Isaac Asimov se citaba a si mismo en Nueva Guía de la Ciencia, uno de sus más importantes trabajos de divulgación científica, explicándonos el origen la la palabra robot y cómo surgió su derivado de robótica, gracias al propio autor. Además, realiza una critica del tratamiento poco realista e impropio de la ciencia-ficción, dado en muchas obras de este género a los seres con inteligencia artificial creados por el Hombre. Tiene ya algunos años pero los retos que describe siguen todavía vigentes:
Inevitablemente, se presenta la pregunta: ¿a fin de cuentas, qué no son capaces de hacer los ordenadores? ¿No conseguirán hacer, inevitablemente, cualquier cosa que lleguemos a imaginar? Por ejemplo, ¿puede un ordenador de la clase adecuada insertarse en una estructura que se parezca al cuerpo humano, para convertirse, finalmente, en verdaderos autómatas, no en los juguetes del siglo XVII, sino en seres humanos artificiales con una fracción sustancial de las habilidades de los seres humanos?Tales materias han sido consideradas muy seriamente por los escritores de ciencia-ficción desde muchos años antes de que se construyera la primera computadora moderna. En 1920, un autor de teatro checo, Karel Capek, escribió R.U.R., una obra en la que los autómatas eran producidos en masa por un inglés llamado Rossum. Los autómatas estaban previstos para hacer el trabajo del mundo y conseguir una vida mejor para los seres humanos, pero, al final, se rebelaban, eliminaban a la Humanidad y comenzaban una nueva raza de vida inteligente por sí misma.Rossum procede de una voz checa, rozum, que significa «razón» y R.U.R procedía de «Robots Universales de Rossum», donde robot es una palabra checa que significa «obrero», con la implicación de involuntaria servidumbre, por lo que puede traducirse por «siervo» o «esclavo». La popularidad de la obra acabó con el antiguo nombre en uso de autómata. Robot lo ha remplazado, en todos los idiomas, por lo que, en la actualidad, se piensa de robot como cualquier mecanismo artificial (a menudo descrito en una forma vagamente humana) que lleva a cabo funciones que, de ordinario, se cree que son apropiadas para los seres humanos.No obstante, en conjunto, los escritores de ciencia-ficción no tratan a los robots de una forma realista, sino como objetos que han de emplearse con cautela, como villanos o héroes diseñados para poner de relieve la condición humana. Sin embargo, en 1939, Isaac Asimov, que en aquella época tenía sólo diecinueve años, cansado de los robots que eran irrealmente malvados o irrealmente nobles, comenzó a dedicar algunos de los relatos de ciencia-ficción que publicaba a los robots, vistos meramente como máquinas y construidos, como lo son todas las máquinas, con algún intento racional de una adecuada seguridad. A través de los años 1940, publicó relatos de esta clase y, en 1950, nueve de ellos fueron reunidos en un libro que se llamó Yo, Robot.La seguridad de Asimov se formalizó en las «Tres leyes de la robótica». La frase se usó por primera vez en un relato publicado en marzo de 1942, y fue la primera vez en que se empleó la voz robótica, término en la actualidad aceptado por la ciencia y la tecnología del diseño, construcción, mantenimiento y empleo de los robots.Las tres reglas son:
Un robot no puede dañar a un ser humano o, por inacción, permitir que algún ser humano resulte dañado. Un robot debe obedecer las órdenes de los seres humanos, excepto cuando tales órdenes entren en conflicto con la Primera Ley. Un robot debe proteger su propia existencia, en tanto en cuanto dicha protección no entre en conflictos con la Primera o la Segunda Ley.Naturalmente, lo que hizo Asimov fue algo puramente especulativo y, en el mejor de los casos, sólo puede servir como fuente de inspiración. El auténtico trabajo es el que llevan a cabo los científicos en este campo.
6 comments:
Hola: Debido a lo formidable que encuentro tu blog, te he nominado al Liebster Award. En el siguiente enlace puedes enterarte al respecto.
¡Se me olvidó el enlace! (sorry) Aquí va: http://elcubildelciclope.blogspot.com/2014/03/segunda-nominacion-al-liebster-award.html
Hola. Te agradezco de veras tu consideración, Elwin. No te lo tomes a mal, pero no suelo participar en este tipo de iniciativas. Aunque entiendo su intención de reconocer a los bloggeros, no me acaba de convencer el formato. Me basta con vuestro reconocimiento y vuestras visitas.
Saludos y una vez más, muchas gracias.
:-)
Hola, Lino Moinelo: Sé que este tipo de iniciativas no te convence, pero aún así te escribo para comunicarte que he nominado tu blog para el premio Dardos, que textualmente:
“Se otorga en reconocimiento a valores personales, culturales, éticos y literarios que son transmitidos a través de una forma creativa y original mediante la escritura.”
A diferencia de otros “premios de cadena”, no requiere que hagas nada como responden a un cuestionario de preguntas, que a su vez las plantees a otros, o que te hagas seguidor del blog, ni nada parecido.
Únicamente si lo deseas, agreceder al blog que te ha nominado mediante una entrada y (insisto: sólo si tu quieres) nominar a otros quince blogs.
Todo esto sin ningún compromiso ni obligación, por supuesto.
He aquí el enlace respectivo para que leas lo concerniente desde mi página a este galardón.
Que estés muy bien y nuevamente felicitaciones por tu genial labor bloguera.
Hola de nuevo Elwin. Muchas gracias de nuevo. Me siento abrumado. :-)
Estudiaré tu propuesta. Saludos.
Hola Elwin. Finalmente, he considerado poner una nota en la página de Facebook del blog.
:-)
Gracias y saludos.
Publicar un comentario
Deje por favor al menos un nickname, apodo o alias. Pulse la opción «Nombre/URL», si no tiene cuenta en ninguna de las opciones que blogger le ofrece. Si su solicitud no es respondida al primer intento ¡no se preocupe! inténtelo de nuevo por favor. Gracias.
Lino (Al final de la Eternidad)
(elfindelaeternidadblog@gmail.com)
(Seguir al autor en Twitter)
[Dejar un comentario con el formulario clásico...]