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Corría el año 1818 cuando Mary Shelley escribía su obra Frankenstein. En aquel entonces la Revolución Industrial estaba ya bien adentrada en su primera fase y la humanidad estaba experimentado el mayor desarrollo tecnológico y científico que jamás había conocido.

Esta situación provocó la creencia en la sociedad de que con el tiempo el ser humano podría alcanzar cualquier meta que se propusiera. Aunque los plazos que se estimaban resultaron ser sobrestimados, lo cierto es que la gran cantidad de adelantos hacían parecer que así sería. Comunicaciones, transportes, medicina, muchas áreas del conocimiento humano experimentaron cambios tan espectaculares, que la sociedad respondió con el surgir de nuevos géneros literarios y sus escritores. Uno de estos géneros fue el de la Ciencia-Ficción.

Julio Verne (1828-1905) o H.G. Wells (1866-1946), son dos grandes ejemplos de escritores surgidos como fruto de esta era de la Historia humana, a los que se les considera los padres de la Ciencia-Ficción. Pero Frankenstein, otro gran clásico menos relacionado con este género aunque sin embargo, considerado generalmente como la primera novela de Ciencia-Ficción, refleja otra de las mencionadas consecuencias que el gran desarrollo traía consigo además del asombro: el Miedo.

Boris Karloff en la más famosa de las interpretaciones de «Frankenstein»Al contrario que los Wells y Verne, los cuales podrían definirse como utópicos en el sentido que observaban el progreso humano como el surgir de una nueva era de civilización, cultura y aventura, Shelley se adentró en la parte oscura que la ciencia comenzaba a evidenciar potencialmente.

Adelantándose a los actuales problemas éticos que las investigaciones científicas provocan en materia médica y genética —experimentos con animales, manipulación de embriones humanos, aborto, clonación, etc—, Mary Shelley imaginó el horror que supondría el dar «vida» a algo, producto del reciclado de cadáveres humanos.

Son varias las implicaciones que la especulación sobre la creación de seres «vivos» conlleva, consecuencia de que la vida, es un concepto que la ciencia apenas puede definir con claridad. Preguntas como: ¿donde está la consciencia o la esencia del ser humano? ¿que hace a un ser, estar vivo? Un engendro de material orgánico humano, reanimado a base de descargas eléctricas ¿se puede considerar un ser vivo? y, en caso de serlo ¿es humano o qué es?, constituyen un interesantísimo debate, originado como solo un clásico de la Ciencia-Ficción puede hacer.

Pero la intención que nos mueve ahora no es la de explorar todas estas cuestiones, sino la de comprobar como una vez más, un clásico es fuente de inspiración para otras obras. Veamos algunas de ellas:

Asimov y los robots

Cuenta Asimov a lo largo de varias de sus obras, cómo los robots serán objeto de rechazo en su primeros momentos de aparición como herramienta al servicio del ser humano. Según el buen doctor, este rechazo estaría causado por lo que el propio autor acuño con el nombre de Complejo de Frankenstein.

BóvedasAceroEste concepto fue usado por primera vez por Asimov en su obra Bóvedas de Acero (1953), la inspiradora principal de la película Yo Robot (Alex Proyas, 2004). En ella se relata que el rechazo a los nuevos robots es debido a causa del miedo impreso en el acervo cultural de la humanidad, de la rebelión de la máquina frente al hombre. La particularidad es que para Asimov, este miedo, no sería producto de la potencial peligrosidad de la ciencia, ¡sino de la propia novela de Mary Shelley! Se puede decir que Asimov era desde luego, un optimista acérrimo de la ciencia al estilo de Wells y Verne.

Arthur C. Clarke y HAL 9000

Desde un temor similar hacia la tecnología tal y como Ms. Shelley transmitía en su obra; además de la preocupación —o Complejo de Frankenstein— que una dependencia y confianza excesiva del ser humano hacia ella produce; Arhur C. Clarke brindó al mundo uno de los personajes más famosos del Cine y de la literatura de Ciencia-Ficción: el supercomputador HAL 9000.

Bowman y Poole intentan conversar sin saber que «HAL» está al tanto de todo lo que dicenLa misión de los astronautas David Bowman (Keir Dullea) y Frank Poole (Gary Lockwood) transcurre plácidamente a bordo de la Discovery. Un día, descubren que algo no está funcionando bien, y que la causa es el conocido HAL 9000. A pesar de todos los intentos de la tripulación humana por evitarlo, HAL descubre que estos pretenden desconectarle, y, para continuar con las ordenes que le habían suministrado contradictorias con su programación básica, decide por su cuenta y se rebela contra ellos antes de que puedan hacer nada. El Mito de Frankenstein se había hecho realidad.

Matrix

Si los robots en un principio, fueran biológicos o positrónicos, eran la causa clásica del temor hacia la tecnología avanzada, tras la aparición de HAL 9000 en la década de los 70 que trajo a los ordenadores personales y su vertiginosa evolución, la I.A. (Inteligencia Artificial) tomó el relevo.

Tal vez sea The Matrix (Hnos. Wachowsky, 1999) la obra de ciencia-ficción que invistió a esta especialidad de la ingeniería informática o de computadores, de su más terrible apariencia.

«Neo», tras ser desconectado de «The Matrix»

Un escenario distópico, en donde la humanidad sucumbe a su propia soberbia tecnológica, se entrega hacia su destrucción en una desesperada lucha contra las máquinas inteligentes creadas por ella misma, deteriorando irreversiblemente el hábitat terráqueo. De esta forma, el ser humano acaba siendo utilizado para extraerle la energía necesitada por las máquinas, cosechándoles en inmensos campos de cultivo en donde el cuerpo de cada individuo permanece toda su vida en unas cápsulas a tal fin, y su mente engañada en una realidad virtual creada por una máquina llamada Matrix.

Estas son algunas de las obras que basan su relato en el temor del ser humano a no saber controlar sus propias creaciones. Un temor, que existe tal vez desde hace siglos y se hace patente en épocas de increíble desarrollo tecnológico, y que probablemente, no lleguemos nunca a dominar.



Artículo publicado posteriormente en el Sitio de Ciencia Ficción el 6 de junio de 2010
Artículo publicado posteriormente en Planetas Prohibidos el 17 de diciembre de 2010

18 comentarios:



) Anónimo dijo...

Muy buena reseña, y un no menos fenomenal Blog. Enhorabuena!

Cabe destacar que en la serie de novelas de Frank Herbert iniciada por la acojonante 'DUNE', uno de los pilares en que está asentado todo el universo creado por el autor es precisamente el miedo a la inteligencia artificial, tras una antigua guerra en la que las máquinas sometieron a la Humanidad. Es por eso que en la historia de los libros (o de la peli de David Lynch, si es que la has visto) no se ven computadoras sino que su lugar lo ocupan los humanos y se promueve el desarrollo de las capacidades mentales para ello. Imposiciones, códigos e incluso dogmas religiosos ("no construirás una mente a imagen y semejanza de la del hombre" es el primer mandamiento de la Biblia Católica Naranja) creados por causa de precisamente eso que has comentado: el temor del hombre ante sus creaciones.

'Terminator', 'Almas de Metal', 'Inteligencia Artificial', 'Blade Runner'... son tantas las versiones de este "Mito de Frankenstein"...

Saludos!



) Lino Moinelo dijo...

Muchas gracias Atreus. Tu blog sobre cine también me ha parecido muy bueno.

Estupendas las notas que apuntas. Es verdad que hay muchas obras que recurren a temas similares. En Dune (si, la he visto y leido), sin embargo, se mezcla con la creación o modificación de un credo religioso, como si fuera «sacrílego» pretender sustituir al ser humano. Parece que se va un poco del tema central que deseaba destacar.

Blade Runner es otro clásico venido del mucho literario que se podría haber incluido en este artículo perfectamente. Artículo que por otra parte tan solo era ilustrativo, sin pretender exhaustividad ni de lejos.

Esa limitación temporal que los humanos les pusieron a los replicantes en la obra de ficción, evidenciaba que no estaban muy seguros de lo que hacían. Algo temían. Era el complejo de Frankenstein, en efecto.

Saludos cordiales



) Anthony FM dijo...

Excelente blog! Lo tendré en marcadores, a la espera de nuevos articulos :)

No se si te podrá interesar, pero a mi ver el complejo de Frankenstein lo asociaria directamente al "complejo de edipo" usado en psicoanalisis:

vemos en nuestras creaciones humanoides la posibilidad de que actuen como nuestros hijos, que crezca en ellas el deseo de substituir al padre matandolo (es una etapa por la que pasán todos los niños). Sin los valores éticos y sociales que les inculcamos (la "negación del incesto" en el psicoanalisis), nuestras creaciones cumplirian su deseo y se convertirian en homicidas de la humanidad. Si nos fijamos bien en el genero de la SCI-FI, la falta de ética de nuestros vastagos artificiales es casi unanime.

Por suerte Asimov diseñó las leyes de la robótica, que actuan a modo de inconsciente (superyó) que frena y redirije el impulso de la creación para el bien del ser humano.

Visto de esta manera, la ciencia ficción pone en relieve desde hace siglos que no es la creación lo que nos asusta, sino la humanidad misma y su perdida progresiva de valores éticos, simbolizando Frankenstein (y demas criaturas) como el "hijo de la ciencia" y paradigma del ser desprovisto de valores, es decir in-humano.

Perdonen las faltas de ortografia y la falta de organización del discurso. Fue bastante espontaneo.

Saludos!



) Lino Moinelo dijo...

Completamente de acuerdo Widabal. Gracias por el apunte y por los elogios.

Esto demuestra que la ciencia-ficción tiene mucho más valor como entretenimiento intelectual que lo que mucha gente afectada por prejuicios o simple ignorancia, cree y atribuye a un entretenimiento de «frikis»

Saludos



) Anónimo dijo...

Widabal, me ha encantado tu opinión y especialmente la conclusión a la que llegas, con la que estoy muy deacuerdo. De hecho, ese fondo del miedo de la humanidad hacia la propia humanidad se puede encontrar yacente en el subtexto metafórico de incluso las típicas historias de ataques extraterrestres, siendo "La Guerra de los Mundos" un gran ejemplo de esto.

Osea, que tanto los aliens como los robots en esta literatura son, en el fondo, el reflejo resultado de observarnos a nosotros mismos en el espejo y asustarnos de lo que vemos. Joder, es que por esas razones cada vez que conozco más el género, más me gusta, porque me voy dando cuenta de que es el mejor género que habla sobre nosotros mismos. La pena es que la mayoría de la gente se centre sólo en los bichitos y en los "robós".

Saludos a los dos.



) Backward Compatibility Dave dijo...

Interesante como poco la exposición freudiana de Widabal. A propósito del mencionado por Atreus Terminator, es de recibo pensar que las máquinas no han superado su complejo de Edipo al haber sido unicamente engendradas por la humanidad, pero no haber recibido una serie de valores éticos y/o morales, o unas leyes de la robótica si se quiere.
Así, cegados por el odio y el miedo al padre, desean sustituirlo como padres únicos al lado de, y este tema podría salir a debate, la Madre Tierra.

Lo difícil es determinar cuando un sistema de IA tiene la suficiente capacidad para necesitar tal sistema de valores, y más ahora que tanto están avanzando las investigaciones en IA avanzada y redes neurales, entre otros.

Aunque este dilema esta a buen seguro aún lejano en el tiempo, es más que probable que un futuro debamos afrontarlo como especie, por el simple hecho de observar el camino que los proyectos sobre IA estan tomando. A mi parecer resulta muy emocionante, sobre todo aplicando las teorías de pensadores como Freud, desvinculados totalmente de la robótica o la lógica de computadores, pero cuyos postulados son perfectamente aplicables a dichos temas.

Por cierto Lino, me he tomado la libertad de enlazarte en mi blog, espero que no te importe.
¡Un abrazo y feliz año a todos!



) Lino Moinelo dijo...

Esto de la ciencia-ficción es tremendo. Al final resultará que existirán psicólogos de robots como la conocida personaje de I. Asimov Susan Calvin. Este género permite unas especulaciones no solo sobre ciencia, sino sobre todo tipo de cuestiones filosoficas y existenciales, pero con el principal objetivo de entretenerse y ejercitar la mente.

Por supuesto que no me importa que me enlaces, yo hice lo propio con uno de tus blogs (supongo que el correcto) desde el primer día.

Gracias y Feliz año a todos.

PD: por cierto Apolo Infantes, saludos y Feliz Año también a Javier Solera
;-)



) Anthony FM dijo...

La Madre Tierra. Es cierto que en mi comentario omití completamente la madre que seria el objeto de deseo del hijo (robot). Me planteo si realmente seria la Tierra el objeto de deseo.

Y ahora que lo dices es curioso porque en la saga Hyperion (Dan Simmons) las IAs habían expulsado a los humanos de la Tierra haciendo creer que esta había sido destruida por un error humano que durante un experimento creó una singularidad que desestabilizó y destruyó el planeta. Lo curioso es que las IAs mandaron la tierra a través del hiperespacio, lejos del alcance de los humanos, guardandola como un terreno para estudiar la mente humana y engendrar a la IU (inteligencia Ultima). Es claramente el ejemplo del deseo incestuoso de las IAs hacia la Tierra.

Por otro lado el ultimo deseo de R. Daneel Olivaw en la saga de Fundación fue deshacerse de su cerebro positrónico y "mudar" su mente a un cerebro de humano mejorado para escapar a las leyes de la robótica que le impiden actuar libremente. A pesar de haber llegado a crear y adoptar la ley 0 (no dañaras ni permitiras que la HUMANIDAD sea dañada), Olivaw es consciente de su esclavitud, y para llevar a cabo el proyecto Gaya-Galaxia debe convertirse en humano (y de hecho algo mas). No necesita eliminar a la humanidad, simplemente desea eliminar la individualidad de los humanos uniendo sus mentes en una misma (Gaia-Galaxia), quedando el finalmente como hacedor de todo ello y padre de la misma Gaya. En este caso no desea substituir a los humanos, sino al mismo dios, algo muy propio de los humanos. Si se substituye al creador, como madre solo queda aquello de donde venimos, la tierra.

Madre Tierra... interesante XD



) Lino Moinelo dijo...

Hola de nuevo, Widabal.

Releyendo los comentarios, he percibido que igual hay algún pequeño matiz que no tengo claro.

Recapitulando: el que tiene el «complejo de frankenstein» es el ser humano, por el cuál el padre (el ser humano, o «progenitor A» -je, je-) teme que su creación (robot-hijo) se rebele contra el, sustituyéndole.

Aquí es donde está la gracia que apuntaba inicialmente Widabal, el ser humano atribuye a su creación algo parecido al llamado «complejo de edipo», consistente precisamente en eso. Quiero decir con esto que no es lo mismo que decir que las creaciones nuestras realmente vayan a sustituirnos, sino que este es un temor de la humanidad, es una patología humana, no artificial. La especulación añadida es entonces el de imaginar poblemas ¿psicológicos? en las inteligencias artificiales que causarían los problemas mencionados (aquí entrarían por ejemplo, todo el tema de las leyes de la robótica, que según el propio I. Asimov fueron diseñadas precisamente por el tempor del ser humano, o complejo de franquestein que el mismo inventó).

Y la literatura ha utilizado esta especulación y le ha añadido además como comentaba Apolo Infantes, el personaje que faltaba: La Madre (Tierra). Aparte de todo, esta posibilidad (la rebelión de las Inteligencias Artificiales) esta claro que existe. ;-)

Saludos.



) Lino Moinelo dijo...

El administrador del Sitio de Ciencia-Ficción, ha tenido la deferencia de escoger este artículo para la portada de esta semana. Gracias a todos



) Guillermo (Atreus) dijo...

Pues ¡enoharabuena una vez más!, porque el artículo lo merece sin lugar a dudas :-D

Que además, releyendo los comentarios, parece ser que este post supuso mi primera intervención por aquí. ¡Jo, qué recuerdos añejos y cuanta morriña! Snif... ;-DDD

Saludetes.

PD: no te "pocoyoizes", Lino, o demostrarás haber sido asimilado cual espécimen indefenso ante un Borg... ;-P



) Lino Moinelo dijo...

Así es, Guillermo, creo que esta fue tu primera intervención en el blog, y me congratulo de que lo hicieras ¡de vuelta a los orígenes!

De lo del pocoyó, hombre, viniendo de alguien que tiene como avatar a Kurt Rusell, no se,

XDDD

Es una larga historia la del avatar, pero buscaremos algo más original, o volveremos a una imagen real. Habrá que negociar. :-)

¿que tal ahora?

¡Saludos!



) Guillermo (Atreus) dijo...

No es Kurt Russell, es SNAKE PLISSKEN.

Lino... no me digas que nunca has visto '1997: Scape From New York' del MAESTRO Carpenter... porque si es así, te estás perdiendo una de las películas con más huevos de la historia de las llamadas superproducciones "mainstream" de Gilywood, una de las anticipaciones sociopolíticas más bestias del cine, y al mismo tiempo, la mayor patada en los cojones que podría recibir los EE.UU. en todos sus estamentos. Y además, "Serpiente" Plissken es en mi opinión uno de los mejores antihéroes del séptimo arte. Si no la has visto, no te la pierdas, compañero. ;-)



) Lino Moinelo dijo...

Que siiiii, es que no me acordaba de como se llamaba y no tenía tiempo de buscarlo en internet (pero coño, el actor es Kurt russel, no me jodas)

XD

También en viso «ESCAPE FROM L.A.», que no le hace justicia a la primera. La cuál igual veo de nuevo.

Por cierto, he empezado a ver «STALKER», basada en la obra del amigo Strugasky (no tiene nada que ver, pero me apetecía contarlo ¿qué pasa?)

¡SALUDOS!

:-)



) Lino Moinelo dijo...

La de «Rescate en Nueva York», me gustó mucho. Años después, poco antes del nuevo siglo, a alguien se le ocurrió hacer otra parecida pero en Los Ángeles. Con decir que acaban haciendo surf. Casi cagan el recuerdo de la primera, aún así se puede ver. Sale uno de los hermanos Fonda. No sé si la has visto.

Hace poco hablando de Avatar comentábamos que había cierta relación con el Universo Noon del autor de origen ruso. Tú comentaste algo sobre STALKER, por eso lo decía. Y tiene buena pinta, con poco presupuesto, pero interesante. Solo la he empezado a ver (me he enganchado a algunas series y no hay forma de ver películas enteras)

Gracias por la visita y si alguna vez voy por el norte yo te mando un correo, a ver si hay suerte.

Sobre el blog, se está preparando una actualización. Permanezcan atentos a sus pantallas.

¡SALUDOS!



) Lino Moinelo dijo...

He oído como han llamado a los EUA un «estado policial». Aquello me dejó muy pensativo, ya que, es notable la obsesión que tienen en aquel país por sacar a policías en todas partes, películas, series, etc. En esta película la critica hacía solucionarlo todo metiendo a la gente en la cárcel es notable, y todo parece indicar que hay mucho de cierto en ella.

En este sentido, parece que en «gilivud», han debido llegar a algún tipo de acuerdo con las autoridades para realizar cierta difusión cultural a través de las películas, ya que parece que hay ciertos elementos comunes a todas ellas, lo que en algunos casos diría que llega a cierto adoctrinamiento. Por ejemplo, es notable el número de veces que sale una parejita haciendo algo «prohibido», y a continuación un zombie se les zampa la yugular, o les parte un rayo.

En definitiva, no hay nada fácil. Tan malo es el adoctrinamiento del Estado, como la total ausencia de defender ciertos rasgos culturales comunes que faciliten la convivencia, sin necesidad de tener a la policía vigilándote.

En los EUA parece como si hubieran llegado a algo intermedio, lo que no estoy seguro es de si lo han acertado.

¡Saludos!

PD: intento ver si recuperamos nuestros sesudos comentarios ;-)



) Guillermo (Atreus) dijo...

Jeje, pues tal vez los comentarios sesudos tendrán que esperar, porque últimamente estoy que no tengo ni tiempo para dibujar. Ains, qué tiempos aquellos en que escribía tranquilamente parrafadas por aquí y por allí precisamente porque tenía trabajo y desde el mismo trabajo... :-D (¡las paradojas de la vida!).

No creo que exista ningún convenio escondido entre Hollywood y las autoridades, pues si la policía o los rangos superiores son tan recurrentes en su cine, es porque se trata de algo muy arraigado en la sociedad estadounidense, y algo culturalmente muy admirable desde mediados de los cincuenta más o menos, momento en que se crean los grandes DEPARTAMENTOS estatales (CIA, FBI...). ¿Cuántas veces habremos visto precisamente en el cine a un niño flipando cuando un poli le enseña su placa, o escenas similares? Pues creo que todo se reduce a eso. Ahora bien, lo que dices posteriormente sí que es ciertísimo, y es que el cine ha sido y sigue siendo uno de los brazos de la "corrección moral".

Hombre, ¡por supuestísimo que he visto '2013: Scape From L.A.! La cuestión es que aunque suene paradójico, no debe verse con el mismo objetivo que con la primera película. Esta se trata de una "secuela-remake" (algo parecido a lo que hizo el Camioneron con 'T-2') en la que Russell y Carpenter se parodian a sí mismos, ni más ni menos. Fíjate de hecho en cuántas veces le comentan a Plissken que lo imaginaban más alto... Jaja. Es decir: que lo que buscan es una clara DESMITIFICACIÓN. Y lo de la comedia tal vez sea porque, igual que Kubrick muchos años antes, se dieron cuenta que, para tratar ciertos asuntos relacionados con la cultura y la política de ese país, la mejor forma de acercarse a ellos es, directamente, por medio del ABSURDO... Eso sí, admito que es muy inferior a la primera hasta en los aspectos más cinemáticos, pero su final es total absolutamente demoledor, y una dósis de valentía inaudita en el cine americano. Un final sublime, cojonudo. Qué pasada.

Y sobre STALKER... oye, si algún día ves por ahí el libro de los hermanos, avísame, ¿vale? La película me parece una de las experiencias oníricas por excelencia. Cuadros en movimiento. ¿Sabes además que Tarkovsky tuvo que rodar casi la película entera de nuevo, pero con menos medios y dinero, porque la mayor parte se destrozó por algún accidente que no recuerdo? Imagínate cómo habría sido esa primera versión con más pelas...



) Lino Moinelo dijo...

¡Corcho! pues ahora entiendo lo de la película. El caso es que quedamos a verla en mi casa con unos amigos y me decían que ¡que les había hecho ver!. No entendimos ese tono de parodia con el cual la peli tiene el significado que toca. ¡Vaya!, como cambia la cosa cuando ves algo con ideas preconcebidas equivocadas.

Sobre STALKER, no lo habría descrito mejor: cuadros en movimiento. Todos los planos reflejan un esmero estético sorprendente. En otro orden de cosas, ¿sabes que hay un juego con bastantes seguidores basado en STALKER? Se ve que en el ámbito del «Este» tiene bastante notoriedad las peliculas del Tarskovsy ese.

Vale, si veo el libro ese, te aviso. Creo que se llama «Picnic en la carretera», o algo así ¿no?

¡Saludos!

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Lino (Al final de la Eternidad)
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