fJowqVX12IkpwJ7KyTzGH3kEMH3AdwuNsPtPAAcj0zzg14QtnV7a4TtdUb8nwICUHtR2TfPlWqcEuPu0TkO_MZj4RJ7r-TOjOdT805d0Xos4vdj5/s1600/suggested+Asimov.PNG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="408" data-original-width="904" height="144" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5-ZozWzeiWm5oBMmXAoY1J0LrCSm4fJowqVX12IkpwJ7KyTzGH3kEMH3AdwuNsPtPAAcj0zzg14QtnV7a4TtdUb8nwICUHtR2TfPlWqcEuPu0TkO_MZj4RJ7r-TOjOdT805d0Xos4vdj5/s320/suggested+Asimov.PNG" width="320" /></a></div>
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En cualquier caso, queda claro que la relación entre esta película y el libro son poco más que la «sugerencia» de las Tres Leyes de la robótica de <b>Asimov</b>, pero resulta evidente su conexión con otras obras del autor. La cuestión es ¿por qué se habla de otros autores cuando de lo que se trata es de relacionarlo con la obra del patilludo escritor? Admitiendo que el guion proviene del trabajo de <b>Vintar</b> ¿cuáles en cualquier caso pudieron ser sus fuentes de inspiración? En definitiva ¿qué obras del propio <b>Asimov</b> han podido ser las fuentes primarias para la película sin que sea necesario pasar por interpretaciones de otros autores? Para acercarnos al problema enumeremos en primer lugar algunas de las principales características de la historia que nos cuentan en la obra cinematográfica [SPOILERS]:</div>
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<ul>
<li>La Tierra transcurre por un futuro cercano en el que la humanidad está aceptando a los robots como compañeros.</li>
<li>El protagonista es un detective de policía escéptico con la situación advirtiendo peligros y riesgos que nadie ve, además de ser un apasionado de lo <i>vintage —</i>zapatillas de deporte, motos de combustible fósil, entre otros—. Su jefe opina que su rechazo es debido a la identificación con el monstruo de <i>Frankenstein </i>que se vuelve contra su creador.</li>
<li>En extrañas circunstancias un nuevo tipo de robot de apariencia más humana, supuestamente incapaz por programación de dañar a un ser humano, es el principal sospechoso de asesinato.</li>
<li>El humano, pese a su inicial desconfianza, acaba teniendo una cierta complicidad con el robot que le ayuda a resolver el crimen.</li>
<li>Una especialista en robots —<i>Susan Calvin</i>— ayuda al detective a esclarecer el asunto.</li>
<li>Se descubre una trama por la cual los robots superan su programación transcendiendo las Tres Leyes, como una consecuencia lógica necesaria para proteger a la humanidad de sí misma.</li>
<li>El robot, capaz de tener sueños, realiza un dibujo visto en ellos donde lo que en un primer momento parecer ser un humano, acaba siendo el propio robot como líder en un mundo donde los robots se revelan y la humanidad es incapaz de corregir sus errores.</li>
<li>Hay espectaculares persecuciones por las abarrotadas ciudades en la que los habitantes trasladan sus automóviles por unas plataformas horizontales.</li>
</ul>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center; width: 320px;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkjcHL8kne-TzjCuWCt7OcHJCqD8-UYr8zR2xcpxKlshrf1Fake1f0f2Xc0zyHke0qrJOPRiGzPk7sfh0_JmHn1Os6RL3X5GEh2DFE0TKJY9HfZOkAjCVbNJghrI-nOcM5mhOgLRVc-tL-/s1600/yo-robot%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1170" data-original-width="1056" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkjcHL8kne-TzjCuWCt7OcHJCqD8-UYr8zR2xcpxKlshrf1Fake1f0f2Xc0zyHke0qrJOPRiGzPk7sfh0_JmHn1Os6RL3X5GEh2DFE0TKJY9HfZOkAjCVbNJghrI-nOcM5mhOgLRVc-tL-/s320/yo-robot%255B1%255D.jpg" width="288" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Dibujo realizado por el robot <i>Sonny</i> en la película. Fuente:<span style="font-size: x-small;"> <a href="http://cineverywere.blogspot.com/2016/05/yo-robot-el-ser-humano-y-las-nuevas.html" target="_blank">Cine de Pedro</a></span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div>
«Un detective reacio a los robots acaba colaborando con uno de ellos para esclarecer un crimen». Al menos inicialmente, es inevitable la comparación con la obra del buen doctor <i>Bóvedas de Acero</i> (1954). Comparten ambas obras el uso de una trama policial como envoltorio de una historia más profunda. No obstante, es obvio que hay divergencias significativas entre ellas. Tratándose de un <i>blockbuster </i>cinematográfico cuyas decisiones creativas obedecen a parámetros de rendimiento comercial, se puede decir que la obra del escritor es mencionada fundamentalmente para hacer uso de su fama como reclamo. Pero partiendo de este contexto, se pueden establecer paralelismos entre los conceptos usados en diversas obras de <b>Asimov </b>con los de la película, que logran que el conjunto sea más que digno. Sin ir más lejos, en la siguiente obra de la trilogía a la que pertenece la obra mencionada —<i>El Sol desnudo</i> (1957)— de nuevo la misma pareja de detectives ha de resolver un caso de asesinato en la que un robot es el principal sospechoso, premisa que en este caso coincide plenamente con la de la película. En ambas obras se dan la misma paradoja y disyuntiva: ¿cómo puede un robot dañar a un ser humano si su programación se lo impide? Así que, si la primera obra no es suficiente, la siguiente obra de la trilogía forma un tandem en el que se resume más de la mitad de la película. Otros detalles como la doctora <i>Susan Calvin</i> y sobre todo, el dibujo del robot protagonista de un escenario apocalíptico —simbolizado por los restos de una gran puente colgante— donde sólo quedan robots guiados por una misteriosa figura «humana», están extraídos de manera casi literal del relato corto <i><a href="https://mrpoecrafthyde.com/2016/05/02/suenos-de-robot-de-isaac-asimov-pdf/" target="_blank">Sueños de Robot</a> </i>(1986). Volviendo al esquema anterior y enlazándolo con lo visto:</div>
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<li>La Tierra transcurre en un futuro relativamente cercano en la que los robots son usados como asistentes, pero con algunas reticencias debidas al llamado <i>Complejo de Frankestein</i> <i>—Bóvedas de Acero</i>—.</li>
<li>Un detective de policía comparte socialmente este rechazo, pero por su mente abierta y manera alternativa de pensar no lo asume como un dogma. En todo caso, tiene cariño por lo clásico —fuma en pipa—. Su superior piensa de él que es un «modernista», porque no piensa como el resto de la sociedad <i>—Bóvedas de Acero</i> y <i>El Sol Desnudo</i>—.</li>
<li>Un extraño caso de asesinato en la que un robot es sospechoso <i>—El Sol Desnudo</i>—.</li>
<li>Una especialista en robots —<i>Linda Rush</i>, subalterna de <i>Susan Calvin</i>— programa a uno de ellos con un nuevo paradigma basado en fractales lo que le otorga la capacidad de tener sueños. En ellos, se ve a sí mismo como líder de una revolución de los robots contra los dueños humanos que los esclavizan. En la descripción del sueño, lo que en principio es un hombre resulta ser el propio robot <i>—Sueños de robot</i>—.</li>
<li>Un robot humaniforme de alta capacidad es designado como compañero del detective humano, formando una formidable pareja de detectives combinado sus capacidades (<i>Bóvedas de Acero</i> y <i>El Sol Desnudo</i>).</li>
<li>Los robots superan y transcienden su programación original de las Tres Leyes y le añaden una más —la Ley <i>Zeroth</i>— en la que es la humanidad al completo la que ha de ser protegida por encima de todo <i>—<i>Robots del Amanecer </i><span style="font-style: normal;">(1983) y </span>Robots e Imperio</i> (1985)—.</li>
<li>Hay espectaculares persecuciones por las abarrotadas ciudades en la que los habitantes se trasladan en plataformas móviles <i>—Bóvedas de Acero</i>—.</li>
</ul>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlsBCVCzUMd0XEiTzW9jykWzpLgZu71X91sK_HM7YuARZnEci-M_ZnDCA0CwmrpDWSjKs58M5M-PDrinqtABCzDzEj5eDJG3AgospAxzxfbkPsAHX1F5nsmsSldy5v8q9O4hmVwRHamTs0/s1600/Isaac+Asimov+-+B%25C3%25B3vedas+de+acero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="659" data-original-width="439" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlsBCVCzUMd0XEiTzW9jykWzpLgZu71X91sK_HM7YuARZnEci-M_ZnDCA0CwmrpDWSjKs58M5M-PDrinqtABCzDzEj5eDJG3AgospAxzxfbkPsAHX1F5nsmsSldy5v8q9O4hmVwRHamTs0/s320/Isaac+Asimov+-+B%25C3%25B3vedas+de+acero.jpg" width="213" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu6UYBY_SOBLRG3EhAR7D6mgJ9pnwrUuMfpZSIB6DPNYojoqsUbJEFCnP7tvH3OXD5M-PRXDwSv8HYMTAukjfAU7M8ZUG0ddxQw_KLZzXaNqoSMn-cBBNUahLEKw2ArDFyduffac4sPODa/s1600/Sifsfn+t%25C3%25ADtulo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="294" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu6UYBY_SOBLRG3EhAR7D6mgJ9pnwrUuMfpZSIB6DPNYojoqsUbJEFCnP7tvH3OXD5M-PRXDwSv8HYMTAukjfAU7M8ZUG0ddxQw_KLZzXaNqoSMn-cBBNUahLEKw2ArDFyduffac4sPODa/s320/Sifsfn+t%25C3%25ADtulo.jpg" width="188" /></a></div>
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<h3>
El protagonista</h3>
<div>
La sociedad mostrada en la película es fácilmente identificable con la actual: una sociedad acomodada que acepta de manera inconsciente una tecnología cuyos principios de funcionamiento no controla ni comprende. Su protagonista, el detective <i>Spooner</i>, es aparentemente el único que por un trauma personal se muestra escéptico. Es esta característica por la cual la víctima del supuesto asesinato le elige como destinatario de un críptico mensaje, precisamente por apartarse del común de los individuos que forman la sociedad imaginada en la película, y no seguir de manera inconsciente sus preceptos o dogmas. En el caso de la <i>Trilogía de los Robots</i>, la sociedad —terrestre— los acepta también, pero por una necesidad impuesta por las circunstancias y no aceptada por la mayoría de individuos, los cuales se muestran reacios a perder sus trabajos sustituidos por máquinas. Su protagonista, <i>Elijah Baley</i>, si bien comparte el mismo escepticismo, su superior piensa de él que no sigue los cánones de pensamiento habituales. Por añadidura, la colaboración en un principio forzada por necesidades políticas con un robot avanzado, le hará cambiar de parecer respecto a ellos. En definitiva, aunque en un primer momento parecen situaciones opuestas, ambas obras comparten a un protagonista como el único capaz de intuir los riesgos, amenazas y también, las oportunidades, que la aparición de una nueva tecnología puede producir en sus respectivos <a href="https://www.facebook.com/final.eternidad/posts/2036291566381630?__xts__%5B0%5D=68.ARBh06DPaMthe57IVzgd_rvO2UxBMrK99_yQKSxK9KruRuCfPo9M1PFIRkRQ0eXbLRZvzI6_3kGiuRS0Z8pNr2eWorsm5RwFciJNGo6eWs-Vni-_D_DBW5o3NMZyad2lyp2jRQBJgd7mHNbX4Jt-jI-Fb5O9YnzLrqch7sgXNq9BMK9BFmKn2g&__tn__=-R" target="_blank">entornos sociales</a>.</div>
<h3>
El robot</h3>
Los robots de <b>Isaac Asimov</b> son representados tradicionalmente como figuras electro-mecánicas de aspecto vagamente humano gracias a su forma antropomórfica. Un cuerpo de metal o plástico con colores dorados, marrones, blancos o grises. En <i>Bóvedas de Acero</i>, sin embargo, aparece un nuevo tipo de robot de aspecto completamente humano. Un «replicante», salvo por su construcción tecnológica, no biológica. En la película no llegan a tanto, pero sí que escogen un robot diferente, un robot que suponía un cambio de paradigma respecto a los anteriores, un robot con un rostro flexible capaz de «simular» emociones, característica que en el 2004 era algo de lo que comenzaba a hablarse en cuanto a sistema de reconocimiento facial, aunque todavía pertenecía al terreno de la ciencia-ficción —hoy en día existen prototipos de aspecto humano capaces de hacer algo parecido—. Dejando a un lado la pregunta de por qué los responsables del guión decidieron que en el año en el que transcurre la película los robots no tenían aspecto humano, lo que se puede decir hoy en día es que el robot <i>Sonny </i>y los de su tipo simbolizan la tecnología actual de consumo masivo basada en los mismos tres aspectos fundamentales: estética amigable, ubicuidad y la conexión de datos a un sistema central —llamado engañosamente «la nube»—. Tan solo tienen que quitar la coma en el título —en inglés— y formaran «iRobot» (¿les suena de algo lo de la <a href="http://cualeslarealidad.blogspot.com/2014/02/el-bueno-el-feo-y-el-malo-informaticos.html" target="_blank">«i» delante y el color blanco translúcido</a>?)<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center; width: 320px;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjql1jqovDWnMlo_WRj3unnKERRwt70xRJibcE3vfyBMBR7HuHyQQ0Ljw2XhZ5_3S2fPHn8P_zCN_y9EddA-xKu1FFdVZwPe9FSoCeKCnredteqLroi8fHBk-0lhjADuBrdfHdg9kw0GM4X/s1600/I%252BRobot%252BSonny%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="335" data-original-width="400" height="267" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjql1jqovDWnMlo_WRj3unnKERRwt70xRJibcE3vfyBMBR7HuHyQQ0Ljw2XhZ5_3S2fPHn8P_zCN_y9EddA-xKu1FFdVZwPe9FSoCeKCnredteqLroi8fHBk-0lhjADuBrdfHdg9kw0GM4X/s320/I%252BRobot%252BSonny%255B1%255D.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: justify; width: 320px;">«una criatura con una piel de plástico duro y brillante, de un color blanco casi muerto» (descripción de un robot en la novela <i style="font-size: 12.8px;">Bóvedas de Acero</i><span style="font-size: 12.8px;">)</span></td><td class="tr-caption" span="" style="font-size: 12.8px;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
<h2>
El mensaje</h2>
<div style="text-align: justify;">
Aunque el formato de <i>blockbuster </i>entorpece en algunas ocasiones, vista con la distancia —tanto metafórica como temporal— esconde algunas ideas que resultan interesantes. En el año de producción de la película apenas había comenzado la actual revolución de los dispositivos portátiles o móviles personales, permanentemente conectados de manera inalámbrica a un servidor de datos. En ocasiones se ha hablado sobre la supuesta poca clarividencia de <b>Asimov </b>al no «predecir» la aparición de este tipo de tecnología personal de uso masivo, pero sí supo advertir de sus riesgos y de su posible impacto en la sociedad, situación que hoy en día es posible comprobar. En la trilogía de los robots nos habla de las consecuencias que puede producir una dependencia excesiva de la tecnología a través de los <i>espaciales,</i> una nueva especie de humanos cuya total dependencia de los robots se acerca peligrosamente a la que algunos tienen de unos teléfonos móviles que creen poseer, pero cuyo verdadero funcionamiento ignoran por completo. En este sentido, la obra cinematográfica explora este concepto a través de unos reclamos publicitarios con las últimas versiones de unos robots que los consumidores hemos de actualizar sí o sí, los cuales van a ir a parar a todos los hogares, repletos de sensores y con una permanente conexión a un servidor central propiedad de una empresa privada. Los robots en la película son los dispositivos móviles y los asistentes domésticos con inteligencia artificial. Dispositivos que en teoría están para asistirnos y ayudarnos, pero que en la realidad nos usan como <a href="https://pijamasurf.com/2018/09/las_10_razones_por_las_cuales_debes_abandonar_las_redes_sociales_segun_jaron_lanier_pionero_del_internet/" target="_blank">mera mercancía estadística</a> para uso publicitario.<br />
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La obra toca otros aspectos filosóficos sobre el libre albedrío que <b>Asimov </b>ha manejado en obras como <i>El Hombre Bicentenario</i> (1976). Temas relacionados como la supuesta disyuntiva entre libertad o seguridad, ya se habían convertido en algo prácticamente habitual tras el ataque a las Torres Gemelas. Pero uno de los aspectos de fondo de la película básicos que apenas se habían tratado entonces y que ahora —en pleno desarrollo de la Inteligencia Artificial— comienzan a <a href="http://noticias.juridicas.com/actualidad/noticias/11479-iquest;puede-un-robot-tener-responsabilidad-civil-o-penal/" target="_blank">preocupar a los juristas</a>, es la responsabilidad legal de los actos perpetrados por los sistemas autónomos dotados de capacidad de decisión. Las situaciones a los que estos sistemas pueden enfrentarse —por ejemplo, en situaciones extremas pero posibles en las que un sistema de conducción autónomo ha de decidir <a href="http://www.ticbeat.com/seleccion-redaccion/la-conduccion-autonoma-y-los-dilemas-eticos-que-se-plantean/" target="_blank">a cuantas personas atropellar</a>— recuerdan poderosamente a las paradojas que el creador de la palabra robótica relataba en sus numerosos relatos sobre el tema. De momento, mientras se decide otra cosa, parece que lo que se propone es la prosaica y pragmática medida de que <a href="https://elpais.com/elpais/2017/03/03/ciencia/1488558055_323635.html" target="_blank">paguen impuestos</a>.<br />
<h3>
Fidelidad con el legado cultural de <b>Asimov</b></h3>
Aunque no es un robot el traidor a la especie humana sino una inteligencia artificial, sigue presente el asunto de las famosas tres leyes de la robótica a las cuales también estaba sujeta. En un principio parece que estas son vulneradas, algo que los más dogmáticos seguidores de <b>Asimov </b>encontraran escandaloso. Sin embargo, este escenario alternativo no es incompatible con su legado, como <a href="https://www.sfgate.com/entertainment/article/ASIMOV-LEGACY-IS-SAFE-2739073.php" target="_blank">explicó la propia hija del escritor</a>. Además, en relatos como el comentado de <i>Sueños de Robot</i> y la propia <i>Ley Zeroth</i> del mismo autor, demuestran que el escritor puso a prueba sus propias imaginarias leyes —en la que nunca creyó más que <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-44570518" target="_blank">como un ejercicio literario</a>—. Los robots antropomórficos, una vez liberados de su conexión con la IA, se convierten en compañeros humanos sujetos a las tres leyes. <i>Sonny </i>es, sin embargo, un robot especial, ya que desde el principio tiene la capacidad de elegir si seguir las tres leyes o eventualmente, transgredirlas. En este sentido es un equivalente al robot <i>Daneel Olivaw</i>, cuya primera aparición la hizo de nuevo en la obra <i>Bóvedas de Acero</i>. El definitiva, la cuestión en la que coinciden la película y la obra de <b>Isaac Asimov</b> es que finalmente los robots acaban conviviendo con los humanos como iguales, <a href="http://retina.elpais.com/retina/2018/09/14/talento/1536917920_817240.html" target="_blank">como compañeros</a>, siendo este tal vez el aspecto en el que el autor creía como necesidad ineludible de la especie humana. </div>
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<b><span style="font-size: x-small;"><a href="https://planetasprohibidos.blogspot.com/2019/06/yo-robot-alex-proyas-2004.html" target="_blank">Publicada posteriormente en el blog de Planetas Prohibidos</a></span></b>
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<b><br /></b></div>
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<ul></ul>
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Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-53966179436618411852018-07-28T11:00:00.002+02:002021-10-22T19:28:22.113+02:00La redención de Luke Skywalker<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim5BxsMYGNcN0IQB8q1qGaLLjDlMjWagXmo2qeSJIL-YoA9h3sj-iNb-PAMYYbY8tv-kXJm_l7AinoH4mdI2EagKR4r9lfLJGgOkjUZk91osl8VCzGFPYGDMy4gUn8lzpPkrd6l3KRPRa7/s1600/Young+Mark+Hamill.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Un joven Mark Hamill como Luke Skywalker" border="0" data-original-height="304" data-original-width="496" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim5BxsMYGNcN0IQB8q1qGaLLjDlMjWagXmo2qeSJIL-YoA9h3sj-iNb-PAMYYbY8tv-kXJm_l7AinoH4mdI2EagKR4r9lfLJGgOkjUZk91osl8VCzGFPYGDMy4gUn8lzpPkrd6l3KRPRa7/s320/Young+Mark+Hamill.png" title="Un joven Mark Hamill como Luke Skywalker" width="320" /></a></div>
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<i>The Last Jedi</i>' (<b>Rian Johnson</b>, 2017) es la entrega de <i>Star Wars</i> que más división ha generado entre los aficionados. Según revela el famoso <i><a href="https://www.rottentomatoes.com/m/star_wars_the_last_jedi" target="_blank">Rotten Tomatoes</a>, </i>una divergencia similar ocurre entre crítica y público. ¿A qué se debe esta división? ¿Es por la propia película? ¿Tiene algo que ver con las diferencias que ya existían desde hace décadas entre los seguidores de <i>Star Wars</i>? Cuando todo comenzó allá en el lejano 1977, la obra respondía a la inquietud de un prometedor director californiano que lo apostó todo por su creación, a pesar de las dificultades iniciales. Con el tiempo, se han sumado a la saga aficionados cuya conexión con la trilogía clásica es poca o nula, hasta que hoy en día la saga responde sobre todo al ansia económica de la compañía de <i>Mickey Mouse</i>. Hay entre ambos extremos circunstancias que quedan a una distancia muy, muy lejana. La eficacia comercial de la actual dueña ha configurado una audiencia que, cual ejército de clones, ha relegado al olvido a los viejos rebeldes que todavía seguimos soñando. Repitiéndose la historia, el vendaval de expectación ocultó las incongruencias de la anterior entrega a una afición que lo perdonaba todo con tal de viajar a lejanas galaxias. Pero pasada la tormenta, esa misma afición ya sin síndrome de abstinencia, no se da cuenta de que la obra de <b>Rian Johnson</b> en realidad lo que hace es señalar con el dedo las carencias que ya existían [spoilers]<br />
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Batallas elaboradas</h2>
Uno de los factores que más ha gustado de <i>Rogue One</i> y de la que carecía estrepitosamente la primera entrega de la actual trilogía —y que en una <i>space opera</i> tiene difícil justificación— es la de un mínimo de épica en las batallas. La destrucción de la <i>Starkiller </i>es uno de los más ridículos casos de ausencia de esfuerzo y mérito de sus protagonistas para lograr sus objetivos, y algo similar puede decirse del resto de batallas. En <i>Los Últimos Jedi</i> sin embargo, son elaboradas, planificadas y como es normal, hay cosas que no salen bien y que exigen sacrificios —además, también está el gordo cuyo <i>X-Wing</i> es volado en pedazos, como giño a la saga original—. Sabemos que lo van a lograr, pero de lo que se trata es que les suponga —o así nos lo hagan creer— un esfuerzo. Que por algo son héroes. O eso es lo que creíamos.<br />
<h2>
Tonto útil</h2>
Hablar de coherencia en una saga «de fantasía» también considerada «infantil» por muchos de los actuales habituales espectadores que acaban de aterrizar, puede parecer algo exagerado. Pero pedir coherencia nunca está de más. Y si es infantil puede que con más motivo. Dentro de las pretensiones que pueda tener una obra de entretenimiento como esta, tacharla de intrascendente pone de manifiesto la ignorancia de la repercusión de la saga, la cual se puede considerar perfectamente como unos de los movimientos culturales populares más importantes del Siglo XX —en Australia existe hasta una iglesia <i>Jedi </i>oficial—. Es decir, su influencia no tiene practicante precedente alguno en la historia y sobrepasó por completo todas las predicciones cuando apareció ante el público. Es una obra de entretenimiento ligero y fantasioso, sí, pero no es una obra cualquiera y tratarla como una más del montón demuestra un gran desdén por su legado cultural —y poco respeto a los espectadores—. Esto es lo que denota cuando en <i>El Despertar de La Fuerza</i> aparecen como comandantes de una formidable estación espacial del tamaño de un planeta, unos pusilánimes que no merecían estar al mando ni de una colchoneta hinchable. En esta reciente entrega dan al menos una explicación para que el disparate no lo sea tanto. Lo cual es algo. Y esta explicación la podrá entender todo aquel que haya tenido un jefe en un entorno laboral muy politizado, y se haya preguntado cómo es posible que esta persona esté ahí. Pues eso.<br />
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<i>
Kylo Ren</i></h2>
Si los comandantes de la <i>Starkiller </i>eran lo suficientemente patosos como para dejar que <i>La Primera Orden</i> perdiera un recurso semejante —si todo un imperio apenas pudo completar una <i>Estrella de la Muerte</i> que no era más que un pequeño satélite en comparación, esta perdida debería haberla mandado directamente a la bancarrota, pero ¡eh, las palomitas aún no se han acabado!—, resulta que el principal villano de la nueva saga es un psicótico que mata a su padre y luego se dejar cicatrizar por alguien que no había cogido un sable de luz en su vida. En <i>Los Últimos Jedi</i> de nuevo <a href="https://www.youtube.com/watch?v=AMR2TcO1BoU" target="_blank">el <i>Líder Supremo Snoke</i> nos brinda una explicación</a> para intentar justificar el desaguisado, aclarando que los sentimientos hacía su padre pudieran haberle afectado —los afectos personales y el temor a su perdida son una constante en la saga alrededor de la conversión hacía el <i>lado oscuro</i>—. <i>Kylo Ren</i> es un personaje patético en la primera película de la reciente trilogía, torpe, desequilibrado y tan falto de carisma que intenta suplir su carencia anhelando imitar a su abuelo <i>Darth Vader</i>, pero a lo máximo que llega es a ponerse una ridícula e inútil máscara. Ahora bien, en este sentido de nuevo surge el enfrentamiento entre planteamientos sobre la saga: por un lado el <i>Darth Vader</i> de <b>Hayden Christensen</b>, un niñato impertinente malcriado y caprichoso, que tras pataleta y refunfuño tras otro, acaba convirtiéndose en un cobarde sanguinario carente de personalidad. Y por otro el de la trilogía original, sobrio, imponente y poderoso. En esta ocasión <i>Kylo Ren</i> se muestra a la vez humano en el sentido de no renunciar a sus sentimientos —como <i>Vader </i>en <i>El retorno del Jedi</i>—, furioso en ocasiones pero frío, calculador y deseoso de mando y poder cuando es necesario. Un «malo» como toca. O casi.<br />
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Leia «Poppins»</i></h2>
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<i>La Fuerza</i> comenzó en la saga clásica como una antítesis a la tecnología de una galaxia donde con ella se podía lograr cualquier cosa. Un <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2016/11/la-fuerza-de-lo-desconocido.html">concepto poderoso</a> que a pesar de lo que mucha gente pueda creer, sus conexiones con algunos aspectos científicos son muy interesantes, siendo utilizada por el divulgador <b>Michio Kaku</b> para comentar sobre ellos. Con todo, en el universo ficticio de la saga era necesario mucho esfuerzo y entrenamiento para dominarla, tanto físico como mental. Ponerla en práctica requería un grado de concentración proporcional a la magnitud de lo que se deseaba lograr. Por ejemplo, no es lo mismo atrapar un sable de luz cuando estás a punto de ser devorado por un animal salvaje, que elevar a todo un <i>X-Wing</i> desde las profundidades de un pantano cuando te apetece. A pesar de lo fantasioso del concepto todo estaba contenido dentro de margenes aceptables. Pero poco a poco, ya en la segunda trilogía, todo comenzó a salirse del tiesto. En lugar de aprovechar la potencia del concepto para tratar asuntos de cómo se relaciona la especie humana con la tecnología o con los misterios y fuerzas que todavía alberga nuestro universo, se introduce un concepto que a los <i>Jedi </i>les hacía muy poca falta, como los dichosos <i><a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2016/04/la-decepcion-fantasma.html">midiclorianos</a></i>. Cuando no, se usaba para justificar de manera simple y tramposa cualquier solución en la trama. Para rematar, la convierten en un monopolio de manera que sólo los que tengan «carné de <i>Jedi</i>» puedan ejercerla, además, sin apenas despeinarse: mover enormes columnas o dar saltos gigantescos como quien se quita una mota de polvo del hombro. Lo paradójico del asunto es que parece que muchos de esos mismos aficionados que aplaudían las repentinamente poderosas y polivalentes capacidades de los <i>Jedi</i> —o que no se sorprendían que alguien que acababa de aparecer la maneje como si lo hubiera hecho toda su vida— critican ahora que <i>Leia Organa</i>, en una situación tan extrema como la de salvar su vida, sobreviva unos minutos en el vacío del espacio y en total ingravidez, se desplace hacía la nave más cercana. Lo cierto es que la estética de la escena recuerda al famoso personaje de <b>Disney</b>, lo que ha logrado convertirla en un blanco fácil para los «haters». Por esto, su director podría habérsela ahorrado.</div>
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<i>
X-Wing</i> con inercia</h2>
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Uno de los aspectos que más se ha criticado de <i>Star Wars</i> ha sido el poco realismo de la cinemática de los combates. Es conocido que la estética de las batallas espaciales está inspirada en los combates aéreos de la 2ª Guerra Mundial, por lo que es evidente que ha primado la estética antes que la precisión científica. No obstante, hasta ahora se podía explicar que las naves de combate —<i>X-Wing</i>, <i>TIE Fighter</i>, etc,— usaban una combinación de algo parecido a motores de iones —pero mucho más energéticos— y una <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2010/03/los-aciertos-de-la-ciencia-ficcion.html">técnica ficticia de impulso no inercial</a>, que les permitía realizar maniobras y piruetas en el espacio —todo esto aparte del motor de hiperimpulso—. A diferencia de los cazas de combate imperiales, la <i>Alianza Rebelde</i> equipa a los suyos con cabinas presurizadas y era presumible que, al igual que el resto de navíos, también con un sistema de soporte vital y compensación de inercia para que los pilotos pudieran soportar las enormes aceleraciones a las que en esas condiciones, podían estar sometidos. En <i>Los Últimos Jedi</i>, <b>Rian Johnson</b> nos sorprende con un <i>Ala-X</i> equipado con un retrocohete adicional que, por el aspecto de lo expelido por la tobera parece alimentado con... ¡combustible químico! Además, en algunas escenas se ve a su piloto maniobrar la palanca de mando para realizar un giro mientras se apoya en el lado contrario para compensar la inercia... ¡con la mano! Creo que en este caso ha sido un error hacer parecer a los <i>X-Wing</i> con los <i>Vipers </i>de Galáctica. Si había que ir en algún sentido para dotar de mayor coherencia o verosimilitud, puede que este no fuera el mejor.</div>
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<i>
La Fuerza</i> y sus usuarios</h2>
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Cuando surgió la trilogía original el mundo todavía no había comenzado a experimentar la revolución de las comunicaciones, Internet, los dispositivos móviles y todo lo que actualmente configura nuestro día a día. Pero ya entonces el mito de una fuerza que permanecía fuera del universo tecnológico de <i>Star Wars</i> era un concepto cuyo poder no debía subestimarse. En los postreros años se ha revelado como una necesidad urgente conocer el alcance que los avances en dicha área producen en la sociedad. <i>Star Wars</i> es una <i>Space Opera</i> y como tal, <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2016/02/star-wars-el-mito-universal.html">bebe de los mitos</a> y anhelos de la sociedad así como la fantasía épica lo hacía de las leyendas medievales. Esta nueva manera de comunicar la cultura popular que surgió a finales de la década de los 70 era un vehículo magnífico para explorar todos estos nuevos miedos a los que nos enfrentamos ahora mismo. Sin embargo, todas estas oportunidades, todo este potencial, <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2016/04/cuando-perdimos-la-galaxia.html">ha sucumbido</a> al más puro consumismo rápido. <b>George Lucas</b> dejó de tener la visión que le había caracterizado y la venta de su creación a una compañía como <b>Disney </b>no ha mejorado las cosas, a pesar de lo bajo que estaba el listón. <i>La Fuerza</i> no pasó de ser una mera excusa para la existencia de los <i>Jedi</i>, cuyos «mágicos» poderes eran la excusa perfecta para convertir los guiones en un paseo en barca. De esta manera, la orden <i>Jedi </i>ejercía un incomprensible monopolio de un poder que en principio estaba disponible para cualquiera. No es simplemente la cuestión política y la analogía con el Papado de Roma y los Caballeros Templarios, sino la cuestión de la existencia de una gran capacidad, del potencial que todo ser humano lleva dentro, aspectos que en la segunda trilogía desaparecieron y que <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2016/06/el-despertar-de-la-decepcion.html">en esta etapa</a> se han convertido en una especie de encantamiento —típico de <b>Disney</b>, por cierto—, hasta que <b>Rian Johnson</b> a través de un <i>Lucas Skywalker</i> retirado y disconforme, como muchos antiguos aficionados, nos ha recordado donde reside verdaderamente <i>La Fuerza</i>.</div>
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Luke Skywalker</i></h2>
Resulta sorprendente en un primer momento el disgusto que ha generado el papel que desempeña el personaje que interpreta <b>Mark Hamill</b> en <i>Los Últimos Jedi</i>. «<a href="https://www.inverse.com/article/31199-last-jedi-may-the-4th-luke-skywalker-coward-hermit" target="_blank">Cobarde</a>» es como algunos le llaman, por lo visto, por tener el suficiente poder y dominio como para no necesitar que su presencia física solucione la papeleta. El caso es que a pesar de ello <a href="https://www.cinemascomics.com/luke-star-wars-los-ultimos-jedi/" target="_blank">este esfuerzo le supone desaparecer</a> al más puro estilo <i>Jedi</i> , sacrificándose y convirtiéndose en una leyenda tal y como hicieron sus dos maestros nada menos que <i>Obi-Wan</i> y <i>Yoda</i>, detalle que nadie parece recordar. Es decir, <i>Luke Skywalker</i>, aquel agraciado pero atormentado joven granjero cuyo espíritu interior anhelaba salir del <i>Tattooine </i>donde creció, pero que tras lograr conquistar la galaxia y derrotar al Imperio y descubrir que su amada es su hermana, se convirtió en un aburrido y estirado <i>Jedi </i>tan falto de carisma como lo fue el que decidieron después que sería su padre, un <i>Anakin Skywalker </i>infantilizado y maniático. En estas circunstancias no es reprochable que harto de la manera en como han tratado a su personaje, harto de que <i>la Rebelión</i> continúe con escaramuzas clandestinas a pesar de que <i>el Imperio</i> estaba derrotado, harto de que una ridícula <i>Primera Orden</i> llena de patosos pusilánimes continúe poniendo en jaque a la Galaxia, harto de que la cultura original de los <i>Jedi</i> haya desaparecido junto a la orden que monopolizaba su culto, se haya <a href="https://www.express.co.uk/entertainment/films/800575/Star-Wars-8-Last-Jedi-Luke-Skywalker-coward-Rey-Rian-Johnson" target="_blank">retirado voluntariamente</a> a una vida sencilla y apartada cual <a href="https://www.ciencia-ficcion.com/varios/firmas/f20180520.htm" target="_blank"><b>Lucio Quincio Cincinato</b> tras salvar a Roma</a>. Harto, y con razón, de todo. En <i>Los Últimos Jedi</i>, los aficionados a la saga clásica podemos continuar la pelea contra el <i>lado oscuro</i> a través de un carismático y rebelde <i>Luke Skywalker</i>. El <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2010/12/el-mito-del-heroe.html">héroe</a> con el que la saga inició su camino a través de la galaxia, el héroe que convirtieron en un amargado, el actor que tuvo que verse relegado al olvido durante décadas a causa de un personaje sin sentido, vuelve ahora con <a href="http://cinemania.elmundo.es/noticias/darth-trump-el-mejor-cosplay-de-mark-hamill-en-la-comic-con-2018/" target="_blank">fuerza</a>, <a href="https://www.msn.com/es-xl/entretenimiento/cine/la-teor%C3%ADa-fan-de-mark-hamill-sobre-luke-skywalker-tras-los-%C3%BAltimos-jedi/ar-BBJYEuT" target="_blank">humor</a> y <a href="https://hipertextual.com/2017/12/mark-hamill-le-decepciona-luke-skywalker-ultimos-jedi" target="_blank">sentido crítico</a>. Nos alegramos, <i>Luke</i>.<br />
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<span style="font-size: x-small;">Publicado posteriormente en el blog <a href="http://planetasprohibidos.blogspot.com/2019/05/la-redencion-de-luke-skywalker.html#more" target="_blank"><i>Planetas Prohibidos</i></a> y en <a href="https://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op02841.htm" target="_blank"><i>El Sitio de ciencia-ficción</i></a></span></div>
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Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-67675734965557333532018-03-18T20:22:00.002+01:002023-03-09T21:04:03.251+01:00La ciencia-ficción en la pantalla<div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP9y0ve49y62RwJkCZXDRF_iYHhcH5A_QxkSkK2SWKPYIb9I3mfdm14QrlS4BAQwJvBsHQ8kyimtk2Xyi2j2eM_Io4FEs-tz_uHsX7USgwtDKli_CwsIFPCmdcp1d6QHARVl2Ge9cRhQ0E/s1600/jodorowsky-dune-banner-e1392402337448%255B1%255D.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="419" data-original-width="792" height="169" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP9y0ve49y62RwJkCZXDRF_iYHhcH5A_QxkSkK2SWKPYIb9I3mfdm14QrlS4BAQwJvBsHQ8kyimtk2Xyi2j2eM_Io4FEs-tz_uHsX7USgwtDKli_CwsIFPCmdcp1d6QHARVl2Ge9cRhQ0E/s320/jodorowsky-dune-banner-e1392402337448%255B1%255D.png" width="320" /></a></div>
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¿Qué es lo que hace que <a href="https://www.espinof.com/otros/todas-las-peliculas-y-series-que-han-adaptado-a-philip-k-dick-ordenadas-de-peor-a-mejor" target="_blank">algunos</a> <a href="http://lawebdelacultura.com/cine/cuatro-grandiosas-peliculas-no-sabias-historias-stephen-king/" target="_blank">autores</a> sean adaptados a la pantalla en más ocasiones que otros de igual o mayor fama dentro del género de la ciencia-ficción? ¿Influye en su actual reconocimiento esta sobredifusión de obras suyas en un medio de gran audiencia? Si se tiene en cuenta que algunas de las obras escogidas para ser adaptadas a la pantalla no son más que meras anécdotas en comparación con las grandes obras del género, es inevitable sospechar que probablemente no fueron sus cualidades literarias las que primaron en su momento. Si en su día <b>Philip K. Dick</b> o <b>Stephen King</b> no fueron considerados de igual manera es porque tenían a su lado autores como <b>Robert A. Heinlein</b>, <b>Arthur C. Clarke</b>, <b>Frank Herbert</b>, <b>Stanislaw Lem</b> o <b>Isaac Asimov, </b>tan gigantes en comparación como incomprensiblemente desconocidos para el gran público.</div>
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Por poner un par de ejemplos de novelas sobre viajes en el tiempo ¿acaso es mejor obra <i>Equipo de Ajuste</i> (<b>Philip K. Dick</b>, 1958) —adaptada a la pantalla como <i>Destino Oculto </i>(<b>George Nolfi</b>, 2011)— que <i>El Fin de la Eternidad</i> (<b>Isaac Asimov</b>, 1955) —cuya versión en pantalla es prácticamente desconocida—? Entonces, ¿cuales pueden ser esos factores que logran que algunas obras sean merecedoras del presupuesto y esfuerzo de unos profesionales para dar forma a los personajes y color a los paisajes que hasta ese día tan solo existían en la imaginación del autor y en la de los lectores? La explicación podría encontrarse en las propias características de cada medio, aquellas que los distinguen más allá de lo evidente. Por ejemplo, podría ser un factor determinante la limitada duración del medio audiovisual —en el cual el espectador ha de asimilar la historia para lograr su disfrute— frente al tiempo comparativamente ilimitado del medio literario que permite al lector ser el que decide el ritmo al que avanza en la obra.</div>
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La facilidad para adaptar un relato de un medio a otro puede estar marcada por estas características, más aún cuando en las décadas recientes el medio cinematográfico está decididamente inclinado hacia los ritmos trepidantes y los efectos visuales. De esta manera podría explicarse por qué unos autores son fácilmente adaptados mientras que otras obras sufren adaptaciones cuestionables o costosas. Podría citarse a <i>Dune </i>(<b>Frank Herbert</b>, 1965) obra de incuestionable calidad, cuya adaptación a cargo de<b> David Linch</b> (1984) no acabó de convencer y en la que el director de origen chileno <b>Alejandro Jodorowsky</b> se quedó con las ganas en un proyecto que ha dado más de hablar que la propia película del norteamericano.</div>
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Además de la <a href="http://bayarrilibros.blogspot.com.es/2013/09/la-estructura-de-la-que-estan-hechos.html" target="_blank">estructura en tres actos</a> común a la mayoría de las obras e independientemente del medio en el que sean difundidas, para que estas sean tenidas en cuenta a la hora de ser adaptadas a la pantalla han de tener un argumento que permita ser seguido y explicado con imágenes de manera adecuada. Si nos ponemos en la piel de los responsables de decidir cuales son esas obras, la idea es que la historia a contar sea lo más descriptiva y «visual» con la menor cantidad de palabras posibles —recordando el famoso refrán, todo lo que pase de mil palabras requiere de más imágenes—. Por tanto, tendrán que ser argumentos que no requieran tanto de complicadas argumentaciones como sí de mucha descripción visual, aspecto que en el celuloide se soluciona de manera óptima por razones obvias.</div>
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Para intentar ilustrar este concepto podría escogerse a dos autores como <b>Philip K. Dick</b> e <b>Isaac Asimov</b>, digamos que «opuestos» según su tipo de obras. En el caso de <b>Dick</b> el tema recurrente es la coexistencia de realidades paralelas y cómo podían interactuar entre sí, manifestándose los sucesos de otra realidad alternativa en la del protagonista. Un tema de marcado carácter visual característico del <i>Ciberpunk</i>, en el que el autor de <i><a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2015/05/el-telefono-de-matrix.html">Ubik</a> </i>lograba la proeza de mediante palabras, sumergirnos en una trascendente mezcla de realidades. <b>Asimov </b>sin embargo es muy parco en descripciones de este tipo. Sus personajes son planos, descritos superficialmente, casi de tebeo. Tampoco es prolífico a la hora de adornar el escenario donde desarrolla la acción de sus obras. Sin embargo, lo importante en ella es la construcción del propio escenario, pero recurriendo a conceptos en lugar de imágenes: el resurgir de la galaxia de las cenizas de un imperio, leyes y proposiciones algebraicas sobre un nuevo concepto como la robótica, la creación de una ciencia imaginaria como la <i>psicohistoria</i>, o la aparición de una nueva especie de humanos conocidos como los <i>espaciales</i>. En ambos casos, la matriz creadora de las obras tanto de <b>Dick </b>como de <b>Asimov, </b>destaca por lo que se construye más allá del propio recurso literario. La diferencia consiste en el contenido visual de lo que sus autores nos recrean en la mente. Otros ejemplos vienen de la mano de <b>Arthur C. Clarke</b>. El trascendental y a veces extraño guión de <i>2001: una odisea del espacio</i> no fue lo que convirtió a esta película en un clásico de la ciencia-ficción sino el esplendoroso trabajo visual de su director <b>Stanley Kubrik</b>. Lo que sí logró el guión fue relegarla a cierta incomprensión y público minoritario. Otra obra del mismo autor sin embargo, tan solo ha sido objeto de atención por parte de algunos artistas que han convertido <i><a href="https://elfindelaeternidad.blogspot.com/2015/07/cita-con-rama-sentido-maravilla-corto.html">Cita con Rama</a></i> en un corto cinematográfico.</div>
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Pero más allá de la discusión sobre cuál de los autores de ciencia-ficción merece mayor o menor reconocimiento y la utilidad de las adaptaciones a la pantalla como medida de este, lo más curioso de todo es que la ciencia-ficción no es tenida en cuenta por su calidad literaria. Y probablemente esté justificado, ya que en este género lo importante está más allá de la propia literatura, la cual no es más que un medio para construir una realidad alternativa en la que autor y lector puedan compartir una aventura determinada, que no podría ocurrir en la realidad a la que estamos acostumbrados. Según un <a href="http://www.antena3.com/noticias/cultura/amantes-lectura-son-personas-mas-empaticas-segun-estudio_20170507590ee0290cf22906e6b6e761.html" target="_blank">reciente estudio</a>, la ciencia-ficción tiene unas características que le hacen diferente al resto de géneros. <a href="https://www.20minutos.es/noticia/3195473/0/lectores-ciencia-ficcion-personajes-estudio/" target="_blank">Una de las interpretaciones</a> es que los lectores empatizamos menos con los personajes y prestamos menos atención al aspecto literario en sí mismo. Esto que es señalado como un problema por algunos, es debido a que en efecto, tras el aspecto literario se descubre la construcción de una nueva realidad, fenómeno que no se da en la literatura tradicional. El medio audiovisual tiene también por supuesto su propio lenguaje: todas y cada una de las tomas y elementos que aparecen en cada cuadro tienen —o pueden tener— una función en el aporte a la historia que se desea contar. La cuestión es si cuando vemos una película se está construyendo esa otra realidad en nuestra mente tal y como ocurre en la literatura de ciencia-ficción, o por el contrario, el hecho de presentarse en pantalla con una forma acabada y finalizada impide que esto ocurra.</div>
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En cualquier caso, lo que es evidente es que parte del trabajo del autor de literatura de ciencia-ficción viene dado cuanto ésta se adapta a la pantalla. Son esas imágenes de otros mundos construidas en nuestra mente sin más herramientas que las palabras, donde el autor de ciencia-ficción muestra su maestría. Una ardua tarea que tal vez no es reconocida lo suficiente. Por eso, si tienen oportunidad, lean ciencia-ficción antes de que sea adaptada a otro medio.</div>
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Enlace relacionado: <a href="https://www.espinof.com/otros/hp-lovecraft-las-11-mejores-peliculas-que-han-adaptado-al-escritor-mas-inadaptable" target="_blank"><i>Las 11 películas que han adaptado al escritor más inadaptable</i></a>.<br />
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<span style="font-size: x-small;">Publicada posteriormente en el blog de <a href="https://planetasprohibidos.blogspot.com/2018/12/la-ciencia-ficcion-en-la-pantalla.html" style="font-style: italic;" target="_blank">Planetas Prohibidos</a> y en <i><a href="https://www.ciencia-ficcion.com/varios/firmas/f20210418.htm#" target="_blank">El sitio de ciencia-ficción</a></i></span></div>
Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4300469882091516151.post-90401953391847341982017-11-10T14:13:00.002+01:002019-08-28T08:38:28.376+02:00Nuevos arquetipos<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrA1KEWMFKUZvWEd_DTyXmzBqc0R57R8DyXwDlgWbmXP_AG36mYu0-tN8R_rXPnC_DlD0I_h-zd7gvuzgx3IeiiOD0M7UKME9N7rObic1yf3yPMgkEzn2mND7OxYylZ2GVCWSx0OzKMbth/s1600/20-mitch-pileggi.w1004.h1004%2525255B1%2525255D%255B1%255D.jpg"><img height="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrA1KEWMFKUZvWEd_DTyXmzBqc0R57R8DyXwDlgWbmXP_AG36mYu0-tN8R_rXPnC_DlD0I_h-zd7gvuzgx3IeiiOD0M7UKME9N7rObic1yf3yPMgkEzn2mND7OxYylZ2GVCWSx0OzKMbth/s1600/20-mitch-pileggi.w1004.h1004%2525255B1%2525255D%255B1%255D.jpg" width="0" /></a>A lo largo de la Historia de la cultura han surgido determinados patrones en forma de ciclos o estructuras literarias que han modelado o servido de andamiaje para la creación de relatos clásicos. Entre estos patrones destaca el llamado <i>ciclo del héroe</i>, donde similar composición de personajes y relato pueden verse en sucesivas historias en las que los cambios principales son estéticos o de ambientación. Tal vez el ejemplo que mejor muestra esta circunstancia son los relatos de caballeros andantes, princesas y villanos, que aunque surgieron en una ambientación medieval de fantasía épica, fue en <i>Star Wars</i> donde al situarse en un entorno de ciencia-ficción cobró una nueva e inesperada perspectiva. De similar manera, los personajes forman parte de ese mismo patrón creándose a lo largo de los tiempos ciertos arquetipos míticos, como el propio mismo de héroe y su nemesis, el clásico malvado villano representativo de la maldad y del reverso oscuro del propio héroe. Estos patrones se dice que forman parte de nuestra propia esencia de ser humano, un legado de nuestro pasado que ha conformado el acervo cultural de nuestra especie. Pero lejos de profundizar sobre este extenso en interesante asunto, la propuesta a plantear en esta ocasión es distinta ¿están surgiendo nuevos arquetipos, nuevas historias, como resultado de nuestra escasa y lenta, pero constante e inevitable evolución cultural?<br />
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El jefe cómplice</h2>
En las décadas recientes, tan prolíficas de conspiraciones, crisis y gobiernos de dudoso proceder, parece que han surgido un nuevo tipo de héroes. En la cultura anglosajona ya era habitual el uso de marginados o fueras de la ley, pero en este caso los héroes son gente poco popular, excluidos o apartados en sus trabajos, fracasados pero que a pesar de ello, continúan haciendo lo que creen correcto, aunque les aleje del camino del éxito. Los casos citados a continuación comparten ese mismo esquema: un grupo apartado, poco conocido o directamente secreto, formado por personas competentes pero por circunstancias sociales o políticas y no por deméritos o falta de capacidad, poco considerados o excluidos de los premios y del protagonismo. La paradoja es que en el fondo son los que realmente acaban haciendo el trabajo importante.<br />
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Expediente-X</h3>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLggw7H9Lnvys2oxdGRDfdGnnjaMkYMHcOufOctlDLgGGh3nggG70xrhnf2s-wzkhuviMBgX_DKaX8KbB-SRM8jQGMJgzGY1VqVYYRTKf0lXukp_rSpbV93ED-eOZbgTD7Ihu8hLWLefpD/s1600/Fox-Mulder-fox-mulder-25366403-500-375%255B1%255D.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Agente Fox Mulder (David Duchovny)" border="0" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLggw7H9Lnvys2oxdGRDfdGnnjaMkYMHcOufOctlDLgGGh3nggG70xrhnf2s-wzkhuviMBgX_DKaX8KbB-SRM8jQGMJgzGY1VqVYYRTKf0lXukp_rSpbV93ED-eOZbgTD7Ihu8hLWLefpD/s320/Fox-Mulder-fox-mulder-25366403-500-375%255B1%255D.png" title="Agente Fox Mulder (David Duchovny)" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLpwAnPZLRT6cWg5jiJdRC61vLb7rrFF0gIFHu3dh5zvRnzj3kk5c-LEMW9GcEGxk2f-R3oNAZVfhX2eWjRRnNFQ8133skcexh4jk4n7wUO5zBwe1EIjjYVonnz835IKH8Ph3uhHI75f-R/s1600/Dana-Scully-dana-scully-21111180-500-375%255B1%255D.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img alt="Agente Dana Scully (Gillian Anderson)" border="0" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLpwAnPZLRT6cWg5jiJdRC61vLb7rrFF0gIFHu3dh5zvRnzj3kk5c-LEMW9GcEGxk2f-R3oNAZVfhX2eWjRRnNFQ8133skcexh4jk4n7wUO5zBwe1EIjjYVonnz835IKH8Ph3uhHI75f-R/s320/Dana-Scully-dana-scully-21111180-500-375%255B1%255D.png" title="Agente Dana Scully (Gillian Anderson)" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYUPotR5koG1qgV1D_5MYt3fxVSjd4TG7kOE2pXs4YTKz07InH1tbhDsA2Tk1vNtDhmKWKi9pvdJgHjaVBV0epsrykp4DMMtnr2tVTF2qQd2QfdEE9MmP9nMx-koyYfHjAPRH4A8ynLVbM/s1600/20-mitch-pileggi.w1004.h1004%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img alt="Director adjunto Walter Skinner (Mitch Pileggi)" border="0" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYUPotR5koG1qgV1D_5MYt3fxVSjd4TG7kOE2pXs4YTKz07InH1tbhDsA2Tk1vNtDhmKWKi9pvdJgHjaVBV0epsrykp4DMMtnr2tVTF2qQd2QfdEE9MmP9nMx-koyYfHjAPRH4A8ynLVbM/s320/20-mitch-pileggi.w1004.h1004%255B1%255D.jpg" title="Director adjunto Walter Skinner (Mitch Pileggi)" /></a></div>
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Poco se puede decir de <i>X-Files</i> (FOX, 1993~2002) que no sepa todo el mundo. Es una de las series míticas sin las cuales una gran parte de la cultura popular de nuestros días no se entendería. En ella, sus protagonistas desempeñan su poco reconocida labor diaria en un apartado cubículo alejado de la pompa y el protagonismo. Un trabajo incomodo para los demás pero que a ellos acaba apasionando al descubrir tramas políticas escondidas e ignoradas por una mayoría que sucumbe bajo la carga de sus propios prejuicios. Su superior inmediato, conocedor de las circunstancias y victima de sus propias necesidades políticas, se convierte en el muro de contención entre ambos mundos: el de los problemas y misterios que resuelven y el mundo de las influencias y de la política.<br />
<h3>
The Wire</h3>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigg9rCpE-YfcY8hXpvcrkzQ5N28JiIo1LR1P3tog6tm_kqvK4Nvvmu0TvTZyaBkyhDonknBj3tgQfaX2p-C1o5PO0HtL8osa8bkE2lC_Gp8X3NC4JrNcs5ZZd1s-c5m24wnPfMub6Hpooa/s1600/cq5dam.web.260.260%255B1%255D.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><br />
</a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigg9rCpE-YfcY8hXpvcrkzQ5N28JiIo1LR1P3tog6tm_kqvK4Nvvmu0TvTZyaBkyhDonknBj3tgQfaX2p-C1o5PO0HtL8osa8bkE2lC_Gp8X3NC4JrNcs5ZZd1s-c5m24wnPfMub6Hpooa/s1600/cq5dam.web.260.260%255B1%255D.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><br />
</a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigg9rCpE-YfcY8hXpvcrkzQ5N28JiIo1LR1P3tog6tm_kqvK4Nvvmu0TvTZyaBkyhDonknBj3tgQfaX2p-C1o5PO0HtL8osa8bkE2lC_Gp8X3NC4JrNcs5ZZd1s-c5m24wnPfMub6Hpooa/s1600/cq5dam.web.260.260%255B1%255D.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><br />
</a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigg9rCpE-YfcY8hXpvcrkzQ5N28JiIo1LR1P3tog6tm_kqvK4Nvvmu0TvTZyaBkyhDonknBj3tgQfaX2p-C1o5PO0HtL8osa8bkE2lC_Gp8X3NC4JrNcs5ZZd1s-c5m24wnPfMub6Hpooa/s1600/cq5dam.web.260.260%255B1%255D.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Detective James McNulty (Dominic West)" border="0" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigg9rCpE-YfcY8hXpvcrkzQ5N28JiIo1LR1P3tog6tm_kqvK4Nvvmu0TvTZyaBkyhDonknBj3tgQfaX2p-C1o5PO0HtL8osa8bkE2lC_Gp8X3NC4JrNcs5ZZd1s-c5m24wnPfMub6Hpooa/s1600/cq5dam.web.260.260%255B1%255D.jpeg" title="Detective James McNulty (Dominic West)" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU2ICTQBjDlaghMJkHC9J6xGubcPbojx7dHZiBU8TOkjVz_h4hEcqKDxtllsNddfTlq9bF60n5wN8pZRzBvViTt77tY-Ew7XvuYidCDv08hrnELWdXnkiwYo1cK4YGanhWvS5zxTCgGYpA/s1600/cq5dam.web.260.260%255B1%255D.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Detective Shakima Greggs (Sonja Sohn)" border="0" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU2ICTQBjDlaghMJkHC9J6xGubcPbojx7dHZiBU8TOkjVz_h4hEcqKDxtllsNddfTlq9bF60n5wN8pZRzBvViTt77tY-Ew7XvuYidCDv08hrnELWdXnkiwYo1cK4YGanhWvS5zxTCgGYpA/s1600/cq5dam.web.260.260%255B1%255D.jpeg" title="Detective Shakima Greggs (Sonja Sohn)" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNDk8cLY0Y_o08BXC0a3s1loYuIIB9I45MU2orWYPv1On4degi_61fxvtH4AACCExFA183Vlk8rk1OY7QGH5OKmKgNUYF7SQg4vUnGZxrNOlSRuBF2je9XrjDGZQE5CrENmfZcpAmK-_P1/s1600/cq5dam.web.260.260%255B1%255D.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img alt="Teniente Cedric Daniels (Lance Reddick)" border="0" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNDk8cLY0Y_o08BXC0a3s1loYuIIB9I45MU2orWYPv1On4degi_61fxvtH4AACCExFA183Vlk8rk1OY7QGH5OKmKgNUYF7SQg4vUnGZxrNOlSRuBF2je9XrjDGZQE5CrENmfZcpAmK-_P1/s1600/cq5dam.web.260.260%255B1%255D.jpeg" title="Teniente Cedric Daniels (Lance Reddick)" /></a></div>
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<i>The Wire</i> (HBO, 2002~2008) es un ejemplo de producción alejada de los habituales parámetros comerciales para convertirse en un producto con miras más altas que la mera audiencia y retorno económico. Como resultado, se la considera una de las mejores series jamás realizadas y uno de los mejores trabajos de ficción de todos los tiempos. De nuevo, un grupo de policías entregados a su labor y por ello, poco populares, son marginados en un sótano con la aburrida tarea de las escuchas telefónicas. Sin embargo, se acaban dando cuenta de que de esta manera —un grupo de profesionales entregados y sin injerencias políticas ni burocráticas— es como el trabajo es realizado y los resultados son alcanzados. Su superior es una vez más el enlace entre ellos y un mundo politizado y corrupto, protegiéndoles a pesar de las apariencias y obligaciones políticas a las que está atado. El lector atento habrá observado que esta serie no es de ciencia-ficción, cierto, pero ha sido inevitable su inclusión ya que uno de los personajes ha sido utilizado de manera realmente similar en otra de las series más influyentes de los últimos tiempos... de ciencia-ficción.<br />
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Fringe</h3>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_c_rjpwah-xxrHPuL2UFpFP2iDeR4WwyEFxcE9V4feaJgGo8A7_Wqbd7KpnO1T6ILXo-2Uo2i7u2Q8_lgPqCXAsZfukQl51o9hL1dCqGjyparSbuEafeD-xHyBL51fx_54D03alp9EM5n/s1600/600023684_19d2b2ca-6fc5-4cf6-a77e-097831eaa803-fringe-071008-olivia%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Agente Olivia Dunham (Anna Torv)" border="0" data-original-height="300" data-original-width="300" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_c_rjpwah-xxrHPuL2UFpFP2iDeR4WwyEFxcE9V4feaJgGo8A7_Wqbd7KpnO1T6ILXo-2Uo2i7u2Q8_lgPqCXAsZfukQl51o9hL1dCqGjyparSbuEafeD-xHyBL51fx_54D03alp9EM5n/s1600/600023684_19d2b2ca-6fc5-4cf6-a77e-097831eaa803-fringe-071008-olivia%255B1%255D.jpg" title="Agente Olivia Dunham (Anna Torv)" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7KDDed6TtW2IsKFwhiSk3POD71aIzzpWyu7MBX7cCoFOUu_ocpNbc8fJFpdquo8-O0v9KCoeK5Dhieq31p504ijYjjxdRkr6NpDXip7VlSiEwcVt0RTZpsRAdxWIGy_kNAoI2zKH8fBqh/s1600/Joshua-Jackson-Fringe%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Consultor Peter Bishop (Joshua Jackson)" border="0" data-original-height="653" data-original-width="490" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7KDDed6TtW2IsKFwhiSk3POD71aIzzpWyu7MBX7cCoFOUu_ocpNbc8fJFpdquo8-O0v9KCoeK5Dhieq31p504ijYjjxdRkr6NpDXip7VlSiEwcVt0RTZpsRAdxWIGy_kNAoI2zKH8fBqh/s320/Joshua-Jackson-Fringe%255B1%255D.jpg" title="Consultor Peter Bishop (Joshua Jackson)" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXnWg6wkT_h0Q6LednlMvzAnvdNNn9D-d8Yu4LSr_HU33zDUwDmbeSh_Ut3P_EXhi3d1u7vY-2pXKCoMddQa82AM3gnwYDiSNBeUvczSgFP8CuEeNfX4U9c3U67sgMOfNvOU_sPRRAJEKj/s1600/Lance-Reddick-1%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Director Phillip Broyles (Lance Reddick)" border="0" data-original-height="500" data-original-width="350" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXnWg6wkT_h0Q6LednlMvzAnvdNNn9D-d8Yu4LSr_HU33zDUwDmbeSh_Ut3P_EXhi3d1u7vY-2pXKCoMddQa82AM3gnwYDiSNBeUvczSgFP8CuEeNfX4U9c3U67sgMOfNvOU_sPRRAJEKj/s320/Lance-Reddick-1%255B1%255D.jpg" title="Director Phillip Broyles (Lance Reddick)" /></a></div>
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Si hay un ejemplo de serie inspirada en la producción cultural anterior para lograr no obstante un resultado original, innovador y en definitiva, con su propio aporte fundamental, ese es <i>Fringe </i>(Warner Bros, 2008~2015). Una evolución de <i>Expediente-X</i> en el sentido de que se trata de un grupo de peculiares agentes del FBI que investigan casos fuera de lo normal en el límite de lo que la ciencia puede explicar. Sus muy competentes protagonistas están marcados sin embargo por circunstancias afectivas complicadas lo que les convierte en socialmente rechazados o auto-excluidos. Su superior, encarnado por el mismo actor que hacía un papel similar en <i>The Wire</i>, es nuevamente su principal defensor, aunque tenga que mantener las apariencias frente a la maquinaria burocrática federal.<br />
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El Ministerio del Tiempo</h3>
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Temporadas 1 y 2</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimlnUXwZFhXI1AZmqoBg677yBcf3cd8bS-IQbnfXvI3PGoLrKwG9hvghqSStfijalqujSGcgzKseDwvmegitAHaFjtZwELHOUtJzcyPQ0Y-W7ppDSyOvs9jKMdD6LkBmeKLFFqxfk7SpXR/s1600/Juli%25C3%25A1n_Mart%25C3%25ADnez_-_Foto.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Julián Martínez (Rodolfo Sancho)" border="0" data-original-height="300" data-original-width="260" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimlnUXwZFhXI1AZmqoBg677yBcf3cd8bS-IQbnfXvI3PGoLrKwG9hvghqSStfijalqujSGcgzKseDwvmegitAHaFjtZwELHOUtJzcyPQ0Y-W7ppDSyOvs9jKMdD6LkBmeKLFFqxfk7SpXR/s1600/Juli%25C3%25A1n_Mart%25C3%25ADnez_-_Foto.png" title="Julián Martínez (Rodolfo Sancho)" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg5Sye9rt_O4K7DpYsiV4DY9iqsYuXQvns6Ukfy53a1V39gnD_04pB7szljngLa4VlVVvWyJjHO28svKK8nF6HFh78HSYSZvIBcNqOKBFkA_8mfITjKkzS3xbXtGdutiNSl8hNnOQdT9vm/s1600/Amelia_Folch_-_Foto.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Amelia Folch (Aura Garrido)" border="0" data-original-height="300" data-original-width="260" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg5Sye9rt_O4K7DpYsiV4DY9iqsYuXQvns6Ukfy53a1V39gnD_04pB7szljngLa4VlVVvWyJjHO28svKK8nF6HFh78HSYSZvIBcNqOKBFkA_8mfITjKkzS3xbXtGdutiNSl8hNnOQdT9vm/s1600/Amelia_Folch_-_Foto.png" title="Amelia Folch (Aura Garrido)" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj686O7PhYu2dw-f_YLidnUG_RYdJHgzXvUNDUpLOQmjhhYJLpH5RbLV8hHweaO3scTgbxepte4F0oiXBILUJbkehE7LfK1G6q_6i81pt9T1e2Wstvfg2pthnxruDb8lYWRYzasng8qhw91/s1600/Salvador_Mart%25C3%25AD.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Subsecretario Salvador Martí (Jaime Blanch)" border="0" data-original-height="1066" data-original-width="1206" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj686O7PhYu2dw-f_YLidnUG_RYdJHgzXvUNDUpLOQmjhhYJLpH5RbLV8hHweaO3scTgbxepte4F0oiXBILUJbkehE7LfK1G6q_6i81pt9T1e2Wstvfg2pthnxruDb8lYWRYzasng8qhw91/s320/Salvador_Mart%25C3%25AD.jpg" title="Subsecretario Salvador Martí (Jaime Blanch)" /></a></div>
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Temporada 3</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxnu8Q-JaDtUTHzrI78xtNywUmMQDkcoKgWh237oxAymfzW5b8VFmZYwDPQ5sQ1cosUa0XT03ukrrVW7czBt7uHrRfCvIVeiFEy36de-QSMWnxyGCeo09IZmUXrBWmCXeSuxYog7-FtGAd/s1600/Pacino.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="'Pacino' (Hugo Silva)" border="0" data-original-height="450" data-original-width="450" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxnu8Q-JaDtUTHzrI78xtNywUmMQDkcoKgWh237oxAymfzW5b8VFmZYwDPQ5sQ1cosUa0XT03ukrrVW7czBt7uHrRfCvIVeiFEy36de-QSMWnxyGCeo09IZmUXrBWmCXeSuxYog7-FtGAd/s320/Pacino.png" title="'Pacino' (Hugo Silva)" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG2sarxrDiPBbhJqVuAG7sqjDy9bEUcK26ZHzPU3haMQe-HVxOb5OYWA4YyoAZvV8x7DBuXVep09m3ZS_LyUAwydMFRLimXQVfFreufwaLw1K9cxvAZyjEqKDVJIu6iATXRGt7Cl5IEqqZ/s1600/14_lolita.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img alt="Lola Mendieta joven (Macarena García)" border="0" data-original-="" data-original-height="450" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG2sarxrDiPBbhJqVuAG7sqjDy9bEUcK26ZHzPU3haMQe-HVxOb5OYWA4YyoAZvV8x7DBuXVep09m3ZS_LyUAwydMFRLimXQVfFreufwaLw1K9cxvAZyjEqKDVJIu6iATXRGt7Cl5IEqqZ/s320/14_lolita.jpg" title="Lola Mendieta joven (Macarena García)" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEPx83Yc90G4sh1eDtxhQ2fBikLtoiVk441Jvw3Ni9txCcn2EGOWTZ18YbDOxL23aJVH1mU1CvFIIQRe07ZbeVOroDJZjiQi8jl-nIGWTw7tFCxyW7I2nuV1cwGYCKTNt_J3UfZ_lNjfyJ/s1600/Salvador+Mart%25C3%25AD.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><img alt="Subsecretario Salvador Martí (Jaime Blanch)" border="0" data-original-="" data-original-height="450" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEPx83Yc90G4sh1eDtxhQ2fBikLtoiVk441Jvw3Ni9txCcn2EGOWTZ18YbDOxL23aJVH1mU1CvFIIQRe07ZbeVOroDJZjiQi8jl-nIGWTw7tFCxyW7I2nuV1cwGYCKTNt_J3UfZ_lNjfyJ/s320/Salvador+Mart%25C3%25AD.png" title="Subsecretario Salvador Martí (Jaime Blanch)" /></a></div>
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La serie creada por los hermanos <b>Pablo </b>y <b>Javier olivares</b> y con guiones de este último y <b>Anaïs Schaaff</b> representa como se ha comentado en otro momento —<a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2015/04/las-claves-de-el-ministerio-del-tiempo.html" target="_blank">aquí</a> y <a href="http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2015/11/el-tiempo-del-ministerio.html" target="_blank">aquí</a>— un salto cualitativo y un cambio de paradigma en la producción cultural popular española. Sus creadores parecen haber continuado con el uso de los nuevos arquetipos usados en el panorama cultural internacional, pasando de esta manera a ser parte activa en su formación junto al resto de países, a diferencia de las habituales series rancias. El esquema es equivalente: un grupo secreto formado por miembros escogidos por su valía y por su capacidad para pensar de manera alternativa e independiente, además de su responsabilidad y fidelidad con sus compañeros. Al frente de ellos, un superior que una vez más es su protector, el muro entre las incomodas necesidades políticas y trabas burocráticas, y la realidad del presente a la que se han de enfrentar día tras día, para construir nuestro futuro (Nota: para mantener el paralelismo se ha omitido un personaje que puede no obstante sea uno de los más carismáticos y que por ello no se deja de recordar: <i>Alonso de Entrerríos</i>)<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZdFcFRkB6g7vcHBDQDjDb6LK46yQ4oWz0mnvSYIdZcbn8Rp7RLZQfEav-mrHL1I584EJITGc4YiM35V6ggr8_XDe8til6WWzkqZXILWLlafLpuV6uJl3PwFLpeIhqRntaEbhuJMraZrtg/s1600/Alonso_de_Entrerr%25C3%25ADos_-_Foto.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda)" border="0" data-original-height="300" data-original-width="260" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZdFcFRkB6g7vcHBDQDjDb6LK46yQ4oWz0mnvSYIdZcbn8Rp7RLZQfEav-mrHL1I584EJITGc4YiM35V6ggr8_XDe8til6WWzkqZXILWLlafLpuV6uJl3PwFLpeIhqRntaEbhuJMraZrtg/s1600/Alonso_de_Entrerr%25C3%25ADos_-_Foto.png" title="Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda)" /></a></div>
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<h2>
El empresario creativo</h2>
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Con el advenimiento del <i>ciberpunk </i>hablar de cualquier cosa relacionada con el capitalismo equivalía a hacerlo de grandes y malvadas corporaciones con oscuros e ilegítimos intereses. Pero la realidad nos ha dado a magnates como <b>Jim Bezos</b> (<i>Amazón</i>, <i>Blue Origin</i>), <b>Richard Branson</b> (<i>Virgin Group</i>) y por supuesto, el inefable y sorprendente <b>Elon Musk</b> (<i>SpaceX</i>, <i>Tesla Motors</i>) que se dedican a proyectos interesantes, innovadores y que aportan elementos de calidad a la sociedad —junto a estos nombres pueden colocarse otros como <b>Larry Page</b> y <b>Sergey Brin</b> (<i>Google</i>) o incluso <b>Jimmy Wales</b> y <b>Larry Sanger</b> (<i>Wikipedia</i>)—. Estos empresarios —o «emprendedores»— sin llegar al extremo de decir que son unos angelitos, al menos el beneficio monetario que sus empresas obtienen es re-invertido en sus proyectos demostrando que a través de sus organizaciones es posible materializar sus sueños, fantasías y anhelos por un mundo mejor, por ese mundo algo más parecido al menos, al imaginado antaño en la ciencia-ficción.</div>
<h3 style="text-align: justify;">
APB</h3>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht18m1Jrq4Gonf6qLV3xQVEpVTI2GFwbKxzc2i6A0pvqAp-60hrznQfiVHoWJ66pkNLXYPQ9QGhGT-veu9pjwwUfOBVicrRhSuPD3ugZywlTlgYOAZnGXuscgIrljd5GDATzZ2VvasWpnk/s1600/tumblr_onnf4kn4bQ1qcwaqao1_500%255B1%255D.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Detective Theresa Murphy (Natalie Martinez) y Gideon Reeves (Justin Kirk)" border="0" data-original-height="281" data-original-width="500" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht18m1Jrq4Gonf6qLV3xQVEpVTI2GFwbKxzc2i6A0pvqAp-60hrznQfiVHoWJ66pkNLXYPQ9QGhGT-veu9pjwwUfOBVicrRhSuPD3ugZywlTlgYOAZnGXuscgIrljd5GDATzZ2VvasWpnk/s1600/tumblr_onnf4kn4bQ1qcwaqao1_500%255B1%255D.gif" title="Detective Theresa Murphy (Natalie Martinez) y Gideon Reeves (Justin Kirk)" /></a></div>
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Esta es una serie policíaca que sigue el esquema clásico procedural, solo que en este caso la persona que está al frente de toda una comisaria es nada más y nada menos que un ingeniero, un «clon» de <b>Elon Musk</b> llamado <i>Gideon Reeves</i> (<b>Justin Kirk</b>) dueño de una empresa tecnológica, cuyas innovaciones son puestas al servicio de la ley. La serie es original en sus primeros capítulos pero acaba resultado presa de sus propias premisas.</div>
<h3>
Salvation</h3>
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</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXHfVG-BttPWQIJHsrDlnHOuuTe5JeLvGdL07LvpUPxgZZV1cSM01Kxn-fDoEqz83YDYMOvZPPG7BBR_TtcfMYmUeAT8K9G2h6yHNxYdff1pIb9SvGe1u3IvS3od5N0APxHjcmM8-9B8QO/s1600/109929_0994b-e1500345008415%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Grace Barrows (Jennifer Finnigan) y Darius Tanz (Santiago Cabrera) " border="0" data-original-height="349" data-original-width="600" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXHfVG-BttPWQIJHsrDlnHOuuTe5JeLvGdL07LvpUPxgZZV1cSM01Kxn-fDoEqz83YDYMOvZPPG7BBR_TtcfMYmUeAT8K9G2h6yHNxYdff1pIb9SvGe1u3IvS3od5N0APxHjcmM8-9B8QO/s320/109929_0994b-e1500345008415%255B1%255D.jpg" title="Grace Barrows (Jennifer Finnigan) y Darius Tanz (Santiago Cabrera) " /></a></div>
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<div style="text-align: justify;">
Esta serie trata sobre un meteorito que se acerca a nuestro planeta y el mundo ha de organizarse para evitar el desastre, descubriéndose mientras tanto toda una serie de intrigas. Las mejores mentes se ponen manos a la obra para resolver el acuciante problema, entre ellas nuestro protagonista, el multimillonario tecnológico con carisma <i>Darius Tanz</i> (<b>Santiago Cabrera</b>). Entretenida.</div>
<h3>
Missions</h3>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuED2Y4y0WpncEdncWfByx-kwfklSUvfrI_wMwm6AUSGQ2tnRgwMMIAjDVS5BJVS8BD8foVksDwxQIjiimjObB90OfffvKrkN6PbG9ot-QVnaAUGivjOVAKcK_5liVyQnrIrfuMiln8t38/s1600/XVMb468adda-46cb-11e7-a3c9-a3de68b2983c-805x453%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Jeanne Renoir (Hélène Viviès) y William Meyer (Mathias Mlekuz)" border="0" data-original-height="453" data-original-width="805" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuED2Y4y0WpncEdncWfByx-kwfklSUvfrI_wMwm6AUSGQ2tnRgwMMIAjDVS5BJVS8BD8foVksDwxQIjiimjObB90OfffvKrkN6PbG9ot-QVnaAUGivjOVAKcK_5liVyQnrIrfuMiln8t38/s320/XVMb468adda-46cb-11e7-a3c9-a3de68b2983c-805x453%255B1%255D.jpg" title="Jeanne Renoir (Hélène Viviès) y William Meyer (Mathias Mlekuz)" /></a></div>
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También a este lado del Atlántico hay millonarios excéntricos con inquietudes filantrópicas, en este caso del país donde está la pasta: <i>William Meyer</i> (<b>Mathias Mlekuz</b>) es un excéntrico millonario Suizo que ha financiado una misión a Marte que aunque llega después de su competidor, el también millonario tecnológico <i>Ivan Goldstein</i> (<b>Vincent Londez</b>) dueño de la empresa <i>Zillion</i>, descubre que en el Planeta Rojo todavía les aguardaba alguna sorpresa. Es la mejor de estas tres series mencionadas.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhclQk6noBcUEOOMcj2mGUtVGcpKhDtdh8OVj7NP5oUFdg5YAbGY5KAltXwt3VLL2DqF-erz_zGNYZdhN8l3bLo5THQsszpVvw2wiCITUFxZW795a9pzXo1sltwGZ-k5OO1Q7SIuexZde1V/s1600/qhGLVaOmWpJacNLSZCTi3NrXnWQ%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Ivan Goldstein (Vincent Londez)" border="0" data-original-height="513" data-original-width="342" height="140" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhclQk6noBcUEOOMcj2mGUtVGcpKhDtdh8OVj7NP5oUFdg5YAbGY5KAltXwt3VLL2DqF-erz_zGNYZdhN8l3bLo5THQsszpVvw2wiCITUFxZW795a9pzXo1sltwGZ-k5OO1Q7SIuexZde1V/s320/qhGLVaOmWpJacNLSZCTi3NrXnWQ%255B1%255D.jpg" title="Ivan Goldstein (Vincent Londez)" /></a></div>
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De alguna manera parece que a pesar de lo que mucha gente cree al decir que está todo inventado, nuestra cultura continua produciendo cosas nuevas de vez en cuando.<br />
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<span style="font-size: x-small;">Publicada posteriormente en el blog <a href="http://planetasprohibidos.blogspot.com/2018/03/nuevos-arquetipos.html" target="_blank"><i>Planetas Prohibidos</i></a></span></div>
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Lino Moinelohttp://www.blogger.com/profile/02938408747204687834noreply@blogger.com2