Hay otra Ciencia-Ficción. Otra que parece dar la razón a aquellos que la confunden con el género fantástico en general. Intentaba explicarlo, pero creo que lo mejor es ver algunos ejemplos:
La Segunda Fundación (I. Asimov)

Esta obra, la Trilogía de la Fundación, más que por su calidad literaria con algunos altibajos a lo largo de la misma, destaca por su meticuloso trabajo matemático, sociológico e histórico, teniendo como tema central el supuesto científico consistente en la ficticia disciplina científica denominada psicohistoria (esta trilogía forma parte de la llamada Saga de la Fundación. También es conocida como Ciclo de Trántor o Ciclo de la Fundación).
La disciplina científica ideada por Asimov a través de su personaje Hari Seldon para la novela, es todo un fenomenal conjunto de hipótesis matemático-sociales basada en conceptos estadísticos y guardando gran relación con la teoría del caos, que aplica estas áreas de la ciencia al comportamiento de las sociedades y su evolución histórica.
Tierra Moribunda (Jack Vance)

En la Saga de la Tierra Moribunda, Jack Vance nos aventura en una Tierra decadente, triste y melancólica, iluminada por un Sol anaranjado que ve como se acerca a su fase de gigante roja, en la que acabará por engullir inexorablemente el planeta. Un relato de picaresca futurista en el que la humanidad, cansada ya de investigar por una parte al ver cerca su final, por otra por no tener nada ya sobre lo que hacerlo, ha olvidado la diferencia entre la magia y la tecnología enormemente avanzada. Tercera Ley de Clarke:
«Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia»
De esta forma, magos con poderes increíbles basados en una tecnología que no conocen, y una estética medieval y fantástica, componen una obra maravillosa que entusiasmaría a cualquier aficionado de la literatura fantástica... casi tanto como a los aficionados de la Ciencia-Ficción.
Artículo publicado posteriormente en El Sitio de ciencia-ficción el 5 de julio de 2009
Artículo publicado posteriormente en el blog de Planetas Prohibidos el 4 de febrero de 2011